15, Muchos Jim, y una sola Aria.

Asteria llegó en el momento justo en que su líder supremo tomaba la energía de un viejo bastón de piedracorazon. No estaba interesa de donde lo sacaron, ni mucho a quien le perteneció con anterioridad.

Tras eso, un par de impuros volaron a su lado, en una muestra del nuevo poder de Gunmar. Ella ni se sorprendió, segura de que este podría ser aun mas poderoso.

—¿Qué haces aquí?— preguntó Otto, un lacayo.—Debería darte vergüenza mostrar la cara.

Ella se río, y con rapidez lo tomó del cuello.

—Mejor cierta la boca, sangre sucia.— gruño.

—¿Qué harás? ¿Matarme?— se burlo.—No puedes ni con un par de adolescentes.

Asteria apretó con mucha mas fuerza su cuello, con un gran deseo de acabar con su vida. Estaba harta de que los cambiantes la menospreciaran, le dieran ordenes, o que se burlaran de su trabajo.

El troll mayor gruño, haciendo retumbar los gruesos muros.

—Déjalo.— ordenó Gunmar.

Su áspera voz, sonaba suave, como si entendiera el dolor de la joven cazadora. Y ordenó que se acercará con un movimiento de mano.

Con malas ganas lo soltó, sin antes tirarlo al suelo, y lento se acercó a Gunmar. No le temía, respetaba su historia, y el aprecio que le tenía rosaba la idolatría.

—No ensucies tus manos.— dijo tomándola del mentón.—Pero debes darle crédito, has fracasado, como ninguna otra de tu clase.

De repente el suave agarre, casi paternal, se transformó en una violenta fuerza que podría quebrarla en cuestión de segundo. El velo que cubría a su ídolo se disipó, y pudo ver el terror, la muerte, y la oscuridad encarnadas en un horrible ser.

—Tampoco quiero manchar mis manos con tu arrogante sangre humana.— le recordó.—Asteria ¿Qué planeas hacer para que perdone tu ineptitud?

Esta lo veía con temor, y ninguna idea surgía en su mente. Hasta que vio el bastón apagado, y estaba segura que pronto esa poca energía que tomo no le serviría de mas nada.

—Puedo darte mas de eso.— señaló la piedra en el suelo.

Otto río, y un troll ciego negó ante la idea de la joven cazadora. Este se acercó a su amo, y tanteo el aire hasta tocar su brazo.

—Es una locura.— hablo Dictatious.—No hay que precipitarnos a seguir la idea de una niña loca.

Pero el cambiante le dio la razón a Asteria, y Gunmar no pudo estar mas de acuerdo. Soltó a la joven, casi lanzándola por los aires.

A duras penas se puso de pie, y frotó la magulladura en cuello.

—Pronto te daré las llaves a tu nueva casa.— dijo la rubia.

Antes de irse Gunmar la detuvo con un fuerte gruñido.

—No vuelvas con las manos vacías.— amenazó.

—No lo decepcionare.

 En la fiesta.

Aria llevaba bastante bien su crisis interna, mas aun cuando de alguna puerta salía un Jim diferente al original, uno mas escurridizo que el otro. Al menos estaba tranquila de que podía identificar al único sobre sus replicas, y no solo por la tan característica chaqueta azul. Con solo hablarle, o verle por una milésima de segundos sabía que era él. 

 Le reconfortaba saber que pese a todo lo que vivieron, y los secretos  que crecieron entre ellos, aun lo conocía lo suficiente para poder reconocerlo en una habitación llena de él. 

 Hasta ahora solo habían dos versiones, una muy romántica que no paraba de recitar todo tipo de poemas, y uno mas ágil, de chaqueta verde, al cual identificaron como el cazador. 

—¿Seguro que son los únicos?— pregunto Aria viéndolo pelear entre ellos. 

—Si, o bueno, es lo que espero.— respondió nervioso.—Solo una versión de mi mismo es suficiente para todos.— agrego. 

 Aria le reprocho con la mirada, y le dio un suave toque con el codo. 

—Muy bien, diles adiós a estos rarito.— dijo el pelinegro. 

 Saco su amuleto, y no paso nada. Le imploro para que las demás copias volvieran a donde correspondían, pero nada ni una luz, ni advertencia. 

—Quizás si lo agitas un poco seguro funciona.— dijo Aria viendo de cerca que nada pasaba.

 Jim le hizo caso, y agito el amuleto, por completo distraído. Sin evitar reír por lo que estaba haciendo, contagiando a su amiga. Se sentía ridículo pero debían dar con la manera de volverlos dentro.

El único que parecía no estar de acuerdo con el momento que sucedía, era la versión cazadora del pelinegro. 

—Es por esto que casi siempre están a punto de matarte.— exclamo con evidente furia.—Una chica, primero Clara y ahora su tonta copia. 

—Oye.— dijo ofendida Aria.—Ya estuvo, deshazte de él, o si no. . .

—¿Qué harás, llorar? Ni siquiera tienes tu propio amuleto. 

 En un movimiento rápido, arrebato la luz del día de las manos de Jim. El ambiente se puso tenso, y solo se podía oír sus respiraciones. El cazador alzo el amuleto, y la armadura lo cubrió, seguido salto por la ventana abierta.

  Al asomarse vieron que este se dividió en mas versiones. 

—No necesitamos esto hoy.— se quejo Aria.—Muy bien vamos por los demás y manos a la obra. 

 Jim asintió y fue detrás de ella.  

 Pusieron al tanto al resto del grupo y se dividieron para buscar a las otras versiones de su amigo. 

 Candra logro atrapara a uno que la desafío en vano, mientras que Toby llevaba de la mano a un atemorizado Jim, quien gritaba aterrado por cada pequeña cosa que veía. Clara vio como una bromista versión de su amigo entretenía a un par de invitados. Lo atrapo tomándolo del cuello de su chaqueta y lo arrastro hasta el cuarto de Aria. 

 Aun quedaba un Jim, el mas escurridizo, el cazador. Este se mantenía escondido, viendo como se iban llevando a cada versión que este libero.

Vio a Aria asomarse, y solo pensó que ella era la única causante de que el verdadero cazatroll no haya terminado con Gunmar. 

—Es hora de tu fin.— exclamo saliendo de su escondite. 

—¿Qué diablos pasa contigo? ¿Crees que me dejare atrapar así de fácil?— preguntó. 

 Busco su collar, sin dejar de sonreír y verlo desafiante. 

—Pobre tonta ¿Recuerdas que eres una deshora . . . ?

—Y me quitaron el maldito collar.— recordó enfurecida.

 Internamente maldijo a Candra por no haberle devuelto la joya. 

 Jim cazador salto cerca de Aria, la tomo de la cintura y cargo sobre su hombro, provocando aun mas gritos para quien quería mantener oculto todo el desorden de las replicas de su amigo. 

—¡Bájame, bestia, no me trates como damisela! 

—Te bajare querida tonta, cuando encuentre donde tirarte.

—¿Por qué no mejor me atas a unas vías y esperas a que me pise el tren?— pregunto con sarcasmo.   

—No me parece una terrible idea. 

 Aria evito seguir gritando para no alertar a los demás. Entre pataleos, viendo que se iba alejando de la casa, empezó a llamar a cualquiera de sus amigos.

Por detrás de estos apareció Jim. 

—Déjala ir, ella no tiene la culpa de que aun no hayas terminado con Gunmar.— dijo Jim, buscando que su otra versión entrara en razón. 

—Bien, si me ganas me entrego, y ella solo sufrirá por su torpeza.— propuso. 

 Sin esperar una respuesta a su combate, la versión cazador lanzo a la muchacha con facilidad a unos arbustos.

La pelea entre los dos Jim dio comienzo sin avisar. Por mucho que le costara decirlo en voz alta, al cazatroll le estaban dando una buena golpiza, pese a todo el entrenamiento que llevaba hasta ese momento. El de chaqueta verde le estaba haciendo difícil la tarea de volver todo a la normalidad.  

 Aria se recompuso y salió de los arbusto. Quedo hipnotizada al verlos pelear, era todo un espectáculo, sin embargo no podía quedarse sin hacer algo, ni mucho menos ser la chica a la que tenia que salvar, cuando ella también podía ser capaz de tal hazaña. 

 Vio a su al rededor buscando lo que sea que sirviera para detener la feroz versión de su amigo. Entre la maleza encontró un tronco y no dudo en darle un buen uso. 

 Jim quedo tendido en el suelo tras un tropiezo, y ahora su versión cazadora lo amenazaba con la espada que hizo aparecer en sus manos. Se veía a si mismo dentro del amuleto contemplando el mundo que una vez supo ser su hogar. Sin embargo un fuerte sonido detuvo al contrincante. Este cayo desmayado sobre él, y todo se desvaneció, dejando a un adolescente de chaqueta verde inconsciente en el suelo. 

 Al levantar la mirada, se encontró con su amiga, era una pintura difícil de no ver. Los volados de su vestido cubiertos de hojas, al igual que su cabellera castaña, un bretel salido, y un tronco en entre sus manos era algo para admirar. Sin dejar de lado el maquillaje corrido, y el enojado ceño, que parecía que echaba vapor por la nariz.

—No voy a permitir que me rescates.— dijo y luego se rio.— Por favor volvamos antes que despierte. 

 Le extendió la mano, y con gusto Jim la tomo para ponerse en pie. 

—Gracias.— dijo sin soltar su mano.—Nada de lo que dijo es cierto.— agrego. 

 Aria sonrió con algo de pena, y luego soltó la mano. 

—Quizás no soy quien te frena a que acabes con Gunmar, pero aun no estoy lista para ser la persona que te apoye el día que llegue.— dijo.—Pero, Candra, la princesa y Draal se divierte fortaleciéndome. 

—¿Si?— pregunto alzando una ceja.

—Demasiado.— respondió.

 Ahora solo les quedaba solucionar el problemas con las replicas del cazatroll. 

 Al día siguiente, Aria no podía salir de la cama. Su cumpleaños le consumió todas energías que tenia, desde las físicas hasta las mentales.

  Se sentó, y quedo un rato entre las sabanas. Al salir, mientras buscaba un par de aretes, noto la cajita que le dio Jim la tarde anterior. Estuvo tan ocupada que se olvido de su regalo. 

 La tomo, y no pudo evitar sonreír, era algo hecho por él, lo que por su lógica tenia cierta carga sentimental. Hizo una lista de lo que podría ser, pensó en alguna joyería, pese a decir abiertamente que era algo que odiaba. Quizás una piedra, aunque fue Toby quien le dio una. 

—Basta de misterios.— dijo la princesa.—Ábrelo.

 Sin dar mas vuelta lo hizo, y se encontró con un pin. Una pequeña espada que tenia una lagrima verde por empuñadura, una inscripción. 

—Princesa guerrera.— leyó, y una sonrisa se dibujo en su rostro.      

—¿Significa algo?— pregunto curiosa la princesa. 

—Así me llamaba cuando éramos niños, era a lo que jugábamos en las tardes.— conto con cierta nostalgia por el pasado.—Quien diría que ahora podría serlo.

—Eres una guerrera.— exclamo la princesa.—Que nadie te convenza de lo contrario. 

★★★

Hola mis soles ¿Cómo les va? Esperó que bien, yo estoy de muy mal humor, muy malo pero no tanto para dejar pasar este capítulo.

Es hermoso, y cómico. Lo malo es que no esta la siguiente parte, y ahora con las clases todo se vuelve ✨mas difícil✨

Pero no se preocupen, seguirá habiendo capítulos, y le daré fin a esta historia (que si, ya se cual es el final)

En fin, espero que les haya gustado, nos vemos la próxima y ✨Besitos besitos chau chua✨

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