Pansy estaba empezando a impacientarse por la demora de Blaise, así que entró al bar y se sentó en la barra.

— Otra copa para mi — se escucho la voz de un hombre — y lo que ordene la sexy pelinegra que esta en la barra — pidió el desconocido.

Pansy se giro y su rostro se desencajo al ver al dueño de esa voz, era nada más y nada menos que Flavio Granger y compañía.

— Gracias Sr. Granger — respondió Pansy — así estoy bien — no se moleste.

— No es molestia guapa — respondió el capo alcoholizado — ven acompañanos y la tomó del brazo para llevarla a  su mesa.

Pansy no deseaba hacerlo, pero no quería que él la tocará, porque sabía las intenciones de Flavio y su trato hacia las meretrices del lugar.

Además ella era cantante no meretriz

La pelinegra sonrió y de manera educada quitó su brazo de las garras de Flavio,  y dijo — gracias me siento halagada, pero estoy esperando a alguien.

— ¿A quién? — preguntó el capo — ¿Que tonto deja esperando a una mujer tan divina como tú?

Blaise entró en ese preciso momento al bar y se encontró con la escena que le lleno el corazón de ira y de celos.

Cómo se atrevía ese viejo lascivo poner sus ojos y sus manos sobre su mujer.

Avanzó a paso rápido hasta estar cerca de ellos y preguntó — ¿Estas lista, Pan?

— ¿Tú que haces aqui? — preguntó el capo — y con esta zorra — no deberías estar en Cambridge para traer a mi hija así sea a rastras para que se case contigo.

Los ojos de Blaise se llenaron de sangre,  tal cual vampiro al ataque y le dijo — Ese matrimonio fue idea tuya y de mi madre, no mía.

Yo no quiero casarme con Hermione, no porque no sea una buena chica, sino porque yo decido con quien estar o no, te recuerdo que ya no soy un niño.

Flavio soltó una carcajada ante las palabras del moreno.

¡Claro que si lo eres! Tú mismo lo has dicho, mi hija vale más que tu zorrita.

— No le permito — gritó Blaise — Pan no es ninguna meretriz, le recuerdo que es cantante del Bar e hija de uno de sus perros,  el moreno iba a continuar, pero Pan lo jalo del brazo.

— No vale la pena — susurró la pelinegra — no expongas a mi padre por favor.

Blaise respiro profundamente para calmarse, hizo el ademán con su mano para que Pansy saliera y él se giro sobre sus talones saliendo ambos del bar.

Flavio sintiéndose desairado trono los dedos y señalando a Smith le dio una orden silenciosa para que se encargará de todo.

Blaise que sabía lo que vendría después subió a su carro rápidamente, junto a Pansy y aceleró lo más que pudo su motor para huir del matón, pero la suerte no estuvo de su lado y a las pocas cuadras se estrellaban contra una vieja bodega.

Smith pensando que había cumplido su cometido, se retiro del lugar dejando a los jóvenes a su suerte.

Neville fue al aeropuerto a esperar a su jefe y llevarlo a su mansión.

— Srta. Hermione ¿cómo está? — preguntó el castaño — con una amplia sonrisa.

— Neville — gritó emocionada Hermione — ¿cómo qué señorita? — dijo la castaña con las manos en la cintura — te recuerdo que fuimos al mismo colegio junto con Theo, Pansy y Blaise.

— Sí sé — respondió Neville, pero ahora las cosas han cambiado un poco. Soy el chófer de los Malfoy y usted una doctora.

— Nada Neville — respondió Hermione — tú puedes tratarme igual — sin apelativos estúpidos.

- ¡Está bien señor... Perdón Hermione! — susurró avergonzado Neville.

Abraxas miraba la escena entre divertido y tranquilo, ya que sabía que Neville sería un buen aliado de su nieto y esposa.

Carla Rosie, conocida meretriz del Yellow Club y amiga íntima de Pansy pasaba en su coche por el sector apresurada, ya que estaba tarde para recibir a sus clientes.

En el camino visualizo el auto de Blaise, en una situación extraña y sin pensarlo dos veces se acercó y lo que vio la dejó sin palabras.

Se acercó a los cuerpos, que aún estaban calientes y tomó sus pulsos.

Se subió a su coche y manejo hacia el club, entrando por la puerta trasera.

Se metió a la cabina de teléfono y llamó a la ambulancia para que salvarán a sus amigos.

Al cabo de 10 minutos ya se escuchaban las sirenas, tanto de la ambulancia, como de la policía, ya que el barrio era muy peligroso.

Los paramédicos sacaron los cuerpos aún con vida de ambos jóvenes y se los llevaron al Hospital de San Mungo.

— Con Erick, por favor — llamó Carla —  apresurese es de vida o muerte.

Carla susurraba dentro de la cabina, sobre algunos pormenores de la discusión con Flavio y la persecución de Smith.

Erick escuchaba todo, mientras apretaba los puños y una vez colgado el teléfono, corrió a San Mungo a ver a su hija.

Anselmo corría como loco por todo Londres para llegar a San Mungo, su hijo necesitaba dos pintas de sangre A+ y él no sabía si podría ser donador.

Su licensiosa vida nocturna le estaba cobrando factura, en su salud, desde hace algún tiempo.

Hermione estaba en la Mansión Malfoy conversando con Theo y Tari sobre sus vidas,  mientras Nana Rosa acomodaba su ropa en la pequeña cómoda, regalo de Tari.

El teléfono del Salón sonaba estrepitosamente, Nana Rosa quiso ir a contestar, pero fue interceptado por Sirius.

— Sí — esta ocupada, deje el recado que yo se lo comunicaré.

Tomó una hoja de papel y anotó lo dicho por teléfono y se lo guardo en el bolsillo.

No era conveniente que Flavio supiese que su hija estaba en Londres, ni mucho menos que estaba en la casa de su eterno rival, Abraxas Malfoy.

Solo esperaba que Pansy Smith, saliera airosa de la operación. Su pierna derecha estaba destrozada porque se había quedado presionada dentro de los fierros del auto.

Mientras que Blaise recibió un fuerte golpe en la cabeza, por ende había perdida mucha sangre y las esquirlas del parabrisas se habrían incrustado en su rostro.

¿Qué creen que pasará con Pansy y Blaise?

Los errores de Flavio... Traerán factura a la larga. ¿Ustedes que piensan?

Tari se enterará de la verdad de sus padres...

Espero su estrellita y opiniones. Hasta pronto.