Hola, solo queria deciros que el dibujo que inicia este capitulo aqui arriba ⬆️ es mio, espero que les guste ~☆~

Un sonido inusual me hace despertar, me giro y los números luminosos de mi reloj me indican que son las tres y media de la madrugada. La luz lechosa de la luna llena entra por la ventana restando mi inquietud, me incorporo sobre mis codos y analizo la habitación, gracias a la luz veo perfectamente. No hay nada pero el sonido sigue, parecen gimoteos.

Me levanto de la cama y abro la puerta sin hacer ruido, la anaranjada luz de la planta de abajo me indica que mis padres estan despiertos ¿despiertos a estas horas? Me deslizo por las escaleras en silencio y los gimoteos ahora son sollozos.

Escondida en la esquina desde la que puedo ver sin ser vista me asomo un poco y veo a mi padre sentado en el sillón llorando como un niño, hipando con las manos en la cara. Me destroza el corazón verlo así.

Mi madre le deja un vaso caliente en la mesita y se pone de cuclillas delante de él.

-Michael -su voz suena dura- ya sabes porqué está aqui ¿recuerdas?

Mi padre balbucea algo que no alcanzo a oir y mi madre se levanta molesta.

-Esto no es lo que teniamos pensado... mañana en la reunión. Mente fría ¿me oyes?

Mi madre siempre había sido fría, pero su tono era tan cortante en este momento que hasta me asusta.

-Vamos a dormir -mamá se cruza de brazos-no se te pueden notar las ojeras.

En cuanto veo que caminan hacia la escalera, corro hacia arriba pisando de puntillas, al pesar poco la madera no cruje.

Cierro la puerta lentamente y me tumbo en mi cama haciendome la dormida, por si acaso.

Al instante siento cómo mi puerta se abre y el peso de un cuerpo sentandose en mi cama, se inclina sobre mí y me besa la frente. Reconozco el perfume, es papá.

-te quiero-me susurra y se va.

Cuando oigo cerrarse la puerta de la habitación de mis padres, abro los ojos. Me siento en la cama y dislumbro los brillantes ojos de Lucifer en una esquina.

-Nos vamos, Lilith. Ya sabes, no abras a desconocidos, cuidado con el gas, cualquier cosa nos llamas, volveremos tarde-mi madre me bombardea de normas mientras guarda en el bolso su móvil y se retoca el pelo en el espejo del salón.

-Que sí -ruedo los ojos, desde lo de anoche me siento molesta con ella.

-Adiós, cariño -papá me abraza fuerte y me besa la frente. Lo envuelvo con mis brazos y sonrio.

-Te quiero.

-Yo tambien te quiero-susurra.

-Vamos o llegaremos tarde-mi madre sale de casa, no se despide de mí, es algo normal.

-Vigila a los gatos-me sonrie papá y sale también.

Les despido con la mano desde el porche mientras el coche se aleja. Ha llegado mi momento.

Entro en casa, meto a los seis gatos en el salón (Lucifer no aparece desde esta mañana) y subo a mi habitación. Estoy decidida. Me quito la ropa, me pongo el bañador ,recojo mi pelo en una trenza y cojo la linternita que usamos para las acampadas.

Salgo al jardín por la puerta trasera, la mañana es calurosa con un sol abrasador, el cesped está caliente.

Me acerco al gran estanque y meto la mano para probar el agua, está helada. Me mentalizo y me siento en la orilla metiendo las piernas, reprimo un gemido, Está realmente fría.

Me pongo las gafas acuáticas (no es seguro abrir los ojos en el agua del estanque), aprieto la linternita en mi mano y me lanzo a las profundidades.

¡Dios, qué fría!

Abro los ojos y através del cristal observo el fondo, ahí está el ángel caído, me acerco a él y lo enfoco con la luz para poder verlo mejor.

Es hermoso. Cuerpo delgado, atletico, músculos graciles, expresión varonil pero delicada, rizado cabello hasta los hombros, cuernos retorcidos saliendo de estos, la única parte tapada de su cuerpo es su cadera cubierta con una tela que le llega hasta un poco más arriba de las rodillas y unas alas muchos más grandes de lo que imaginaba, enormes y detalladas. Lo único que le distingue de un ángel puro es la cornamenta y dos pequeños... ¿cuernos o garras? En el puente de las alas. Aún así es bellísimo. El sol y las ondas de la superficie se reflejan en él creando el efecto optico de ser una criatura marina, un ser mágico de infinito poder.

La linterna a pesar de ser acuática empieza a fallar, le doy golpes con la palma de la mano pero se acaba fundiendo. En el fondo está oscuro y solo veo el brillo de la superficie, asi que como ya no veo abajo, nado hacia arriba pero algo me hace parar en seco, algo de lo que no me había dado cuenta.

Bajo los pies de la estatua hay un paquete cuadrado rojo. El aire me empieza a faltar pero necesito saber qué es eso, vuelvo e intento sacarlo del fondo con todas mis fuerzas,tiro y tiro y al final se lo consigo arrancar al lodo.

Mis pulmones necesitan aire urgentemente, subo con el paquete bajo el brazo pero algo me frena dandome un doloroso tirón en la pierna derecha, cuando miro hacia abajo entro en pánico.

La escena es grotesca. Las chicas que vi en mis pesadillas me están agarrando la pierna, los ojos negros como la pez, caras blancas e inexpresivas como cadaveres, salen del fondo como zombies hacia mí.

Braceo frenética soltando aire por la boca que se convierte en cientos de burbujas que me impiden ver, pero no me rindo y pongo mi cuerpo al límite de aire y de fuerzas. Azoto con el libro a mi alrededor, el agarre cede un poco y aprovecho para escapar,salgo rapidamente, corro sin parar de toser hasta el interior de mi casa, me dejo caer en el suelo de la cocina.

La cabeza me da vueltas, los pulmones me arden y me sigue faltando al aire porque no paro de toser. Através del cristal de la puerta veo el estanque de aguas tranquilas, ni rastro de las chicas.

De todos modos hecho el pestillo.

Subo lentamente hacia mi habitación mirando todas las ventanas que me encuentro en el camino, por si acaso.
Me doy una rápida ducha y me visto, me desenredo el pelo y me lo dejo suelto para que se seque. Bajo más tranquila pero aún un poco inquieta, entro en la cocina para servirme un vaso de agua cuando tropiezo con algo mojado, el paquete rojo ¡se me había olvidado completamente! Me agacho y lo abro en el suelo, el material rojo es impermeable y el libro que guarda en su interior está seco pero es antiquísimo, pasta roja de piel desgastada, hojas amarillentas y apergaminadas y escrito a tinta china.

Paso las hojas con delicadeza, tienen pinta de ser muy fragiles, no entiendo absolutamente nada de lo que pone, no está en ningun idioma que conozca y hasta dudo que exista. Tiene algunos dibujos tambien hechos con tinta negra, una serpiente plana... un hombre y una mujer con hojas en sus partes intimas cogidos de la mano... una hermosa mujer de grandes ojos y pelo ondulado hasta la cintura con una serpiente envuelta en el cuerpo... ¿Adán y Eva? ¿Qué hace un libro religioso en el fondo de mi estanque?