18."Harto"

"Instalaciones de seguridad del aeropuerto de Londres, Inglaterra."






España veía el piso de cemento, de manera algo borrosa podía ver la cadena de las esposas que tenia en las manos.
Le dolía el rostro y parte del abdomen, se sentía pésimo, mal...

-Ya estarás contento... -Se oyó una voz demasiado familiar para él. Levanto la mirada, encontrándose con su ex pareja.

-Si has venido a regañarme... -No termino, el chilango le interrumpió diciendo.

-¿Me vas a decir porque no van a poder viajar durante los próximos tres meses? -Se oía serio, algo que, contrastaba mucho con el bonito vestido que traía.
El ibérico dejo salir un pesado suspiro, para comentarle lo que había pasado horas antes.






[...]




"-Aeropuerto de Londres, Inglaterra; 12 horas antes aproximadamente. -"



Todo el mundo se quedo callado después de la exclamación del ibérico, nadie se atrevía a mover un solo musculo.
Todo el ambiente se volvió pesado de un momento a otro, México veía a su ex tutor y este veía al alemán.
Rusia sonrió para sus adentros al saber que fue escuchado por el ibérico.

-¡¿Habéis tocado a mi crió?! —Exclamó furico, algo... Extraño de ver, ya que Antonio era una persona muy alegre. Y empezó a correr donde se encontraba el alemán, pero México ya se había puesto entre ellos dos.

—Antonio... No es lo que crees. —Mencionó lo mas seguro que podía el menor, pero el país de la pasión estaba fuera de sus cabales.

—¡Entonces a que diablos se refería Rusia! ¡Es obvio que ese hijo de puta de a metido mano!

Juan no sabia que hacer o que decir, porque el mismo se podía hechar de cabeza con sus otras relaciones. Y también el hecho de que no era virgen desde hace mucho.
Alemania no movía ni un musculo y a veces aguantaba la respiración cuando Antonio lo veía con sus ojos verdes.
Las demás naciones se quedaron calladas, los latinos en especial sabían que no debían interferir en aquella... "Charla", conocían bien al ibérico en ese tema, pues, algunos de ellos ya les había pasado lo mismo ¿cómo sobrevivieron? A México le gustaría saberlo ahora mismo.

—Antonio... ¿No crees que estas apresurando las cosas? —La voz de Austria salio entre la muchedumbre, no solo de países sino que de humanos también. —¿Cómo puedes estar tan seguro de que hablaban de Alemania?

El castaño volteo a verle, su rostro furioso cambio a una de confusión. Tanto México con Alemania vieron al aristócrata como su salvador.

—Pues... —Aunque no lo pareciera, Roderich temblaba, pues sabia a lo que se podía enfrentar sino se calmaba correctamente a Antonio, Gilbert le debía una muy grande. —¿Qué gana Rusia mintiendo? Vos sabéis que él no lo hace cuando se trata de México...

El europeo de ojos amatistas trago saliva disimuladamente. Camino hasta España y puso su mano en el hombro del ibérico.

—Que tal si hablaban de Escocia, ¿no tendría más sentido? Tú sabes como lo a lastimado. Mira, que te vas acabar cargando a Alemania y tal ves Rusia se refería a Escocia. —Sonrio un poco, Antonio miro a otro de sus ex esposos.

—Vale... Creo que tenéis razón... ¿Rusia? —Voltro a verlo, Austria no se espero que le preguntara al euroasiático, los nervios volvieron a todos. El ex sovietico solo sonreía.

—Mira España, yo quiero lo mejor para México. —Si te querías ganar al suegro, debías eliminar a los otros. E Ivan sabía como hacerlo. —Y, si, yo me refería a...

El país mas grande del mundo no termino, pues una sustancia café oscuro le cayó del lado izquierdo empalándolo y manchándolo, poco después un vaso de plástico lo golpeo en la cabeza.
Rusia volteo, con un aura bastante oscura y una sonrisa muy ancha adornaba su rostro.
Alfred "bebía" del café que había comprado, México también veía al norteamericano.

—Oh I'm sorry! —Dijo Alfred con un una voz algo chillona.  —Que torpe, se me a resbalado de las manos...

—Alemania tuvo sexo con México y lo llamo Italia, lastimando en el acto. —Dijo Rusia, si la tensión era de por si grande, esta aumento más. —Okh ... YA dumayu, chto ya govoryu bol'she, izvineniya.

Se "disculpo" Rusia, poniando su mano en sus labios. Austria quito su mano del hombro del ibérico, México solo miro a Ivan. Ludwig observaba a Antonio, nos quería perderlo de vista.
Todo paso tan rapido en esos momentos, porque Juan no supo en que momento se agarraron a golpes Rusia y Estados Unidos.

—¡No Antonio! ¡Dejame explicarte! —Y él se encontraba deteniendo a Antonio, Alemania pudo haber huido, pero, las piernas no le respondían. España no estaba dispuesto a oír razones y nadie quería intervenir, porque sabían que eran países, que... Bueno ¿qué se puede decir de ellos que no se haya escchado ya?

España no era de lastimar desde hace mucho a sus críos, pero, tomo a México quitándolo de en medio y lo empujo al piso.
Ludwig esquivo varios golpes del ibérico, pero, esa suerte no le duro mucho. Porque chocaron con los otros dos países que peleaban.

—¡Basta! ¡Dejalo! —Exclamaba el menor de los latinos tratando de separar a todos, pero, era practicamente imposible. —¡NO! ¡Antonio deja a Alemania!

La seguridad de aeropuerto había llegado. Pues, el alboroto era grande, solo que a los humanos les iba a costar trabajo separarlos.
Juan que ya se estaba artando de la situación, opto por medidas drásticas, no solo con su tutor. Sino contra el euroasiático también.

—¡Basta! —Grito, mientras tomaba a Antonio por el torso y lo levantaba por los aires. La sorpresa de ese acto hizo que el castaño se detuviera, el menor lo azoto contra el piso con gran fuerza, haciendo que su ex tutor se pusiera en posición fetal. —¡Dije... Basta!

Volvió a exclamar, tomando el brazo de Ivan cuando estaba en el aire y lanzado lo por el aire al piso con demasiada fuerza, casi acabando en la misma posición que el español.

—¡Estoy harto! —Exclamo viendo a los dos países desde arriba, pies estaba como si hiciera reverencia. —¡Estoy harto de que quieras controlar mi vida amorosa! ¡Ya no soy un crió! ¡Estoy harto de ocultar mis relaciones! ¡Y que si e tenido varias parejas! ¡Y que si e dejado de ser virgen! ¡Es mi vida y yo decidió con quien y como vivirla!

El español que había levantado un poco la mirada, miro a su retoño incrédulo. No sabia que emoción mostrar en aquellos momentos. Tras la confesión del mexicano.
Luego el menor dirigió su cuerpo a donde estaba el ruso.

—¡Confie en ti Rusia! ¡Te lo dije de la manera mas amable, que me dejaras en paz! ¡Pero te valió un kilo y medio de verga lo que te dije! ¡¿Querías verme bien?! Pues jodete... ¡No debe importarte con quien tengo una relación, si quiero tenerla con Ludwig o cualquier otro pais no debes entrometerte!

Su respiración era agitado y antes de poder decir o hacer algo, el mexicano fue tacleado por los oficiales del aeropuerto, fue apresado como los otros cuatro países.
Que fueron llevados a la oficinas y ahí los dejaron, separados el uno del otro. Ninguno decía algo, solo se quedaron en el lugar asignado por los oficiales.

Debían esperar para que se resolvieran su situación. Legal, ya en otro momento resolverían la sentimental, amistad, fraternal.




[...]



—Eres imposible.... —Dijo Yahir aun viendo a Antonio el cual suspiro cansado.




—Ohayo Perez.

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