Silverstone, 4 de julio de 2023

Esa tarde, Naiara fue a la fábrica con su maleta para quedarse estos días con Lance. Estos días estaba todo el personal de arriba a abajo preparando todo por el fin de semana en casa; había muchas escuderías inglesas pero solo una era la de Silverstone, ellos los de verde.

Nai tenía tantas cosas en su cabeza que apenas podía seguir las conversaciones con sus compañeros de departamento. Pero al menos, estaba lo suficientemente atenta para poder seguir las órdenes. Ya habían corrido en España y Canadá, las carreras en casa de sus pilotos y tenían que cerrar bien el círculo. Cuando acabó la tarde se fue a la zona de los simuladores a esperar a que Lance terminara. Mientras tanto recibió una llamada que le alegró con el día tan negativista que llevaba.

"Llamada de teléfono"

–¿Cómo está mi valenciana?

–Agotada mentalmente, mi madrileño. ¿Qué tal tú por Maranello?

–Cabreado por el ritmo que dan los coches en las simulaciones. Tengo muchas ganas de mañana por la noche, Naia. Pero, ¿por qué te fuiste tan rápido de Spielberg?

–Silverstone. Llevamos desde ayer a tope. Porque contigo me veo hasta un Clásico cuando debe ser el partido que más odie en toda la liga.

–¿Tanto odias al Barça y al Madrid?

–Soy de las que iba a Mestalla con la bufanda de mi madre me hizo guapo, valencianista y antimadridista. Y lo que deseé que esa bufanda tuviera el mensaje en femenino.

–Me queda totalmente claro. Ya paro si no quiero iniciar una guerra futbolística contigo.

–Bien haces...

–Suenas cansada por algo. ¿Qué te pasa?

–No te quiero meter más mierda, Carlitos. Suficiente tendrás ya con la tuya.

–Si queremos que esto salga adelante tenemos que confiar y decirnos la mierda. ¿Qué pasa?

–Tengo dudas de un montón de cosas. De problemas que tengo en Valencia, de problemas en la escudería, de dudas entre nosotros dos...

–¿Por qué tienes dudas de lo que pase entre nosotros dos, Naia?

–¿Y sólo sentimos atracción sexual? ¿Qué va a pasar en el parón de verano? ¿Y al acabar la temporada? El señor Stroll me ha amenazado varias veces con despedirme. Esteban me ha abierto la puerta de Alpine pero no sé si me cogerán. No tengo estabilidad en mí misma como para decir que se soy respecto a ti. Tengo ganas de muchas cosas y todas feas.

–Naia...

–No hace falta que digas nada Carlitos. Nos vemos mañana.

"Fin llamada de teléfono"

–Ojalá no haber mandado nunca los currículum. Ojalá me hubiera quedado en Valencia aunque trabajara de otra cosa...

Comenzó a repetir todo eso como una especie de mantra mientras lloriqueaba. Se había enfrentado a numerosos problemas en su vida pero éste, le estaba superando. De esta guisa se la encontró el piloto canadiense.

–Nat.—empezó a llamarla mientras le tocaba suavemente.—¡Nat, tranquilizate! 

–Lance...

La española pareció reaccionar tras haber perdido la noción del tiempo.

–Espero que tras esto que te acaba de pasar, entiendas porque te he dicho de venir estos días a mi casa.

Silverstone, 5 de julio de 2023

El olor a café le acabó despertando. Había dormido en la habitación de Chloe así que le tocó bajar a la cocina.

–Buenos días, Lance.

–Buenos días, Nat. Como siempre te veo con un café por la mañana, he localizado un poco y te lo he hecho. Ya si comes algo, búscalo en esos cajones.

–Gracias. Y perdona por todo el número de ayer.

–Llevas demasiado a cuestas, Nat. Es normal que antes o después explotes.

–¿Por qué piensas que puedo hacer algo demasiado...feo?

–Porque cuando se lleva tanto a cuestas, uno no sabe cómo va a reaccionar tu cuerpo y tu mente. Hoy llegan las escuderías que no son de Inglaterra. ¿Irás a ver a Carlos?

–Ni lo sé después de la conversación de ayer...

–¿Qué le dijiste?

–Dudé que lo nuestro fuera verdad y que esto solo fuera atracción sexual.

–Nat, eso ha sido un golpe tan bajo que hasta a mí me ha dolido.

–Estoy viviendo un caos de emociones dentro de mí. Y me encuentro peor porque sé que estoy haciendo daño a más gente. Espero que estés entendiendo lo que te decía de quedarme en Valencia.

–Entenderte te entiendo. Pero...

–Espera.—le frenó Naiara ante el posible contraargumento.— ¿Cuántas veces has hablado con mi hermano? Porque si me dices más de tres, me sabré todos los argumentos de memoria.

–Entonces me callo. Voy esta mañana a la fábrica. ¿Tú turno de hoy cuando es?

–Por la tarde. Coincido con Fernando. Y mañana también me toca por la tarde. Pero saldré un poco antes para ir a por mi hermano.

–¿Al final viene?

–Sí. Ha conseguido estar en el primer turno de las pruebas médicas y llega por la tarde-noche a Silverstone.

–De acuerdo. Subo a cambiarme de ropa y me voy. ¿Te acerco a alguna parte?

–No, gracias. ¿Y qué tal si hacemos un día de ir en pijama?

–En el parón de verano. A la fábrica no puedo ir así. Llámame si te pasa algo. ¿Vale?

–Tranquilo, Lance. Y me lo anoto lo del día en pijama. ¡Nos vemos!

A los pocos minutos de acabar la conversación matutina con el piloto, vió cómo salía de casa.

Sabía de sobra donde se iban a alojar los cavallino rampantes; tendría que darle una explicación a Carlos de la conversación de ayer. El problema sería como decirlo sin parecer demasiado insensible o hacerse más daño a ella o a los demás. "¿Y si lo dejo hasta que estemos en el propio circuito?", pensó mientras hacía la cama.

Cuando acabó de hacerla, se tumbó y suspiró profundamente. Sólo quería una señal divina o algún suceso que le dijera que hacer. A este paso, su mejor y única opción sería volver a Valencia, recoger su casa y mudarse a algún sitio dónde solamente su hermano pudiera ir a visitarla. Desaparecer una temporada y que sólo lo que hubieran vivido se quedara en la cabeza...

Nota de autora:

El estar con tantas cosas en la cabeza te hace explotar, y Nai lo ha hecho. Menuda llamadita, ¿verdad?

¿Lo acabarán solucionando? ¿O es un hasta aquí hemos llegado?

Espero que os guste y nos vemos por @wri_art_multi_vlc en Instagram. Muchos besos para tod@s😘