23. "Hablemos... Una ves más"
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Alemania después de admirar durante varios minutos los anillos de su novio. Los guardo en el bolsillo de su pantalón y miro a España, que estaba sentado en el sofá, justo como se lo había pedido Austria.
No sabia que hacer en esos mome tos así que, se sentó en el sofá de a lado.
—Sabéis una cosa. —La voz de Antonio se hizo escuchar apenas se sentó. —Nunca fui el mejor padre, de hecho, por tener muchas colonias descuide a varios de mis pequeños... A pesar de tratar de darles algo de tiempo a cada uno, creo, que no fue suficiente.
El germano no supo que decir, solo miro a Antonio, que miraba sus manos en esos momentos.
—Guatemala, Salvador y Honduras siempre notaron que mi favoritismo era con Nueva Hispania y... Ciertamente tenían algo de razón. Pero, Yahir siempre me decía que era un des obligado y que no le prestaba la suficiente atención... Eso también tenia algo de verdad. —España suspiro y se se tiro en el sofá, acabado medio recostado. —Tal ves, fue esa falta de atención lo que hizo, que, después de que ellos se independizaran yo, quisiera protegerlos... Darles lo que no les di cuando fueron mis colonias.
—¿Atención? —Pregunto el alemán con una voz calmada. El ibérico asintió.
—México, cuando era mi colonia, era muy apegado a mi, siempre detrás mío, no quería que me separara de él... Pero lo hice, me aleje de él, pensando que sería lo mejor en esos años, para que no siempre dependiera de mí.
Y cuando se independizó fue una de las que mas me dolió, mi niño se había ido de mi lado.
—Debio ser muy duro para ti. —Comento el fornido hombre, pudo ver una pequeña sonrisa en el rostro del contrario.
—Lo fue... A Juan siempre lo e visto como un crió, alguien inocente y que debe ser protegido... Aunque, no siempre e podido protegerlo en las guerras porque siempre estoy hundido en deudas. —Una risa incomoda salio del ibérico. —Pero, había otra forma y esa era, en la emocional por parte de otras personas. El mundo es cruel y mas nosotros que somos mas viejos... Tú no entras en ellos Alemania (porque eres joven, pero has llegado a ser cruel).
Todos ya habían tenido relaciones amorosas o sexuales y, podían dañar de algún modo a mis críos. La mayoría de mis chavales se relacionaron entre ellos, pero Juan... Siempre le gusto involucrarse con muchos países, siempre a sido muy sociable y raramente tenia problemas con otros...
El alemán hizo un pequeño "Oh" a forma de sorpresa, así que México desde niño sabia relacionarse con todos.
Ahora sabía porque no le costaba hablar con nadie, tal ves, si Corea del norte no fuera tan cerrado, Juan ya se hubiera hecho amigo de él. España continuo.
—Y, bueno, las relaciones amorosas de Juan, son las que más me cuestan admitir... Como por ejemplo, cuando me dijo que salia con Estados unidos... Casi se me salia el alma, no podía entender como mi niño y ese... Y Alfred pudieron acabar juntos. —Se le vio frun ir el ceño y luego suspirar. —Pero vale, lo "acepte"... Aunque en realidad sólo esperaba el momento to en que terminaran para tener un motivo para golpear a Alfred… Para mi mala suerte, Juan lo había terminado en aquella ocasión.
Cuando llego su relación con Escocia... (La cual también llego a presentarme) Ahg... Me jure a mi mismo no dejar que volvieran a lastimar a mi niño de esa forma, claro que, le deje en claro a Allistor que con mi bebé no se juega. Creo que de ahí viene no paranoia...
—¿Paranoia? —Pregunto el alemán.
—De que cualquiera le va a hacer lo mismo a México. —Explicó el castaño. El fornido hombre asintió. —La de Rusia (que fue la ultima que le conocí a México) bueno, lo admito, si tenia la intención totalmente que rompieran. No es que este orgulloso, pero... Ñeee...
—¿Hiciste que México y Rusia terminara? —Pregunto Alemania, a lo que el ibérico contesto, que lo único que tuvo que ver en eso, fue el hecho de cortarle unos cabellos cuando lo besarse con México... Algo similar que hizo con el propio germano cuando lo miro del mismo modo con el latino.
Antonio le explicó, que Rusia no había podido con la presión familiar de que lo estuviesen amenazando, para evitar algún tipo de daño al moreno. Al final no pudo y termino con Juan quedando como amigos.
—Ahora, Ludwig. —El nombrado miro los ojos verdes de su contrario, lo vio levantarse y lo guió hasta la cocina. Se sintió algo nervioso, pero lo vio llenar un recipiente de agua del grifo. —Quiero que me cuentes lo que paso entre México y tú, cuando Rusia dijo que lo llamaste por otro nombre durante...
España no termino, pero sonrió, Alemania en tenido a que suceso te refería su suegro, así que suspiro. Levanto la mirada como si pudiera así, ver a México que estaba arriba.
Y luego bajo la miraba al mayor.
—Bueno... Todo empezó hace casi 6 meses... —Empezó su relato el rubio mientras se sentaba.
[...]
—Y, bueno, México me perdono y acepto estar conmigo y darme una oportunidad. —"Finalizó " el alemán a su relato, pues, aun no le contaba a su suegro los problemas que habia estado teniendo con su pareja desde que se habían vuelto a ver.
—Mmm... —Se oyó por parte de Antonio, después Alemania vio como hundia su cabeza en el recipiente con agua y parecía gritar. Al salir de ahí, todo empapado y mojando parte del piso, ambos se miraron. —¿Sientes algo por Italia aun?
Preguntó, el alemán desvío un poco la mirada. Antonio lo noto.
—Mira Alemania, te haría algo, pero prometí no hacerlo. Pero, creo que aquí, hay un problema ¿no lo creéis? —Cuestiono. —Iniciaste una relación sin dar tiempo a sanar la que te habían lastimado en un principio... Ahora, no se si enserio lo hiciste por amor o porque querías un motivo para olvidar los que sentían por el pequeño Italia.
Alemania fruncio el ceño, siempre le acababan preguntando lo mismo. Y a pesar de ya hablarlo con México, a veces parecía no estar claro.
—No, yo no utilice a México para olvidar a Italia. —Antonio lo miro curioso. —Estoy con Juan, porque él me enamoro, él supo como ganar mi corazón con pequeños detalles, además de que, no me costo hablar con él de varias cosas y algunas personales, se que todos piensan que solo estoy con él para olvidar a Italia.
Pero, se lo dije a México, si se me presentara la oportunidad de volver con Feliciano, no lo haría, porque yo enserio amo a Juan. Y se que e dudado mucho, pero eso es porque no soy un experto en esto de las relaciones, Juan es la primera relación formal que tengo y... Y....
El alemán ya no supo continuar, solo miraba el piso con los puños cerrados, España lo miro y sonrió, se acerco a él y le puso una mano en el hombro. Ludwig levanto la mirada y pudo admirar una sonrisa en el rostro del ibérico.
[...]
—Bueno señorito, debo decir que, la cena estuvo muy bien. —Comentaba Prusia mientras entraba en la casa. Austria le seguía por detrás. —Mmm... Que bien huele.
Dijo el albino emocionado y se acerco a la cocina, Roderich noto que el ibérico ya no estaba en el sofá. Suspiro y camino a la cocina, ahí ambos países pudieron apresiar a Ludwig sentado en la barra comiendo algo.
—¡Pequeño Lud! ¡Que has preparado! —Exclamo emocionado el hermano mayor para ir donde su familiar. Alemania levanto la mirada, todos vieron que comía un platillo muy singular. —¡Oh!
—Buenas noches. —Saludo el alemán mirando a sus familiares, Roderich le respondió el saludo y Gilbert estaba por atacar el plato de su hermano.
—¿Y España? —Pregunto Roderich, aunque a estalló alturas ya suponía donde se encontraba su ex esposo.
—Esta arriba con México. Creo que fue a hablar con él. —Explico el rubio, Austria sintió y después señalo el plato que Gilbert ya estaba devorando a pesar de haber comido fuera. —Oh, España preparo paella y después me dijo "Juan ama la paella, hay que llevarle un poco después de semejante regaño". Me sirvió un poco y después subió a verlo.
—¿Hablaron? ¿Ustedes dos? —Cuestiono Roderich nuevamente. Alemania asintió, ambos oyeron exclamar a Gilbert un "—¡No puevo creerlo! Kesesesese ¡Felicidades hermano!"
—¿Por qué? —Pregunto confundido, Roderich puso la mano en el hombro del fornido hombre. Se le podía apresiar una sonrisa igual que a su hermano mayor.
—Porque lograste lo que pocos países pueden. —Comento Prusia, Ludwig los miro extrañado. Preguntado el que, a lo que Roderich le comento.
—Has logrado hacer que Antonio acepte tu relación con México. —Alemania abrió los ojos a modo de sorpresa al oír las palabras de su primo.
—Ohayo Perez.
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