Capitulo 9
Theo esperaba en la sala de estar de la oficina de Snape, el documento firmado que tenía la constancia de la cancelación de la deuda de su futuro suegro.
Para luego correr a Greengass Manor a recoger a Antares y llevarla a su mansión.
Mientras esperaba, pudo divisar a un Snape, muy enojado golpear a un hombre en una oficina alterna a la suya. Y luego salir, tomando su sacó y sombrero dirigiéndose hacia él.
Ha muerto, la sra. Helen Malfoy Greengass, tú futura suegra, voy a ir al velorio, y he llamado un taxi.
Theo aún no salía del asombro de tan fuerte noticia - no es necesario Snape, vamos juntos, mi auto está afuera.
Por disposición del patriarca de los Greengass sería enterrada el mismo día.
Mientras la carroza fúnebre recorría la ciudad, y entraban al campo santo.
Se escuchaba la canción favorita de Helen "I got a woman" era un hermoso blues del cantante Pink Anderson, nadie conocía el porqué de su gusto hacia ese blues.
Solo su madre Valentina Greengass, conocía el amor secreto de la rubia.
Un hombre sin fortuna que hubiera dado su vida por ella, ahora no la vería mas y le tocaba llorar en silencio su partida.
Pero a pesar que aún no tenía la fortuna de los Malfoy o los Greengass, él vengaria su muerte, se la debía por no haber tenido las agallas de huir con ella en su juventud.
En el penthouse del hotel, descansaba en su habitación Abraxas, ya no era un jovencito.
El anciano se ahogaba al caminar, sus maletas no solo estaban llenas de ropa, sino también de pastillas, para extender su vida, un poco más ya que tenía por quiénes pedir más tiempo. Sus nietos
Adoraba a Antares, copia exacta de su amada esposa Anastacia, la niña de sus ojos era blanca, rubia, de cabellos ondulados, ojos color miel, risa contagiosa, dulce y tierna, adoraba a su papi Abrax, como solo le decía ella.
Pasaba casi todos los fines de semana en Malfoy Manor, cuidando de su papito, le daba sus medicinas y salían a pasear, cogidos de las manos como si fueran novios.
Antares era su gran amor, lo supo desde que nació, Abraxas fue a conocerla a la maternidad, Antares vió el rostro del abuelo y le regaló una tierna mirada y desde ahí supo que ella sería su perdición.
El anciano moría de celos, cuando supo que se había enamorado de Theo Nott Jr.
No porque el castaño fuera mala persona, sino porque temía que su padre, el avaro Nott Sr. Logrará convencerle de unirse a la mafia.
Sabía que una vez, que el joven Nott, se dejará seducir por el poder y la ambición, no podría escapar con vida.
Sino en una caja de madera, dejando a su amada nieta, destruida por el dolor de su perdida.
Mientras Abraxas recordaba los buenos momentos con su adorada nieta, fue interrumpido por unos golpes en su puerta.
¿Quién es?
- Antares, está al teléfono, quiere hablar con usted - respondió Sirius.
- Cogeré la llamada desde mi habitación. Gracias - Abraxas acotó.
Tomó el auricular, dispuesto a lanzarle una broma a su nieta, cuando escucho los lamentos de su niña y sobresaltado le preguntó,
¿Qué ha pasado en Londres, Antares porque lloras, le pasó algo a Lucius?
- No papito, han asesinado a mi madre, con un balazo en la frente, cuando se disponía a tomar un baño, en el tercer piso de la mansión. Mi abuela Valentina, la ha encontrado - dijo Antares llorando y apenas conteniendo sus sollozos para explicarle la tragedia a su querido abuelo.
Abraxas se dejó caer en una silla, y se sostuvo la cabeza con las manos, mientras lloraba por la pérdida de Helen, su nuera era una buena mujer, sufrida pues a pesar de nunca haber amado a su hijo, le dio a sus queridos nietos.
Sirius oyendo los gemidos del longevo hombre, le golpeó nuevamente la puerta, para que lo dejara entrar y así verificar su estado.
Al no escuchar negativas de su parte, entró en la habitación, sentándose junto a él, lo abrazó para que se desahogara.
Una vez, que se sintió más relajado y analizando los acontecimientos de las últimas horas, le encomendó una tarea a su hombre de confianza.
Traer con vida a los recién casados.
Sirius, fue el encargado de ir a recogerlos y traerlos bien resguardados para que Abraxas y su nieto se conocieran.
Eran las 7 pm, Hermione descansaba en los brazos de su ahora esposo, luego de entregarse a su amor, en esos dos días de su corta luna de miel.
- ¡Mi vida! - llamó tiernamente Draco a su esposa, una vez que nos graduemos, me gustaría ir a Londres a conocer a mi padre y abuelo. - ¿Qué te parece?
- Sí me parece muy bien - respondió la castaña.
Así te presentaré a mis amigos, Theo y Pansy.
Ambos se ponían de pie dirigiéndose a la ducha, para tomar un baño relajante y salir a buscar algo de comer.
Una vez listos y vestidos con ropa cómoda y abrigada porque hacía algo de frío abrieron la puerta.
Se sorprendieron al ver que de un auto Audi, último modelo bajaban 5 hombres, fuertemente armados.
Draco jalo a Hermione colocándola detrás suyo, para protegerla, pensando que serían los hombres de Flavio Granger, pero al reconocer como su padrino al hombre delgado de ojos negros, que caminaba hacia ellos respiró aliviado.
Draco se acercó a él, para abrazarlo y le preguntó, - padrino, ¿A que debemos el honor de su visita?
- Debemos regresar a Cambridge en este momento, han sucedido muchas cosas y tú abuelo está muy preocupado por ustedes.
Draco se sorprendió al oir hablar de aquel hombre, que quería conocer. Y preguntó, - ¿mi abuelo está aquí, en Cambridge?
- Sí - respondió Sirius.
Se está hospedando en uno de sus hoteles, me ha pedido que los lleve a verlo.
El corazón de Draco salto de alegría, al fin conocería a su mentor.
Supo por su madre, en su charla tras la muerte de uno de sus medio hermanos, que por su abuelo, él había podido estudiar la carrera de medicina.
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