Este capítulo pertenece de forma íntegra a la historia que narra la creación, planificación y consiguiente ejecución de la despedida de soltera de Sara.

En un principio iba a ser algo tradicional; local de striptease, un par de billetes de cincuenta y cubatas a tutiplén. Sólo chicas. Nadie sabe cómo la cosa acaba torciéndose.

El caso es que al día siguiente muchos se despiertan sin acordarse de nada, y otros recordando todo, pero deseando no acordarse de nada. En el grupo de whatssap, un mensaje de Adrián, escrito durante la madrugada. Breve y conciso, dice lo siguiente:

"Queda terminantemente prohibido por y para los restos, dentro y fuera del grupo, hablar de los hechos acaecidos en la noche de ayer."

Como buena narradora, que no quiere ver peligrar su integridad física, me veo en la obligación de acatar la orden. Ya sé lo que me vais a decir...

No, no lo sé. Pero da igual, no pienso sucumbir.

Queda a merced de vuestra imaginación rellenar este capítulo de la manera más loca que se os ocurra. Seguramente nada de lo que os podáis imaginar no llegó a ocurrir.