Capítulo V

La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente.

Ovideo.

Andrew entró en la habitación de Gabriel mientras esté estaba dormido, procedió a abrir las cortinas, se sentó en un sillón frente a la cama de su amigo, esperando divertido a que se despertara.

Headfort se despertó de un sobresalto, se tumbó boca abajo y se tapó la cabeza con una almohada, maldiciendo la eficiencia de sus sirvientes, que se atrevían a interrumpir su descanso, espió por entre las sábanas y vio que no era ninguno de sus sirvientes sino su inoportuno amigo que en ese momento le sonreía, estaba bebiendo algo que suponía era Té, gruñendo se dio media vuelta y se puso de espalda y agarró la almohada que tenía bajo la cabeza y se la lanzó, Andrew logró esquivarla.

_ ¿Qué haces aquí? _dijo con voz áspera.

_Mi estimado amigo, siempre me estás dando sermones de mi vida libertina, que mi día comienza hasta cuando el sol está ya a medio camino del horizonte, así que decidí tomar tu consejo y cambiar de hábito.

_ ¿Y eso se te ocurrió justamente un día como hoy?... Eso no me lo creo.

_Por supuesto, nunca es tarde para comenzar a redimirse y además quería ser el primero en leerte las noticias del día, está que leo a continuación es la que más me ha gustado.

"El Conde más desvergonzado de Inglaterra ya ha elegido a su Condesa. Sólo podemos preguntarnos... ¿Será por amor?"

_ No te imaginaba leyendo revistas de cotilleo _ Gabriel frunció el ceño.

_No lo hago, pero los pormenores de tu fiesta de compromiso no los perdería ni por todo el oro del mundo _dijo riendo a carcajada _ ¿Cómo estuvo la velada mi desvergonzado amigo?

_No sabía que una de tus cualidades era la de ser una vieja chismosa_ gruñó.

_Soy un hombre de recursos.

Marcus el ayuda de Cámara de Gabriel llegó en ese instante, para asistir a su señor.

_ ¿Será posible que el Señor Vizconde permite que Marcus realice su trabajo? _preguntó Headfort con ironía.

_Ni más faltaba milord, su chambelán se encargará que el desayuno esté listo para cuando usted baje al comedor y así tendrá mucha energía para hablar.

Andrew salió de la habitación.

_Marcus no te quedes aquí parado, hombre. Tráeme el batín de inmediato.

Treinta minutos después Gabriel estaba presentable, iba vestido con una chaqueta azul marino de mañana, un chaleco color Beige y pantalones marrones, se dirigió al comedor donde ya su amigo había comenzado a desayunar.

Se sentó en la mesa y revisó todos los periódicos de esa mañana y en su mayoría hablaban de su inminente boda, abandonó la lectura cuando su ayuda de cámara entró para servirle el desayuno.

_Gracias al cielo que la noticia más importante de la noche, no está aquí publicada.

_ ¿Hay algo más importante que eso? _Dijo Andrew señalando los periódicos.

_Elisa estaba en la fiesta.

_ ¿Y cómo se enteró del compromiso? _ Preguntó mirándolo completamente sorprendido.

Gabriel le relató todo lo ocurrido la noche anterior.

_Headfort eres un hombre con suerte, quién lo diría... Que una señorita de las familias más encumbrada de Londres es tu amante _ dijo con un mohín divertido _debo enfilar mi artillería a las jóvenes debutantes es posible que tenga la misma suerte que tú.

_Esto no es un chiste Weymouth es algo muy serio.

_Deberías estar contento, no tendrás que casarte con la feíta... Hablas con el Marques le dices que te acuestas con su hija menor y asunto arreglado, claro es posible que rete a duelo primero _ repuso Weymouth en tono divertido.

_No es tan fácil, como te darás cuenta todo Londres sabe de mi compromiso, anularlo armaría un gran escándalo y Lady Miranda quedaría expuesta al ridículo, sería objeto de burlas. Esa pobre chica no me ha hecho nada, es el Marqués con quién tengo una cuenta pendiente, sería egoísta y malvado tratarla así.

_ No se diga más entonces... cásate con la fea y obtienes tu fortuna mientras te diviertes con la preciosura de Lady Megan.

_Cuida tu lengua Weymouth.

_Tranquilo mi desvergonzado Conde _dijo levantando las manos _ no hablo más del maremágnum de pasiones que tiene con las hermanitas Sutherland.

_No sé cómo te soporto.

_Tal vez porque soy tu mejor amigo.

_Estoy pensando en terminar con esa amistad tóxica.

_Imposible sin mi toxicidad tu vida perdería encanto, sería aburrida y gris.

_Mi tóxico amigo, se nos hace tarde, hoy no tenemos un día fácil en la Cámara de los Lores, el Conde de Clarendon es un pez muy gordo, que nos está haciendo fuerte oposición, pero tenemos al Duque de Arden a favor, es nuestra responsabilidad, como sociedad, asistir a aquellos que no corren con nuestra misma suerte, una forma de solventarlo es permitiendo la educación de las clases bajas.

_Headfort cuentas con mi apoyo, pero muchos piensan que no hay beneficio en enseñarles algo a la gente pobre, que eso no cambiará en nada su destino.

_Es que los aristócratas no son capaces de imaginar un mundo más allá del suyo, está sociedad podría beneficiarse de una infusión de nueva sangre intelectual.

_En efecto, estoy impaciente, por ver como dejas en ridículo a los opositores.

Miranda se levantó muy temprano no pudo dormir su mente se negaba a dejar de pensar en él, Gabriel estaba a todas horas en sus pensamientos, su recuerdo la embriagaba, estaba tan absorta cavilando en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando llegó su padre al comedor.

_ Buenos días mi princesa _dijo besándola en la frente.

_Buenos días padre.

_Al parecer hoy nos tocó desayunar solos querida, tú madre y tu hermana aún no se levantan.

_Es mejor así, me gustaría hablar contigo.

_Dime hija mía te escucho.

_Le he enviado una carta a mi tía Martha informándole de mi matrimonio, una ayuda extra no nos vendría mal a la casamentera y a mí... Debo cerciorarme que todos los preparativos progresen sin contratiempos.

_Dime algo Miranda... ¿Tu madre se ha negado a colaborar contigo?

_No padre, pero preferiría que mi madre se encargará de todo lo referente a las invitaciones, de lo demás me gustaría hacerlo a mi manera, madre y yo tenemos puntos de vistas diferentes.

_Por mí no hay problema, estaré encantado que Martha pase aquí una temporada.

_Gracias, no sé cómo agradecerte todo lo que haces por mí.

_Miranda lo más importante en esta vida para mí es que tú seas feliz.

Después de desayunar el Marqués se encaminó hacia su estudio para revisar unos documentos, al cabo de un momento entró la Marquesa.

_Johan perdona la interrupción, pero es necesario que tú y yo hablemos de un asunto sumamente importante.

_Dorothy estoy ocupado no tengo tiempo para problemas domésticos.

_No es ningún problema doméstico, el pedirte que reconsideres la boda de Miranda con el Conde.

_Creo que la última vez que hablamos quedó todo resuelto, ya sabes mi opinión al respecto.

_ Lo sé, pero Johan es mi deber hacerte entender que Miranda, no está preparada para llevar una responsabilidad tan grande como ser la condesa de Headfort.

_Miranda es perfectamente capaz de asumir esa responsabilidad.

_ ¿Y está preparada para soportar la vida disoluta y libertina de su futuro esposo, crees que soportará las infidelidades de Headfort?

_ ¿A dónde quieres llegar con todo esto?

_ Tú lo que deseas es formar alianza con una de las familias más poderosas de Inglaterra, Megan es una muchacha de mundo muy despierta y preparada para una vida como la nuestra, tiene el carisma y la belleza para enamorar al Conde y llevarlo por el buen camino.

_ Dorothy yo no me explicó cómo te he podido aguantar todos estos años, es más no entiendo como pude casarme con una mujer tan egoísta como tú, tampoco me perdono haber dejado que llenaras a Megan de tu veneno.... Eso es algo que por el momento ya no puedo remediarlo.

_Me estás ofendiendo Johan.

_Me estás ofendiendo tú a mí, al venir aquí a pedirme que avergüence a mi hija públicamente, anulando el compromiso para beneficiar a mi otra hija, tú nunca has sabido apreciar a Miranda ni ves el enorme potencial que ella posee, es capaz de poner el mundo a sus pies con su dulzura y su encanto _dijo enfático _Escucharme bien... Miranda se casará y esa es mi última palabra.

_Espero que nunca te arrepientes de la decisión que has tomado.

Dorothy salió del estudio dando un portazo.

Megan estaba en su habitación caminando de un lado a otro, esperando a que su madre terminará de hablar son su padre.
La Marquesa entró a la recámara furiosa.

_ ¿Madre que ha pasado?

Lo que ya sabíamos, se ha negado rotundamente a cualquier posibilidad de anular el compromiso.

_No debería extrañarme que no lograras nada con él.

_Lo siento cariño, pero no hay nada que lo haga desistir.

_He estado pensando madre y hay una posibilidad.

_ No creo que exista nada que pueda doblegar a ese viejo gruñón.

_Si hay algo o mejor dicho alguien que lo haga cambiar de opinión y esa es mi querida hermanita...
_Miranda está feliz con la boda y no es tan tonta como para rechazar a un conde.
_ Con un poco de persuasión lo hará créeme.

********

Pasaron los días...

Miranda y Danielle estaban reunidas en el salón azul, todavía les quedaba un centenar de cosas por hacer, la presencia de su amiga la ayudaba a calmar los nervios que la atenazaban, faltaba muy poco para el día más importante de su vida.

Estaba tomando el Té cuando el mayordomo anunció la llegada de su Tía Martha.

Lady Martha Thompson esposa del fallecido Barón de Linton, hermana de la Marquesa de Hutchinson, se deslizó por la habitación vestida de un modo impecable, con un traje de tarde color verde oscuro que realzaba el color vibrante de sus ojos y acentuaba su figura esbelta. Estaba tan encantadora como siempre, solo con unas hebras de plata se apreciaban en su hermoso cabello cobrizo, que daban fe del paso del tiempo.

Miranda se levantó de su asiento y fue al encuentro de su adorada tía, el rostro de Martha era de alegría cuando se abrazaron.

_Bienvenida a casa tía _dijo emocionada _me alegro tanto que estés de vuelta.

Su madre jamás la había tratado con tanto amor como lo hacía su tía, era la persona más compasiva y amorosa que había conocido.

_Yo también me alegro de haber vuelto cariño, además no me perdería tu boda, ni por todo el oro del mundo.

_Tía no sabes lo mucho que te he extrañado.

_Y yo a ti mi pequeña _volvió abrazar a Miranda _ Danielle querida disculpa que no te haya saludado.

_Milady es una dicha tenerla por aquí _dijo dándole un beso en la mejilla.

_ ¿Miranda donde esta Dorothy y Megan? _Preguntó Martha.

_No se encuentran en casa, está visitando a unas amistades no deben tardar.

_ ¿Y tu padre trabajando como siempre?

_Si, ya tú lo conoces, está en el estudio.

_Vamos a ver a ese viejo cascarrabias.

Miranda se despidió de Danielle, y entró con su tía al despacho el Marqués estaba absorto escribiendo unas cartas.

_ ¿Nunca te cansas de trabajar Hutchinson?

_Martha querida que gusto verte _se levantó y fue donde estaba su cuñada y la abrazó

_Vengo a desordenarles la vida como siempre.

_ Yo encantado y me gusta mucho más cuando se la desordenas a la cacatúa de tu hermana.

_Eres terrible Johan _dijo Martha sonriendo ampliamente.

_ ¿Qué estás haciendo aquí, Martha? _preguntó la Marquesa que acababa de llegar.

_Es agradable ver que ciertas cosas nunca cambian _Añadió Martha con una sonrisa maliciosa.

_No se me informó de tu venida querida _Repuso sin emoción _Es evidente que mi opinión aquí no cuenta para nada.

_Yo también estoy encantada de verte Dorothy _Esbozó una sonrisa sarcástica.

_ Me agrada tu visita Martha, lo que me molesta es que no se me informe las cosas _dijo la Marquesa con altivez.

_Es que a esta cacatúa todo le molesta _interrumpió Johan arqueando las cejas con expresión burlona.

Miranda era apenas capaz de contener la risa ante la batalla que se libraba entre sus padres. La expresión de los ojos de Dorothy en ese instante era de volver picadillo al Marqués, ella nunca se tomaba bien las imposiciones de su esposo.

_Johan estas tirando mucho de la cuerda _replicó Dorothy furiosa.

Consciente que comenzaría otra nueva batalla campal entre sus padres y ahora incluida su tía, Miranda prefirió dejarlos solos y salió del estudio.

Se dirigió al salón azul se sentó frente al piano, acomodó algunas partituras que apoyó debidamente en el atril sobre el piano.

La joven inspiró profundamente y comenzó a tocar.

Se trataba de una pieza sencilla y conmovedora, la adaptación para pianoforte de la célebre partitura Air de Johan Bach. La música siempre había conseguido serenarla y más en estos momentos en que estaba tan cerca de cambiar su vida para siempre.

_Tocas muy bien mi querida hermanita.

Sorprendida por tan inesperada interrupción, apartó las manos del piano y echó un vistazo por encima del hombro.

Miranda respiró hondo para soportar las ironías de Megan...

_ ¿Necesitabas Algo? _Preguntó con recelo.

_No solo disfrutaba de la dulce melodía, ignoraba tu gran talento _dijo Megan mientras se sentaba a su lado.

_Gracias... ¿Te pasa algo estás es enferma?

_Estoy bien... ¿Por qué lo preguntas?

_Es extraño que me hagas un cumplido.

_Eres mi hermana y te quiero aunque no lo creas.

_ ¿En serio estás bien? _preguntó Miranda con cautelosa.

_Que sí, ahora que he regresado para quedarme, quiero que nos llevemos bien, que seamos esas hermanas unidas que nunca hemos sido, estar lejos de casa me ha hecho reflexionar.

_ No estoy para tus juegos _Dijo Miranda en tono serio.

_ No es juego,  yo no me he portado bien contigo,  quiero que me perdones por todo lo malo y que comencemos de cero.

_Megan no sabes lo feliz que me haces, a pesar de todas nuestras diferencias yo te quiero mucho.

_Yo también hermanita, quiero ayudarte, en todo lo que necesites y darte consejos, todo lo que una buena hermana debe hacer.

_Gracias Megan es el mejor regalo que me has dado.

Miranda la abrazó con lágrimas en los ojos.

Megan después de reconciliarse con su hermana salió del estudio, disfrutando de su gran actuación. Había Conseguido engañar a Miranda... La tonta había caído en la red..

https://youtu.be/QYTKrkgs0bI

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