Dicen que la primera cita no siempre sale bien, pero contigo fui tan afortunado de tener la mejor cita del mundo.

No quieres que te lleve a tu casa al final del día, supongo que no quieres parecer cliché, ¿te molesta ser cliché conmigo?

La película está buena, aunque debo admitir que un poco confusa, tal vez esto se debe a que me paso la mayor parte de tiempo observando tus expresiones. No te das cuenta, por supuesto, he tenido muchos años para mejorar mi disimular, así que solo te limitas a sonreírme de vez en cuando. ¿Pero te digo una cosa? Esas sonrisas fueron mil veces mejores que la película.

Camino al cine tengo la tentación de tomarte de la mano, pero me detengo por miedo a espantarte, todavía no me conoces, todavía no me quieres, ¿por qué ya siento que eres mía sin pensarlo dos veces?

Nos detenemos en un puesto de donas, te gustan las que solo tienen azúcar, mas a mí me gustan las de chocolate con chispitas. Te ríes de mí por mi elección y te juro que es el sonido más hermoso que he escuchado en mi vida. Nunca me cansaré de escucharlo, ¿prometes no dejar de entonarlo?

Tomas las rienda de la cita al notar mi nerviosismo e indecisión, me golpeo mentalmente por ser tan socialmente abstraído, solo conozco el camino de mi casa a mi trabajo y de mi trabajo a mi casa. Tal vez eso cambie si te quedas conmigo.

Quedamos a las 5, decido pasar a buscarte, te tomo de sorpresa porque todavía no estás lista, me pides que te espere unos minutos, yo pienso que te esperaría años pero me limito a sonreír. Nadie quiere a alguien tan intenso en la primera cita.

Desde el balcón de mi casa observo la ciudad, sonrío feliz porque tengo una cita. Pero no cualquier cita, sino una cita con ella.

No espero que me entiendas, ni espero que correspondas mis sentimientos. Aún así no puedo evitar tener esperanza de que me respondas el mensaje. Me paso horas y horas observando la pantalla de mi celular. Solo quiero una respuesta, aunque sea una que no me guste. Luego de la quinta hora respondes, dices que sí. Yo salto de la emoción porque no puedo contenerme.

Desde la vez que te vi no puedo dejar de pensar en ti, invades mi mente, invades mi vida, invades mi corazón, no puedo soportarlo más. Tomo el teléfono y busco meticulosamente tu número, lo pienso por varios instantes y decido no hacerlo. Lo vuelvo a pensar y esta vez sí te escribo, ¿quieres salir conmigo?

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Para la hermosa LoveR3d
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