Matt

4 meses después.

Han pasado cuatro meses desde aquel día que recibimos la noticia. No hemos podido realizarle ningún chequeo al bebé, ni a Lesly y eso me preocupa. Cómo buen padre que seré tengo que estar al tanto de que todo esté en orden con ellos dos. Además que ni siquiera sabemos si es niño o niña.

Eso es una controversia diaria. Yo quiero niño y Lesly niña. Es una guerra que tenemos constantemente. Por aquí no ha cambiado mucho las cosas. A exepcion de la barriga de Lesly que ha crecido. Leonardo esta insoportable con los preparativos de la supuesta boda que no ocurrirá entre Lesly y el hijo de Marcelino el mafioso Italiano que ni siquiera se ha percatado de que su hija carga en su vientre a una criatura. Ella trata de usar siempre ropa ancha para evitar que se note su pancita.

Debo admitir que he tenido mis celos con respeto al italiano de cuarta. He aguantado verlos juntos, que salgan, que cenen juntos, que el la agarre de la mano. Cosas que obviamente debería estar haciendo yo y no puedo. Se salva porque no le ha tocado ni un pelo. Esa es la condición principal que Lesly puso. Nada de contacto físico hasta después de la boda.

Cosa que no voy a dejar que suceda porque pienso antes llevármela lejos de todo este mundo al que yo la traje.
La he visto sufriendo por no poder hablar con su madre, así que le presté mi móvil para que la llamara y le explicara por arribita todo. Ella se reservó lo del bebé y solo le dejó claro que está bien y que pronto saldría de todo esto.

Es difícil vivir bajo el mismo techo que el amor de tu vida y no poder besarla y demostrarle al mundo entero que es tulla. Tener que aguantar que otro se lleve ese mérito aunque sea falso.

No he podido salir de aquí antes porque siempre hay situaciones que se interponen en nuestro camino. Pero hoy es el día. Leonardo al parecer ha recuperado su confianza en mí y me encargo a Lesly para que se probará el vestido de novia. Así que tengo la oportunidad que tanto esperaba para salir juntos de ahí de una vez.

Nosotros nos hemos seguido viendo a escondidas por supuesto y hemos hablado contantemente sobre que haremos una vez salir de aquí. Lo primero es casarnos.

Aprovecharemos el vestido, los anillos y al cura que ya tiene visto para la boda falsa y realizaremos una para nosotros dos. Será algo rápido y sencillo pero no existiría otra boda más sincera que la nuestra. Algo íntimo donde los testigos serían solo el cura y nuestro bebé desde la panza.

Luego iríamos directo a una casa que un amigo me tiene lista, ahí un médico vendrá a revisarla y si Dios quiere saber el sexo de nuestro bebito, con los equipos que ya tengo comprado.

Tenemos planeado unos nombres, si es varón se llamará Lyasmat un conjunto de nuestros dos nombres. (Ly) de Lesly y (mat) de Matt. Es un nombre raro pero a ambos nos gusta. Si es niña la llamaremos Shelina en honor a mi madre.

Luego lo último sería huir de este país, lo más lejos posible. A un lugar donde Leonardo no pueda llegar, donde podamos ser felices.

—¿Estas lista?—le pregunto mientras avanzamos hacia el auto.

—Mas que nunca._me responde con ese brillo tan hermoso en sus ojos.—¿Tienes los anillos?

—Si, se los robé anoche a Leonardo. Los tenía en su escritorio. Fue más fácil de lo que pensé.—admití mientras ponía el auto en marcha.

Leonardo nos observa desde la puerta, estoy algo nervioso debo admitirlo. Nunca me había sublevado con él, de hecho aún le tengo respeto. Pero debo hacer mi vida, con mi nueva familia. No hay nada que no esté dispuesto a hacer por ella y ese ser que trae en su vientre. Por ellos moriría.

Le agarro la mano fuerte al ver que nos alejamos de la finca. Me fijo de que no venga ningún auto siguiéndonos. La miro y puedo respirar por fin con tranquilidad al ver que nadie nos perseguí y que cada segundo estábamos más cerca de lograr todos nuestros sueños.

—¡Lo logramos!—grita ella dándome un beso.

—¡Colócate el cinturón!—le ordeno sin darme cuenta de que le he gritado.—Lo siento es que me preocupo por ti mi vida.—digo al ver su cara de fastidio.

—Lo se, pero no voy a morirme por darte un beso en la mejilla mientras conduces.—se defiende.

—¡Lo logramos!—cambio de tema no quiero pelear, es momento de celebrar.

—Busquemos el vestido y vamos a nuestra boda señor Matt.—dice coqueta.

—Eso de señor no me pega.—le reprimo.—Mejor dime mi futuro esposo.

—Como usted ordene mi futuro esposo.—dice mientras se toca la barriga.

Después de agarrar el vestido, fuimos directo a la iglesia. Ella está hermosísima, el traje blanco le quedó perfecto.

—Padre, está boda tiene que ser rápida pero no quiero que piense que no nos queremos.—le explico al padre.

—Lesly me ha comentado todo y estoy más que seguro que lo que sobra es amor en esta ceremonia. —dice el padre preparándose para casarnos.

No puedo ni creer que todo esté sucediendo tal lo planeado. El casamiento fue rápido aunque a pesar de no ser como quería que fuera nuestra boda realmente en sus ojos hay un brillo enorme. Esta feliz y yo también. Es lo importante en todo esto.

Después de colocado los anillos y de agradecerle al padre corrimos al auto como dos locos enamorados.

—¡Te amo!—gritó subiendo al auto.

_¡Yo te amo más Lesly Likerman!—exclamo aún más alto que ella.