Cap.42 El gran dolor
Lilith buscaba a Zarbon por todas partes , desde la nave hasta la iglesia por lo que concluyó que estaría en la cabaña y fue para allá. Ahí estaba , sentado en el suelo cabizbajo agarrando su cabeza con sus cabellos verdes cubriendo su rostro, Lilith entró y caminó tranquilamente hacia él, tocó uno de sus hombros pero Zarbon lo apartó inmediatamente.
Zarbon: (Aún cabizbajo) ¿A qué demonios veniste aquí?
Lilith: Zarb-
Zarbon: (Mirándola a los ojos con furia) ¡¡¿QUÉ HICE MAL?!! ¡¡¿QUÉ TE HE HECHO?!!
Lilith: (Tranquilamente) Nada.
Zarbon: ¡¡Y TE ATREVES A DECIRME ESO SIN SENTIR CULPA!!
Lilith sonrió , se levantó y acarició el rostro de su esposo el cual obviamente la evitó.
Lilith: Zarbon-chan. Hay un mandamiento satanista donde me permite hacerlo con quien yo quiera 😏.
Zarbon: (Confundido) ¿Qué?
Lilith: El 5° mandamiento satanista dice que si ves una señal de seducción eres libre de acceder al sexo.
Zarbon: ¡¿Estás diciendo que si otro hombre te seduce tú puedes estar con él?!
Lilith: Así es.
Zarbon: (Explotando en llanto) ¡¡¿Porqué te casaste conmigo?!!😲😢
Lilith: Porque te amo.
Zarbon: ¡Estás loca! ¡¿Esta es la manera en que me lo demuestras?!
Lilith: Zarbon-chan te casaste con una satanista no con una católica o cristiana o lo de otra religión contraria a mi Dios. O sea el Diablo.
Zarbon la miró impactado y en segundos le dió un puñetazo al suelo , llevó ambas manos a su rostro y lloraba y gritaba.
Lilith intentó consolarlo pero como era de esperarse la rechazó, la Sacerdotiza solo caminó molesta hacia un rincón pero cuando volteó a ver a Zarbon, éste ya no estaba. Lilith salió rapidamente de la cabaña y veía como él volaba sin mirar atrás lejos de la cabaña.
Zarbon se dirigió a la iglesia, bajó rapidamente las escaleras del sótano y al llegar, su amigo Aka Manaj se encontraba profundamente dormido y al ver eso, se sentó en el suelo y sacó debajo de una de sus largas medias azules una pequeña bolsa llena de polvo blanco y un sorbete. Colocó aquel polvo sobre la palma de su mano , puso el sorbete en una de sus fosas nasales y lo aspiró con desesperación, siguió aspirando droga hasta quedar completamente dopado.
Zarbon: Ahhh... Gracias Satanas por inventar las drogas. Sin ellas... estoy perdido. Son mis mejores amigas...
Pero en ese momento, se escucha la voz de otra persona dentro del oscuro sótano.
Voz: Te dije que algún día caerías.
Zarbon: ¿Quién demonios eres?
Al decir eso comienzan a escucharse pasos y por penumbra comienza a notarse la cara de esa persona misteriosa.
Zarbon: Tú eres...
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