Capítulo I
Narrador externo:
Junio de 1994. Al rededor de las 7pm.
Hogsmade. Casa de los Gritos.
Peter Petigrew estaba acorralado, justo como la rata que era. En los ojos verdes de Harry Potter brillaba el odio y el rencor, en lo grises de Sirius Black brillaba la locura, Remus Lupin... bueno, difícilmente podía controlar al lobo, si el brillo dorado en sus ojos era alguna indicación. Buscó entonces la mirada de Hermione Granger, no es que la chica le agradara, le recordaba demasiado a Evans; se encontró entonces con el asco y el odio en su mirada café. Su última oportunidad, el menor de los Weasley, pero la azul mirada del chico también expresaba odio, asco.
Sin salida. Vuelve una vez más a implorar a Harry Potter, apelando a su bondad, pero no logra decir mucho, cuando un hechizo le da de lleno: —Petrificus totalus.—Había dicho el hombre lobo, en un momento de cordura. Con el peligro que representaba Colagusano neutralizado por el momento, se disponen a salir de allí.
Llevan al traidor con un Levicorpus, lanzado por Hermione, cuando se encuentran con Severus Snape en las escaleras. El oscuro profesor no puede creer lo que ven sus ojos ónix, por lo que se limita a hacerse a un lado, y ayudar a llevar a Ronald Weasley de vuelta al castillo.
Pero no todo sale como se planea, suerte Potter la llaman algunos: las nubes se apartan, dejando pasar la luz de la luna llena. La transformación de Remus ocasiona que Colagusano quede libre del Petrificus totalus pero por suerte no del Levicorpus.
Los caminos se separan: Remus y Sirius se enredan en una lucha llena de mordiscos y arañazos rumbo al Bosque Prohibido. Snape y el Trío de Oro siguen al castillo, con mucha renuencia de parte de Harry, pero alguien debe asegurarse que la rata no se escape, por lo que lo vuelve a petrificar.
Llegan a la enfermería, ya en la entrada se habían encontrado con Dumbledore y Fudge, quienes no cabían en sí mismos del asombro.
Una hora más tarde, tal vez más, Petigrew es apresado.
Ron descansa en una camilla, alternando la mirada entre el director, el profesor de Pociones, Harry y Hermione.
—Bueno, Severus, creo que puedes irte a descansar. Yo me hago cargo desde acá. —dijo el director. Sólo recibió un seco asentimiento, antes que el profesor se diera la vuelta sobre sus talones y se alejara, con su túnica negra ondeando detrás de él.
—Señor, Sirius y el profesor Lupin... —Intentó decir Harry, pero Dumbledore lo cortó con un gesto de su mano—
—Señorita Granger, tres vueltas deberían bastar para poder salvar a tres inocentes esta noche...—dijo como quien no quiere la cosa—
—Sí señor—respondió la chica, aunque no muy segura sobre aquello que quería decirle el viejo director. Sin embargo, Dumbledore parecía saber exactamente en qué terminaría todo, por lo que salió de la enfermería, dejando en ella a los tres amigos.
Hermione les contó a Ron y Harry sobre el giratiempo y lo que hacía. Ron dijo que podían entonces salvar a Buckbeack con él, luego de eso, Harry tuvo un presentimiento, y lo compartió con sus amigos.
—Luego de salvar a Buckbeack, Mione, creo que deberíamos ir al Bosque Prohibido.—dijo Harry—
—¿Por qué?—preguntó confundida—
—Es sólo un presentimiento, pero creo que es importante.—respondió—
Ron miró la interacción desde su lugar en la cama, con una ceja alzada, curioso.
—Hermano, podrías tener razón—Fue todo lo que dijo.
Sin decir más, Hermione pasó la cadena del giratiempo sobre ella y Harry, dió tres vueltas a la esfera, y retrocedieron en el tiempo tres horas. Emplearon esas tres horas para salvar a Buckbeack, y luego adentrarse al Bosque Prohibido; una vez allí, siguieron los signos de lucha, y encontraron al perro y al lobo a merced de los dementores. Harry ante la vista, se acercó con firmeza y dijo:—¡Expecto Patronum!— Fue entonces que un patronus corpóreo salió de la punta de su varita y se alejó al trote hacia los dementores, ahuyentándolos. Cuando el patronus regresó, ambos adolescentes y un hipogrifo pudieron apreciar la forma de éste: Un brillante perro husky siberiano* se sentó sobre sus patas traseras antes de desaparecer.
Fin del capítulo.
¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas!
*Si se preguntan por qué no usé al ciervo, es porque no ocurre la escena en la que Harry cree que ve a su padre, por lo que no tiene la referencia de James “Cornamenta” Potter protegiéndolo, pero sí tiene presentes a Sirius y Remus, por eso la forma de su patronus.
Espero que les haya gustado.
Atte: Agnes Longbotton-Weasley-DiAngelo~
¡Travesura realizada! ¡Ave semidioses!
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