ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 3 ༒ 𝔐𝔦𝔠𝔥𝔞𝔢𝔩
La escritura es una de mis pasiones. Cuando era adolescente tenía claro que quería ser escritor, pero por exigencias de mi padre me vi obligado a recurrir a mi segunda opcion, la enseñanza.
"Escribir no da dinero , y menos siendo tan malo como tú" me decia una y otra vez su aspera voz. Se encargó de minar mis sueños.
Pero ya no soy un adolescente sumiso y al fin puedo centrarme en lo que quiero de verdad. Escribir.
De nuevo me hallo frente a mi escritorio, con el portatil encendido. No tengo ni idea sobre qué escribir pero lo importante es que esté motivado, y lo estoy.
Desde mi conversación con Lilith hace una semana he estado abriendo mi mente. Es verdad que la imaginación te habla.
En una hora libre que tuve ayer, le pregunté sobre eso y me explico cómo se hace.
Para empezar, tienes que sentirte libre o aburrido. La imaginación no te habla cuando estas ocupado o estresado.
Luego, tienes que abrir la mente y observarlo todo.
Todo.
Después, si algo ha llamado tu atención, como por ejemplo una simple farola, te centras en ella y ya tienes una charla con tu imaginación.
Ella me puso el ejemplo de la farola, porque me contó que vio una farola apagada en la calle cuando debió de estar encendida por las horas que eran, así que su imaginación le dijo que una sombra podría vivir dentro de la farola, esperando a que alguien se acercase a la oscuridad y raptarlo. Es ingenioso.
Así que ayer por la tarde me dispuse a ello, cuadernillo en mano salí a dar una vuelta y me llamó la atencion un perrito muy adorable y pequeño que cruzaba la calle. "Si lo viera mi hija me lo meteria en casa" pensé y sonreí.
Entonces me di cuenta que ahí empezó la charla con mi imaginación. "Un perrito callejero muy adorable es adoptado por una niña" podría hacer que el perro pudiera hablar o que fuera una entidad maligna, o que sea la mascota del antiguo amor de instituto de su padre y ahí empezaria el drama.... Lilith tenía razon, la imaginación te habla, solo tienes que prestarle atención.
Pero ahora mismo mi imaginación me ha abandonado y no se qué hacer.
Apago el portatil y salgo un rato a pasear, Elsa está en casa de una amiga así que estoy solo.
Camino sin rumbo fijo por las tranquilas calles, con la luz naranja del sol muriente pintando las fachadas de las casas, la suave brisa y los pajaros anunciando que buscan un sitio para pasar la noche. Es mi parte favorita del día.
Mis pies me han llevado hasta la libreria a la que siempre vengo. Una tiendecita pequeña y familiar, con todo tipo de lecturas. De pronto me doy cuenta de que hacía días que quería encontrar un momento libre para ir a comprar el último libro de Michael Wilson. Sin duda este es el momento perfecto.
Entro acompañado de un tintineo sobre la puerta y el anciano señor Collins me sonrie como siempre.
-Buenas tardes Ulysses, el pasado miércoles me llegó el último libro de Michale Wilson -me dice con su polvorienta pero alegre voz. Me conoce desde hace muchos años.
-Estupendo, lo esperaba con ansias pero no encontraba un hueco para venir-le sonrio en forma de disculpa.
-Al final de ese pasillo-me señala el penultimo pasillo de estanterias- yo iría pero ya sabes como tengo las piernas.
-No se preocupe señor Collins.
Me despido con la mano y me adentro en las entrañas de la libreria.
Encuentro los libros de Wilson y cojo su última obra como si fuera una reliquia.
-La flor de Lilith -leo en voz baja el titulo y lo hojeo un poco.
Leí sobre qué trata hace dos días por internet y me interesó mucho.
La historia cuenta la vida de una chica llamada Lilith en el año 1847 que viaja a un pueblo alejado de la costa en el que sus habitantes pertenecen a una secta llamada Uxorem Lamia. Sin leerla aún ya se que me va a encantar.
-Ulysses Grace ¿verdad? -miro a quien me habla y mis ojos se abren como platos.
Michael Wilson me sonrie mientras me estrecha la mano.
Es un hombre delgado de un 1,80 mas o menos, con el pelo rubio oscuro corto y el flequillo ligeramente levantado, grandes ojos celestes casi blancos y una nariz aguileña que le favorece mucho haciendole lucir atractivo. Sabe quien soy porque he ido a todas sus charlas de presentación de sus libros y una vez Lilith me vio en una de ellas y me presentó a su padre. Le estaré eternamente agradecido.
-S-sí, Hola -le sonrio algo nervioso.
-Me alegra ver que le siguen gustando mis obras-me sonrie estirando sus finos y rosados labios señalando el libro entre mis manos.
-Sí sí, por supuesto que sí. El mes pasado estuve en su conferencia en Bermore.
-Ah, no le vi. Es una lastima, podriamos haber hablado, pero ese día tenia prisa y salí rapido- sonrie- me gustaria devolverselo.
-¿Devolverme el qué? -digo dudoso.
-Todos los años que lleva siguiendo fielmente mi trabajo, alabando mis obras en su blog del instituto y ser el profesor favorito de mi hija -los dos reimos- el viernes que viene voy a hacer una fiesta en mi casa con algunos amigos para celebrar el exito que esta teniendo "La flor de Lilith" ¿le gustaria venir?
-¿Que si me gustaria ir? ¡por supuesto!- no paraba de reirme nervioso.
Que me firmara sus libros estaba bien, pero ir a una fiesta en su casa invitado por él mismo.... era demasiada felicidad.
-Pues el viernes nos vemos -me dio un golpe amistoso en el hombro-a las seis.
-Allí estaré.
Se va sonriendome y yo me quedo ahí viendolo salir de la libreria tras saludar fugazmente al señor Collins y se pierde en la lejanía.
Voy a ir a una fiesta privada en casa de Michael Wilson.
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