Minato no sabía que sentir o hacer con respecto a esa carta que tenía en su escritorio. Movía sus manos para ordenar su escritorio aunque no parecía muy concentrado en ello. Su esposa, Kushina, lo mira preocupada.

- Minato-kun ¿Te encuentras bien?- preguntó la pelirroja

-...Sí ¿Por qué?- preguntó con una sonrisa

- Te vez distraído por esa carta, muéstramela- ordenó la Uzumaki

El Namikaze le entregó dicha carta a su esposa y ella empezó a leerla. Mientras leía la carta su rostro se fue llenando de sorpresa.

-¿Q-Qué harás?- preguntó Kushina

- No lo sé, empezaré a entrenar desde ya a todos los ninjas, ya que no sé si Sakura atacará a la aldea- contestó el rubio

- Les diré a los líderes de clanes que empiecen a entrenar a todos sus ninjas, yo también ayudaré a proteger a la aldea entrenando a Karin y a Naruto, que a pesar de que nuestro hijo le haya hecho daño a la pequeña que me caía bien, quiero que haya un ninja más en la aldea- comentó la pelirroja que empezó a caminar por la oficina del Hokage

- No entrenarás a Naruto- dijo Minato firme mientras apoyaba sus hombros en el escritorio, sobre sus manos apoyó su barbilla

- ¿Por qué?- preguntó Kushina parándose enfrente de su marido

- Porque quien sabe si le volverá a hacer daño a alguno de sus compañeros, no le enseñamos eso- contestó algo afligido

- Minato... Ya sé que aún te sientes dolido y decepcionado por lo que hizo Naruto con sus amigos a Sakura, yo también me siento así pero debemos darle una oportunidad- dijo Kushina con un tono dulce

- Por lo que dice esta carta Sakura no les dará una segunda oportunidad a los chicos por lo que le hicieron- siguió el rubio

- Pero podemos hacerla cambiar de opinión, después de que Naruto y Kiba recibieran su castigo estarán encantados de ayudar a hacerlo- la Uzumaki apartó su mirada

- ¿Qué les hiciste?- preguntó el Namikaze que a pesar de estar enojado con su hijo y amigos se preocupó por él cuando su esposa le comentó sobre su castigo

- Esto... Digamos que...- murmuró la mujer con un leve sonrojo

Flashback...

Naruto estaba hablando tranquilamente con su amigo Kiba en un descanso de su entrenamiento cuando se escucha una explosión haciendo que los adolecentes mirasen hacia esa dirección. Las personas que se dirigieron a ellos violentamente no eran nada más ni nada más que sus madres: Kushina y Tsume, ésta última terminando su recuperación tras la pelea contra la Haruno. Ambas se veían muy enfadadas y sus hijos pusieron una expresión de terror.

- ¿Pasa algo mami?- preguntó con un hilo de voz el rubio menor

- ¡¿Por qué lastimaron a Sakura-chan?! Ella me caía bien, incluso pensaba en ella como mi nuera- exclamó la Uzumaki

< ¿Por qué me empareja con ella...aún cuando le hice daño?> se preguntó Naruto muy arrepentido por lo que hizo

- ¿Saben por qué le hicimos daño? Porque pensábamos que ella era una inútil buena para nada, además...yo estaba enamorado, no, aún lo estoy y quería llamar su atención de alguna forma pero ahora que ya es muy tarde me di cuenta de que esa no era la forma- habló Kiba arrepentido de sus palabras

- Arrepiéntete todo lo que tú quieras pero no te libras del castigo- gritó Tsume mientras se apretaba los nudillos, acción que Kushina imitó mientras sus cabellos rojos imitaban a las colas del Kyubi

Está de más decir que los dos amigos intentaron defenderse de la ira de sus madres pero lo único que consiguieron fue terminar en el hospital con un estado casi crítico.

Fin del flashback...

- Eso explica porque no vi últimamente a Naruto en casa- murmuró Minato nervioso

-Al grano, debes dejar que Naruto y sus compañeros intenten enmendar su error seduciendo a Sakura de que no destruya a la aldea ni le haga daño a nadie- prosiguió Kushina

- Supongo que por intentarlo no pierdo nada- suspiró el rubio "vencido" en la discusión

La pelirroja sonrió alegre y se dirigió a su esposo para abrazarlo y darle un beso. Minato rodó los ojos y le siguió el beso.

Con Naruto y Sasuke...

- ¿Cómo es que tu mamá aun no te castigó y la de Kiba y la mía sí lo hicieron?- preguntó molesto el rubio a su mejor amigo, quien estaba sentado en una silla al lado de la cama de hospital

- Sí lo hizo, mira- contestó y luego se dio vuelta, se levantó la remera dejando ver una marca de mano

- Mikoto-san tiene fuerza como para ser bondadosa y haber mostrado una personalidad de no querer lastimar ni a una mosca- comentó el rubio burlón

- Al menos yo no terminé en el hospital- contestó el Uchiha

- ¡¡¡TEME!!!- gritó el Uzumaki lanzándose sobre él para golpearle

En ese momento entró su padre con un hombre peliblanco que miraban atentamente a los dos menores. Naruto lanzó una risita nerviosa.

- Él empezó- acusó el rubio menor a su mejor amigo

- Lo que sea, quiero presentarte a alguien, él te va a entrenar y puede ayudar a que tengas un mejor comportamiento- presentó el rubio mayor- se llama Jiraiya, es un Sennin un ninja legendario, sensei él es mi hijo Naruto y su mejor amigo Uchiha Sasuke

- Jiraiya... Recuerdo haberlo visto en algún lado- comentó Naruto, tratando de recordar algo

- ¿Ah sí? ¿Dónde?- preguntó Jiraiya algo curioso

-...Ya me acordé: en el baño de mujeres- gritó el niño hiperactivo

< El legendario Sennin... espiando mujeres... ¿es en serio?> se preguntó el pelinegro

El peliblanco rió nerviosamente.

- Volviendo al tema de tu entrenamiento, quisiera ver tus habilidades en combate para saber por dónde empezar a entrenarte- explicó el Sennin

< Espero que no empecemos a entrenar espiando mujeres> pensó el rubio algo desconfiado

Los cuatro hombres se dirigieron al campo de entrenamiento número 7. Jiraiya se ubicó de un lado y Naruto del contrario.

- Te ganaré rápidamente dattebayo- dijo confiado el Uzumaki

- No te confíes demasiado, hijo- le respondió su padre, sabiendo de las grandes habilidades que posee su maestro

El Namikaze tuvo razón: Jiraiya ganó. El último mencionado desmayó al menor y luego se dirigieron al hospital para curar las pequeñas heridas que recibió el aspirante a Hokage.

- ¿Qué decías de vencerme mocoso?- preguntó burlón el mayor mientras una enfermera terminaba de curar una herida

-C-Cállate viejo pervertido- gritó enojado Naruto, haciendo enojar a quien sería su futuro sensei

- Ya verás mocoso- dijo el peliblanco dirigiéndose a pegarle pero su alumno se interpuso en medio

- Cálmense, ahora iremos a cenar- comentó tranquilamente Minato, luego se dirigió al azabache- ¿Vienes con nosotros?- él asintió

Los cuatro hombres se dirigieron a la casa Uzumaki-Namikaze donde tres pelirrojas los esperaban con la cena servida.

-Chicos, les quiero presentar a Uzumaki Karin su nueva integrante- presentó Minato

-Hmp- respondió el Uchiha

-Ok...- respondió el Uzumaki <mierda, voy a tener que soportarla más tiempo dattebayo>