Kabuto está buscando a su pupila, pero no la encuentra. Se dirigió a su habitación y vio que en la puerta hay pegada una nota.

"Me fui a entretener con los escla...prisioneros de las guaridas del Norte y del Sur, incluso puedo conseguir compañeros nuevos de equipo ya que los actuales son unos inútiles."

Atte Sakura-chan; D

Kabuto suspiró y se dirigió al laboratorio para analizar una muestra de sangre de su alumna que le extrajeron algunos días después de su llegada.

Con Sakura...

Una peliazul se encuentra corriendo por los árboles hasta llegar a un terreno montañoso. La muchacha saltó del último árbol de la zona y empezó a correr por el terreno árido que se encontraba frente a ella. Dos horas después decidió sentarse a descansar estando cerca de uno de sus objetivos. Algunos minutos después se levantó y siguió con su viaje.

Al llegar a su destino escuchó gritos de dolor en el interior de la guarida, y como Sakura es bien curiosa decidió ir a investigar la causa de dichos gritos. Cuando entró vio a varios ninjas heridos y tirados en el suelo.

< ¿Cómo pasó esto? Se supone que los guardias son lo suficientemente fuertes como para detener a los prisioneros si se revelan> pensó sorprendida

Se acercó a uno de los guardias que todavía seguía vivo y se agachó para aplicarle Ninjutsu Médico, aunque él lentamente le agarró la muñeca derecha con su brazo para evitar que siguiese.

-N-No sigas...este es mi fin...- susurró el ninja

-¿Qué les pasó?- preguntó la médica

-Él...se volvió loco y...salió de su celda...nos empezó a atacar- contestó y luego tosió sangre

-¿Quién lo hizo?- preguntó

-Lo sabrás...cuando lo veas...- contestó antes de respirar por última vez

Sakura lo miró unos segundos cuando un grito la sobresaltó. No era de dolor, parecía provenir del atacante. La peliazul se levantó y se dirigió hacia el origen de dicho grito. Corrió por muchos pasillos que la perdieron, ya que eran iguales. Pasaron algunos minutos y antes de doblar una esquina vio como un ninja salía volando hacia atrás. Avanzó lentamente y vio a un chico colorado, muy alto y con el Sello Maldito activado. La chica se sorprendió y él la miró extrañado.

-¿Tú quién eres?- le preguntó el muchacho

-Soy Sakura Haruno, ¿Cómo te llamas?- contestó

-Me llamo Juugo, pero de todas formas no importa porque te mataré- contestó el colorado y atacó

Al último segundo ella esquivó el ataque que le lanzó su oponente y saltó para contraatacar con una patada dirigida a la cara de Juugo, quien esquivó dicho ataque agarrando su pie. La peli azul seguía en el aire, así que le pegó con su pierna izquierda, aunque el colorado le agarró el pie. Sakura mostró una sonrisa maliciosa que Juugo no entendió por qué la fémina sonrió de esa forma hasta que la misma empezó a hacer posiciones de manos rápidamente.

-Katon: Gokakyu no Jutsu (Estilo de Fuego: Gran Bola de Fuego)- gritó tras hacer las posiciones de manos

Juugo soltó a la fémina y se corrió aunque igualmente sufrió quemaduras, ya que no pudo esquivar el ataque tan fácilmente. Apenas terminó de hacer el jutsu la Haruno se estaba preparando para hacer otro, aunque ella había notado que por momentos Juugo quería atacarla, pero en otros no quería.

-Tengo una pregunta, ¿Por qué parece que quieres atacarme y a la vez no?- preguntó la chica mientras los dos recuperaban aire

-No te responderé la pregunta- respondió volviendo al ataque

Sakura reaccionó rápidamente y empezó a juntar chakra en su mano derecha para luego darle un puñetazo en el estómago, provocando que Juugo se quedase sin aire y que casi cayese al suelo no sin antes recibir un rodillazo en el pecho por parte de la fémina.

-Ahora responde a mi pregunta- dijo fríamente la Haruno

-Yo sufro el trastorno de identidad disociativo, enfermedad que hace que la persona que la sufra tenga dos o más identidades o personalidades en una persona. Yo tengo mi personalidad propia: amante de la naturaleza, buena, incapaz de hacer daño, mi otra identidad es muy contraria a la que dije: asesina, mala, capaz de destruir una aldea entera- contestó Juugo aún tirado en el piso

-¿Hay alguien capaz de detener tus instintos asesinos?- preguntó Sakura con un tono curioso en su voz

-No...que yo sepa- dijo Juugo triste- yo no quiero atacar a nadie, por eso me encierro

-Ven conmigo y yo seré quien evite tus instintos asesinos- Sakura mostró una sonrisa tímida

-¿De verdad...harías eso?- preguntó esperanzado el colorado levantándose hasta quedar de rodillas

-No se pierde nada por intentar- contestó la Haruno encogiéndose de hombros

Juugo se levantó a abrazar a la peli azul, pero ella se lo impidió y negó con la cabeza.

-No tienes que moverte tanto, estás herido- dijo y con un poco de esfuerzo sentó a su nuevo amigo en el piso y luego empezó a curarlo, cuando terminó se curó a si misma

-¿Tienes planeado algo?- preguntó el más alto de los dos

-Primero quiero revisar si los guardias muertos tienen algún pergamino con jutsus o algo interesante, luego ir a la Guarida del Sur a buscar cosas- contestó simplemente la peli azul mientras se dirigía a la entrada

Juugo se levantó y la siguió por los pasadizos de la guarida que parecía un laberinto. Cuando salieron empezaron a correr hacia su destino, solo pararon para descansar o para comer o beber algo.

Algunos días después...

Después de estar tanto tiempo viajando llegaron a la guarida del sur. Se detuvieron frente a la entrada para recuperar el aire, hecho esto se adentraron a aquél lugar desconocido. Mientras recorrían el lugar, a Sakura le dio curiosidad uno de los experimentos de Orochimaru. Se acercó con curiosidad pero sin dejar de estar alerta, no sabía si dicho experimento la atacaría. Sakura se dio cuenta de que era un chico con pelo blanco y dientes de tiburón que nadaba tranquilamente en su tubo lleno de agua hasta la mitad.

-¿Qué miras Sakura-chan?- preguntó curioso su acompañante colorado acercándose a la muchacha

Gracias a la pregunta del colorado el chico de los dientes de tiburón dejó de nadar y los observó atentamente, lentamente se fue acercando hasta quedar frente a frente a la peli azul.

-¿Quieres salir de ahí?- preguntó la Haruno, el dientes de tiburón asintió- aléjate

El chico, dudoso por lo que haría la fémina, le hizo caso y se dirigió al otro lado del tubo. Sakura le dio una patada y el tubo se rompió, el agua salió a montones con el chico incluido. Cuando el agua terminó de salir, Sakura se acercó al chico y le tendió la mano, él la agarró gustoso.

-Yo soy Sakura Haruno y él es Juugo ¿Cómo te llamas?- se presentó la chica

-Suigetsu Hozuki- contestó

-¿Suigatsu?- preguntó la chica

-No, es Suigetsu- contestó

-¿Siugetsu...?- dijo aún más confundida la chica

-Suigetsu- dijo pacientemente el chico

-Te diré Tiburoncín, es más fácil- dijo la chica encogiéndose de hombros

-Dale, lo dejamos así- concordó

Los tres chicos salieron de la guarida mientras hablaban, o mejor dicho Sakura les explicaba a los dos chicos la razón de porque los fue a buscar. También les contó que más adelante les contaría porque se unió a Orochimaru, los dos se unieron a ella para saber dicha historia. Siguieron su camino hasta llegar a la guarida, en la entrada estaban Kabuto y Orochimaru.

-Hasta que llegas Sakura-chan- dijo el Sennin

-Es que estuve ocupada haciendo amigos- contestó la genin mirando a los chicos a su lado- además serán mi equipo cuando vayamos a Konoha, los otros son unos inútiles

-Bien- dijo Orochimaru para luego entrar seguido de su mano derecha

A la chica le pareció extraña su actitud pero decidió ignorarlos, así que llevó a los chicos a sus habitaciones, que quedaban justo a los lados de la habitación de la chica. Sakura se despidió de sus nuevos compañeros de equipo y entró a su habitación para dormir.