30. "¿El final?"

Capítulo dedicado especialmente a:

Nyxthehunter por escribir pendejadas que siempre me hacen reír <3

The_Hell_of_Lucy por ser un gran apoyo y estar conmigo en esos momentos tristes pero sobretodo felices <3

LadyShineX por ser una chica maravillosa y apoyarme en Facebook y aquí <3

TomoyoNatsume3, NamiShigaraki y scarrow-witch por estar presentes en todas mis historias, votando y comentado <3

Y sobretodo dedicado a ustedes que me han apoyado siempre, porque sin ustedes está (y las otras también) Historia no hubiera Sido posible. Los amo y gracias por votar, comentar y sobretodo darse el tiempo para leer <3

















Austria bebió de su taza de café y luego miro al menor frente a él. Cuando apartó la taza de sus labios, suspiro.

---¿No crees que es muy pronto? ---Preguntó finalmente, Ludwig bajo la mirada y tomo algo de aire.

---Puedes que lo sea, pero, estoy seguro de ello. ---El austriaco lo miro casi incrédulo de esas palabras. Dejo su taza en la pequeña mesa frente a él y se levantó.

---Me estás diciendo que estás seguro, cuando hace casi un año... Casi lo arruinas de la manera más idiota que e visto jamás... Creme que ni Antonio lo hubiera hecho y e conocido las idioteces que le a hecho a Ciudad de México. ---Comentó mientras llevaba sus manos a su cintura. Y antes de que el alemán pudiera preguntar por lo último, Roderich añadió. ---Creeme, no eres el único que me a pedido arreglar situaciones como la tuya. Pero ese no se el punto. Además... ¿Ya pensaste que España va dar el grito en el cielo cuando se lo comentes?

El rubio abrió la boca y la cerro segundos después. Era obvio que lo había imaginado, pero el ibérico era una caja de sorpresas con ese tema.
"Eso pensé", le dijo Austria mientras se volvía a sentar, la situación le... Incomodaba un poco y es que... Bueno, estaban hablando de su ex esposo, no era la primera ves, pero el tema si.
Roderich ni siquera dejo que Juan le comentará sobre el hecho de que no el rubio y él aún no tenía sexo desde aquella ves que el alemán lo llamo por el nombre del mediterráneo.

---Esta bien Lud, te ayudaré con ello. ---Respondió finalmente, pues, el de ojos amatistas sabía que ya era hora que Juan fuera feliz nuevamente.

---Gracias Austria. ---Comentó amable y sincero el alemán.

(...)

México que había dormido la mayor parte del día, se levantó solo para darse un buen baño y ponerse a pensar un poco. Darse un baño siempre lo hacía pensar en el pasado, ya sea de forma negativa o positiva.
Mientras estaba en el agua podía recordar todos los momentos que pasó junto al alemán, se rió de varías cosas y luego recordo aquel día.

"-T-te amo~ -Dijo la voz del alemán mientras oía la voz del menor cerca de su oído. -Italia...

No se dio cuenta rápidamente, sino hasta que el mexicano se soltó y lo miro.

-¿M-me acaba... De llamar Italia? - Y el silencio se hizo prominente."

Podía recordar cómo se había sentido y que a pesar de eso perdonó al alemán... Por el simple hecho de sentir algo por él... Tal ves ese era su problema la mayoría de veces en sus relaciones, ¡hasta a Escocia se lo había "perdonado"! Aunque ahí fue más un ojo por ojo que otra cosa.

¿Se arrepentía de haber perdonado en esa ocasión al menor? Pues, ni siquera estaba seguro de contestar esa pregunta, porque, después de eso vinieron algunos otros problemas, como paso cuando estuvieron en Inglaterra.
O lo que pasó en el aeropuerto del mismo país.
Suspiró y se hundió en el agua.

¿Que sentía por Alemania y desde cuándo lo sentía?

Se trató de recordar cuando empezó a sentir algo por el rubio, podía recordarlo, fue a finales de la segunda guerra mundial, Alemania estaba preso y a él lo habían puesto para su cuidado mientras se alistaba el juicio que él y su hermano presentarían.
Durante la mayor parte del encierro del rubio este no hablo, solo lo miro algunas veces, Juan pues...

Si estaba molesto con él por haber atacado a Austria y sabía de los horrores que había cometido... Pero, a pesar de eso, durante su cuidado no pudo evitar hacer un lazo afectivo con el nazi en aquel entonces.
Y ahora que lo pensaba, Alemania ni siquiera debía recordar sobre su cautiverio a finales de la guerra.

Luego vio, como el alemán fue separado de su hermano mayor, quedándose el albino con Rusia y Alemania con Estados Unidos.
Su admiración creció más cando vio como el de ojos azules hacía lo posible por seguir adelante y aunque poco después vino el Muro de Berlín. Este siguió esforzándose para levantarse.

México solo lo vio desde su lado del continente y a veces desde casa de Inglaterra (por su relación con Escocia). Y viendo de lo que el europeo era capaz de hacerlo, él inspirado hizo lo mismo y con los años pasados empezó a empezar el "Desarrollo Estabilizador" el cual le había venido de perlas... No sería hasta meses después del fin de la guerra que se volverían a ver en la primera junta de la ONU.
Y años después cuando lo llamarían para formar parte del G 20.

Fue ahí cuando se dió cuenta que lo que sentía por el alemán no solo era una simple admiración, era algo más, era amor. Y es que Juan conocía cuando se sentía así... Tal ves por eso lo había perdonado en un principio; Ya llevaba unos buenos segundos en el agua cuando la puerta corrediza se abrió, México salió del agua, solo para encontrarse con la misma persona en la que estaba pensando.

---¡Oh, disculpa! ---Comentó Alemania para volver a cerrar la puerta. Juan tenía un ligero tono rojo en las mejillas. ---¡Japón dijiste que está a vacío!

---¡Ya se a bañado en grupo Alemania-San, no se porque se queja! ---Respondió el nipón, México rió con discreción. ---¡Disculpara usted, pero yo no voy a calentar otra ves a bañera!

Alemania solo se sonrojo, a pesar de no ser la primera ves que veía a Juan desnudo, si era la primera ves que compartían la bañera.
Volvió a abrir la puerta corrediza solo para ver al moreno sonriendo y tenía una mano estirada en la orilla de la bañera. Alemania rió con suavidad.

---Ludwig~, al parecer solo estaremos tú y yo aquí. ---Le dijo en un tono coqueto y es que, no quería que se notarán los nervios por estar pensando desde hace rato en él.

---Eso parece. ---Comentó el rubio mientras entraba en la bañera que era bastante grande. El agua seguía caliente, Juan agradecía el aún no ser una pasa. ---¿Ya estabas por salir?

---No, de hecho estaba pensado. ---Comentó el mexicano mientras se hundía un poco nuevamente, su oscuro cabello flotaba un poco. Ambos se miraron y sonrieron.

(...)

Japón había salido de la casa con Italia, solo par darles privacidad a los otros dos y así conseguir más material para él y las chicas; mientras tanto, Juan y Ludwig se besaban después de varios minutos de sonreírse.

Los besos eran candentes, y sus cuerpos desnudos se rozaban aunque el agua hacía más resbaladiza la acción.
El rubio no dudo en pasar sus manos por la espalda del más bajo y bajarlas hasta el trasero del mayor. El cual suspiraba por el contacto dado por las manos del fornido hombre.

Sus dedos se enredaron la cabellera rubia del alemán mientras los besos seguían, no paso mucho para que los penes de ambos se pusieran erectos.
Así empezaron más roces entre ambos, buscando no solo la satisfacción sexual, sino, aquel sentimiento que había surgido en ambos en situaciones totalmente distintas.

Las caricias iban pasando y aunque el agua se estaba enfriando, eso no le importo a ambos; El alemán dejo varias marcas en el cuello ajeno, olvidándose de que España podría asesinarlo por tan sencillo gesto.
Juan suspiraba y se dejaba llevar, pero tampoco se quedaría sin actuar, pues tomando ambos miembros comenzó a frotarlos entre sus manos, causándole muchas más sensaciones...
Parecía que nada los detendría en esta ocasión....

(...)

---¡Ah~! ---Gimio fuertemente México mientras el alemán lo embestía, se aferró a la espalda de este, arañandolo un poco. ---Ludwig~... Ah~

El nombrado aferró sus manos en los muslos del moreno, jadeando.

---Te amo México. ---Le dijo, sin errores, sin pausas, el latinoamericano se separó de él y sonrió y tomo el rostro ario del alemán, besándolo no solo con fogosidad sino que también con cariño.

---Yo también te amo Alemania. ---Le susurro con una sonrisa y acariciando las mejillas del menor entre las yemas arrugadas de sus dedos.

Una ves más se besaron, el fornido hombre volvió a embestir al moreno. Se sentía feliz y orgulloso de si mismo... Pues, verdaderamente ya tenía todo claro y, eso ya no causaría problemas no solo en él, sino que con el mexicano.

Tal ves los celos, pero bueno. ¿Quién no tendría celos del país con el que andaba?


(...)

Después de que Japón les comentará el hecho de pasar mucho tiempo en el baño, ambos durmieron juntos esa noche, abrazados el uno del otro, como en aquella foto que reposaba en el álbum de Hidalgo. Y de Japón también.

La mañana fue igual de tranquila, si bien esos dos no eran una pareja melosa, Veneciano si logro percatarse del cambio de ambiente de aquellos dos y se sintió feliz por Alemania.
Italia en todo el tiempo de relación de su amigo y primo el se dedicó a hablar con Hungría sobre aquel amor que lo dejo.

Y aunque parezca que solo quería estar de pegajoso para causar problemas, no era así, la relación de Alemania y él siempre había sido así y eso Juan lo sabía muy bien.
El mediterráneo sonrió y por debajo de la mesa tomo la mano del nipón, el cual se sonrojo pero no hijo nada. Solo dejo el contacto físico que el italiano le proporcionaba.

Todos se alistaron y fueron a la última sesión de aquella junta mundial.

(...)


---¡¿QUE TÚ QUIERES QUE, CON MI CHAVAL?! ---Exclamó España apenas terminó de hablar el alemán, Roderich suspiro y lo hizo sentar otra ves, ya que el ibérico se ha ja levantado al decir aquello.

---Yo se que es muy repentino... Pero, enserio... Me gustaría tu bendición Antonio. ---Comentó lo más calmo que pudo estar. El de ojos verdes hizo una pose pensativa.

"No, no, no, no, no, no..." Ese era el único pensamiento del español, pero.. ¿Acaso no había dicho que dejaría que México creciera? ¿Acaso no había sido más de 200 años que el moreno era una nación independiente? ¿Que diría su ex esposo?y no se refería a Austria.

---¿Cómo puedo saber que esto va totalmente enserio? ---Comentó cambiando su sorpresa por un expresión sería. El alemán levantó la mirada pensando algo rápido.

---Bueno...

---Antonio, por favor, te lo está pidiendo de frente ¿acaso eso no es prueba suficiente para saber que esto va enserio? ---Se metió Austria, ya que había quedado en dar su apoyo al germano.

---Ese es un buen punto, pero no lo sé. ---El de ojos amatistas rodó la mirada por el comentario.

---¿Quieres que lo mandé a llamar? Posiblemente Ciudad de México de su bendición con más facilidad. ---Comentó Austria, una risotada por parte del español se hizo esperar, los otros dos europeos lo vieron extrañados.

---¡Yahir dará su bendición más fácil! ¡Roderich estamos hablando de la suegra de Alemania.... Creeme, las suegras son las más difíciles de convencer! ---Comentó para recargarse en la silla y cruzarse de piernas, el de ojos azules miro al aristócrata. Roderich por primera ves no sabía que decir, ya que él no ocupo de la bendición de la capital mexicana, ya que todo se había hecho por los humanos. ---Pero, pero, si logras que Yahir te de su bendición, yo, personalmente te daré la mía.

---¿Enserio? ---Preguntó algo asombrado el alemán, España asintió con una sonrisa triunfal. ---De acuerdo.

---Si él no te da si bendición, olvídate de esa simple propócision. ---Le dijo de manera sería y fría. Alemania tragó en seco y asintió.

La expresión del ibérico cambio rápidamente a una sonrisa y un rostro totalmente iluminado por la alegría.
Se levantó de dónde estaba y palmeo el hombro del rubio mientras se iba.
Ludwig suspiro mientras se desparramaba en la silla.


(...)



Si bien el mandar a traer a alguien de un momento a otro no era cosa fácil... Las 13 horas que duraba el vuelo de Ciudad de México a Tokio (sin interrupciones de ningún tipo) eran una bendición en esos momentos. Tuvo que cortar el tiempo de la junta para tomar un día más de esta y que la capital mexicana llegará antes de que todos quisieran emprender vuelo a sus respectivos puntos de origen.

---¿Por qué dividiste la junta? ---Preguntó México mientras caminaban a su respectivo cuarto de hotel. El alemán levantó la mirada.

---Solo necesitaba más tiempo para algunas cosas. ---Respondió el rubio, Juan lo miro algo extrañado. Más siguió caminando y espero por si el alemán le decía algo de lo que estaba planeando.

Solo vio que este recibía un mensaje de texto, lo vio revisarlo y exaltarse. ---Tengo que irme, nos vemos en un rato.

Dijo de repente Alemania, dió un beso rápido al mayor y salió corriendo. Juan solo miro extrañado toda esa escena.

---¿Qué tanto estará planeando? ---Y aunque le hubiera gustado seguirlo, solo suspiro y se dirigió a su cuarto. ---Tal ves no es algo malo.

Se dijo antes de cerrar la puerta tras de si.



(...)


Alemania tuvo que tomar un taxi e ir al aeropuerto de Tokio para recibir a la capital mexicana.
No tardo mucho para verle llegar, no era difícil de diferenciar entre la multitud, México se parecía mucho a su madre cuando esté no estaba trasvestido.

---Ciudad de México, un gusto verle y le agradezco el que allá volado hasta aquí. ---Comentó Alemania mientras le daba la mano para saludar, el nombrado solo lo miro y sonrió.

---Dijiste que era sobre México. Y bueno, aquí me tienes. ---El capitalino tomo la mano del alemán y la estrecho con la suya. ---¿Sucedió algo malo con Juan?

----No, no le a pasado nada malo, pero si está involucrado.... Pero vamos a otro lugar ¿tiene habré? Yo le invito. ---Comentó, ambos salieron del aeropuerto para ir a comer a cualquier otro lugar de Tokio.




(....)






---Entonces, tú quieres mi bendición. ---La voz sería de la capital mexicana solo provoco nervios en el europeo.

---Exactamente, con su bendición, también tendré la de España. ---Comentó mirando los ojos oscuros del mexicano. Lo vio suspirar y beber de té que había pedido.

---¿Tú estás consiente de que es muy pronto para eso? ---El alemán asintió. ---Mirén joven Alemania, le agradezco que se haya tomado molestia de pedir esto a España y a mí. Y aunque Antonio diga que ganar mi favor es difícil, en parte lo hago para molestarlo, usted tiene mi bendición.

El alemán sonrió, el chilango se apoyo en la mesa con una mano y se estiró tomando con la otra para tomar la corbata del rubio.

---Solo le recuerdo, joven Alemania. ----El tono de su voz era entre neutra y molesta. ---Usted vuelve a lastimar a mi hijo nuevamente y no dudaré en usar el hacha de mi ex esposo para cortarle los testículos, ¿me escuchaste bien cabrón?

El alemán tragó en seco, si buen el había conocido solo esa parte amable del capitalino. Se sorprendió totalmente de sus palabras... Pero no dudaba que el pelinegro hablara en serio., pues un escalofrío recorrió su espalda cuando le había dicho eso.

---Por supuesto... E escuchado y entendido bien... ---Respondió algo temeroso, Yahir sonrio y sus dedos se deslizaron suavemente por la corbata roja del país alemán.

---Me alegro que este consiente de lo que le e dicho. ---Respondió y tomo la taza de té cuando soltó la corbata. Sonrió y alzó está. ---¡Brindemos entonces!

El alemán tomo su cerveza y choco su tarro con la taza del capitalino. Si Antonio le aprecia aterrador... Yahir le parecía peligroso.




(...)


---¡¿CÓMO?! ---Exclamó el ibérico cuando se enteró que que su ex pareja le había dado la bendición al alemán. ---¡¿POR QUE YAHIR?

---¡PORQUE QUIERO LA FELICIDAD DE JUAN! ---Le grito de vuelta el capitalino al español. Austria solo miro con seriedad a la pelea de esos dos.

---¡SE SUPONE QUE DEBÍAS HACERTE EL DIFÍCIL! ---Ciudad de México se cruzó de brazos y se volteo, dando por terminado aquella pelea, el español solo gruño y pego su cabeza contra el cojín del sofá más cercano.

Austria sabía de las peleas de esos dos. Pero no sabía que eran tan intensas... Ahora entendía porque a Juan no le afectaban las peleas de la junta.
Se alejo de ellos antes de que empezarán a gritarse nuevamente.
Salió al balcón de su cuarto de hotel y suspiro cerrando los ojos.

La gran ciudad de Tokio le saluda a con todo su esplendor. Sus pensamientos se llenaron de Gilbert el cual se había logrado acompañar a su hermano y así poderse ver verse más seguido.
Gilbert era una persona de una personalidad totalmente distinta a la suya, pero que a pesar de eso logro darse el tiempo para dejar parte de su actitud egocéntrica y escucharlo a él.
Lo mismo le pasó a él, dejo ese lado serio para escuchar al albino y poder ser una pareja más estable.

Y apresar de la década que llevaba juntos, aún no  sellaban ese amor que se tenían en matrimonio... Pero eso se debía más a qué, Austria veía el matrimonio como un simple negocio por todas alianzas que formó con dicho acto.
Más, en  1863 cierta persona le hizo ver que hasta en un matrimonio arreglado podían haber sentimientos sinceros.

---Solo espero que tengas la felicidad que no te di con Alemania... ---Habló bajo y audible para si mismo. ---Así como yo lo e logrado con Gilbert.

Una suave brisa soplo desordenado sus castaños cabellos, sonrio. Pues verdaderamente estaba feliz por el mexicano y por su primo.




(...)




---¿A dónde vamos Alemania? ---Preguntó el mexicano mientras caminaba a un lado del país nombrado. Este lo llevaba por un pequeño campo de árboles de cerezo.

Más esté no dijo nada y se detuvo en un pequeño kiosko que estaba rodeado de dicho árbol y que además era decorado por una enredadera de Madre selva y de algunas Dalias. Ambos se adentraron al interior del pequeño kiosko, una suave brisa soplo, dejando caer con suavidad los pétalos rosas de los árboles.

---Lamento tanto misterio Juan. Se que estado muy extraño estos días, pero, no es por nada malo... ---Habló el alemán mientras tomaba las manos del moreno. Sus mejillas estaban muy rojas, Juan solo lo miro con curiosidad. ---Se que... Cómo relación llevamos casi un año y todo esto podría ser repentino... Pero, se que quiero que estés a mi lado.
Juan, hace más de un año veniste a mi vida ayudarme a conquistar a alguien.

»Pero si soy sincero, lo hiciste bueyn, porque me hiciste amarte... Me hiciste ver qué no solo era una persona seria y autoritaria y eso me pone feliz.
Si, tuvimos problemas, pero toda pareja los tiene. Hoy puedo decir con total seguridad que la persona que amo es la República de los Estados Unidos Mexicanos... Que la persona que le entregaría mi vida es a Juan José de la Cruz.

Las mejillas del mexicano se habian puesto totalmente coloradas por dichas palabras... ¿Acaso él...?

---Y, Juan, yo... Yo sería feliz a tu lado. Y me gustaría que tu también lo fueras. ---Beso los nudillos del moreno y soltó sus manos. Juan quiso decir algo, pero el alemán puso su dedo índice sobre los labios del mayor. ---Juan José de la Cruz...

Los ojos del nombrado abrieron en forma de sorpresa al ver que el europeo se arrodilló frente a él. El corazón se le hacelero con demasiada fuerza... ¿Podía ser...?

Con las dos manos el alemán sostenía un pequeño anillo de un solo diamante. ---¿Te casarías conmigo?


*Inserte música mamalona como créditos finales*






----Ohayo Pérez























Muchas gracias por seguir está historia ♥️♥️

Esperen, no me linchen, recuerden que Ohayo siempre escribe un epílogo :33

Y tal ves como en "Prohibido estar junto a ti" haya capítulos especiales <3

Gracias por todo su apoyo, sin ustedes está historia no hubiera Sido posible ♥️

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