ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 13༒ 𝔓𝔢𝔰𝔞𝔡𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰
De nuevo en la misma cafeteria-libreria del centro, de nuevo esperando a Lilith.
Tamborileo los dedos sobre los folios impresos. No he pedido nada al camarero para esperarla.
Samantha va y viene a las mesas.
Veo a Lilith cruzar la calle. A pesar de que vive lejos, ella viene andando o a veces en bicicleta. Le gusta la vida sana, a mi me daría pereza.
Sigue con el pelo suelto (lo que se podria entender como una mala señal porque siempre lo lleva recogido) una camiseta de tirantes negra y unas mayas deportivas verdes. Está seria pero cuando me ve sonrie como antes.
Pero se nota que algo no va bien.
-Hola -se sienta en la silla enfrente de mí.
Pedimos a Sam algo de beber y enseguida voy al grano.
-¿Que te pasa, Lilith?
La sonrisa se le ha borrado y se le vuelven a marcar las ojeras en su palida piel.
-Son las pesadillas.
-¿Tienes pesadillas con la chica de la Ouija?
-No solo con ella -juguetea con una servilleta- sueño que muchas chicas rubias me persiguen, entre ellas está esa Lilith de 1920. Pero tambien hay...
Se calla y espera que Sam nos deje las bebidas. Ambas se sonrien levemente y la camarera se retira.
-Hay más chicas con ropas diferentes-continua- a cada cual más antiguas, había una chica con un cancán y tirabuzones, otra con ropas como de mendiga pero casi de la Edad Media...y muchas más. Me persiguen apareciendo en cualquier parte y cuando corro a buscar a mis padres, ellos no me ayudan, y corro hasta aqui y a cualquiera al que le suplico ayuda me ignora. Hasta que todas esas chicas aparecen juntas en la calle y andan lentamente hacia mi y justo ahí me despierto.
No sé qué decir, la verdad. No entiendo muy bien qué quiere decir ese sueño.
-¿Has tenido más aparte de ese?
-Sí, muchos más.
-¿Parecidos a ese?
-No, todos son diferentes.
-Cuentamelos , por favor. No te puedo ayudar mucho porque no entiendo de sueños pero te sentará bien sacarlos de tu mente.
Ella asiente.
-Soñé que era navidad, y mi casa estaba decorada como todos los años , estaba poniendo el árbol con mi padre, y comenzó a arder y con él todo el salón. Sentía el calor, el humo, el daño del fuego cerca de mi piel, pero cuando me giré para decirle a mi padre que nos fueramos, él seguía poniendo el árbol , el fuego no lo rozaba, ni siquiera se había dado cuenta de que todo ardía, pero yo no podía soportar la asfixia y salí al jardin trasero, pero este tambien estaba en llamas todo ardía, hasta el estanque. No sabía dónde ir ni qué hacer asi que...simplemente me senté en el cesped y esperé a que todo acabara.
-Son pesadillas muy angustiosas, en ambas tienes que huir de algo.
-Sí... nunca había soñado que acababa conmigo el fuego.
-¿Hay más?
-Claro que hay más-suspira triste-otro sueño fue bajo el agua. No sé dónde estaba, pero el agua se veía sucia, verde y negra a la vez , era repugnante. Intentaba nadar a la superficie pero algo me cogía del tobillo y me arrastraba al fondo, al mirar qué me agarraba, encontré que el agarre era una larga mano blanca que salía del fondo del lodo, era un brazo larguísimo y muy muy fino, casi esqueletico con unos dedos afilados y huesudos pero con una fuerza increíble. Y...el peor que he tenido, que se ha repetido durante dos noches fue en mi propio dormitorio. Ulysses, la sombra ya entra en mi casa.
-¿Soñaste con la sombra?
-No, al principio soñaba, pero el despertarme, la sombra estaba a mi lado.
Abro los ojos como platos.
-¿¡Cómo!?
Suspira y observa las burbujitas de su refresco de naranja.
-Durante dos noches he soñado estar al filo del gran estanque de mi jardin. Llevaba un largo vestido blanco con flores marchitas formando una corona en mi cabeza, veía mi reflejo en el agua. En la superficie comenzaron a salir a flote las caras de las chicas rubias que me perseguían en el otro sueño. Eran muchas y no las pude contar, automáticamente salí corriendo para huir de esa macabra escena, mi casa ya no estaba, todo era bosque asi que no tenía donde ir. Miraba detras de mí de vez en cuando para ver si me perseguían y todas me seguían, mojadas, palidas como cadaveres, con los ojos negros sin pupila ni iris. Seguía corriendo hasta que mis pies no tocaron suelo y caí por un barranco a un mar bravo. Cuando me despierto sudando, la sombra está en la puerta, mirandome. Es muy alta, mide como dos metros y algunos centimetros más, y totalmente oscura, no distingo rasgos en su cara. Pero al verla, no me salen los gritos, me quedo rigida y en silencio. La sombra desaparece como si fuera vapor tras unos minutos. Estoy segura de que no es parte del sueño, porque en cuanto se disipa, salgo de la cama y corro al salón para no volver a entrar en mi cuarto hasta por la noche.
No pensaba que fuera tan grave. No solo tiene pesadillas escalofriantes, sino que esa misteriosa sombra cada vez está más cerca.
-¿No te has planteado que quizas esa sombra sea la que provoca en tu mente esos sueños?
-Sí, ya lo he pensado. Puede que esa sombra entre en mi habitación mientras duermo y haga algo que introduzca en mi mente esas pesadillas y quizas estos dos dias que la he visto, sea porque me desperté antes de lo que tenia planeado y la sorprendiera.
-Inquietante, pero podría ser.
-Solo espero que ese ser no le haga nada a mis padres. Que si tiene que torturar a alguien,que sea a mí.
Esto sí que no me lo esperaba, es un gesto muy altruista y muy propio de un santo. No me extrañaría que algún día Lilith haga un milagro y la nombren santa.
Santos.... milagro...pesadillas....
-Lilith-una bombilla algo difusa se me ha encendido-¿sabes lo que son los estigmas?
-Sí, heridas en las manos como los clavos, en la cabeza por la corona de clavos...una especie de dolor que manda Dios o algo así.
-Exacto. Sé que te va a parecer una locura pero¿ y si esas pesadillas horribles y esa sombra que te sigue sean provocadas por el diablo para intimidarte y tentarte? Los santos católicos sufrieron amenazas, vejaciones, torturas por parte de seres diabolicos. Y algunos vivieron los estigmas.
-¿Qué? -rie como hacía tiempo que no la oía -¿estas insinuando que todo lo que estoy viviendo me lo manda el diablo para castigarme porque Dios me ha elegido para ser santa?
-Mujer, todo en esta vida es posible.
-¿Pero cómo voy a ser santa si soy atea? -sigue riendo.
-El padre Evans dice que los caminos de Dios son misteriosos -me encojo de hombros.
-Claro, pero porque él está al servicio de Dios ¿qué va a decir si no?
-¡Oh, por cierto! -le tiendo los folios impresos-encontré esto por internet.
Coje las hojas y los lee con el ceño fruncido, concentrada. Mientras tanto, me termino el té negro en cortos sorbos.
-La Gran Tormenta-murmura tras leerlo-no habia oido hablar nunca de ella.
-Al parecer ocurrió hace 100 años y no se ha vuelto a repetir en ninguna parte del país.
-Y Lilith murió en esa tormenta junto a otras cinco personas... a lo mejor quiere que encontremos dónde esta su cuerpo porque la tormenta la arras...¡ah no! Ella dijo que la mató esa secta llamada Uxorem Lamia -se acaricia la barbilla-¿tendrá algo que ver esa secta con la Gran Tormenta?
-No tengo ni idea, pero no creo que una secta sea capaz de crear una tormenta tan grave, sobre todo porque la gran mayoria de sectas son un timo.
-¿Y si no lo fuera? -me mira con el brillo de la curiosidad en sus ojos esmeralda-has dicho que la mayoria, pero ¿y la minoria? Tiene que ser una secta real porque busqué en internet ese nombre tras la Ouija y no me aparecía nada, solo publicidad del libro de mi padre.
-¿Cómo puede conocer tu padre esa secta que no aparece ni en internet?
-Le pregunté hace tiempo que si la secta Uxorem Lamia era real, el me dijo que sí, que hace siglos existía pero con el paso del tiempo ha sido extinguida. Me contó que fueron muy poderosos.
-No pueden haber desaparecido hace siglos cuando hace tan solo 100 años una chica fue victima de ellos.
-Eso es lo que no me cuadra.
La puerta se abre y entra James, directamente hacia nosotros con sus largos pasos.
-¡Ey! ¿qué haceis aquí los dos? - dice en tono alegre y pone su amplia mano en mi hombro. Su sonrisa es algo forzada pero su mirada sin duda tenía un brillo malicioso que no se lo había visto nunca ¿celos? Cada vez se estaba afianzando más la idea en mi cabeza que él estaba intentando hacerle algo a Lilith. Y por supuesto no lo iba a permitir.
-Estamos planeando la próxima sesion del taller de arte -miente impecablemente Lilith.
-Sí, no sabemos si hacer un collage de fotos gigante para celebrar el fin de curso o pintar algo para el mural de la entrada -le sigo el rollo. Si Lilith le ha mentido es porque sabe que él no es trigo limpio.
-Oh-asiente pero no se le ve muy convencido- creo que la idea de pintar el mural seria buena, la entrada del instituto está muy triste.
-Sí, le pondríamos tonos de verde, que transmite tranquilidad-dice ella.
-Y naranja, que es juvenil-digo alzando las cejas
-Quedará moderno, me gustará-me aprieta el hombro-bueno, solo pasaba por aquí y os he visto y he entrado a saludaros.
Lilith le sonrie.
-Pues.. aquí estamos, planeando embellecerlo todo -rio algo nervioso.
-Nos vemos mañana, adiós-le sonrie de una forma extraña a Lilith y se va.
-Bueno, pues creo que no nos queda más remedio que ir comprando pintura-le digo una vez que volvemos a estar solos.
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