Puedes perder muchas cosas por orgullo.

¿Pero vale la pena retener algo que te cuesta la dignidad?

Esta historia es sobre una chica, que perdió una preciosa y pequeña flor por orgullo, y que perdió la dignidad por amar.

¿Qué si valió la pena? Por supuesto que sí, después de su tormentoso "algo" con el chico que solía ser su mejor amigo, aprendió que cosas merecía y cuales no, aprendió que no todos son buenos, que existen personas que no son malas, pero no saben amar.

¿Le rompieron el corazón después de eso? Miles de veces, pero había aprendido que si algo no podía ser, era porque no le convenía. Supo limpiarse las lágrimas y sonreír, porque el problema no era ella como solía pensar todo el tiempo.

Ella también valía la pena.

En cuanto al chico, en varias ocasiones la llamó estando ebrio en la madrugada suplicándole que lo perdonara, pidiéndole que volviera y prometiéndole estar juntos. Había perdido la cuenta de cuantas veces casi le había dicho que sí, pero no era la niña tonta e inocente de antes, sabía que sus llamadas eran únicamente porque se sentía solo, o quería quitarse las ganas de sexo.

Con el tiempo ambos se olvidaron el uno del otro, hicieron sus vidas y tenían tanto buenos como malos momentos.

Ambos fueron felices, cumplieron sueños, y tuvieron familia.

Pero a diferencia de como soñaron en su juventud; Nunca pudieron lograrlo juntos.

Porque no todas las cosas que queremos se pueden, pero lo que necesitamos; siempre llega.