Capitulo 4 (Exploración)

Terrones de azúcar, aquí tienen el capitulo de este bonito fanfic jajajaja, al fin van a conocer que tan bello es nuestro sirenito todo bonito y precioso.

Les comento que el especial del "Día Del Padre", lo actualizare el fin de semana y espero terminarlo la próxima.

Como ya tengo acomodados los capítulos de este fanfic, pues los puedo publicar, pero con el especial aun no los tengo acomodados, así que, escritos si, corregidos no jajajaja.

Espero que les guste.

Terroncitos de azúcar ¿Ya fueron a ver y escuchar el nuevo vídeo de la semana?

Espero que si, peor si no... Aquí les dejo el link: &t=14s

Aquí el nombre para que lo busquen y encuentren:

Audio Fanfic Saint Seiya. Una Papá Para Kiki, Capítulo 7 (Libra) [ShaMu] {ShakaXMu}

Y el nombre de mi canal, para que les sea mas fácil encontrarme: AMMU TEIKOKU YUDAINA

Espero su enorme apoyo y cariño, ademas de que si llegamos a los 50 terrones en youtube, van a escoger algo bien chido.

Ahora si disfruten el capitulo del día de hoy.

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Saliendo de aquel lugar donde el show se ha arruinado, y el rey Manitón está sumamente enojado, pues su querido hijo menor no está presenta en este evento que lo presentaría ante el mundo marítimo en su gran debut.

Pero, si nos vamos a otro lugar... Uno muy, muy alejado dentro del mar, justamente donde la oscuridad parece reinar en todo su lograble esplendor, junto a restos de barcos hundidos sumamente viejos, ya casi destruidos por el paso del tiempo, un joven sireno de cabellos celestes qué ondean por el agua, haciéndolo creer que tiene un enorme volumen en ellos, su piel es clara de un tono damasco, posee un bonito lunar debajo de su ojo izquierdo, con una mirada celeste brillante, cuerpo delgado, bien formado pero suave y adorable pro ser un Doncel, su larga y bonita cola tiene escamas rosas, con tonalidades celestes a contra luz. No cabe duda que es un ser sumamente magnifico como hermoso, capaz de quitarle el aliento a cualquiera por su belleza.

Sonriente curioso ante lo que sus ojos ven, esas preciosas joyas llenas de emoción ante lo desconocido.

Al parecer no está para nada solo, ya que una voz rápido llama su atención, haciéndolo perder su concentración del punto de interés al escucha su nombre.

-Afroriel, espérame- Se nota el cansancio su compañero, como si el tan solo nadar le costará mucho. Aunque también tiene mucho que ver con que el sirenito sea bastante rápido nadando como para dejarlo atrás.

Con voz autoritaria y sería hace una mueca de enfado, y a la vez una seña con su mano derecha qué se acerque a él -¡¡¡SHUNDER!!! ¡¡¡APRESÚRATE!!!- Apenas si le dice esto, dirige de nuevo su vista al objetivo que lo tiene encantado.

Mientras un pececito algo regordete y bonito de color rosa con rayas verdes, con mechones de la misma tonalidad en su cabeza y aletas laterales como trasera, se acerca a toda la velocidad qué le permite sus pequeñas aletitas, renegando un poco a la vez –Ya no puedo...- Deja salir un jadeo cansino -Nadar más rápido- Se queja cansado, llegado junto al joven sireno, qué no deja de estar asombrado ante lo que tiene delante de sus ojos, como si fuera la octava maravilla del mar.

-Aaah- Expresa su asombro ante lo que sus celestes ojos brillantes aprecian -Allí esta- Señala con su dedo índice de la mano izquierda el objeto de su atención, y como si se tratara de magia, una luz qué se cuela del exterior del mar, alumbra lo que aparece ser un muy viejo barco de madera ya podrida, qué se debe haber hundió ya hace mucho, mucho tiempo. La madera ya está hinchada, la cruceta ya está derrumbada, al igual que el hecho de la usencia de las velas. Puede lucir sumamente horrible ese lugar, y hasta aterrador para muchos, sobre todo para el pececito de colores rosa y verde, pero para el curioso serenito, es un maravilloso tesoro.

-¿No es fantástico?- Su tono de ensueño, encontrando belleza en ese barco creado por humanos.

-Si... Claro... Fantástico- Shunder, habla cero convencido, haciendo una cara de disgusto y desgarro a lado del peli celeste -Vámonos de aquí- Habla tratando de convencer al contrario, aunque está muy nervioso por el asunto, pues... Conoce las advertencias sobre el cementerio de barcos, ya que representa un terrible peligro para cualquiera.

Gira sus ojos fastidiado, frunciendo el ceño -Shunder- Con tono molesto pronuncia el nombre del pececito qué rápido quiere alejarse de allí, pero es atrapado por la mano del sireno -¿No me digas que te está dando miedo?- Le regaña, mientras con su impulso y apoyándose en la cruceta del barco donde se había quedado para admirar su siguiente objetivo, prosigue a nadar rápido hacia aquel otro devastado gigante de madera, llevando a su pequeño acompañante arrastras de la cola.

-¿Miedo a mi?- Pregunta indignado, zafándose del agarre del contrario, quedándose un poco atrás, mientras habla claro y fuerte -¿Cómo crees?- Pero no es nada tonto, no se va a quedar por completo solo, al contrario por más miedo que tenga va juntos a su amigo para no perderse o que algo malo le pase.

Sobre todo porque siempre le habían enseñado que debía ser valiente y no solo quedarse temblando como un cobarde.

Es lamentable que esos pensamientos aun vengan de vez en cuando a su mente, pero los trata de ignorar.

-Lo que pasa es que... El ambiente está un poco... Húmedo- Se justicia durante el nado, para no admitir lo evidente, el miedo absoluto en su ser -Y siento como que me va a dar algo- Cierra sus ojos y saca su lengua para verse algo mal, casi enfermo, poniendo de manera dramática su aleta sobre su frente. Sin embargo y al notar que eso no funciona con el peli celeste, abre uno de sus ojos y trata de sigue con sus fingidas excusas -Tengo tos- Se acerca hacia el distraído joven que ve por una de las ventanas circulares del barco hacia dentro, para que rápido el pececito empiece a toser a su lado -Cof, cof cof-

Esto hace que el Tritón lo mire disgustado, mientras esta de cabeza y aleja su vista de la ventana, pero no le toma mayor importancia al asunto.

Con bolsa en mano de color blanca, esta decidido a seguir su aventura con o sin su amigo -Bueno...- Susurra, pues conoce los peligros del entorno, pero puede más su curiosidad a lo desconocido y maravilloso de otro mundo -Yo voy a entrar- Se asoma más interesado a la ventanilla, tan sonriente que su bello rostro parece iluminarse, adornado por su cabello que juega en el agua -Si quieres quédate a cuidar qué no vengan pulpos, calamares, o cualquier otra cosa- Lo compadece un poco, para as mejor darle otras indicaciones según más seguras a su amiguito, para acto seguid y de forma rápida pasar por esa estrecha entrada, que gracias a su complexión le ayuda entrar, dejando atrás al contrario.

El cual contesta a esa propuesta muy feliz -Sí. Yo cuido...- Asiente gustoso de no tener que ir a esa peligrosa aventura -Qué no vengan...- Estando sonriente, posicionándose a escasos centímetros de la ventanilla por donde entro Afroriel, apenas se da cuenta de lo que acaba de aceptar -¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿CALAMARES?!!!- Al entender bien lo que prometió, se sorprende y aunque no quiere gritar alterado por la sola idea de estar en ese lugar completamente solo y con esa posibilidad de predadores.

-¡¡¡AFRORIEL!!!- Sin pensarlo más se va directo contra la ventana, atorándose por completo al estar algo regordete -¡¡¡AFRORIEL!!!- Llama a su amigo, ya que sabe que está en problemas al estar atorado y muy asustado, tratando de zafarse, ayudándose con sus aletas sin mucho éxito -No puedo...- Se agita por no lograr salir de ese embrollo, y más con el susto que lleva encima es imposible.

-Afroriel, ayúdame- Vuelve a llamar a su amigo, por que de plano su condición es problemática.

Acto en qué el sirenito se gira sorprendido por el llamado y dándole gracia al ver a su amiguito en ese lugar que pensaba que no lo seguiría.

Así que rápido la risa le empieza a ganar -Ha, ha, ha, ha- Negando con su cabeza ante los problemas de su mejor amigo.

Por ende rápido va a su auxilio nadando grácilmente, con una leve risita de burla, llegando a posar el brazo izquierdo debajo de su codo derecho para así apoyar su mentón en su mano, mirando atento al regordete pececito qué se encuentra atrapado en esa ventanilla -Oh, Shunder- Le da ternura la situación, mientras coloca su bolsa blanca en su brazo derecho, para así poder jalar las aletas del pez.

-Afroriel- Le llama susurrando mientras es jalado de ese lugar con todas las fueras del Doncel sireno -¿De veras crees que no ahí calamares por aquí?-

Su pregunta se hace presente ante una de sus más grandes preocupaciones, mientras que por el exterior en donde su colita se quedo atorada, una figura grande y tenebrosa se hace presente, nadando sigilosamente, mientras presta mucha atención a su alrededor, sobre todo por las voces de esos dos.

-Shunder, no seas in...- Rápido sujeta su lengua, pues sabe que ese miedo del pez tiene un gran porque, prefiere mejor seguir jalando de la aleta al contrario para sacarlo de allí.

-No soy infantil- Rápido contesta, algo seriecito y pensativo, ya que recuerdo muy bien esos adjetivos y lo hace sentir terrible mal, al fin es liberado de la ventanilla para continuar con la aventura.

Al ser liberado el pequeño Shunder, siguen incursionando en el barco. Primero pasan hacia una habitación donde al parecer guardaban muchas cosas.

El sirenita es el primero en pasar, admirando las cosas terrestres, aunque el pececito rosa parece aun renuente y miedoso en seguir adelante, pero se decide al ver como el Doncel se aventura aun más -Esto es estupendo...- Murmura esto tan nervioso, tartamudeando ya por lo aterrado qué está en estas profundidades -De veras que... Me encanta...- Solo lo dice para no demostrar más miedo de lo que tiene, pero cada cosa que ve y desconoce le causa mucha inquietud, pero muestra su mejor sonrisa para no seguir alterándose, no cabe que está en híper alerta -Ahí emociones... Aventuras...- Jadea con gran miedo, sin poder calmar su nervosismo a cada nado -El... El peligro nos acecha en cada...- Al ir nadando mira hacia el flaco derecho, para girarse rápido hacia el izquierdo y se topa con un cadáver humano en el fondo del lugar, aun con el sobrero de capitán bien puesto -¡¡¡RIIIIINCOOOOON!!!- Grita sumamente aterrado por ese enorme horror que aprecia, para acto seguido nadar apresurado hacia atrás, chocando contra la madera podrida de un pilar, provocando qué caigan las vigas viejas y parte del techo...

El asustado pececito se cubre rápido con sus aletitas para nadar seguro hasta los brazos del sireno, qué se queda asombrado al ver el desastres qué ha hecho su amigo. Lo atrapa entre sus brazos, y ambos caen al suelo, mientras que el peli celeste lo abraza, para intentar consolar al tembloroso pececito rosa -Ouh... ¿Estas bien?- Le pregunta, soltándolo un poco, pues parece una graciosa maraca con esa expresión de terror qué tiene en su rostro.

-S-Si... Si...No te preocupes... Estoy bien- Su cara de absoluto terror sin parpadear ni un solo segundo, mientras sigue su temblor a más no poder, sin creer lo que acaba de ver y provocar.

Apenas si se fija en su amiguito y piensa en ir a consolarlo, pero al ver hacia arriba nota algo que le llama tanto la atención que no puede evitar sonreír de forma curioso, y rápido le indica al contrario que guarde silencio, poniendo su dedo índice izquierdo delante de su boca para hacer el siguiente sonido -Sssshhh- Así pues, señala hacia arriba con la cabeza, para que su amiguito lo vea y pueda seguirlo, así pues nada de inmediato hacia el agujero de arroba qué acaba de abrir Shunder. Acto seguido el este último lo sigue por mera curiosidad y temor de quedarse solo.

Al llegar a su nuevo destino, se apoya en el suelo roto, mirando para todos lados, y así poder cerciorarse si encuentra algo interesante, mientras su amiguito lo acompaña más aterrado qué cualquier otra cosa.

Pero a los pocos segundos, su rostro de búsqueda cambia a uno de enorme felicidad y asombro, tanto que lo expresa a todo pulmón -¡¡¡OOOH, MIRA SHUNDER!!!-

Sus ojos celestes se fijan rápidamente en un objeto qué se encuentra en el olvido, al cual lo iluminan los rayos del sol del exterior terrestre, pasando por los cristales un poco rotos de las ventanas del barco -Qué maravilla-

Rápido nada hacia aquel objeto de color plata de un largo mango y tres puntas al final, aunque una está un tanto chueca por el tiempo -¿Alguna vez habías visto en tu vida, algo más lindo que esto?- Sujeta aquel utensilio raro con su mano derecha, mirando con ensoñamiento y curiosidad, queriendo analizarlo por completo de una vez.

-¡¡¡QUÉ BONITO!!!- Rápido el pez rosa y verde se acerca hacia el sirenito, apreciando el objeto recién encontrado, mientras su amigo sonríe entusiasmado por esto, quien muestra sus dientes ante la hermosa sonrisa que tiene en sus labios color rosa.

Sin embargo y de manera rápida se da cuenta de algo, estando un tanto confuso, mientras sujeta sus aletitas, peguntando lo siguiente -Pero ¿Qué es eso?- También en su curiosidad e ignorancia eso se pregunta.

Mientras el sireno, sigue tocando ese objeto con cuidado, mirando por todos lados entre sus delicadas y tersas manos, qué poco le importa conocer su origen y nombre, pues es tan brillante y hermoso ante sus ojos -Oumm... No lo sé- Alza sus hombros, negando con la cabeza ante esta interrogante, pero rápido lo guarda en su bolsa blanca, ansioso por seguir explorando el lugar -Pero, Seattle nos lo dirá- Se fija atento hacia el pececito.

Están bastantes tranquilos y alegres, ya que ningún se da cuenta de la sombra grande y amenazante qué se pasea detrás de la ventana rota del barco.

Afroriel no toma en cuenta ningún sonido qué se llega a escuchar muy leve por estar con su ensoñamiento de explorador el barco entero en busca de mas tesoros, pero Shunder bastante alterado se gira, porque él si llego a escuchar ese sonido -¡¡¡¿QUÉ FUE ESO?!!!- Lo pregunta casi a gritos sin más, pues el miedo que tiene es mucho.

Sin embargo, Afroriel no presta atención alguna a esta pregunta, él prefiere irse directo hacia otro punto del camarote, para seguir aventurándose en encontrar curiosos tesoros. 

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Espero que disfruten este capitulo, que ya mero terminaremos de publicarlos, no, no se completara, sino que el lapso para tenerlo disponible se acabara, y se unirá a la lista de regalos.

Bueno, me paso a despedir, gracias por leerme.

Los quiero mucho, se cuidan.

Ammu se va.

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