El bello ángel caido de marmol con los brazos extendidos al cielo, las enormes alas y los retorcidos cuernos descansa sobre la hierba. Alrededor de él yacen los siete pequeños cuerpos de mis gatos, a los que tanto amé pero que al parecer no tenían esos nombre al azar.

Cada uno tenía el nombre de un demonio que representaban los siete pecados capitales y que una parte de la esencia de esos seres malignos habitaban en las entrañas de los felinos, asi que había que matarlos.

En cuanto bebieron el agua bendita convulsionaron y cayeron sin vida al suelo.

Me entristece verlos asi, llevaban toda mi vida conmigo.

-¿Preparada?-Nick me tiende una botella de cristal con agua.

-Sí-agarro la botella con firmeza, trago saliva armandome de valor y la reviento sobre la estatua, el cristal se parte en miles de pedazos y el agua rocía al ángel haciendolo arder en un fuego azul y blanco precioso.

Siento el brazo de Ulysses en mis hombros y le sonrio.

-Todo ha acabado- en la frente se le ven las grapas que sellan la brecha.

-Por fin -digo feliz y lo abrazo con cuidado para no hacerle daño en el costado,me envuelve en sus brazos.

Samantha se une al abrazo, después Nick y por último la pequeña Elsa.

Sobre la hierba solo queda un montículo de cenizas consumiendose en el hermoso fuego azul de Dios.

ACTA EST FABULA "se terminó esta historia"