Capítulo 5
Izuku se dejó fantasear que las cosas estarían bien a partir de ese momento. Quizás atraparía al ladrón, su corazón se decidiría por un maldito chico y su vida en general volvería a ser invisible para la escuela.
Pero fue solo por un par de horas. Porque luego sí que se desató el caos.
Uraraka había estado enviándole mensajes insistentemente —Izuku los ignoraba creyendo que eran para chismear acerca del Festival— pero cuando tomó el teléfono se dio cuenta que las cosas en realidad estaban a punto de empeorar.
—¡¿QUÉ?! —chilló mientras su dedo se deslizaba a través de las capturas de pantalla que su amiga acababa de pasarle.
Eso no podía estar pasándole.
No, no, no, no, no, no.
Ese archivo no podía haber sido descubierto. Estaba perfectamente escondido bajo el nombre tarea de matemáticas y ¡nadie! Debería haber estado husmeando algo tan aburrido. Quizás si hubiese dejado el nombre original —esto no es porno— no lo encontrarían.
Había pensado era el plan perfecto. Pero, al parecer, no lo era; eso pensaba mientras leía con horror la ventana que acababa de abrir, que mostraba el perfil de su blog:
Capítulo Extra
Present Mic x EraserHead x All Might
No.
Maldita sea, NO.
Lanzó su teléfono lo más lejos que pudo, haciéndolo rebotar en la cama y golpeándose contra el suelo, como si eso pudiese borrar la cosa que acababa de ser publicada en su blog.
Si ser el dueño de un harem compuesto por tus compañeros de clases era malo, ser conocido por escribir un triángulo entre tus profesores era el equivalente a cavar tu propia tumba.
Porque, literalmente, Izuku estaba viendo pasar su vida frente a sus ojos. Él no iba a salir vivo de aquella.
Era la verdadera ruina. Tendría que mudarse a vivir en un iglú en Groenlandia, alejado de la sociedad y la tecnología porque estaba claro que no estaban hechos para Izuku.
Su madre lo encontró rodando en el suelo, llorando y murmurando incoherencias, antes de obligarlo a vestirse para ir a la escuela.
Él no quería. No podía. No debía.
Otra vez su teléfono estaba explotando de mensajes. No quería imaginar lo que serían los comentarios, y agradecía no tener acceso a la cuenta para tener que observarlos llegar uno por uno en las notificaciones.
—Esto es una broma —Intentó consolarse—. Es una broma de mal gusto, me despertaré y nada de esto ha ocurrido en realidad.
Se mordía el labio con frenesí, girando sobre sí mismo mientras buscaba alguna excusa lo suficiente creíble para mantener la imagen de que todavía estaba algo sano mentalmente.
—Es una pesadilla. Todo es una pesadilla y cuando me despierte seguiré siendo el Izuku al que nadie registra —se consoló—. Deku y su historia nunca existieron, claro que no.
Pero la vida no era tan rosa y bonita. Era oscura y te escupía en la cara, luego de haberte pisoteado y orinado encima. Y cuando morías, estaba lista para bailar sobre tu tumba y tragarse las cenizas.
Izuku debía empezar a acostumbrarse a aquello.
Cuando regresó a clases luego del capítulo extra, Izuku tenía la vergüenza tatuada por toda la cara.
¿Y cómo no tenerla? Si no dejaban de murmurar a sus espaldas como aquel día después de que se filtrase el blog.
Pero ya había llegado demasiado lejos. Midoriya buscaría a Iida y le pediría ayudar para rastrear al ladrón. Él tenía un límite y ese era el publicar su historia personal sobre el triángulo amoroso de sus profesores.
¿Quién sabía lo que podría pasar después? Tal vez el ladrón decidía empezar a chantajearlo con tal de no publicar historias llenas de sexo fetichista o tentáculos. A él no le gustaban esas cosas.
Tenía que parar.
—¡Joven Midoriya, buenos días!
¿Tan pronto iba a empezar su tortura?
No podía voltearse y enfrentar al profesor Toshinori, el ídolo de su vida.
Aquel que lo había inspirado a crear a All Might. De quien nació My Hero Academia.
Sentía que estaba burlándose en su cara y de aquel amor imposible con el profesor Aizawa del cual todos los alumnos hablaban.
Pero el profesor Toshinori seguía tan sonriente y burbujeante como siempre, vistiendo su traje dos tallas más chicas que apretaba su cuerpo musculoso —y que Kirishima envidiaba.
—Ah, h-hola, profesor —Izuku se rascó la cabeza.
Toshinori rio estridentemente.
—Ahora que eres famoso ya no quieres pasar tiempo con tu maestro favorito, ¿eh?
—¡¿Famoso?!
—¡Claro! En mi clase debo regañarlos siempre por estar cuchicheando sobre el nuevo capítulo. Al principio creía que hablaban de esas telenovelas turcas que tanto me gustan... ¡Pero vaya sorpresa me llevé! ¡El joven Midoriya es un prodigio de la escritura!
Las mejillas pecosas de Izuku se encendieron como un par de nalgas recién golpeadas. Bueno, no es como si él supiese como se veían unas, pero le gustaba la analogía.
En el fondo era un pequeño pervertido y se merecía la humillación de castigo.
—Joven Midoriya, yo necesito tu ayuda —dijo Toshinori, antes de revelar lo que necesitaba de su alumno.
Y, como Izuku deducía, eso sonaba como a peligro.
No todos los días tu profesor en esteroides te pedía ayudar para escribir un poema para el hombre que le gustaba.
Que resultaba ser otro profesor —y sí, encima el de literatura. Del cual rumoreaban que tenía una relación con el profesor de inglés.
Izuku estaba seguro que su vida era una mala y muy bizarra comedia.
Pero él no sabía cómo decirle que no a la gente, así que accedió a escribir un haiku en nombre de Toshinori. Como para que no le preguntasen por qué shippeaba a sus profesores.
Oh, mi Aizawa
Tú eres una ola
Mueves mi agua
¿Qué diablos quería decir mueves mi agua? Él no sabía. Pero rimaba. Y Toshinori —All Might, en su historia— parecía feliz.
A ver cuándo se acababa su miseria.
Durante el almuerzo se encontró a Ochako e Iida, y tuvieron que huir otra vez hacia debajo de las gradas de la cancha ya que la gente seguía murmurando sobre el capítulo extra.
Y estaban haciendo fanarts otra vez. Si Izuku tenía que ver a su profesor de inglés dibujado con una tanga y una rosa en la boca iba a gritar.
—Midoriya, yo creía que habías cruzado los límites pero terminas sorprendiéndome todos los días —comentó Iida, pinchando la fruta de su almuerzo con extremo cuidado—. Mira que shippear profesores... ¡Y encima profesores que están más locos que una cabra!
—No tienes que ser tan cruel —gimoteó—. ¡No se suponía que lo encontrasen! ¡Por todos los santos, ni siquiera iba a subir ese capítulo!
—No puedes culparlo —Uraraka intervino—. Yo también shippeo a Aizawa y Toshinori.
—¡No puedes hablar en serio...!
—Claro que sí —Ella frunció el ceño—. Yo todavía recuerdo el San Valentín del año pasado cuando Toshinori llenó de rosas el aula de literatura.
—Si vamos al caso, Yamada le dedicó una canción a Aizawa en el baile de fin de año, ¡pero ese no es el santo punto! —exclamó Iida.
Izuku se apretó los ojos con las palmas de las manos, mientras Iida se cruzaba de brazos y seguía removiendo el dedo en la herida:
—Bueno, te recuerdo que el ladrón tiene acceso a todo lo que hagas. Si me hubieses escuchado desde el principio...
—¡Lo sé! Lo sé —interrumpió a su amigo—. Pero estoy dispuesto ahora. Quiero atraparlo.
Ochako dejó de sorber de su lata de refresco, mirando con curiosidad ante su decisión.
—¿La fama se volvió demasiado abrumadora? Es entendible, de todas formas —Ella se encogió de hombros—. No estás listo para cuando empiecen a pedirte nudes todos tus admiradores.
—¿Por qué siempre vuelves todo tan vulgar? —inquirió Iida hacia Ochako—. Solamente piensan en penes.
—Micropenes —corrigió Uraraka.
—¿Disculpa?
—Que pensamos en micropenes. Digo... no es como si los asiáticos estuviesen bien dotados. Sin ofender, claro.
Iida trataba de ocultar su indignación, mientras que Izuku estaba cubriéndose el rostro por la vergüenza.
—Pero está bien. Es verdad que se ha salido de control —agregó Uraraka para cambiar de tema—. Así que... ¿tenemos alguna idea de quién pudo haber sido?
Iida no pudo evitar hacer una sonrisa maliciosa, sacando una libreta y empezando a hojearla hasta que gritó un ¡Ajá! muy dramático.
—Aquí están mis teorías.
—Oh, por Dios —Uraraka rodó los ojos—. ¿Acaso los dos necesitan hacer todo tan extra?
Iida carraspeó con fuerza, ignorando a la muchacha. También se acomodó los anteojos.
—Mi teoría es que fue Kirishima.
Tanto Izuku como Uraraka rodaron los ojos.
—Eso lo dices porque estaba en el Starbucks, pero ¿qué crees, Iida? ¡Estuvo con Deku todo el tiempo!
—Podría haber mandado a alguien —Iida se cruzó de brazos.
—A Kirishima no le da el cerebro para tanto —Luego se giró hacia Izuku—. Sin ofender, Deku-kun.
—Está bien —Izuku suspiró—. También había dudado de Kirishima, pero... no tiene sentido.
—¡Exacto! Kirishima no haría todo esto por una cita con Izuku. Y, de todas formas, ya consiguió no una sino dos citas. No tendría sentido que siguiera con el juego.
—Entonces, ilumíname, Uraraka —exclamó Iida haciendo sus teatrales gestos con las manos—. ¿Quién se ha llevado la laptop?
Ella zumbó su mirada entre sus dos amigos, mordiendo su labio inferior.
—Creo que podría haber sido Bakugo. Hace hasta lo imposible para molestar a Deku-kun, ¿no?
—Aunque estos días ha estado muy callado —pensó Iida—. Casi no se acerca a empujar a Midoriya para que tire su almuerzo.
—Ni le ha pintado el casillero con popó de perro.
—O photoshopeado su rostro en el cuerpo de un stripper.
—Ni tampoco...
—¡Bueno! —Los cortó Izuku, empezando a alterarse—. No necesitamos recordar lo miserable que Kacchan hace mi vida.
—Es nuestro trabajo, Deku —Uraraka sonrió—. Tenemos que recordarte lo cabrón que es así no dejas de perdonarle todo.
—Es mi amigo de la infancia...
—De eso, nada —Iida habló—. Es un abusón que tiene envidia de lo amigable e inteligente que eres, porque él no puede hacerse amigo ni de las moscas.
—Kacchan saca mejores notas...
—Pero su cerebro sigue siendo del tamaño de una nuez. Los abusones no lo tienen tan grande. Ni arriba ni abajo.
Izuku quería reír ante los intentos de Uraraka de divertirlo. Sabía que sus amigos tenían razón, pero...
A él le costaba soltar a Kacchan.
—De todas formas, Kacchan parecía el más enojado de que la historia se hubiese difundido —Izuku se rascó la nuca—. No le gustó nada ver que Blasty y Deku se ponían, eh, amistosos.
—Amistosos es un decir —Iida se acomodó otra vez los anteojos.
—Yo diría que se pusieron culisueltos.
—¡Ustedes parecen odiarme a veces! —estalló Izuku.
Se hizo un pequeño silencio, en el que ninguno de los tres hizo más que mirarse entre sí. Poco después lo rompió Uraraka con sus carcajadas. Izuku se sumó. Y al final Iida tampoco pudo mantenerse tan recto como siempre intentaba.
Amaba a sus amigos aunque les encantase molestarlo.
—Bueno, ya —Uraraka se secó una lágrima—. Tienes que admitir que Bakugo haría una maldad como esa.
—No coincidré contigo —intervino Iida—. Si Bakugo hiciera algo así, se encargaría de que toda la escuela supiese que fue obra de él.
Aquello sonaba más como Kacchan.
Además, Izuku no podía imaginarlo haciendo algo así de ruin. Quizás le encantaba sufrir, pero una parte de su corazón le encantaba mentirse a sí mismo sobre que Kacchan lo molestaba para ocultar sus verdaderos sentimientos.
Él solo era un muchacho difícil que no sabía sobrellevar sus emociones.
—¿Y Aoyama? —preguntó Uraraka—. Sabemos que le encanta tener un buen chisme. Tal vez vio la laptop y creyó que podría llevarse algo para su revista.
Izuku se lo pensó unos segundos.
—No lo sé, ha estado mandándome flores y chocolates para que le mande un nuevo capítulo.
—Tal vez fue Shinsou Hitoshi —volvió a agregar Iida—. Ese chico me da escalofríos.
—¡Él ha sido muy dulce con Izuku!
—¡Pues quizás estaba buscando venganza luego de que lo dejaron en la friendzone!
Uraraka iba a replicar, pero Iida agregó:
—O podría ser tu amiguita Tsuyu, que sabemos que goza de la pornografía homoerótica de jóvenes todavía menores de edad.
Luego de un par de minutos, Midoriya comenzó a marearse de escuchar todas las ridículas teorías conspirativas de sus amigos, que discutían muy acaloradamente.
Porque ninguna tenía sentido del todo. Cualquiera podía ser el ladrón, pero nadie encajaba en los motivos para hacerle tremendo daño a Izuku.
—Oigan, ¿y si ha sido Todoroki el bandido? —preguntó Iida—. Ha estado bastante acosador estos últimos días.
—¿El qué? — inquirieron Izuku y Uraraka al mismo tiempo.
—¡El bandido, el ladrón! —Iida se alteró—. El criminal que hurtó las cosas de Midoriya.
—Iida-kun, ¿estás seguro que tú no naciste de un diccionario en lugar del vientre de tu madre?
Izuku los dejó discutir unos minutos más mientras él solo pensaba.
Odiaba que una idea se insertase en su cabeza ya que, luego de eso, era imposible alejar los pensamientos en cadena que venían junto con ella.
No quería darle la razón a Iida, pero Todoroki sí que estaba extraño últimamente.
Tenía sus motivos para dañar a Izuku —la fiesta de Mina Ashido. Pero él también conocía algunos secretos de Todoroki.
Mientras esperaba para entrar a la terrorífica clase de inglés —y lo era ya que no podría ver a su profesora Yamada a la cara—, Izuku decidió distraerse con su celular, como lo haría un buen millennial.
Aunque técnicamente no era uno, pero era más cool llamarlo así. Sé sentía como un chico genial de Instagram y no un perdedor de Wattpad.
Empujó sus desvaríos al fondo de su mente al ver que tenía un mensaje de un contacto con el cual no frecuentaba hacía casi un año. Su corazón se emocionó al ver el remitente.
Shinsou
Te encanta alterar a toda la escuela, ¿eh?
Izuku
Yo no sé de qué hablas hehe
Shinsou
Lo del capítulo extra. En mi clase no paraban de hablar de ello.
Mierda. La vergüenza volvió a atacar a Izuku, que esperaba al segundo mensaje que Hitoshi escribía.
Shinsou
Por cierto, Aizawa lo ha leído.
Su teléfono casi salió volando del horror que le había provocado ese mensaje.
Solo podía imaginarse la mirada del profesor Aizawa, juzgándolo en silencio y replanteándose el nivel intelectual y cultural de sus alumnos, que se divertían leyendo sobre imposibles parejas homosexuales.
Maldición, ¿podría hacerlo expulsar por ello? No es que fuese gráfico, pero igual...
Izuku
Mierdamierdamierdamierda
Izuku
Izuku no puede responder, porque acaba de matarse con los cordones de sus zapatos.
Shinsou
Ya calma.
Shinsou
Solo ha dicho que escribes como caballo. Que él no te ha dado clases toda la secundaria para que sigas confundiendo ves y vez.
Izuku
¡Yo no hago eso!
Él no tenía tantos errores. Eran solo dedazos. Izuku escribía muy rápido porque tenía muchos seguidores; no tenía tiempo de ponerse a corregir escrito por escrito.
El condenado ladrón podría haber beteado sus capítulos al menos. Ya que iba a hacerle la vida imposible, al menos un poco de consideración no venía mal.
Shinsou
¿Y ya viste los comentarios?
Sí.
Izuku había visto los comentarios.
Y casi arrancó sus propios ojos para dárselos de comer al gato de Ochako y luego matar al gato y esparcir sus cenizas.
Le daba bastante vergüenza recordarlos, pero él vivía para humillarse a sí mismo, por lo que acabó releyéndolos antes de la clase:
InvisibleGirl000
No había considerado esta ship hasta que la leí òwó ¡Viva EraserMight!
Alien_Queen
Claro que no!!!!! Present Mic x EraserHead es la que va
Froppy
¿Present Mic x All Might, alguien? ¿Acaso soy la única que le gusta el crack aquí? Recuerden que les terminó encantando el TodoDeku.
Amajiki_
Ya las clases nunca volverán a ser lo mismo...
KiriRedRiot
Debo admitir que estaba esperando leer otra parte de la historia, pero..... esto es tan varonil!! ¡DEMASIADOS MACHOS JUNTOS!
Monoma
La clase A nunca deja de dar vergüenza ajena.
CantStopTwinkling
Mmmm nada como revivir mi chisme favorito. Izuku Midoriya, me harás millonario con tu cabecita imaginativa uhuhuh 7u7
HusbandoLover
OMG!!!! ERASERMIGHT!!!!! HJKDWBKHWD
IsJers_
Gracias a esta historia he podido conocer a mi novia @ carisnya. Deku, eres un héroe!!
Un héroe. Qué hermoso chiste.
Si Deku era un héroe, entonces Izuku era el bufón que entretenía a la secundaria Yuuei.
Al menos tenía otro mensaje que le sacaba una sonrisa en los malos momentos:
Shinsou
Entonces...
Shinsou
¿Película este fin de semana? Van a pasar la de Capitán América y sé que debes estar muriendo por ir.
Shinsou
Claro, si es que no tienes planes con tu héroe rojito y su dentadura que podría romperte los labios. Literalmente.
Shinsou
No es que esté tratando de asustarte o lo que sea.
La campana sonó antes de que pudiese responderle y los alumnos entraron en tropel al aula de inglés. Izuku intentaba camuflarse entre sus compañeros, pero se hacía difícil cuando lo paraban cada dos segundos para comentar acerca del capítulo extra.
—Oye, nunca me atreví a decirlo en voz alta, pero yo también shippeo a Yamada y Aizawa —murmuró Denki Kaminari antes de desaparecer hacia su asiento.
—A ver cuándo te animas a hacer algo más picante —lo codeó Sero.
¿Sus compañeros le tomaban el pelo o estaban igual de enfermos que él?
Kirishima tomó asiento a su lado, echando rápidamente a Ashido de su lugar usual —la muchacha iba a quejarse pero se fue murmurando algo sobre la OTP y con una sonrisa. Izuku estaba nervioso de reencontrarse con Kiri luego del Festival.
Las cosas habían terminado igual de tranquilas entre ellos. Claro que si fuera por Eijirou, ya se hubiesen besado. Pero Izuku no podía saborearse a Kirishima, no cuando se había escapado para verse con Shinsou y luego cargar con un inconsciente Shouto Todoroki hasta depositarlo con su novia —que estaba muy cariñosa con su amiga Jirou.
Y hablando de Shouto... estaba mirándolo en ese momento, desde la otra punta del salón.
Iida tenía razón en que Todoroki estaba extraño; luego de más de un año de silencio, de repente parecía no poder quitarle la vista de encima o de aparecer donde Izuku lo hacía.
Quería enfrentarlo cuál era su problema. Y no solo eso, si no averiguar también qué bicho lo había picado en la fiesta de Ashido —bueno, seguramente fuese el alcohol— para que luego tratase a Izuku como si fuese el culpable de todo.
No pensaría en Shouto. No cuando los dedos de Kiri tamborileaban sobre el escritorio en busca de los suyos. Por una vez en su vida, decidió no vacilar y entrelazarlos con los suyos mientras la clase daba comienzo.
Debía admitir que le costaba bastante seguir el hilo a las lecciones de inglés. Primero porque Yamada escupía al hablar —lo hacía con demasiada pasión— y porque no podía dejar de pensar en sus escritos en donde Present Mic le metía la lengua hasta la garganta a EraserHead, solo para armar drama con All Might.
Y luego se imaginaba al profesor Aizawa leyéndolo y quería morirse.
Al menos, Kirishima garabateaba notas con la mano que tenía libre en la que invitaba a Izuku a por más pastel en Suneater. Incluso se tomó la molestia de dibujar un corazón algo torcido, con uno de sus lados más grandes que el otro.
¿Estaban saliendo de forma oficial?
Ese pensamiento le acaloraba las mejillas y otras partes.
Su celular vibró en ese instante, e Izuku tuvo que hacer magia para que Yamada y tampoco Kirishima no notasen que lo tomaba —aunque Eijirou seguía dibujando corazones—, mientras él leía con estupor el mensaje que acababa de recibir.
Todoroki
Momo me dijo lo que hiciste por mí en el Festival. Gracias... supongo.
Todoroki
¿Te lo puedo pagar invitándote algo?
Y por segunda vez en el día, su celular casi terminó estrellado contra el suelo otra vez.
¡Ni siquiera habían pasado cinco minutos desde que se preguntaba si estaba saliendo oficialmente con Kirishima y Shouto salía con eso!
Uraraka debía estar riendo malvadamente, canturreando cosas acerca del Sultán Deku y Su Harem.
—Kyoka Jirou y Momo Yaoyorozu—exclamó Yamada—. Denki Kaminari y Mina Ashido.
—Ah, caray —escuchó quejarse a Ashido—. Nos vamos a sacar otro cero.
—Al menos estamos juntos, ¿no? —Denki le respondió despreocupado—. Hasta que la muerte nos separe, en las travesuras y los reprobados.
—¿De qué están hablando? —susurró hacia Kirishima.
Eijirou se rio, enseñando su afilada pero adorable sonrisa.
—Tenías la cabeza en otra parte, ¿eh? —Su tono le hizo pensar que se refería a algo más pervertido—. Están asignando parejas para el trabajo final. Me acaban de poner junto a Todoroki.
—Oh.
Se dio cuenta que su voz se escuchaba decepcionada. No sabía por cuál de las dos partes.
—Ochako Uraraka y Tsuyu Asui. Iida Tenya y Fumikage Tokoyami. Rikido Sato y Koji Koda.
El corazón de Izuku comenzó a latir con fuerza. Todas las personas que le agradaban ya estaban con una pareja asignada, y Shinsou no iba en sus clases. Él no tenía muchos amigos.
Bueno, apenas los podía contar con la mano. Pero Izuku no quería terminar con alguien como Aoyama, que seguramente le robaría los calzones si eso significaba poner un chisme nuevo en su revista.
—Toru Hagakure y Mashirao Ojiro. Yuuga Aoyama y Mezo Shoji. Hanta Sero y Minoru Mineta.
El quejido de Sero se escuchó probablemente hasta Francia. Mineta estaba berreando sobre querer una compañera con tetas, buen trasero y que preferentemente no tuviese codos extraños. Sero lo golpeó.
Pero, oh por All Might, ya casi no quedaban compañeros y no lo habían nombrado a él.
¿Acaso tendría que trabajar solo? No, era imposible. En la clase eran pares.
Pero antes de que Yamada abriese la boca para nombrar a la última pareja, Izuku ya la sabía.
Y no se dio cuenta que empezó a temblar y chillar en su silla, Kirishima tratando de consolarlo sin entender del todo qué estaba pasando.
—Izuku Midoriya y... Katsuki Bakugo.
Sip, la vida era jodida y te escupía en la cara.
Bueno, regresamos a la actualización de los jueves (?)
He estado algo liada y terminé el cap medio tarde ayer así que preferí traerlo hoy c: y sé que es un poco de transición, pero podrán ver que desató mucha futuras citas y encuentros para Deku (ʘ‿ʘ✿) se vienen sorpresitas y nuevos ships, no solamente con Deku
Que por cierto, creo que estoy presintiendo que terminaré alargando este fic de los 10-15 capítulos iniciales que planeaba hahahaha no me quejaré porque me divierte hacerlo (?)
Este capítulo se lo dedico a una ship que se fue formando entre los comentarios del fic (???) y que todos ustedes deberían shippear, que son IsJers_ y carisnya ♥️ denles amor. También para HusbandoLover porque agregué a su otp (?)
Subí un libro de OS por si a alguien le interesa. A veces cuando me retraso es culpa de que me surgen ideas para OS que no puedo dejar de escribir, así que ahí encontrarán la prueba del delito.
¡Nos vemos pronto, besitos!
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