Prólogo

ADVERTENCIA:

Si bien el fanfic es principalmente TodoDeku, habrá atisbos de otras ships que involucren a Deku (como IzuOcha, KiriDeku, ShinDeku, KatsuDeku, entre otras), como se ve en este mismo prólogo y a lo largo del fic. Espero eso no sea un inconveniente c:

—Deku, no puedo dejar que vayas solo —dijo solemne su compañero—. Es muy peligroso.

—¡Tengo que hacerlo! ¡Debo salvar a Eri! Si no lo hago...

Deku quedó mudo. Tragó saliva de los nervios, imaginando todos los escenarios horribles en que el mundo entero colapsaba por culpa de su error.

Pero se puso firme. Él era un héroe. Saldría victorioso, igual que All Might en todas aquellas misiones en las que luchaba contra villanos.

Deku sería el héroe del día. Y no solo eso, si no que volvería para la noche justo a los brazos de...

Borrar. Borrar. Borrar.

Izuku tecleaba furiosamente, para luego borrarlo con mucha más pasión y frustración. Cuando la hoja nueva del Word quedó en blanco otra vez, terminó soltando un suspiro de cansancio.

Odiaba los bloqueos. No porque no pudiese escribir, si no porque todo lo que salía de sus dedos era, bueno... un asco. Y eso lo frustraba como nadie podía entender.

O al menos Ochaco e Iida no lo entendían —las únicas personas de su círculo que sabían la verdad. Y por verdad, Izuku se refería a ser escritor de fanfiction.

Sí, fanfiction. Esas historias llenas de fantasías y fetiches donde los fanáticos del mundo entero volcaban sus deseos a través de personajes que tanto amaban —y que los obsesionaban.

Midoriya había escrito mucho fanfiction en su adolescencia; más del que debería considerarse como sano. No le molestaba escribir sobre manga, animé o películas de superhéroes; yaoi, yuri o hetero. No era su culpa que los personajes fuesen tan shippeables.

Él escribía en muchas plataformas. Tumblr, Wattpad... y tenía éxito, ¿para qué iba a mentir? Cada día llegaba al menos una veintena de seguidores nuevos y una ola de votos en los diversos fanfics que él subía.

Pero no había sido hasta hacía relativamente poco —un mes, para ser exacto— que decidió dar un paso más allá en su carrera como escritor amateur.

Y decidió publicar aquella historia original que tenía juntando polvo en sus archivos desde hacía años. Sí, esa historia donde él era un superhéroe que salvaba a todos —se había auto-insertado en su personaje, Deku— y que, ejem... tenía muchos intereses amorosos.

Las mejillas se le teñían de rojo de solo pensarlo.

Se tronó los dedos, el cuello y las articulaciones, ya que los tenía totalmente entumecidos de estar por horas en la misma posición. Además le dolía el trasero. Y su estómago rugía.

Decidió darse un descanso de la escritura; de todas formas no iba a avanzar nada con ese bloqueo. Y tampoco era grave, ya que tenía bastantes capítulos avanzados y en su plataforma no había publicado más que el prólogo —todavía le dolía ver los tristes diez votos que tuvo, al lado de los cientos y cientos que obtenían los fanfics.

Ya llevaba casi tres horas allí en el Starbucks y no había tomado más que un café apenas llegó. Volvió a estirar sus brazos para así levantarse de la mesa e ir a encargar algún bocadillo antes de regresar a su hogar.

Las piernas le temblaban al ver quien estaba de cajero en ese momento. Su corazón latió un poquito más rápido.

—¡Hola, Midoriya! Hasta que te acercas a saludar —dijo el muchacho con una sonrisa afilada.

Izuku no tenía que leer el gafete para saber cómo se llama: Eijiro Kirishima.

Kirishima era algo así como uno de los muchachos populares, de esos que los chicos soñaban con llamarle bro o que las chicas lo anhelaban para acariciar sus abdominales bien marcados gracias al deporte. Era tan radiante, amable y simpático, que inevitablemente más de uno terminaba teniendo un pequeño crush en él.

Midoriya mismo era culpable de caer en ello. Aunque ya lo había superado. Como, 100% superado. Le gritó eso a su acelerado corazón cuando Kirishima le volvió a sonreír.

—Hola, Kiri —saludó Izuku con nerviosismo—. Lo siento, no me di cuenta que llegaste.

—Bueno, mi turno empieza a las seis —Otra sonrisa robacorazones— ¿Qué tanto hacías en ese ordenador, eh...?

—¡La tarea! —respondió apresurado, con las orejas sonrojadas. Kirishima lo miró horrorizado.

—¡Oh dios! ¡¿Teníamos tarea?! —le preguntó— ¡Aizawa me reprobará si vuelvo a aparecer sin la tarea! ¡Se la pediré a Denki...!

Izuku quería decirle que Denki Kaminari, de los peores de la clase, probablemente no tendría ni idea acerca de alguna tarea. Se sintió también culpable, pero ya no había vuelta atrás. Y ciertamente no podía explicarle lo que de verdad había estado haciendo.

—Descuida, te pasaré mañana los apuntes —trató de calmarlo. Solo esperaba que Kirishima lo olvidase y no descubriera que no había ninguna tarea.

—Midoriya, eres el mejor. Déjame que te regalo una bebida.

Y ahí estaba otra vez su corazón saltándose un latido.

Pero no era culpa de Kirishima o de su extrema simpatía. Claro que no. Midoriya era muy enamoradizo, y había perdido la cuenta de la cantidad de amores platónicos que tuvo a lo largo de la escuela.

Volvió a decirse —mentirse— que lo estaba superando. Por supuesto que lo hacía.

Kirishima le regaló un Caramel Macchiato con mucha crema batida y un rol de canela. Izuku se lo agradeció torpemente, zumbando hacia su mesa para que su pobre corazón no fuese víctima de aquella sonrisa otra vez.

Sin embargo otra cosa detuvo su corazón en ese mismo instante.

La bebida se le cayó de las manos en cuanto se dio cuenta, buscando frenético entre su mochila, la silla y el desorden de las mesas.

Su laptop había desaparecido. Con el cargador incluido.

Midoriya empezó a llorar.

Kirishima realizó todo un operativo policial en cuanto descubrió que habían usurpado las pertenencias de Izuku pero no obtuvo ningún éxito. Revisaron a cada cliente que estaba presente más nadie tenía la dichosa laptop.

Y, curiosamente, nadie había visto nada tampoco. Midoriya se tragó el nudo en la garganta y las ganas de llorar otra vez.

—Hablaremos con mi jefe —dijo Kirishima, tratando de consolarlo—. El local debe hacerse responsable por el daño causado...

—No es por el dinero —lo cortó Izuku, hipando otra vez.

Solo un poco lo era. Sí, la había comprado con parte de los ahorros de sus últimos tres cumpleaños y su trabajo a medio tiempo con el anciano Gran Torino pero ese no era el problema.

Su corazón se cerró en un puño cuando pensó en todas sus historias. Todas sus benditas historias, desde que había aprendido a armar una oración. Era el trabajo de toda una vida —y recopilado con mucho cuidado de todos los ordenadores que alguna vez usó— y ahora...

Estaba perdido. Ido para siempre. Izuku volvió a llorar.

Cabizbajo, se despidió de Kirishima y regresó a su casa. No tenía ganas de absolutamente nada, más que echarse a dormir y despertar la mañana siguiente del lunes para ir a clases. Aunque ni siquiera podría decir que quería hacer eso.

Por suerte su madre estaba en la cocina cuando llegó, así no tuvo que explicar sus ojos hinchados. No tenía ganas en ese momento. Y en parte porque no podía asimilar que su preciado ordenador con sus hermosas historias había desaparecido.

—Al menos no me han robado el móvil —suspiró desganado luego de tirarse a la cama.

Pensó en llamar a Ochaco y descargarse, pero la muchacha seguro estaría ocupada o algo. No quería tener que molestarla todos los días, con llanto incluido.

Intentó dormirse un poco hasta que la cena estuviese lista, pero no podía conciliar el sueño por más de diez minutos seguidos. Así de grande era el malestar que sentía.

Tenía que hablar con algún genio en informática. Tal vez Denki Kaminari o Jirou Kyoka. Incluso si eso significaba revelar acerca de su vida secreta como escritor. Alguien tenía que poder ayudarlo. Su carrera entera no podía estar perdida.

¿Qué iba a decirle a los lectores? Nadie se creería el cuento de la laptop robada. Seguramente pensarían que era un embustero que no tenía ganas de actualizar. Pudo ver frente a sus ojos el contador de seguidores bajando de a cientos en pocos minutos.

—¡Izuku, a cenar!

Al menos pudo fingir con su madre. Inko pensó que la hinchazón en los ojos de su hijo eran por una reacción alérgica a una crema —pequeña mentira— y que su voz rota era de tanto gritar en la "fiesta" de la noche anterior —otra mentira, ya que había pasado la noche en casa de Ochaco junto a ella e Iida.

Su madre y él vieron una película, lo cual lo relajó por las siguientes dos horas. Era bueno pasar tiempo juntos, y casi, casi se había olvidado del asunto de la laptop hasta que regresó al cuarto y quiso sentarse a escribir.

Se tragó las ganas de llorar.

Tomó el móvil para chequear las notificaciones y mensajes, los cuales no miraba desde incluso antes de que le robasen su laptop. Al parecer la cosa había estado movida porque tenía muchos mensajes.

Y al menos diez llamadas perdidas de Ochaco. Y unas veintiséis de Iida.

Ellos no podían saber lo de la laptop tan pronto, ¿o sí? Tal vez Kirishima había ido con el cotilleo al grupo de la clase en WhatsApp —tenía al menos 600 mensajes de ahí— pero él no era así.

Decidió llamar a su amiga y salir de la duda. Ochacho le atendió al primer timbrazo.

—Hola, Ocha-...

¡Deku-kun! ¡OH DIOS MÍO! —la escuchó chillar al otro lado; al menos estaba usando su apodo, así que no debía estar enojada con él o algo— ¿Por qué diablos no me atendías? ¡No! ¿Sabes qué? ¡Eso no importa ahora! ¡Oh... Dios... Mío!

—Ochaco —exclamó Izuku con sorpresa ante el tono desesperado de su amiga. Le estaba generando ansiedad—. Lo siento si te preocupé, es que tuve un día algo espantoso. Me robaron la laptop y...

¿Te la han robado? Eso lo explica todo. Oh Dios mío.

No le gustaba nada hacia dónde parecían ir las palabras de su mejor amiga.

—¿Explica q-qué cosa?

Escuchó cómo ella tomaba aire al otro lado, tal vez buscando las palabras correctas para decir lo que terminaría por coronar el peor —y tal vez, mejor— día en la vida de Izuku Midoriya:

Alguien ha encontrado tu blog y se lo ha pasado a todos nuestros compañeros —dijo Ochaco—. A todos. Se están leyendo tu historia, esa en donde todos aparecemos. Por alguna razón están publicados los primeros cinco capítulos.

Otra bocanada de aire.

Y están aclamando para que aparezcas y des algunas explicaciones.

¡Wuuu nuevo fic! Me emociona tanto este momento de iniciar algo nuevo (?) y lo sé, tengo una obsesión con Izuku escritor

Es una idea un tanto... cliché tal vez (?) Pero me encantan las historias donde uno es el Hannah Montana de los fickers y su secreto sale a la luz. Izuku tendrá que dar muuuchas explicaciones, y se meterá en varios líos por culpa de su historia.

Ya lo aclaré al inicio, pero lo vuelvo a decir: Este fic tiene Deku x Todos. No me gustaría tener problemas a futuro, así que lo aclaro desde ya.

Y a quienes les guste, pueden recomendar otras ships con Izuku que quieran ver (aparte de las ya mencionadas) en este espacio ♥️ -->

También tendremos más ships, no se preocupen. No todos pueden quedarse con Izuku lamentablemente así que tendrán que consolarse entre sí (?)

Planeo que este fic tenga una extensión de 10-15 capítulos, pero veremos con el tiempo c:

Esta primera parte se la dedico a mis bebés ziall-x-phan PortgasDRaven HusbandoLover y Denna-chan ♥️

¡Nos vemos pronto con el capítulo 1! ¡Besitos!

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