Corrijo los cuadernos más atento a lo que pasa a mi alrededor que a lo que escribo. La conversación de esta mañana con Lilith ,el susto en la cocina y la fiesta de mañana han minado mi concentración.

Cierro el cuaderno y me quedo mirando las hojas mecidas por el viento desde mi pequeña ventana, solo llevo dos corregidos pero me es imposible centrarme. Por cada pequeño ruido del exterior me tenso y si cruje un mueble doy un respingo.

No puedo seguir así.
¿qué hago? Lilith me dijo que podría intentar ponerme en contacto con el espíritu si veo que insiste en matarme a sustos y saber qué quiere.

¿pero qué estoy diciendo? A medida que pasa el dia ya pienso que me imaginé las letras y la bombilla simplemente explotó por alguna subida de tensión en la corriente o algo ¿pero porqué sigo inquieto entonces?

-Venga, a trabajar -me digo a mi mismo y sigo con los cuadernos. Por suerte no tengo mucho trabajo, cada clase que atiendo tienen como maximo diez u once chicos, además de ser el tutor de la clase de Lilith.

Termino con todos y ya solo me queda el cuaderno de ella. Hasta su cuaderno es diferente al de los demás, hay algunos que estan perfectos y limpios, otros que parece que les ha pasado un coche por encima y luego está el de ella. La portada es una lamina de terciopelo morado pegada a la pasta original, LATIN en medio en pintura amarilla y los bordes son cenefas de hilo dorado cosidas a la tela. Es precioso. En las reuniones todos los profesores siempre comentamos fascinados que sus cuadernos son los mas bonitos y únicos.

Lo abro con delicadeza y empiezo a corregir, algún que otro fallo en dos o tres ejercicios pero el resto bien. Me hacen gracia los dibujos a lapiz que aparecen en los márgenes de las hojas: un gatito, un patricio romano, una arañita con sombrero, una trompeta... también hay veces que dentro de sus cuadernos hay dibujos en hojas sueltas que seguramente hará en horas libres y se quedan olvidados ahí.

Veo uno que me hace alzar las cejas y sonreir. Soy yo. Me ha dibujado a mi.
Estoy de perfil mirando un papel en mis manos enfrente de la pizarra. Está muy bien hecho, hasta ha coloreado mis ojos de gris y mi pelo castaño, el resto esta en blanco aún.

Me recuesto en mi asiento viendo el dibujo sonriendo de lado, en el dibujo salgo guapo, me alegra que la gente me vea así. A pesar de tener 37 años me conservo bien y hago deporte (cuando tengo tiempo) soy delgado y mido 1,81, llevo el pelo corto con el flequillo levantado un poco, está de moda y rejuvenece, tengo los ojos grises con alguna mota de verde, el tabique de la nariz algo irregular porque hace bastate tiempo me la partí, labios medianos y en la barbilla tengo una pequeña cicatriz ya casi imperceptible.

Le doy la vuelta al dibujo y hay escrito algo.

Son numeros.

"20,120,220,320,420,520,620,720,820,920,1020,1120,1220,1320,1420,1520,1620,1720,1820,1920,2020"

Lo estudio más detenidamente y veo que todos se llevan 100 de diferencia ¿escribiria números porque estaba aburrida?

Vuelvo a poner el dibujo entre las hojas y sigo trabajando.

El buen tiempo se ha ido y cae una fina lluvia que cala más rapido la ropa, corre una brisa fria. No me gustan los días de lluvia, me resultan tristes. Abril está acabando melancolico.

Llego al instituto a paso ligero, se me ha olvidado coger un paraguas. Los pocos chicos que van a mis talleres extraescolares me esperan ya dentro del aula, tenemos una clase pequeña para nosotros.

Entro y los saludo, pongo mi chaqueton en un perchero y debajo una papelera, para no mojar el suelo.

Los 12 chicos de siempre ya estan sentados esperando.

Lilith en primera fila y a su lado Samantha Barnes, ella es una chica muy rebelde y bastante problematica porque tiene un carácter demasiado fuerte y a pesar de las personalidades tan diferentes de ambas, siempre estan juntas. No es que sean mejores amigas ni nada, pero no sé qué hace el destino que siempre acaban juntas: en las excursiones cada uno se pone con su amigo asi que Lilith siempre se queda sola y con Samantha nadie se quiere poner, a la hora de sentarse en clase pasa exactamente lo mismo.

Sam (porque quiere que todos le llamen asi) es algo más alta que Lilith, ya tiene los 18, el pelo rizado y largo teñido de un tono granate oscuro, ojos celestes,maquillaje siempre oscuro y ropa negra, se sienta como quiere, come chicle cuando quiere, fuma a la salida e incluso mas de una vez he entrado en clase y la he pillado moviendo la mano deprisa para disipar el humo.

Verlas sentadas juntas siempre me recuerda lo irónica que es la vida, Lilith y Samantha, luz y oscuridad, ángel y demonio. Aunque para ser más exactos, no es del todo mala, con Lilith se porta bien y no le falta el respeto nunca, con los demás alumnos de la clase ya ha tenido bronca. La defiende cuando alguien le dice una mala palabra y una vez rompió una ceja a una chica que llamó a Lilith "rarita".

Me siento afortunado porque soy el único profesor al que no le ha hecho nada, parece que le caigo bien.

Los otros diez chicos son normales, no hay mucho que destacar de ellos, se apuntaron a los talleres solo porque por venir la nota les sube 0,5 en latin.

-¡Vaya tarde de lluvia!-digo sentandome en mi escritorio con el cuerpo ladeado hacia los chicos.

-El tiempo está loco-se encoje de hombros Dylan.

Las cosas que hacemos en los talleres las planeo con Lilith, tengo su número en Whatsapp y solemos hablar. Confio en ella, porque seguro que si fuera otro el que tuviera mi número, ya haria tiempo que circularia por todo el instituto y recibiria mensajes peculiares.

-Hoy teniamos pensado -miro a Lilith y después al resto- hacer algo relacionado con los sueños y las pesadillas.

Sam hace una pompa con el chicle y lo explota.

-¡Qué chungass sson lass pessadillas!-dice Nick, un chico que pronuncia como si se le hubiera dormido la lengua, arrastra las eses y no se le entiende mucho, es tan flojo que apostaria lo que sea a que hasta la mandibula se le ha dormido-yo una vez ssoñé que me persseguía la sseñora Miller.

-Te perseguiría con un andador -rie Sam y el resto la acompaña.

-Un respeto a la señora Miller-digo alzando una ceja.

-La sseñora Miller mola , bro-se recuesta en la silla y me mira levantando el pulgar. Aunque no se si me mira realmente porque lleva un gorro de lana que le llega justo un poco mas alla de los ojos. Estas modas...

Nick O'dair destaca en todos lados por su personalidad. Es un chico de estatura media, creo que es rubio porque siempre lleva ese gorro de lana con dos cuerdas largas a los lados, ojos claros y nariz puntiaguda, muy delgado y palido, voz cansada y esa forma de hablar tan peculiar, siempre tiene un comentario gracioso para todo,es arrogante, charlatan, y algo borde a veces, la mayoria de sus camisetas son de superhéroes y sospecho que le gusta Lilith. El amor adolescente...

-Sí ,mola -imito su gesto con el dedo y algunos rien.

-¿Quiere una redacción sobre nuestros sueños y pesadillas?-alza la mano Sophie, una chica muy aplicada y estudiosa.

-No, bro, esscribir no -se queja Nick.

-No vamos a escribir, descuida-le digo-vamos a hacer algo más artistico.

Le doy al chico que tengo más cerca un taco de folios y le indico que le de dos a cada uno.

-Vais a dibujarlos, en una hoja el mejor sueño que hayais tenido y en el otro vuestra peor pesadilla. Luego, me los dais, yo los mezclo y los reparto aleatoriamente. Y cada uno vais a tener que adivinar qué compañero a soñado esas cosas.

-Yo dibujo fatal-dice Nick- ya avisso.

-Da igual, la voluntad es lo que cuenta-digo.

-¡Ah, entoncess ssi! Yo de esso tengo mucho.

Se ponen todos a hacerlo y yo mientras aprovecho para preparar la siguiente actividad.

Pasan los minutos y ya todos han acabado, recojo los dibujos, los mezclo bien y los reparto al azar.

Alguna que otra risita al ver lo que han hecho sus compañeros.

Empezamos con el juego, cada uno tiene que describir qué ve en los dibujos, y no siempre es facil.

-¿Esto es una ardilla o una estanteria? -dice Sam girando el folio confusa.

-Es la señora Miller siguiendo a Nick -dice divertida Lilith.

-Ya dije que dibujar no sse, pero le pongo voluntad-sonrie el artista. Todos reimos.

A Sophie le toca el mejor sueño de Lilith, fue muy facil saber de quien es porque era el mejor dibujado. Era un lago lleno de hermosas sirenas.

-Fue un sueño muy relajante-explica ella- solo soñé que nadaba y nadaba bajo el agua.

-¡Qué guay!-dice Nick.

A un chico asiatico llamado Kaito le ha tocado la peor pesadilla de Lilith Wilson.

-Yo veo-dice con el ceño fruncido mirando el dibujo- un esqueleto gigante persiguiendo a una chica rubia por un bosque.

Tras describirlo levanta el dibujo para que todos juguemos a adivinar su autor, pero en seguida sabemos de quien es solo por ver lo bien hecho que está.

-Es de Lilith- dice rapidamente Sophie.

-Sí-asiente esta- me perseguía y justo cuando me iba a coger, me desperté. Esa pesadilla me estresó mucho.

-Loss gigantess molan-asiente Nick en actitud relajada. Demasiado, está a punto de caerse de la silla.

-Si te persiguen no -le dice Sam mirandole mal. Ahí esta de nuevo defendiendo a Lilith.

Nick levanta las manos en señal de rendición y deja el tema.

Pero a mi hay algo que no me cuadra, ese sueño del gigante no aparecia en su cuaderno de la imaginación.

Su dibujo del sueño de la serpiente gigante come-personas creo que sería peor que un esqueleto gigante, o quizas soy yo, que no soporto a los reptiles.

Pasamos lo que queda de tiempo hablando de sueños locos que hemos tenido, otras pesadillas, luego hacemos un atrapasueños cada uno, otro grande para decorar la clase y finalmente acaba el taller.

Ha empezado a llover otra vez, algunos se van corriendo porque se han olvidado los paraguas(como yo) y otros mas preparados se van protegidos.

Lilith se dio cuenta de mi olvido y me espera a la salida con su paraguas.

-Muchas gracias, ya me mojé viniendo y no me apetecia una segunda vez.

El ambiente tiene una luz ceniza por las nubes cubriendo el cielo de gris, el frio y la lluvia hacen que las calles sean menos agradables.

-Oye Lilith -digo tras unos minutos en silencio, tengo que preguntarselo, no paro de darle vueltas a la cabeza- tu dibujo de tu peor pesadilla... en mi opinion, creo que el de la serpiente gigante comiendose a una persona seria más terrorifico ¿no?

-Esa tampoco es mi peor pesadilla, y cierto es que el del esqueleto tampoco lo es-frunce el ceño con la vista clavada al frente-pero no creo que nadie estuviera preparado para ver la verdadera.