⚜♠️⚜CAPITULO III⚜♠️⚜

—Vamos... ¡Vamos! Se que puedo hacerlo —Dylan jugaba con su celular un juego en equipo de cinco contra cinco que le gustaba bastante, pero siempre termina frustrado tras cada partida independiente del resultado.

—Llevas dos horas jugando lo mismo y ni subes de rango. Solo estás desperdiciando tiempo, Dylan —El Zoroark de Hisui estaba recostado en la cama observando como su dueño desperdicia su dia.

—Tú no digas nada. ¡No sabes lo difícil que es carrear a cuatro pendejos tu solo! —Exclama, metiéndose cada vez más en el celular.

—Oye, te vas a joder la vista.

—Hisui, más que mi subconsciente suenas más a mi madre. Déjame jugar en paz.

—Mejor haz otra cosa que desperdiciar tu dia perdiendo partidas en ese juego.
Frustrado, Dylan deja el celular en la mesa con una pantalla en color roja y un gran cartel que decía "Derrota". El Umbreon se alejó de Hisui y fue hasta la puerta de su habitación.

—Por esta vez tomaré tu consejo, solo por que ya me fastidió el juego.

—Tómalo como quieras. Solo has otra cosa que no sea solo estar encerrado. Me aburro de estar en estas cuatro paredes todo el tiempo.

—Entonces solo vete de aquí. A cierto, no puedes.

—Vaya, que maduro de tu parte, Dylan.

—Ya bueno, iré a ver que está haciendo Nathan.

—¿Escuché mi nombre?

—¿Qué mierda contigo? —Detrás de la puerta principal escuchó la voz del Wooloo que esperaba a que le abrieran.

—¿Qué haces ahora? —Dylan abre la puerta y se apoya en el marco de la puerta.

—Es domingo, no hay nada que hacer en mi casa. Así que vine a la tuya.

—Aquí tampoco hay que hacer, Nathan.

—Lo sé, pero al menos podemos hablar de cualquier estupidez. Y hablando de cosas. ¿Qué tal los nuevos vecinos?

—Mm, nada interesante realmente. Son solo una familia de Absol y una Glaceon.

—¿Como qué Glaceon?

—Es hija adoptiva de los Absol. Se llama Cristal.

—Oooh, ¡tienes a alguien de tu especie como vecina! ¡Qué suerte! —Exclamó el Wooloo con los ojos brillantes. —finalmente podrás conocer a una chica.

—Oye, oye. ¿Que crees que dices, idiota? Tampoco es como que tu conocieras a muchas chicas también.

Mientras estos dos hablaban no se fijaron que alguien se acercaba lentamente por detrás del Wooloo hasta que brinca y atrapa a la oveja quién grita y termina dando vueltas por el suelo con su atacante aferrándose a su lana. Dylan se aparta de la puerta y solo mira como su amigo entra entre vuelcos con la Absol abrazandolo hasta que terminan por entrar en la casa del Umbreon.

—¡Oigan! ¿¡Quién les dio permiso a ustedes de entrar!? —Dice Dylan mientras observa como su amigo es sometido contra el suelo.

—¿¡Qué es esto!? —Grita Nathan cuando finalmente deja de rodar y mira su espalda observando a la tipo Siniestro que se aferraba a su lana. —¿¡Qué haces!? ¿¡Quién eres!?

—¡Eres tan suave! —Luxia, que no pudo evitar abrazar al esponjoso Wooloo se aferraba cada vez más a la lana de Nathan sin dejarlo ir.

Dylan, aunque no le gustó que entraran a su casa no pudo evitar sentir un poco de gracia, escondiendo su risa con su pata, entró a su casa dejando la puerta abierta para ponerse enfrente de su vecina.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunta a la siniestra.

—Mm, ¡Vine para pedirte un favor! pero... se me olvidó.

Dylan se extraña por la respuesta de su vecina pero prefirió no seguir con el ruedo. Se acercó a su amigo y hablo:
—Nathan, te presentó a Luxia, una de mis nuevas vecinas.

—¡Quitala de encima! ¡Me está aplastando! —Gritó Nathan mientras trataba de zafarse de la Absol con desesperación.

—Je, Luxia. ¿puedes dejarlo en paz? Lo vas a asfixiar.

—No —Dice la Absol frotando su cabeza con en la suave lana del Wooloo. —¡Es muy suave y lindo!

—Bueno, lo intenté. Buena suerte, amigo —Dylan da media vuelta y va a la cocina dejando a su amigo en el suelo.

—¡Dylan, no te atrevas a dejarme aquí! ¡Dylan!

Las suplicas pasaron en vano por los oídos del Umbreon que regreso al poco tiempo con un emparedado a medio comer y una taza con café. Nathan ya había aceptado la derrota y solo se quedó quieto mientras la Absol lo usaba a él como una almohada.

—Je, parece que estás cómodo —Dice Dylan entre bromas.

—Ella me supera por el doble de tamaño y peso. Ya ni para que lo intento —Respondio el Wooloo dejándose llevar por el momento. —Además, nunca antes había sentido este tipo de afecto de una hembra...

—¿No? ¡Pero eres muy suave! —Interviene la Absol alzando su cabeza.

Nathan pasa a verla.
—Es qué... soy alguien no muy popular...

—Oh, pero me da igual. Eres muy esponjoso jsjs.

—Mm... me alegra eso. ¿Pero creés que puedas dejarme ya? Me está dando un calambre por estar en el piso con tu peso encima.

—Bhuuu, aun quiero estar así, eres muy cómodo.

—Mm... al menos déjame estirarme un poco... me estoy cansando de estar en el suelo por tanto tiempo.

—Js, esta bien —Luxia se separa del Wooloo y este se levanta rápidamente y retrocede de la Absol.

—Oye, no te voy a hacer nada malo jsjs —La Absol se ríe y da un pasó más hacía la oveja.

—Si van a hacer algo ustedes dos será mejor que lo hagan en otra parte. No quiero mamadas en mi casa —Dylan interrumpe mostrando su presencia en la sala. —Luxia, ¿ya sabes para que has venido o aún no te acuerdas?

—Dejame ver... —Se siente en el suelo y se dedica a pensar por unos segundos. Mientras tanto Nathan se pone al lado de su amigo manteniendo una pequeña distancia entre la hembra que lo dobla de tamaño. —¡Oh! Ya me acordé. ¡Iba a preguntarte si mañana lunes hay inscripciones en tu universidad!

—¿Van a estudiar? ¿Cuántos años tienen ustedes? —Pregunta Dylan moviendo su cabeza a un lado.

—¡Yo tengo 20, y mi hermana 19!

—Entiendo... entonces tu estudias un año menos que yo, y Cristal dos años menos. Son algo menores ustedes dos. En fin, si, siempre hay inscripciones y además de éso, apenas llevamos dos semanas de clases, no ha pasado mucho.

—Que bueno, eso significa que no nos atraseremos mucho mi hermana y yo.
Nathan curioso da un par de pasos al frente y mira a la Absol que se fija en él con una sonrisa.

—¿Entonces existe una probabilidad de que estudies conmigo. También tengo tú edad.

—¿De verdad? ¡Eso sería genial! —Exclama la Absol saltando nuevamente al Wooloo que aunque se percató con anticipación del movimiento de la hembra este solo se queda quieto y recibe el embiste de la hembra.
—No te movistes...

—Sé que no tendría escapé contigo. Mejor dejo que todo pase y ya —Responde el Wooloo resignado por su situación.
La Absol se aparta algo apenada haciéndose a un lado e inclinando levemente su cabeza.

—P-perdon por ser fastidió...

—¿Cómo? —Nathan sorprendido se levanta del suelo extrañado por la repentina disculpa de la hembra. —¿Te disculpas?

—S-si... por como lo dijiste... te estoy molestando... perdón.

—...

—Esto se puso extraño —Dijo Dylan sin entender bien la situación.

—No te disculpes por eso he... no es un fastidio, solo que no estoy acostumbrado a tanto afecto hehe... —Nathan intenta calmar la situación con la Absol, pero él nota una mirada de tristeza en ella. Provocando en él un sentimiento familiar y no deseado.
—No te pongas así, si te hace sentir mejor me dejaré abrazar por ti cuanto tu quieras pero no estés así...

—¿De... De v-verdad? —Se iluminan los ojos de la Absol mostrando una gran sonrisa de alegría para luego cerrar sus ojos en señal de agradecimiento.

—No sé que decirte, Nathan. Gracias —Dice envolviendo entre sus patas al Wooloo.

—No hay problema, solo no estés triste —Dice el Wooloo dejándose abrazar por la Absol.

—Jsjs, eres muy lindo.

Luxia continuó con su juego de abrazar y acariciar al Wooloo como si fueran grandes amigos. Las risas de ambos resonaban en la sala de la casa del Umbreon, incluso algunas risotadas se podían percibir desde el piso de arriba.
Dylan incomodó y fastidiado por la escena tan cariñosa de su mejor amigo y vecina sintió la necesidad de irse. Dejando su taza sobre una mesa y rodando sus ojos a un fue hasta su habitación, saco unos audífonos inalámbricos y cerró su habitación con llave para luego dirigirse a donde estaba su mejor amigo.

—Ten, cuando se vayan cierra bien la puerta —El Umbreon le entrega una copia de la llave de su casa al Wooloo y sin decir nada sale de su hogar.

La Absol se detiene y muestra clara confusión.
—¿Qué te dio?

—Las llaves de la puerta principal de su casa y del sótano —Responde la oveja mostrando un pequeño llavero con dos llaves.

—¿Él te deja las llaves de su casa?

—Tenemos mucha confianza. Soy como su hermano de otra madre —Nathan guarda las llaves en su lana.

—Son muy cercanos, ¿cuántos amigos tiene Dylan?

—Uy, pues... no muchos la verdad. No se relaciona con casi nadie y no sale a conocer gente. Es muy... independiente de eso.

—Hu... eso no suena bien...

—Mhe, es lo que el quiere.

—Mm... oye, ¿Cómo se ve un Wooloo sin lana? —Pregunta mostrando una mirada siniestra y divertida, mostrando sus garras al Wooloo. —Jsjs.

—¿¡He!?

[...]

El Umbreon caminaba lentamente por las aceras manteniendo su mirada en el suelo escuchando la letras de sus canciones con dedicación mientras imaginaba escenario en su cabeza involuntariamente manteniéndose distraído de todo lo que ocurrió a su alrededor.

En su mente mantiene una escena específica, una llama que danzanba al compás de la delicada brisa. Sin embargo, la brisa cambio de forma drástica a una ventisca que arrastra la llama a una fina tela blanca que no consigue la piedad del fuego, sucumbe ante la inflamación y el calor provocando una crecida llama.

Las llamas avanzan entre el aire tragándose todo lo que encuentra hasta llegar a las hojas de un árbol y extenderse por toda una arboleda, luego, sin misericordia alguna alcanza a un Eevee...

Dylan sacude su cabeza con desesperó y abandona todo pensamiento en su cerebro. Se detiene y mira a su lado con remordimiento, el Zoroark Hisui se encuentra de pie, quieto y expectante con su mirada baja.

—¿P-por qué me sigues mostrándo esto? —Tartamudea el Umbreon mientra su mirada decae en la tristeza. —¿No estás cansado de recordarme esto?

—No soy yo quien te hace recordar eso...

Dylan regresa su mirada al frente e ignora el comentario de su subconsciente. Dando un paso a adelante pero impacta con el pecho de un Pokémon que iba caminando por el frente. Levanta la mirada y se topa con un Lucario; usaba una chaqueta negra con franjas azules en las mangas y una cadena plateada alrededor de su cuello. Dylan notó que una de las mangas estaba vacía, dándole a saber que el Lucario escarece de uno de sus brazos.

—Ten más cuidado, niño —El Lucario mira con seriedad a Dylan.

—No me digas así, mocho —Ataca Dylan sin mostrar intimidación por el Tipo Lucha/Acero.

El Lucario molesto no duda en tomar al siniestro del cuello y levantarlo ejerciendo presión en su garganta.
—Maldita escoria repugnante —Carga con su puño un Golpe Roca listo para atacar al Umbreon pero es detenido por una voz detrás de él.

—No lo dañes, Ciro. Él no ha hecho nada que merezca un golpe de tu parte.

Lucario suelta al Umbreon y lo deja caer al suelo. Dylan se levanta tambaleándose y tosiendo, recuperándose del agarre de su atacante.

—Coff coff... Tks... —Dylan terminó por levantarse y mirar a quien había intervenido. Era un Thievul de aspecto elegante y algo soberbio. —¿Quienes son?

—¿No lo conoces? Tan patética tiene que ser tu vida como para no estar al tanto de los gobernantes de esta región, niño —Responde el Lucario de mala gana.

—Tks. Como si me importaran esos jodidos desgraciados.

—¡Ahora si que te ganaste un buen golpe! —El Lucario arremete con su puño al estómago del Umbreon haciendo que caiga a unos metros atrás.

Los Pokémon del alrededor se espantan, alejandose de ellos y murmurando por lo que está sucediendo pero al notar al Thievul se callan, pero se alejan con cuidado. Esto hace que el Umbreon sienta algo de miedo.

—M-maldicion... —Intenta levantarse pero todo el aire de sus pulmones escaparon por el golpe y no consigue sacar fuerzas para levantarse.

—Ciro, ya asustastes a todos... ahora vendrán reporteros a molestar —Dice el Thievul observando a su alrededor notando que todo quedó desierto.

—Lo siento señor, pero él se lo busco.

—Solo son palabras, Ciro. Nada más. Bueno, dale una posición al Umbreon y vámonos.

—Cómo usted ordene, mi señor —Saca una poción y se acerca al Umbreon. —Bebela.

—No... recibiré nada de ti, maldito mocho de mierda... —Afirmar Dylan negándose a ser ayudado.

El Lucario entre cierra sus ojos con seriedad, y de un movimiento rápido toma del cuello al Umbreon y lo arremete contra el suelo poniéndolo boca arriba. Dylan intenta defenderse pero no consigue recuperar su postura por culpa del agarre del Lucario, aún así forcejea retorciéndose en el suelo buscando como liberarse.

El Lucario ejerce más precisión en el cuello del Umbreon haciendo que este abra su boca para intentar conseguir aire y es entonces que el Lucha/Acero aprovecha para soltar el líquido del envase sanador por la mandíbula del siniestro quien sin poder hacer nada es obligando a tragar el contenido de la pócima.

—No te vuelvas a meter conmigo, niño. No sabes para nada con quién te estás enfrentando. Si una vez más me tratas con falta de respeto te pateare las bolas tantas veces hasta que termines en silla de ruedas. ¿Entiendes, mugre?

Dylan termina por beber toda la pócima, para luego mirar al Lucario con una mirada fulminante.

—S-solo eres un desgraciado p-perro... —La presión en su cuello no lo dejaba hablar bien, pero sus palabras se escuchaban claro.

—Oh, así que eres masoquista. Por mi bien, puedo usar tu cuerpo como mi saco boxeo sin problemas.

—Ciro, vámonos. Estamos perdiendo tiempo y sabes que mi tiempo vale más que el de este Umbreon.

—Jum, como usted diga —El Lucario suelta una vez más al Umbreon, y va con el Thievul. —Esperó no toparme contigo nuevamente. Estoy cansado de marcharme las manos con gente como tú.
Al final tanto el Lucario como el Thievul se van sin mirar atrás, abandonando al Umbreon que después de unos minutos se recuperó gracias a los efectos de la pócima. Se levantó molesto, frustrado de haber sido tratado como una broma, sentía una presión en su cuerpo que deseaba salir tan desesperadamente de él. Pero Dylan cerró sus ojos se contuvo ejerciendo presión en sus patas y unas lágrimas se escapan de sus ojos.

—No deberías contener así tú ira, solo te estás dañando más... —El Zoroark de Hisui pone su pata en el hombro del Umbreon quien, pesé a no sentirla sabe que está ahí.
Dylan no responde, solo guarda silencio intentando contener todo lo que sentía, esperando a que desapareciera como hacia normalmente, pero esta vez fue mucho más difícil. Por algún motivo, sintió que de verdad algo estaba tocando su hombro y una voz a su oído le habló con dulzura.

—¿Te encuentras bien?

Voltea a mirar su espalda rápidamente hasta encontrar con su mirada un listón rosa y blanco apoyado en su hombro, siguió el listón con sus ojos hasta llegar a un hermoso rostro pálido con rosa y un moño en su oreja.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top