Un nuevo día, un nuevo Jardin al que asistir. Al menos en este Jardin los niños parecían más normales y comportarse mejor, sólo habían algunos problemas.

-¡Saru-chan! - Grito un lindo Castaño al pequeña de cabellos azabache que se mantenía alejado del resto. - vamos a jugar con los demás.-  tomo su mano intentando llevarlo con los otros.

-Me rehusó-  Murmuró el pequeño con lentes, aunque su opinión no pareció importarle mucho al otro ya que esté literalmente le arrastró por el piso con el resto de los niños con uniforme azul.

-Hidaka.... creo haberte dicho que no debías seguir arrastrando a Saruhiko-chan -Suspiro uno de los pequeños cuyo cabello cubria uno de sus ojos.

-¡Pero es que estaba sólo! -Se quejo haciendo un puchero mientras el pequeño de lentes se iba junto al que anteriormente le había defendido. - Además a Saru-chan no le molesta ¿cierto? -vio al chico con ojos brillantes.

-Eres muy molesto, por favor muere - y con aquello el pequeño Castaño sintió su corazón romperse.

-Saruhiko-chan -Vio como aparecia su jefe un hombre bastante... Particular de cabello negro y lentes. - ¿Necesitamos tener otra conversación? - El pequeño chasqueo la lengua.

- S-Si quiero jugar contigo Akira... -Murmuró vencido siendo abrazado por el pequeño mientras luz irradiaba de sus ojos diciendo todo lo que podían hacer juntos.

Por su  parte la parvularia bajo la mirada al plato de judías roja que la asistente Seri-chan le entregó... Quizás el salón de al lado con los niños de rojo no hubiera estado tan mal... Al menos en lugar de judías le habían ofrecido una copa... Espera ¿Era legal tener alcohol en un jardin infantil? Para este punto, ya no le importaba.