Capítulo 2
Capítulo 2
Lynn y Rita seguían hablando sobre Loan en la cama.
Una vez que todos sus hermosos retoños han ido a dormir, ellos todavía seguían charlando sobre qué aproximación podrían usar para encarar los problemas de Loan puesto que la psicóloga ha dicho que poco a poco se le vaya exponiendo a la vida social y no forzarla a ninguna situación que conlleve a que empeore su estado actual.
Básicamente, hay que tener cuidado cuando Lincoln esté cerca.
Los dos están al tanto de los... gustos que tiene Loan, más que nada con Lincoln. De por sí, ya estaban al tanto que es un poco insano que siempre estén juntos. Dudaban si realmente no hacían nada, pero por las dudas era mejor que estén juntos cada tanto... aunque ellos dos no saben que Lupa le importa una mierda eso y siempre que puede, está con Lincoln.
—Sabes que Lincoln querrá ayudar a Loan —dijo Lynn—. Es su naturaleza...
—Lo sé. Lo sabemos todos. Eso es lo que me preocupa —su tono, claramente, demostraba preocupación—. Cuando hablemos con todos, Lincoln será el primero en querer hacer algo para ayudarla. Sé que tiene buenas intenciones, pero lo de Loan...
—Lo sé cariño. No te preocupes. Estoy muy seguro que Lincoln sabrá muy bien lo que hará con Loan... —confiaba en su hijo. Un chico como él, seguramente tendría un buen plan—. Siempre ha ayudado a las demás... me pregunto si realmente es porque quiere o porque le obligan...
—¿De verdad crees que tus hijas querrán obligar a tu hijo, Lynn?
—No lo sé. Tengo 10 hijas, una hermosa esposa. Sigo sin entender a las mujeres a veces —se defendió. Rita iba a decir algo, pero le compró con lo de hermosa. Aparte, hace muy bien en no intentar asumir cómo puede pensar una mujer—. Pero... mañana hablaremos con el resto...
—Es una buena idea...
Ellos se dieron un beso y apagaron la luz junto a la cama, todo para acomodarse mejor y cerrar sus ojos para poder dormir en paz.
Aunque, por dentro se cuestionaban si la actitud y la forma de Loan tiene que ver con ellos, que como tienen que estar siempre a la constante de sus trabajos para una familia numerosa como la suya, han sido negligentes y esperando que entre ellos se puedan cuidar. ¿Son malos padres? ¿Son malos progenitores? ¿Son malos? Preguntas así engloban los pensamientos de cada uno, durmiendo y teniendo algún que otro sueño disque raro.
Al siguiente día...
No fue un día para destacar.
Lo más importante era que en estos momentos, Lynn y Rita llamaron a sus hijas, a excepción de Loan, al comedor. Cada uno de ellos tomó asiento. Lani estaba en brazos de Lincoln, que estaba muy callada y serena. Lulu estaba en brazos de Liena y Lizzy en brazos de Lyra. Estas dos pueden estar sentadas en la silla como si nada, pero para que puedan ver mejor.
—Chicas, Lincoln —buena aclaración. Por las dudas. Lynn tomó la palabra—. Quiero que sepan que lo que está pasando Loan es... algo serio.
—¿Qué tiene? —preguntó Lacy
—Está atravesando varios trastornos y problemas mentales
—¿Qué significa? —Lizzy levantó la mano—. ¿Qué tiene la hermana Loan?
—Eh... —Lynn se rascó la cabeza. ¿Cómo explicarlo para que entienda ella? Justamente ella tiene que preguntar esto—. Pues... digamos que...
—Tiene muchos amigos imaginarios que le dicen hacer cosas malas —dijo Lyra quien estaba en sus brazos. La pequeña se giró para verle—. Todos tenemos amigos imaginarios, pero ella...
—¿Son voces que le dicen hacer cosas malas?
—Sí, algo así
—¡Oh entiendo!
—...
Lyra sonrió a la pequeña Lizzy en lo que miró a su padre para que pueda continuar con su explicación. Era genial tener una hija así. Las demás miraron ahora a su padre, en lo que él agradecía asintiendo también.
—Bueno... verán. La psicóloga nos dijo que la gran mayoría de problemas que tiene Loan son mentales. ¿Se pueden tratar? Sí, se puede. Necesita la ayuda de todos nosotros para que pueda ser la chica que era antes —y miró detenidamente a Lincoln—. Lincoln, sé que querrás ayudar a Loan en este proceso, pero debes estar algo al margen
—¿Eh? —se sorprendió al escuchar esto—. ¿Por qué?
—¿Hace falta que lo diga? —cuando Rita habló, Lincoln dejó de mostrarse sorprendido. Asintió, suspirando en el proceso—. Chicas. Si bien... esperamos que Lincoln trate de no ser mucha ayuda, tengan en cuenta que Loan va a querer estar con él. Sé que no hará nada tonto como para lastimar a Lincoln, pero si llega a pasar algo, debemos apoyarla y ayudarla a que sea la de antes...
—Ni una mierda —soltó Lupa—. Si Loan intenta hacerle algo a Lincoln, la voy a matar
—Te entiendo hija, pero por favor, entiende a Loan...
—¿Cómo la voy a entender? Vive encerrada. Cuando no lo estaba, apenas solía dedicarme tiempo. ¿Y debo mantenerme de brazos cruzados al ver que intenta hacerle algo a Lincoln?
—¿Acaso tienes miedo de que Loan le haga algo antes que a ti? —picaba como una abeja Leia al ver a Lupa—. No te preocupes, nadie le hará nada, hermanita mayor. Todas vamos a ver qué haremos con Loan, pero vamos a cuidar a Link... ¿verdad hermano mayor?
—... ¿sí?
—...
—Esto no tiene nada que ver de cuidarlo o no —se sumó Lyra—. Si bien es algo que hacemos todas, tenemos que asegurarnos de Loan. No porque tenga... problemas... eh, amigos imaginarios malos, no significa que la vamos a matar o algo por el estilo. Es nuestra hermana mayor. Estamos todas seguras que ama a Lincoln... pero es algo que le dice que debe hacerles cosas...
Liby tenía una conjetura.
¿Puede ser que realmente las malas acciones de Loan sea manejado por algo?
Cuando... casi logra hacer algo, la voz de ella... su voz... era diferente. Era... ¿más gruesa? Pero, si es así, entonces Lani la deben de sacrificar. No, a lo mejor sus deseos de querer violar a Lincoln eran enormes... sacudió su cabeza al pensar todo esto.
—¿Entonces? —preguntó Liena—. Es mi compañera de cuarto. ¿Qué debo hacer yo?
—A eso quería llegar —hablaba Rita—. Liena, no te pedimos que hagas todo, pero, poco a poco habla con ella de sus problemas. Se abrirá más contigo que con el resto. Tú la conoces mejor...
Hubo más conversaciones con respecto a este tema.
Loan, sentada en las escaleras, y escondida contra la pared, escuchó todas las cosas que se hablaban. En cierta manera, estaba feliz porque su familia le apoyaría y le ayudaría, pero por otro lado, sus hermanas le odian y piensan que es una asquerosa y peligrosa chica que dañaría a la única persona que pese a lo mierda de ser humano que ha sido, le intenta ayudar.
¿Cómo puede sentirse al saber esto?
—No te preocupes... Lincoln te ayudará cuando nadie vea... y ahí es cuando debes aprovechar...
Podía escuchar esa voz... y otras más.
Esas voces decían más cosas para hacerle a Lincoln... pero de alguna manera lograba calmar esos impulsos... pero sabe de sobra que si seguramente Lincoln se pone frente a ella y están a solas, es muy seguro que le terminará haciendo algo...
—... soy... soy una mierda...
Se abrazó a sí mismo y luego fue a su cuarto para recostarse en la cama y taparse hasta la cabeza para llorar en silencio y pensar que en algún momento en su vida, es la chica buena que todo el mundo ama y adora...
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Nuevo día escolar.
¿Algo interesante? Bueno, más o menos.
Mientras que el mejor amigo de Lincoln es Clyde, de Lupa era Jordan. Ninguno de los dos escogió sus mejores amigos. Fue algo del destino. Lincoln y Clyde son iguales, más o menos. Jordan y Lupa son a veces polos opuestos, pero se toleran bastante y se llevan bien. Los amigos de Lincoln se llevan bien con Lupa. ¿Al revés? Eh, hay días que ella es buena.
—¿Podrás salir después de clases con nosotros? —Rusty preguntaba con una sonrisa y expectante—. Podemos salir con nuestras bicicletas o podemos salir a comer algo. Tú decides Lincoln
—No lo sé. Problemas en casa —negaba—. Tengo que ver...
—... Lupa —Rusty miró a la albina que no le vio con buenos ojos—. ¿Dejas a Lincoln ir con nosotros?
—Oye —miró ofendido Lincoln a Rusty—. ¿Qué es eso? ¿Por qué le pides permiso a ella?
—Shh, Lincoln —le calló Lupa—. Rusty por fin hizo algo inteligente —le calmaba. Lincoln no le gusta para nada. Se cruzó de brazos y negaba una y otra vez—. La respuesta es... ¿qué harán?
—No haremos nada malo —dijo Liam, un chico del campo—. Es jugar un rato. Te lo vamos a devolver sano y salvo. Jordan irá con nosotros —señaló a ella quien solo sonreía ante esto—. Ella lo va a vigilar... ah, y otras chicas
—¿Otras chicas? —alzó una ceja.
—Sep. Stella y Christina —diría el muchacho sin preocupación alguna. De hecho, lo decía sonriente—. Las debes conocer ¿no?
—... —y miró a su querido gemelo—. Dime que no has sido tú que les has invitado...
—Puedo jurar que no
—Lincoln... —los celos de hermana... estaba presente—. ¿Has sido tú?
—Yo las invité —levantó la mano Rusty.
—...
—¿Lupa? —Jordan le tocaba el hombro. Podía ver algo muy feo de ella. Si le tiras un huevo, seguramente se cocinaría—. ¿Qué tienes contra ella? ¿Todavía... estás molesta?
—Ambas son unas perras. Lincoln, te prohíbo totalmente que te juntes con ellas. Reconozco a una perra cuando la veo. Ambas han hablado mal de ti. Stella puede ser tolerable a veces, pero, Christina... ¿Christina? No, para nada.
—Eres dramática —negaba Lincoln.
—¿Dramática? Solo quiero cuidarte, Link... no quiero que te suceda nada malo...
—¿Y tú crees que soy tonto? —el silencio de ella, el silencio de Rusty, de Clyde, de Liam, de Zach que estaba callado en todo momento, de Jordan, de una chica más, Cookie, que estaba callada y sin decir nada, le miraron y evitaron sus miradas. Este se molestó—. Oigan... ¿de verdad soy tonto? —no le respondieron a esto. Suspiró—. A veces los detesto...
—Y nosotros te queremos —salvo Lupa, todos respondieron esto.
—... —miró a su gemela. Rodeó con sus ojos—. Está bien... no iré. ¿Mejor?
—No, ¿sabes? Iré contigo —soltó—. Quiero ver si esa desgraciada de pelo rojo no piensa hacer alguna tontería contigo... —y miró a Rusty—. ¿Dónde entonces?
—Lincoln iba a...
—Sé, vayamos a comer algo. Listo.
Lupa decidió por todos.
La albina ahora acompañará a Lincoln. ¿Razón? Justamente, para ver cómo actúa esa perra de pelos rojos y ver si su gemelo no hace nada tonto... porque de hacerlo... lo va a matar ella...
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Libu y Lacy salían de la secundaria en estos momentos, ambas apuntando a volver a casa.
—¿Qué onda tu día?
—¡Muy bien! —dijo Lacy—. Creo que hice una nueva amiga... aunque ella no parece que le agrade tanto —diría luego cabizbaja. Pero, con eso, tomó una fuerte determinación—. Seguro que, si insisto, seremos muy buenas amigas...
—¿Vas a forzarla?
—No, para nada... es como Lupa...
—Si es como ella, entonces no creo que deban ser amigos... Lupa es nuestra hermana, no tenemos otra opción... pero si tienes que elegir a tus amigos...
—Oh, no, no, de hecho, es buena persona —señaló entonces a un grupo de chicos con vestimentas oscuras. Señaló justamente a la chica que destacaba entre ellos. Flequillo negro... y bueno, Liby no sabe si estaba señalando a alguien o a esa chica que tiene senos grandes—. Es esa de allí...
—...
—¿Qué pasa?
—¿A quién señalas?
—La que tiene dos cabezas de pechos colgando —Liby suspiró—. Va a mi clase
—... ¿tiene 13 años? —Lacy asentía muy felizmente, como si nada. ¿De verdad tiene 13 años? Diablos. ¿Cómo puede ser eso posible?—. ... ¿esa es tu nueva amiga?
—¡Sip! —la chica en cuestión miró en dirección a ellas dos mientras caminaban. La misma apartó la mirada rápidamente—. ¡Hola Maggie! —dijo casi gritando como si nada. Lacy tenía ese don de poder ser amigos, pero digamos que esta chica llamada Maggie no parecía querer ser su amiga. Ella luego se encogió de hombros—. Huh... parece que no me vió...
—Creo que te vio, todos de hechos —diría Liby—. ¿Y si eres... menos Lacy con ella? Se ve que es... no, no es como Lupa. Debe ser emo.
—¿Emo? —preguntó—. Tipo... ¿depresiva y esas cosas?
—Algo así. Tienen una vista del mundo negativo, y más que nada con ellos mismos. Como Lupa a veces, pero Lupa simplemente le da igual todo,.
—Entonces es mi trabajo demostrarle que la vida es maravillosa —se inflaba su pecho, con orgullo—. Creo que tengo una meta en esta vida: ser amiga de Maggie —y con eso, la misma se fue corriendo a moles... digo, hablar con Maggie—. ¡Nos vemos en casa!
—¡Espera!
Liby no pudo detener a su hermana.
Vio cómo la misma se integró al grupo de esa chica Maggie. Mientras que ella mostraba rechazo, los demás... ¿la aceptaban? Siempre que sucede algo así, ella no puede evitar sentirse extremadamente confundida. Tenía una especie de don para hacer muchos amigos, independientemente de sus formas de pensar.
Debería un día hacer una investigación de esto...
Residencia Loud, más tarde...
Imagina que tienes un momento de paz con tu mujer.
Imagina que puedes sentarte con una paz total con ella, mirar la televisión, pasar el rato, estar felices por un rato cuando tu familia, tus hijos, no están o la gran mayoría están haciendo sus respectivas cosas.
—...
—¡Ya te dije Lupa! ¡Ella y yo no somos nada! ¡¿Por qué te tienes que poner de esa manera?!
—"Ella y yo no somos nada" pero bien que jamás le dijiste algo cuando te abrazaba y acariciaba ¿verdad?
—... Lupa, ¿qué diablos te sucede?
—¡No me sucede nada!
Lynn y Rita estaban teniendo ese momento de calidez hasta que vieron cómo la puerta de la casa se abría con fuerza y por una patada. Seguido de eso, era Lupa muy molesta y enojada y un Lincoln siguiéndole por detrás tratando de explicar... lo que fuese que ha pasado.
—¿Lincoln? —el albino se detuvo. Lupa siguió de largo—. ¿Qué pasó?
—Ugh... —nervioso, se rascaba la cabeza—. Puede... que Lupa haya visto cómo una chica me abrazó... y me dio un par de besos... —confesó a su padre.
—... ¿en serio?
—¡Lynn! —Rita le dio un leve golpe en el hombro. Se notaba enormemente el orgullo en esa pregunta que hacía. Típico de hombres—. Linky, cariño, ¿qué pasó exactamente?
—Lupa decidió acompañarme a una tarde con mis amigos. Sus amigos también fueron... pero también fueron unas chicas que a ella no le agradaban... —contaba—. Y digamos que una de esas chicas... bueno, abrazos y unos besos... ella lo vio al parecer... y no le gustó para nada...
—OH... bueno cariño. La verdad que esto que acaban de hacer es algo que no queremos ver de ustedes. Están MUY unidos. Pero, debes de alguna manera entender que seguramente creyó que esa chica quería robar a su hermano...
—¿Las demás podrían reaccionar como Lupa, entonces?
—No, Lupa es así porque heredó los genes de tu madre —al decir esto, Lynn no era consiente que hoy dormiría en el sofá—. Pero, si algo entiendo, y es nada, de las mujeres, es pensar que su gemelo se dejó besar por una chica que odia y que, bueno, solamente lo hace para molestarla
—... es... es cierto —bueno, algo entiende Lynn de mujeres. Algo—. A lo que vamos Lincoln, sé considerado con ella ¿sí? Ya... sabes cómo se pone...
—... —suspiró—. Lo sé... estaré en mi cuarto...
Lincoln se fue directo a su cuarto, agotado mentalmente de tener que lidiar con su gemela.
—Lupa estaba celosa... huh, ¿quién lo diría?
—Todavía queda responder una pregunta: ¿cómo es eso que Lupa sacó mis genes?
—Oh, eh, haha... bueno cariño... ya sabes... es algo intensa con este tipo de cosas. Además, quiere mucho a Lincoln ¿no? Hahaha...
—Sigue sin responder mi pregunta...
—...
—...
—¿Sofá?
—Sofá
A veces debe ver las cosas que dice.
— — — — — — — — — —
Y allí estaban, una hermosa noche en el cuarto de las dos mayores de la casa.
¿Es algo bueno esto?
Liena ha tenido que compartir cuarto con ella. Desde que estuvo perfecta hasta que lentamente comenzó a cambiar al punto de volverse... bueno, Loan. Si hacemos un cargo de culpa, Liena siente que es la que más falló en darse cuenta de todo esto.
¿Cómo no se dio cuenta?
Si bien todos tienen culpa, en cierta manera, ella cree que tiene mayormente la culpa. ¿Cómo no darte cuenta que con la persona que vives compartiendo cuarto cambió?
—¿Lona?
—... —la misma se sobresaltó. Lentamente se giró, quitándose las sábanas de encima en lo que miró a su hermana menor—. ¿S-sí?
—Oye... —se rascaba la cabeza. Ella con su pijama, Loan durmiendo en ropa interior, una linda imagen—. Loan... ¿cómo te sientes?
—¿Yo?
—Sí, tú. No creo que haya nadie más...
—Hehe... s-sí, q-qué tonta puedo ser a veces —podía sentir esa voz a su lado que decía cosas. Hizo fuerza para evitar escuchar esa voz—. P-pero... e-estoy...
—No estás bien —ni la dejó acabar. Las muecas que esta hizo... ¿era verdad lo de sus amigos imaginarios que le dio Lyra de ejemplo a Lizzy?—. Estás mal... muy mal —Loan bajó su mirada—. ¿Qué necesitas? Hermana, estoy para ti... no quiero... no quiero verte más de esta manera...
—Yo... quiero... quiero ser la de antes...
—Pero, ¿cómo? ¿Cómo podemos ayudarte si no te dejas ayudar?
—... tengo miedo...
—¿Miedo?
—Tengo miedo... que ustedes... sufran por mi culpa... todos están... preocupados por mí... y siquiera vale la pena... —se abrazó a sí misma—. ¿No... sería mejor dejarme sola... y que me muera? —sus ojos, abiertos en par en par, miraron a Liena. Era la mirada de una chica que tal parece que puede estar algo loca—. ¿No sería mejor olvidarse de mí? ¿No sería mejor que yo no exista...?
Loan siguió con preguntas que no haría una persona cuerda.
No, Loan ya estaba más del lado de la locura que de otra cosa.
Por ende, Liena se levantó de su cama para ir a la de su hermana. No importó nada, ni la suciedad, nada. Ella solamente se sentó junto a Loan y la abrazó fuertemente. Ella merecía un abrazo, uno fuerte, uno que demuestre que más allá de los problemas que pueda tener, necesita a alguien a su lado. Jamás la abandonará.
Loan, quien de un momento a otro se calló, no hizo nada cuando recibió este abrazo.
Lentamente iba correspondiendo a la par que comenzaba a llorar, incapaz de contener las lágrimas, incapaz de aguantarse las ganas de llorar.
Ese abrazo... no será Lincoln, pero viene de Liena, su mayor confidente y su mejor amiga, su mejor hermana mejor, una chica perfecta a sus ojos. Enterró su cara en los pechos de ella en lo que su llanto ya no era tristeza, era un llanto desgarrador.
—Tranquila Loan... —calmó Liena. También quería llorar—. Yo estoy para ti... todos en la casa lo estamos...
—¡Quiero... quiero ser la de antes!
—Y lo serás... verás que con nuestra ayuda, serás la hermosa Loan Loud que todo el mundo amaba...
Fue cuestión de minutos para que Loan se duerma tras llorar fuertemente en Liena. La misma, hablando de Liena, la recostó en su cama y la arropaba bien. Se quedó sentada a su lado, acariciando su rostro. Nada mejor que llorar y dormir.
Liena sintió el sonido de la puerta de su cuarto. Eran Lyra y Liby.
—...
—¿Está bien? —preguntó Lyra.
—Escuchamos... un llanto —diría Liby—. Supusimos que era Loan... ¿cómo...?
—Chicas... no está bien —Liena seguía acariciando a Loan—. Creo que tendremos que hacer un gran trabajo con ella... —las dos compañeras de cuarto, Lyra y Liby, intercambiaron miradas y asintieron—. No sé qué planes tienen el resto, pero debemos más o menos coordinar qué hacer con ella...
—Mañana lo hablaremos —Lyra luego miró a Loan—. ¿No quieres...?
—De momento, déjame que me encargue de ella —replicó—. Pero... gracias...
Las tres hermanas veían entonces a una Loan que poco a poco, pasó de sentirse mal a dormir cálidamente.
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