CAMBIA EL DESTINO SI PUEDES

NOTA : Esta canción es la que aparece de fondo cuando Fengjiu intenta grabar el nombre de Dong Hua en la roca del destino en el drama. Pueden encontrarla como "Missing You" de Yisa Yu.





Los lobos se abalanzaron contra Dong Hua.

Con un ademan de su brazo un ataque se disparó contra ellos y los hirió. Un movimiento más y los lobos estaban disolviéndose en medio de una lluvia de rocas.

Fengjiu estaba impresionada. Nunca con dos simples movimientos él había acabado con esas bestias. Tal era el poder de Dijun.

- Deja de jugar y muéstrate. No he desenvainado mi espada por nada... - escucho que Dong Hua dijo.

El lugar se tornó silencioso. El aire soplo una vez más y entonces se oyó una risa malévola.

Li Yuan apareció flotando de entre el follaje de los árboles y poco a poco descendió.

- Es un verdadero honor estar ante su excelencia. – se burló – no me imagine nunca que paseara por los alrededores.

- ¿No se suponía que habidas muerto? – Dong Hua no había perdido su semblante frio.

- Y así fue, pero tuve suerte de encontrar a una antigua conocida. – y volvió a carcajearse. Dong Hua empuño con más fuerza su espada, pero sin moverla.

- ¿Qué es exactamente lo que pretendes? – la mirada de Li Yuan atravesó a Dong Hua y fue directo al zorro rojo que estaba protegido dentro de la jaula.

- Solo deseaba jugar un poco con la princesa de Qing Qiu. Aunque me he enterado que ahora debo dirigirme a ella como su alteza.

- Dudo que ella desee entrevistarse contigo, así que mejor retírate. – Dong Hua hizo una mueca de amabilidad e incluso sus labios ofrecieron una leve sonrisa. Li Yuan no cambio su expresión burlona, aquello estaba divirtiéndole realmente. Convoco una espada y diez lobos, y lanzando un grito los envió al ataque contra su oponente.

Fengjiu regreso a su forma humana mientras gritaba desesperada.

Dong Hua salto en los aires y comenzó a atacar a cada uno de los lobos. Mientras Li Yuan avanzaba hacia la joven. Al verlo acercarse, ella retrocedió un paso y conjuro su espada nuevamente. No sabía que tan resistente seria la jaula protectora de Dijun, pero debía estar lista por si era atravesada.

Dong Hua, percatándose de que Li Yuan intentaba penetrar la jaula, lanzo a uno de los lobos contra él. Apenas Li Yuan tuvo tiempo de esquivarlo, y el animal impacto contra la jaula, desintegrándose de inmediato en medio de una explosión.

- ¡No te atrevas! – le grito Dong Hua. Y en ese momento con tres ataques más se deshizo de los lobos restantes – terminemos esto.

- No es contigo con quien debo enfrentarme, si no con ella – y miro a Fengjiu. La espada de Li Yuan brillaba con una energía negra. Sin perder tiempo la dirigió con todas sus fuerzas hacia la jaula, en dirección a ella. El sonido de la jaula rompiéndose la hizo apretar los ojos para no ver, la espada tembló en sus manos y su corazón se aceleró pensando en el final.

El sonido de dos espadas chocando le abrió los ojos.

Dong Hua estaba delante de ella con su espada al frente deteniendo el ataque de Li Yuan, el cual lo miraba con desprecio. En ese instante una tercera espada apareció, Ye Hua había llegado y tras él Bai Qian y Mi Gu. Li Yuan se apartó de inmediato y desapareció en una nube de negra.

- ¿Estas bien? – pregunto Bai Qian a su sobrina.

- Sí, estoy bien. – aún se notaba nerviosa, su tía le acomodo un cabello tras la oreja intentando tranquilizarla. Desapareció su espada y dirigiéndose a Mi Gu continuo – por favor ve a buscar a Zheyan, es urgente que venga. – Mi Gu al ver al joven herido al que Fengjiu tomaba en brazos, de inmediato se puso en marcha.

- ¿Quién es él? – pregunto su tía.

- Mi prometido. – respondió la joven – por favor, ayúdame a llevarlo a la guarida de zorro...

Los ojos de Ye Hua y Bai Qian se abrieron en sorpresa, mientras que Dong Hua se ponía de espaldas para no ver.



Fengjiu estaba sumamente afligida.

Sin importarle que su tia, Ye Hua y el mismísimo Dong Hua estuvieran mirando, ella comenzó a desvestir a Wen Cheng.

Ahogo entre sus manos un grito de horror al ver el pecho del joven con múltiples heridas. Tomo un paño, lo hundió en el agua e intento limpiar la aparatosa sangre.

- Tranquila. Va a estar bien. Zheyan pronto vendrá. – pero las lágrimas de Fengjiu comenzaron a caer sin importar las palabras de aliento de su tía.

- Su pulso está bajo. ¿Y si no resiste? ¿hay algo que pueda hacer? – pregunto desesperada. Pero antes de que tuviera respuesta, una idea le vino a la mente – tía... ¿y si le doy a beber la sangre de mi corazón? ¿servirá para que resiste la llegada de Zheyan?

Los rostros de los tres dioses presentes palidecieron. ¿Acaso ella realmente hablaba enserio?

Aturdidos ante la idea apenas fueron capaces de reaccionar.

Fengjiu corrió hacia un baúl cercano y extrajo una daga que Dong Hua reconoció enseguida. Era la misma daga que ella había hecho aparecer aquella ocasión en que, desesperada por no tener un destino con él, corto su novena cola de zorro y lo convirtió en ese artefacto mágico para intentar taller su nombre en la roca del destino. El recuerdo de ese momento lo estremeció.

Fengjiu regreso junto a Wen Chang y decidida a clavarse la daga en el corazón lo empuño con fuerza en la dirección correcta.

Bai Qian se quedó inmóvil, incapaz de poder accionar. Ye Hua aún estaba clavado al piso intentando analizarlo todo.

A un centímetro de que la daga tocara su pecho, la mano firme de Dong Hua la detuvo.

- ¡¿Pero qué rayos intentas hacer?! – le grito con furia sin poder contenerse. – ¡No tienes suficiente poder espiritual para soportar algo así! – Fengjiu lo miro con rencor entre lágrimas. Su mano aún estaba imposibilitada para moverse debido a que él se la seguía sujetando - ¿A caso estas dispuesta a morir por él?

- Si... - respondió ella en un susurro. El rostro de Dong Hua se ensombreció.

- ¿Qué ocurre? He venido lo más rápido que he podido... - Zheyan entraba agitado. El rostro de Fengjiu pareció adquirir una luz de esperanza.

- Necesitamos hablar – Ye Hua se dirigió a Dong Hua – vamos a fuera...

Dong Hua puso al tanto de lo acontecido a Ye Hua. Incluso le conto su sorpresa al ver que Li Yuan atraveso la jaula protectora que él había creado.

- Si bien la jaula de protección era de bajo nivel, es complicado que sea atravesada – cavilo Ye Hua – además, ¿Por qué tanto interés en Fengjiu? Y la pregunta principal... ¿no se supone que estaba muerto?

- Él menciono que se había reencontrado con una vieja conocida... pero no tengo idea quien puede emplear ese tipo de magia.

- Debemos investigar el asunto con discreción. No es conveniente extender el pánico...

Zheyan informo que Wen Chang estaría bien en un par de días, pero que era importante que no se moviese y tuviera reposo absoluto. Fengjiu suspiro con alivio. Escribió de inmediato una misiva para el rey de Qing Niao informando el estado del príncipe y envió a Mi Gu a entregarla. Luego de eso, ella tomo lugar junto a su prometido.

Nadie podía creer lo devota que estaba la joven reina con el hombre que ella había declarado que aborrecía y que jamás se casaría. Incluso, mientras los adultos tomaban té para calmar los nervios y discutían sobre la aparición de Li Yuan, Fengjiu se había metido a la cocina para preparar deliciosos platillos para cuando Wen Chang despertará.

Después de un rato, llego con varios platos con diferentes comidas, les pidió que comieran y le dijeran cual era le mas delicioso, ya que deseaba reservar ese para su "prometido".

Aquello, fue lo último que Dong Hua pudo soportar. Se puso en pie de un salto y disculpándose diplomáticamente, se dispuso a salir de la guarida de zorro.

Dong Hua salio al exterior apretando sus puños. Escucharla decir "mi prometido" con tanta ilusión le había causado nauseas.

- ¡Dijun! ¡Dijun! – Fengjiu corría tras él para alcanzarlo.

- ¿Ocurre algo? – su voz aun denotaba molestia, pero su corazón estaba palpitando a mil por hora.

- Solo deseaba agradecerle por haberme ayudado y protegido. Quedo en deuda con usted. – ella enlazo sus manos al frente y lo reverencio con solemnidad.

Dijun estaba harto. La tomo por la muñeca y la jalo hacia sí envolviéndola en un abrazo desesperado. Se aferró con fuerza a ella. Fengjiu no se movió. Ni siquiera intento escapar. Lo dejo abrazarla, acariciarle el cabello, incluso recibió el suspiro que por descuido él dejo escapar cerca de su oído.

- ¿Por qué las cosas han tomado este rumbo? – pregunto él a media voz.

- Simplemente no estamos destinados. Tú lo dijiste. – aquella respuesta lo enfureció. La separo de si con cierto desprecio.

- ¿Qué te ha pasado?

- ¿A qué se refiere? – ella estaba visiblemente atónita.

- La Fengjiu que conozco no se resignaría. ¡No diría cosas tan crueles como eso! – la voz elevada de él la enfureció. ¿Cómo se atrevía a regañarla?

- ¡Pero si has sido tu él que lo ha dicho desde que nos conocemos! – le contesto con igual voz - ¿Con que valor puedes venir ahora a exigirme?

- ¿Realmente te has enamorado de él o solo lo estas haciendo para castigarme Jiu'er? – Dong Hua parecía afligido y Fengjiu se debatió en la contestación que debía darle.

En cuestión de segundos, los momentos que paso con Dijun aparecieron en su mente, tanto los buenos como los malos. Su corazón se hizo chiquito, no podía herir al hombre que había sido su primer amor, pero tampoco era bueno continuar con aquello. Hacia trescientos años que pensó que las cosas entre ellos ya estaban saldadas, pero parecía ser que no.

"Quizá es momento de finiquitarlo de una buena vez y sin dejar cabos sueltos". – pensó.

- Yo...

- Te quiero... - los ojos de ella lo miraron con sorpresa, y todo su rostro demostraba la misma impresión. Las palabras de Dong Hua habían salido disparadas como un ataque sorpresa. A ella le tomo un instante reponerse.

- Dijun – dijo con suavidad – reconozco que si estas palabras me las hubieras dicho hace trescientos años, yo hubiera jurado quedarme contigo para siempre y jamás cansarme de luchar por tener un destino juntos... pero... - se aclaró la garganta – pero eso ya no es posible.

- ¿Estas rindiéndote? El gran amor que decías tenerme... ¿es esto? – y con una sonrisa amarga continuo – ya veo. Así que cuando de amor me hablabas, era solo un sentimiento tan frágil que podía desvanecerse con el pasar de pocos años y la llegada de un príncipe de baja categoría...

- ¡Basta! – le grito - ¡No tienes derecho a hablarme de ese modo! ¿Cómo puedes ser tan insensible? – los ojos de Fengjiu se volvieron acuosos - ¿sabes cuantas cosas tuve que pasar y soportar por estar contigo? ¿recuerdas acaso cuando denigre mi estatus de princesa solo para servirte como doncella en tu palacio? ¿o cuando corte una de mis colas para intentar tallar tu nombre en la piedra del destino? ¿recuerdas todo eso Shaoyang? – Dong Hua dio un paso atrás de forma instintiva. Era la primera vez en miles de años que alguien lo llamaba por su nombre, y precisamente era ella. – yo estaba dispuesta a dar mi vida porque me amaras... pero de ti solo recibí negativas. Gracias por las veces que me salvaste, por algunos contados momentos de alegría... pero después de que dijiste que simplemente eras un ser imposibilitado de sentir alguna clase de afecto y que jamás estarías destinado a mi ¿Qué esperabas que hiciera yo? ... - e intentando calmarse un poco siguió – lamento si no pude dedicar mi vida inmortal a ti. Enamorarme de Wen Chang tampoco estaba en mis planes...

- ¡Entonces no lo ames! – grito fuera de sí. – ¡Estoy aquí Fengjiu! ¿recuerdas lo felices que fuimos en el reino mortal? – le intento tomar la mano, pero ella lo rechazo.

- Tú también lo dijiste. Ese amor nació y murió en el reino de los mortales. Aquí somos simplemente Dong Hua Dijun y Bai Fengjiu.

- ¿Cómo puedes ser tan indiferente a mis sentimientos? ¿sabes el trabajo que me ha costado admitirlos?

Fengjiu sentía que si no terminaba esta discusión rápido sus fuerzas flaquearían y quizá terminaría haciendo algo estúpido... como correr a sus brazos y besarlo, por ejemplo. Además, cualquiera de los mayores podría salir al ver que tardaba demasiado. Un escándalo no era bueno.

- Me alegra que hayas finalmente desarrollado sentimientos afectuosos. Pero yo ya no estoy en posición de corresponderlos. – se inclinó solemnemente y giro medio vuelta para marcharse.

Dong Hua sintió que su corazón se quebraba. la tomo nuevamente por el brazo y esta vez no se limitó solo a abrazarla. La beso. Al contacto de sus labios ella pareció debilitarse y dejo escapar un suspiro. Dong Hua, confirmando que aun triunfaba en su corazón, se separó, dejándola con el rostro ruborizado y sin aliento.

- ¿Ves? Aun me amas...

Fengjiu parpadeo varias veces hasta componerse y caer en cuenta de aquellas palabras.

Apretó los puños con furia y lloro.



NOTA: Para hacer mas interactiva tu lectura, puedes reproducir la canción recomendada mientras lees esta parte.  

 Desde que regreso a su palacio, Dong Hua no había dejado de mirar y sostener en su mano la daga al tiempo que recordaba las últimas palabras de Fengjiu:  

-  ¡Estoy cansada Dijun! - grito - ¡Ya he renunciado a ti! Si quieres pelear por esto hazlo tu solo... - y sacando de su manga la daga hecha de su novena cola, la ofreció a él – si tanto deseas que estemos juntos entonces modifica el destino... si puedes, obligalo a unirme a ti... ya sabes que hacer...

Aquellas palabras lo habían herido de tal forma que sentía que le aire le faltaba.

Sin poder evitarlo grito con todas sus fuerzas intentando aliviar el dolor, a su vez que provocaba que el reino celestial temblara.

Las nubes se volvieron grises y de todos lados millones de relámpagos comenzaron  surgir, mientras los rayos caían en todas direcciones...



Camino sin  rumbo aparente, pero sus pasos lo habían llevado al lugar indicado.

Dong Hua miraba la roca del destino mientras gruesas lagrimas se escurrían por su rostro.

Hacia miles de cientos de años que él mismo había borrado su nombre de ella, ¿quien pensaría que ahora deseaba con todo su ser aparecer ahí?

- Shaoyang de Dong Hua Dijun... - susurro mientras movía su mano sobre la roca. Pero su nombre no apareció.

Empuño con todas sus fuerzas la daga que Fengjiu había creado y en medio de un arrebato desesperado y gemidos de frustración, intento grabar su nombre en la roca.

Con cada trazo que él lograba marcar, la roca lo disolvía entre polvo de estrellas.

- ¡No! - grito él - ¡No te borres! ¡No!

Lo intentó varias veces y siempre con el mismo resultado. Su nombre simplemente no podía escribirse.

- ¿Que puedo hacer? - se dijo a media voz entre sollozos

- Su señoría... por favor póngase en pie - escucho la voz lejana de Si Ming llamandole - No sera bueno si alguien lo ve de esta forma...

Pero Dong Hua no le  presto atención. De lo único que fue consiente antes de caer en un sueño inexplicable, es que sus mangas estaban húmedas de sus lagrimas y que la daga se había resbalado de su mano cayendo al suelo.

Si Ming miro la roca del destino sin un solo rasguño, aquello era como un cruel deja vu...

¿Acaso el destino se había modificado y ahora Dong Hua Dijun tenia que padecer el mismo dolor que  Feng Jiu sufrió por su causa en el pasado? ...

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HOLA MIS AMADAS LECTORAS.

GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO ESTA HISTORIA, ESPERO LES ESTE GUSTANDO.

OJALA ESTE CAPITULO LES HAYA HECHO PASITA EL CORAZÓN.

DEJEN SUS ESTRELLITAS DORADAS Y SUS COMENTARIOS AL RESPECTO.

NOS LEEMOS PRONTO.

ATT. WRITERROSSES

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