La Familia Lutteo Capítulo 8 - Matteo no puede más


Cita

A veces la única razón por la que no se suelta lo que nos hace tristes es porque es también la única cosa que nos hace felices.

Rey

¡Emitieron una orden de búsqueda para Karol! Pero la escondí bien y estábamos bajo tierra en una cueva entonces teníamos tiempo de movernos por si nos encontraban.

¡La pequeña no paraba de cantar!

Rey : ¡Cállate por favor! ¡Intento pensar en un plan!

Karol : ¡No me voy a callar!

Rey : No me gustan las personas tercas.

Se encogió de los hombres con una sonrisa. Me acerqué a ella y la pegué con una chancla y cayó al suelo llorando. Así era más tranquilo para pensar. Tenía que encontrar una manera para que no me encontraran.

Luna

Matteo : ¡Voy a ir a buscar a nuestra hija! Rugge y Luna quédense aquí.

Luna : No, ¡me voy contigo!

Matteo : ¡Ni lo pienses! Tienes que descansar para mañana.

Luna : ¿Crees que te voy a dejar ir solo? ¡Ni lo pienses! Además no podré descansar hasta que encontremos a Karol!

Matteo : Bueno está bien. Ven, vamos a la comisaría. Ruggero, te quedas con Gastina y Simbar.

Ruggero : Si está bien papi. ¡Suerte y encuéntrenla!

Matteo : Te lo prometemos.

Matteo me llevó con él hasta la comisaría. En el coche todo estaba silencioso. Teníamos ganas de llorar pero lo aguantábamos. Nos quedábamos quietos. Matteo conducía y veía a sus ojos vidrios. Puse una mano en su muslo para consolarlo. Sentía que iba a explotar pronto.

Llegamos a la comisaría. Me tomó de la mano y corrimos adentro. Matteo empujó a todos para ir hasta los policías.

Matteo : Vengo a avisarles la desaparición de mi hija Karol Balsano. Les doy una foto de ella.

Le entregó la foto al policía.

El policía : Si, su amiga Nina Simonetti llamó para avisarnos. Vamos a llamar a la escuela de su hija para tener más datos. Y denme sus numéros y los del entorno de su hija. Vamos a investigar sobre su desaparición.

Matteo y yo le entregábamos nuestros números, los de Simbar, de Gastina, de mis padres, de su padre, de mi abuelo y los de la escuela con los de su maestro y su director.

El policía : ¡Gracias! Les prometo que vamos a hacer todo para encontrarla. Ahora tranquilícense y dejen que los demás presenten sus demandas.

Sentía a Matteo enojarse, explotó gritó.

Matteo : ¡Hagan algo ahora! ¡Recuperan los números y luego nos dice de esperar tranquilamente! ¡No! ¡no acepto eso de su parte! ¡Van a empezar su investigación ahora o la van a hacer otro equipo si no es su ámbito pero van a encontrar a mi hija! ¡Y nosotros también vamos a investigar porque ustedes son un par de inútiles! ¡Mi hija puede estar sola en la calle o con un psicópata y sólo nos dice de tranquilizarnos y de dejar que los demás presenten sus demandas! ¡Me están jodiendo o qué! ¡Encuentren a mi hija ahora!

Matteo gritaba y gritaba. Estaba muy cabreado. Y me sentía culpable. Lo tomé en mis brazos y lo abracé fuerte. Se echó a llorar en mis brazos. Sabía que estaba harto de todo esto. Lo guardé en mis brazos. Me dirigí a los policías que nos miraban raros y enojados con Matteo.

Luna : sean comprensivos. Nuestra hija desapareció. No fue la buena manera de decirlo pero tiene mucha razón y comporto su opinión. Empiecen a investigar ahora o nos quejaremos de sus ineptitudes.

El policía : si.. si tienen razón. Vamos a investigar ahorita... les llamaremos a la primera novedad.

El policía nos acompañó hasta la salida bajo las miradas comprensivas y malintencionadas de los transeúntes. Matteo aún estaba en mis brazos. Cuando estábamos afuera, lejos de la comisaría, empecé a alejarme del abrazo para hablarle pero me abrazó más fuerte y no pude soltarme. Lo sentí sollozar así que le acaricié su pelo. Intentaba calmarse despacio pero no me importaba. Podía quedarme meses enteros en sus brazos si lo necesitaba. Después de unos veinte minutos intentando calmarse en mois brazos se soltó. Se alejó un poco y lo vi bajar la mirada pero ya había visto que sus ojos todavía estaban llorando. Estaban hinchados y rojos. Me acerqué a él, le levanté la cabeza y le miré a los ojos. Sus ojos lloraban y lloraban sin parar. Un mar de lagrimas se derramaban de sus hermosos ojos avellanos. También una lágrima se resbaló en mi rostros y dos y tres y diez y cien seguidos de miles y millones de lágrimas. Ambos estábamos llorando y mirándonos intensamente a los ojos. Lo besé en los labios. Un beso mojado pero reconfortante para nosotros dos. Nos tranquilizábamos poco a poco. Nos soltamos después de unos minutos. Me llevó a un banco donde nos sentamos, todavía llorando.

Matteo

Lloré mucho pero en los brazos de mi hermosa esposa. Exploté en la comisaría y grité sobre los policías. No podía más. La vida quería arrancarme todas las personas que amaba. Luna me abrazó y me consoló. Me dejó llorar, sabía que lo necesitaba. Elle también lloró después. Nos mirábamos a los ojos durante un momento y me besó. Ese beso me dio un poco de fuerza. Nos soltamos minutos después y le llevé a un banco. Pasé mi mano en su pelo. Atrapó mi mano en ese instante y la besó antes de llevarla a su corazón.

Luna : Sabía que sufrías también. Tenías que llorar y que dejes tus emociones salir y ahora tienes que hablarme. Tienes que decirme lo que sientes. Estoy acá para eso también

Matteo : Lo sé y te agradezco por haberme permitido llorar. Pero no quiero molestarte con mis cosas. Suficiente tienes que soportar.

Luna : Señor Balsano, hace cinco años me casé contigo jurándole amarlo toda la vida, en la felicidad y en la desgracia, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe y más allá. Entonces, lo prometido es deuda. Y me importa mucho saber lo que sientes. Es verdad, si sufres tienes que decírmelo. No importa lo que es, sabes que soy tu mujer y que estoy aquí para ti. Dime todo.

Matteo : Tienes razón. Gracias cariño. Gracias por estar para mi. Pero, ¿estás segura que quieres escuchar todo?

Luna : Si segurísima.

Matteo : Está bien, bueno... necesita llorar y gritar. Dejar que mi tristeza y mira salieran. Hace dos témanos todo estaba tan bien y de repente hubo esta mierda de enfermedad que te tocó. Uno de tus pulmones murió y el otro está muriendo.. luego aprendemos que la enfermedad es genética y Ruggero también está enfermo. Para él todo está bien, solo debemos matar a los parasitos y va a curar ya que su tratamiento es sencillo. ¡Pero no! ¡No podía ser así! Los parasitos tenían que empezar a atacar sus pulmones y ahora su tratamiento es fuerte y tiene menos chance para sobrevivir. Les cuido a ambos desde dos témanos rogando a dios para que sobreviven. Cada día tengo miedo de que uno de ustedes nos dejan. Y hoy no es uno de ustedes sino nuestra hija que desapareció. La vida siempre tiene que arremeter contra las personas que amo. Me siento tan mal verlos sufrir tanto. Sabes lloro por Ruggero, lloro por Karol pero sabes por quien lloro más, ¡para ti! Te puede parecer egoísta hacia nuestros hijos pero a ti te amo más que a nada en el universo. ¡Si te vas no podré vivir! Veo todos los días como sufres más y más de ese tratamiento muy Dolors. Sé que Ruggero se va a curar, lo sé. Sé también que vamos a encontrar a Karol rápido y que estará de nuevo con nosotros. Pero tú... no sé.. no sé nada.. sé que puede irte en cualquier momento si tu pulmón te falla. ¡Y todo eso quiere decir que pronto no estarás con nosotros y sobre todo conmigo! ¡Y te amo! ¡Te amo más que a nada y más que nadie! ¡Te amo tanto! Y te amaré así para siempre. Mi mayor miedo siempre fue, es y será perderte. No importa la manera de perderte, no quiero. No puedo vivir sin ti, ¡no puedo! Cada vez que te veo sufrir lloro adentro, cada vez que me dices que tienes miedo a sufrir, lloro adentro. También lloro delante de ti. Lloro mucho pero aguanté tantas lágrimas que no me he atrevido a soltar todavía. Tengo miedo de perderlo pero sobre todo a perderte a ti.

Lloré mientras hablaba. Empecé a sollozar. También luna lloraba. Me miraba con sus hermosos ojos verdes esmeraldas. Me abrazó, me acarició la espalda y me susurró al oído.

Luna : Lo siento... sabía que sufrías de la situación pero no tanto. ¡También te amo más que a nada y a nadie! Todo lo que me dijiste me conmueve. Yo tampoco quiero perderte... y no quiero irme. Lucho y lucharé todos los días para quedarme contigo. Haré todo lo que puedo para quedarme. No pienses en que voy a irme.. de todas maneras vamos irnos un día tú y yo. Lo que quiero decir es que ahorita mismo estoy aquí, todavía estoy aquí contigo. Y si la vida aún no me ha arrancado a ti es por una razón. Entones no pienses que voy a irme o a quedarme. Solo piensa que hoy estoy aquí y que no te dejaré. Y mañana... mañana es otro día y la vida elegirá. Pero hoy la vida decidió dejarme vivir. Te amo Matteo Balsano. Te amo tanto mi amor.

Matteo : ¡Y yo a ti! Eres la mejor, eres maravillosa y única. Me consuelas con tus palabras, con tus gestos, con tus abrazos, con tus besos. Te amo tanto mi vida.

Luna : Es lo que siempre haces conmigo. Eres maravilloso. Eres un padre y un esposo increíble.

La besé con pasión. Ella intensificó el beso pasando su lengua en mi boca. Nos besábamos con mucha pasión y mucho amor durante largos minutos. Y los minutos se volvieron horas y las horas una eternidad. Ninguno de los dos quería parar el beso. Ni ella, ni yo. Al contrario, solo lo intenificabamos de minutos en minutos y de secondas en secondas. Nos besábamos hasta sentir un rayo de sol alumbrarnos. Era la mañana. Nos soltamos del otro sin aliento pero casi felices.

Hoy, justo después del tratamiento decidimos seguir buscando a Karol y estábamos decididos a encontrarla.











¿Qué pasara en el noveno capítulo?

¿Qué les pareció el octavo capítulo?

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