Tras aquellas simples palabras me quedé atónito. Nadie en la vida me había llamado así.

Esa simple palabra...

¿Qué significaba?...

¿Acaso era algún insulto o era algún lenguaje nuevo?...

Yo solo conocía las típicas palabras que la gente pronunciaba con su boca para llamarme: Rata, Idiota, Niño Sucio, Escoria y aquella lista negra continua pero mi curiosidad despertó en mi algo que ninguna otra persona había hecho. Algo en mi interior comenzó a arder....

Aquel hombre me extendió su fría pálida mano para que yo la tomara acto seguido que lo hice pude ver tras el reflejo de la luna llena su hermoso y frío rostro sin emoción para después guiarme a un coche que nos estaba esperando.

Miraba como la ciudad de Londres brillaba tras la noche como estrellas que cayeron del cielo y cobraron vida para reflejar la tierra con su esplendor pero tras ese brillo intenso solo se encontraba la oscuridad y la frialdad de la gente que yacía en su interior.

Sentí un gentil y delicado toque en mi rostro voltee para ver que mi salvador me había quitado unas cuantas lagrimas que se deslizaban en mi rostro...

-Shhh.... Ya no llores más mi lindo y preciado niño.-

Con sus brazos me cargo y me puso en sus piernas como el niño pequeño que era como si lo que viera fuera lo que más apreciara en este mundo puse mi pequeña mano sobre su cara para poder sentir su hermoso toque gélido. Estaba tan perdido en mis pensamientos viendo su delicado rostro que no me di cuenta que su hermosa y grave voz me llamaba....

-Llegamos a casa. Baby-