11, Que haya una vuelta.
Siguieron a Arabella por una zona que Aria desconocida. No tenia ni idea de la existencia de esos edificio que alojaban departamentos.
La ciudad creció mucho en su ausencia, no solo en lo edilicio sino en torno a las historias, y todo lo que se ocultaba de los ojos de las personas.
Llegaron a su destino, entraron y subieron por las escaleras porque el ascensor no funcionaba.
Para ese momento la princesa era otra vez un fantasmas, sin embargo era evidente que aún seguía enojada con la rubia que iba por delante.
Deseaban poder preguntarle pero la energía que emanaba le impedía hablarle, daba miedo. Era muy raro de ver, en las ultimas horas paso por fases que nunca antes mostro, y dejaba de lado esa figura de perfección con la que la conoció.
—Por cierto, Arabella ¿A quien vamos a ver?— pregunto Aria para romper con el silencio del lugar.
—A la hija de Douxie, es un encanto. Hace poco empezó con esto de ser mensajera. Me hizo vomitar como tres veces pero lo hace bien.— respondió a la ligera.
Para la princesa aquello fue innecesario, pero para Aria fue todo lo contrario ¿Qué era una mensajera? Y ¿Qué tan malo era lo que hacía que podía descomponer a alguien?
Muda por el miedo, llegaron a su destino. Fueron bien recibidas por una chica que Aria reconoció de algún lado pero no sabía de dónde. Tenía un rostro amable, y su mirada gris le era imposible sacar de su mente.
—¿Nos conocemos?— preguntó antes que alguien más hablara.
La joven la vio de reojo, de arriba hacía abajo, tratando de dar con algún nombre, o lo que sea que le sirva para responder esa pregunta.
—No, lo siento, nunca olvido una cara.— respondió frunciendo la boca.—No pasen, vamos a la azotea, Arabella ya me dijo lo que necesitaban.— agregó dando pasos hacia delante.
—Es cierto, a mi hijastra nunca se le olvidan las caras.— agrego burlona la rubia.
—Por favor, no me digas así.— dijo un tanto seria la castaña.
—No lo quiere aceptar, pero algún día lo hará.— murmuro Arabella, caminando al lado de Aria.
Siguieron a la chica escaleras arribas, y tras cerciorarse de que no haya nadie, les dio un par de indicaciones para que no les pasara nada terrible en el viaje.
—Sobre todo mantengan manos y pies dentro del círculo, si los quieren conservar.— le aclaro Arabella dando una agradable sonrisa.
—Y para volver van a necesitar esto. — dijo dándole una cápsula plateada. —No hay una mensajera del otro lado, pero si una marca de aterrizaje, así que solo deben romper esto y podrán volver.
Aria tomo con cierto temor aquel objeto, en realidad veía todo con miedo. Estaba por hacer algo que no entendía, los únicos viajes que conocían eran en avión, bus, autos y también incluía la bicicleta.
—Descuida, estarás bien.— dijo la princesa, con la dulzura que la caracterizaba.—No dejare que te pase nada malo.—Agrego.
Tomo aire muy profundo, y solo decidió creerle.
—Hagamos esto.
En cuanto las brujas se despidieron, una intensa luz plateada cubrió a las dos viajeras, y las desvaneció, dejando en el aire una estela brillante, acompañada de una abrumandora sensación.
—Si la conoces.— dijo Arabella sin poder dejar de ver el punto en donde estuvieron paradas hace unos segundo las otras dos chicas.
—Lo se, pero no quería confundirla mas de lo que estaba.— dijo Olivia dándose la vuelta para marcharse.—Solo tiene dieciséis años, no creo que merezca todo eso.
—Creo que habrá que confiar en la joya de Merlín, el cazatroll es igual a ella.— dijo un tanto resignada Arabella.
—Solo son niños Arabella, no es lo mismo que en tu tiempo.— agrego apenada.
El viaje por el portal mágico fue un tanto turbulento para Aria. Al pisar el suelo del otro lado pensó que iba a vomitar hasta la cena, o que un gran mareo la abordaría, pero fue todo lo contrario. Se tambaleo un poco, pero no paso a mas que eso.
—Lo dominas.— le felicito la princesa.
—Creo que es por tantos viajes que hice en avión.— dijo Aria refregando sus ojos tras un leve mareo.—Pero esto es mucho mejor, mas rápido, y wuau ¿Viste todo ese brillo?— exclamo emocionada saliendo de la marca.
—Sabia que te iba a gustar.
Al volver la vista al frente, Aria se encontró con una gran montaña, que al verla mejor, noto que era un volcán que dormía en suma paz. Eso si hizo que sus rodillas temblaran, era la primera vez que estaba tan cerca de algo monumental y a la vez peligroso.
Ahora solo debían encontrar la forma de entrar a la fortaleza para ir a donde estaba Gatto.
Caminaron por el pie de la gran montaña. El calor y la humedad era insoportable. Aria se saco la remera, puesto que llevaba un corpiño deportivo abajo, y la ato en su cabeza para que el cabello no le molestara.
Anduvieron dando vueltas por la selva, sin alejarse del pie, al menos por unos cuarenta minutos.
—Creo que hay que subir.— indico Aria.—Debe haber una entrada un poco mas arriba.
—Habrá que intentarlo.— dijo la princesa flotando por encima de la castaña.
Aun que esperaba un poco de ayuda, no le quedo otra que trepar por su cuenta.
Hicieron un par de metros hasta llegar a una plataforma de piedra. No veían nada, sin embargo a sus espaldas una puerta se abrió desde el mismo muro, y unos trolls tomaron a Aria por sorpresa, sin darle tiempo a nada.
Por suerte la llevaron al interior de la fortaleza, lo malo es que Aria conoció a Gatto y este solo la veía como un bocadillo, mientras que anhelaba tener su collar en su estomago, junto con otras reliquias, entre éstas los aros que iban a buscar.
El juego completo de la guardiana de Avalon.
Aria veía la gigante masa parlotear frente a ella, sin poder dejar de temblar. Sentia que en cualquier momento se iba a derrumbar no solo por la alta y asfixiante temperatura sino por el miedo a ser comida.
—Muy bien montaña parlante, dinos ya el acertijo y acabemos con esto.— apuro la princesa dando un paso al frente.
—La hacia mas precavida señorita Meyer.— dijo Gatto viendo de re ojo a la princesa.
—Mi sentido de conservación murió conmigo ciento de años atrás.
El gran troll se río tras sus palabras y dijo el acertijo sin tantos rodeos, seguro de que ninguna iba a poder con su ingenio.
—Todos me pisan, pero no piso a nadie. Todos preguntan por mi, pero no preguntó por nadie ¿Quien soy?—
Ambas se quedaron en blanco ante sus palabras, descubriendo algo nuevo, ninguna era buena para resolver problemas, mucho menos bajo presión.
La gran montaña empezó a contar el tiempo. Haciendo que los nervios aumentarán.
—¿Se rinden señoritas? Ansío tener ese collar junto con los aros.— dijo seguro.
Ante un ataque de nervios, la princesa empezó a nombrar todo lo que se le venia en mente.
—Tarde.— aseguró el gran troll abriendo sus fauces.
—No no no.— lo detuvo Aria.—Ya tengo la respuesta.
—Mientes mocosa.
—¿Qué? ¡No!— insistió Aria.—Es el camino, es el maldito camino.— respondió nerviosa al borde del colapso.
Gatto se detuvo y le dio la razón.
—Pero el tiempo se les acabo.— aseguró dando una gran bocanada de aire.—Hasta nunca.
En cuestión de segundos las dos quedaron en el fondo de su estómago, acompañando al resto de los tesoros.
—Muy bien, genial, maravillosa forma de morir.— dijo con un marcado sarcasmo Aria.—Siempre quise ser tragada por una montaña.
—Lo iba hacer de cualquier forma.— sostuvo la princesa buscando algo entre los tesoros.
—¿Todo fue en vano?
—Obvio.— respondió sin verle.—Ahora busquemos los aros.
—Me podrías haber prevenido.
Resignada, Aria se puso a buscar junto con la princesa. No sabia como eran aquéllos aros, los imaginó como su collar pero mas chicos. No había de eso por ningún lado, llegando a pensar que, ahora si, fue devorada en vano.
—No estan.— dijo agotada Aria.
—Si, aquí están, son circulares y azules.— comentó la princesa en su búsqueda.
—¿Cómo? Pensé que eran como el collar.
—No, tampoco tengo tan mal gusto, son circulares y representan la luz del día.— explicó.—Azules y brillantes.
Siguiendo eso, se dio cuenta que los vio minutos atrás. Corrió en busca de estos, al tomarlos el interior del volcán comenzó a temblar.
—¿Son estos?— preguntó casi a los gritos.
—No, esos son verdes. — respondió con el mismo volumen de voz.
—¡¿Qué?!
La princesa se río por la cara de Aria, su expresión valía oro.
—Si, si son.— respondió entre risas.—¡Ahora salgamos de aquí!
Aria vio a todos lados, la lava subía, al igual que la temperatura, y sus nervios a causa de una inminente muerte.
—¡¿Cómo?!
—¡Hagamos que esto arda!— grito emocionada.
La princesa buscaba algo en el suelo, mientras que Aria iba temblorosa detrás suyo, ahora si no tenía idea de nada.
—¡¿Qué buscas ahora?! — indagó al borde del llanto.
Las altas temperaturas y vapores la sofocaban, y no le dejaban ver nada.
—¡Esto, Eureka!— grito emocionada. —Aca las cosquillas son peligrosas, pero nos harán salir, ponte los aros, y la armadura.
Sin rechistar le hizo caso, con las nuevas joyas, la armadura violeta obtuvo no solo una falda de gajos que cubría cintura, cadera, y parte del muslo, también hombreras mas fuentes, un semi casco alado, y un escudo que simulaba la lágrima de Avalon.
—¡Es hermoso!— dijeron al mismo tiempo.
—Usa el escudo como bote, cabes mientras todo sucede.— indicó la princesa.
—¡¿Qué sucederá?!
—¡Esto!
Empezó a hacerle cosquillas en la marca, tanto la lava como los grandes temblores no se hicieron esperar. En cuestión de minutos se vieron rodeadas por un ardiente río, que pudo haber matado a Aria si no fuera por el escudo mágico que la protegía.
Tras unos turbulentos y calurosos minutos salieron del otro lado de la montaña, frente a un gran lago.
Desesperada, Aria se zambulló sin dudarlo, ahora que estaba segura que viviría un poco mas no le importaba mucho un poco de agua.
Era una bocanada de aire fresco.
Por suerte su celular se salvo del agua, ahora estaba en la costa del lago, con los pies dentro, mientras veía como se ocultaba el sol entre los arboles.
La paz del lugar la contagio, quería eso para ella, y la princesa, al menos por un rato mas.
—Papá me fue a buscar.— comentó al leer los mensajes de Jim.—Cree que estoy en baile y hoy no duermo en casa.— dijo desanimada.
—Lo siento Aria, pero es parte de esta responsabilidad.
—¿Mentir a quien mas amo?
La princesa se callo, y Aria entendió que no seria la última vez que lo haga, debía tomar una decisión.
★★★
Muy buenas ¿Cómo va?
Hoy todes morimos y resucitamos con este capítulo pues ✨estres✨
Les quiero decir que a partir del próximo capítulo haré una pausa, para avanzar un poco mas, y no sufrir junto a los personajes.
Y sin mas que decir, hasta el próximo martes ✨Besitos besitos, chau chau✨
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