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Jeon Jungkook se podría llamar a sí mismo como el dueño de los siete mares, pero era todo lo contrario a ello.

A penas podía mantener a su barco en popa. Sus únicos acompañantes a través del mar eran siete hombres que había conocido en una taberna antes de decidir partir de la vida en la tierra y comenzar a vivir sobre el agua.

Lo había perdido todo, su familia, sus hijos y a la mujer que más amaba.

Pero ahora que tenía la oportunidad de volver a tener todo lo que anhela, hará todo lo posible para que se cumpla.

Puede recuperarlos a todos y eso era lo que buscaba.

Llevaba tres años recorriendo la mitad del planeta en el barco que robó de algún pirata del que no recuerda su nombre, cuando escuchó la conversación de un par de hombres que bebían unas copas de algún vino extraño. Hablaban de buscar el collar perdido de la Diosa de todos los océanos.

Hablaban de su posible ubicación y de la profecía que giraba alrededor de ella.

Cumplía cualquier deseo que el portador tuviera.

Simplemente debían devolverla dónde pertenecía y al ubicarla allí, luego se aparecería la mujer para cumplir el deseo. También otorgaba poderes inimaginables, muchos decían que el portador estaba protegido por el mar y no se podría ahogar, podría hablar con sirenas sin ser atacado por ellas, siempre y cuando tuviera la piedra, era protegido por ella, daba un poder espectacular que todos deseaban, pero ninguno tenía.

Jungkook, por supuesto conocía la historia, el tiempo que llevaba recorriendo el mar, era el mismo tiempo que llevaba buscando algo referente a la ubicación de la piedra.

Así que, junto a sus tripulantes, emprendieron un viaje en dirección al Oriente.

La travesía fue más ardua de lo esperado, se había ganado un par de enemigos por buscar el mapa y entre ellos era uno de los piratas más despiadados que conocía el mundo.

El capitán Kim Taehyung tenía la fama de ser un asesino a sangre fria, que contaba con una tripulación de más de cien hombres.

Que aún así, había sido lo suficientemente descuidado como para dejar el mapa de la ubicación de la piedra más preciada para los piratas a cualquier joven que formaba parte de su tripulación.

Jungkook lo había encontrado dormido después de haberse emborrachado en el puerto Munch. Después de haberle seguido la pista al temerario pirata y su tribulación de peligrosos hombres, el pelinegro había logrado su objetivo.

Iba a dejarlo vivo, pero por desgracia había despertado, Jungkook no se tomó el tiempo de hablar y le tiró al agua, no sin antes tomar el mapa.

No era tan despiadado.

Por supuesto la tripulación del pirata Taehyung estaba cerca y uno de ellos había logrado escapar —Luego de que Jungkook pudiera degollar a los tres—, huyendo en dirección a alguno de los tres barcos con los que contaba aquel capitán.

Aunque intentó despistarlos durante la travesía, no lo logró.

Lo único que le salvó de ser asesinado fue su veloz barco.

Ahora que se encontraba en el lugar anhelado, no se podía fijar en su perseguidor, ni en el extraño clima desde que habían cruzado lo que parecía ser una frontera hecha por sirenas.

Ni siquiera las malditas sirenas le harían detenerse de su objetivo principal.

Le llevaban la delantera a Kim Taehyung.

Por el momento no pensaba en la manera de escapar, a pesar de que los barcos podrían rodearle después de llegar a la tierra.

Le importaba poco, pues su objetivo estaba cerca.

Hasta que de repente, mientras se acercaba más a las orillas de la playa, percibió una cabellera rubia.

La figura se hacía cada vez más grande y notó que era un hombre rubio que tenía las mejillas rojas y unas prendas bastante extrañas.

Lo primero que pensó fue en una sirena, pero era casi imposible porque ellas se acomodaban más lejos de la playa.

Cuando estuvo frente a frente con el joven misterioso que ahora le miraba atónito como si fuese un bicho raro, mientras Seokjin le gritaba "Apúrese capitán", notó que llevaba un collar que ahora brillaba como un rayo de luz.

Los barcos se acercaban más y sin dudarlo, siguiendo sus instintos por primera vez en la vida, tomó de la muñeca al joven rubio, que lucía más sorprendido que antes.

"Levántate, nos vamos".

"¿Quién eres?"

"¿Qué te importa?, levántate y obedece, hazlo ya o..."

"¡Capitán, han lanzado un cañón!"

El rubio aparta su brazo del tacto del hombre y le frunce el ceño. "No le conozco, es un tipo raro, no me toque".

Jungkook carcajea como si aquello que había dicho el hombre que tenía al frente, era una broma. "No me importa que me conozcas, parece que tienes algo que deseo..." Intenta acercar su mano al cuello del rubio, pero este se aparta.

"¡No!" Busca con la mirada el farol, pero ya no está, es todo tan visible que no parece que fuera de noche. "Alejese y no me toque, no-no quiero que lo haga. Déjeme ir, me está secuestrando y si no sabe es un delito, no tengo nada, lo juro".

Y como Jungkook no tenía paciencia y no era tan buen hombre, levantó al rubio tomando su mano con fuerza y luego, como si fuera una pluma le cargó sobre su hombro derecho.

"Vaya que pesas muy poco, eh". El joven comenzó a patalear e intentó morder su mano.

"Déjame en paz hijo de..." Se escuchó un cañón cerca. Jimin mordió su labio y dejó de forcejear.

"¿Oyes eso?, si no vas conmigo seremos asesinados ahora.

Y como Jimin siempre desconfiaba de la gente, como debía ser, siguió con su intento de escape y se movió aún más fuerte.

Jungkook hizo más fuerza para que intentara callarse, pero no funcionó.

Gracias al cielo, había llegado al barco con velocidad.

Cuando dejó a Jimin sobre el suelo de madera, le dijo a Jeongin con una sonrisa tenebrosa. "Atenlo".

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PRIMER CAPITULOO, espero les guste 💗 nos leemos el próximo miércoles jeje
gracias por leer/votar y comentar!! <3