Code Geass.
Llega un momento en la vida de cada persona en que seriamente debes cuestionarte ¿Qué mierda sucedió? Es decir en serio ¿Qué mierda? Porque cuando estás siendo amenazada de muerte —y otras cosas peores— por dos Rubiales, una mujer de cabello rosa y su caballero, una sirvienta, un tipo de cabello azul oscuro y un puberto de dudosa sexualidad no puedes evitar preguntarte en qué momento de mierda tu vida se descarriló tanto para llegar a este preciso instante.
— Hermanos, por favor, ya dije que estaré bien, no tienen que incomodar tanto a la profesora ... — Apareció en su defensa la razón de las amenazas, quien no era nadie más que un pequeño de negros cabellos y ojos violeta, muy violetas, y por un segundo entendió porque tanta amenaza.
— Tan solo nos aseguramos que sepa las consecuencias de sus actos y pueda actuar en razón de ellos. — Respondió de forma educada y algo asesina el rubio número uno, con nombre indecible, literalmente ni siquiera sabía cómo se suponía que debía escribirlo.
— Aún sigo creyendo que eres muy pequeño para atender a este lugar. — Hablo la mujer cuyos padres no debían quererle mucho dado que le pusieron Cornelia, en serio ¿Quién le ponía así a su hija? Debía ser alguna clase de abuso infantil, quizás por eso se veía tan rígida y sería. — Es mejor que volvamos a casa, yo hablaré con tu madre. — Intento tomar la mano del pequeño pero antes de hacerlo este retrocedió un poco.
— ¡Mama ya me dio permiso y no pienso irme a casa! Al menos no aún. — Finalmente explotó el pequeño apretando sus pequeños puños.
— ¡Pero Lulu! En casa podemos jugar y pintar ¿Qué harás aquí? — Pregunto Rubiales dos, AKA Clovis.
— Amigos... — Susurro por lo bajo con su pelo tapando sus ojos.
— Que problemático... — Murmuró la profesora tomando al pequeño en brazos para sorpresa de todos
— ¡¿Que cree que hace?! — Grito el caballero de lentes exteriorizando el pensamiento de todos los presentes.
— Ya va a ser hora de entrar, tan solo me llevo a mí estudiante para que no llegue tarde con sus nuevos amigos — Dijo sin inmutarse por las miradas asesinas. — Ahora Lelouch, dile adiós a tu familia, los podrás ver de nuevo cuando termine el día. — Vio al pequeño con cariño y luego miro a la familia del niño, con su mejor sonrisa de "No estoy de humor para sus mierdas así que o se callan o aquí van a correr sangre y lágrimas, pero sobre todo sangre" cabe mencionar que aunque la profesora era una persona normal, cuando pasabas tanto tiempo con personas "peculiares" como los niños a los que cuidaba, y sus compañeros de trabajo, el que se le quedarán unas mañas o dos de ellos era una seria posibilidad, y ahora mismo usaba la mirada número 4 de Xanxus-chan junto con la número 6 de Kanda, el día en que esos niños se conocieran...sería el fin del mundo.
— A-Adios... — Se despidió el pequeño — Estaré bien, lo prometo.
— ¡Contaré los minutos hasta que salga su majestad! — Chillo entre lágrimas el caballero de cabello azul siendo consolado por la sirvienta.
— Estaremos esperando por ti a la salida... — Respondieron el resto de sus hermanos mientras la profesora se alejaba y dejaba al pequeño en el piso estratégicamente cerca del niño más alegre Pero extrañamente solitario del salón.
— ¡hola! — Le saludo el pequeño en cuanto estuvo a su lado.
— H-Hola... — Respondió con algo de timidez.
— Soy Suzaku, es un gusto. — Estrecho su mano ganándose un pequeño sonrojo del contrario... Eso no podía traerle problemas luego ¿No?
Dos días después cuando Suzaku fue a preguntarle si dos personas del mismo sexo podían casarse, y dejo enfasis en que uno de ellos era "muy muy muy lindo" supo que era tiempo de cambiar de jardín nuevamente, esto no le morderia en el trasero,nop señor. Aunque no se iría antes de sacar un par de fotos a los pequeños ¿Que? Algún día las podrían querer para mostrar en su boda.
¿Alguien sabe hacer portadas?
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