— ¡Que te respeta! — susurró Lorraine sarcásticamente — Blaise no respeta a nadie — ni siquiera a mi.

— Pues aunque te cueste creerlo,  así es — enfatizó Anselmo — mi hijo me quiere,  pero a su manera.

— ¡Basta! — gritó la morena — que sea la última vez que te refieres a  mi hijo así.

Anselmo rodó los ojos y suspirando cansado le dijo — estaré afuera por si me necesitas, dio media vuelta y salió del despacho sin mirar atrás.

Camino tranquilo por el corredor y cuando se disponía a salir a la calle para fumar un cigarrillo, una voz ronca le susurró — ¿Desde cuando sabes que eres mi padre? —

— Desde que naciste — respondió Anselmo — abriendo la puerta de salida.

Hizo señas a los guardaespaldas que custodiaban el lugar, para que fueran a hacer sus rondas y quedarse a solas con su hijo.

— ¿Cómo qué desde que nací — preguntó un confundido Blaise — qué se estaba empezando a fastidiar por tanta vuelta.

— Tienes la marca de los Rivera — una pequeña cicatriz en la parte de atrás de tu oreja derecha ,  que simula a un hueso roto — enfatizó el moreno mayor.

Blaise por enercia se tocó la parte de atrás de su oreja confirmando sus sospechas y suspiró.

Me alegra que seas tú y no otro, ya que tú siempre me has cuidado y defendido de los abusos de mi madre.

— Sí, pero no te pude salvar del vicio a las drogas — enfatizó Anselmo cansado —

Blaise soltó una fuerte carcajada que dejó perplejo a su padre.

Y quien te ha dicho que no, padre — dijo el joven moreno alzando los brazos en señal de cansancio.

— ¿Padre? —  retumbaba una y otra vez, esa corta palabra en la mente y el corazón de Anselmo, mientras se formaba en su cara, una sonrisa de felicidad.

Blaise sonrió a la par que Anselmo y le estrecha a la mano, en señal de haber cerrado un buen trato.

Greinback y Dursley se acercaban nuevamente a ellos, para ocupar su posición en las puertas del edificio y seguir con su trabajo.

Blaise se acercó lo más que pudo a su padre y le dijo — sólo en privado, no quiero que te mate mi madre.

Acto seguido de alejo de los tres hombres, se subió a su carro y se marcho del lugar, ya que tenía que visitar a su novia en el Yellow Club.

Pansy se encontraba ya vestida con un sexy atuendo color crema entallado y unos tacones de aguja color negro, su cabello negro largo suelto,  su rostro con poco maquillaje, tal como le gustaba a su moreno amante.

Esperaba por él fuera del bar. Hoy era su día libre.

Draco en compañía de sus maestros y guardaespaldas conversaban en el avión, mientras iban camino a la Mansion Malfoy de Francia.

Jet Li aprovechó ese tiempo para explicarle el manejo de la Tommy Gun" que era un subfusil, y la M40, que era una arma standard para francotiradores.

Le enseñó a armarlas y desarmarlas rápidamente para que sean de fácil uso, en caso de defensa propia.

Debían prepararlo para cualquier eventualidad, ya que sabían de antemano lo peligroso que era Flavio y lo desalmada que era Lorraine.

— ¿Nunca sonríe? — preguntó Draco — siempre es así tan serio.

— Si lo hago — respondió el chino — pero sólo con mi esposa e hijos — usted debe aprender a hacer lo mismo.

Debe concentrarse, usted ya no es el joven médico que vivía con su madre en Cambridge, ahora es un candidato a Jefe de la Mafia Londinense, la más cruel y despiadada de todas.

Debe mostrarse arrogante, prepotente, seguro de sí mismo, sombríe su mirada y frunza el ceño.

Así lo respetarán sus adversarios y temera todo aquel que se cruce en su camino, pero al final del día y en la intimidad de su alcoba, su ternura y amor deberá ser para su esposa.

Le aconsejo que "No tenga amantes" ya que son traicioneras y se venden por dinero al mejor postor.

Venderán su cabeza a cambio de un buen fajo de dinero o joyas,  a la larga es lo mismo.

Draco observaba al hombre de origen chino con curiosidad y asimilaba cada una de sus palabras como mantras, que se grabarian en su mente permanentemente.

Luego del viaje de casi nueve horas llegaron a su destino.

Sirius acompañó a Draco adentro de la mansión mostrándole las instalaciones y su habitación.

Weasley y sus hombres revisaron los alrededores para evitar cualquier emboscada, y se organizaron con las rondas y lugares estratégicos.

Finnigan por su parte revisaba el ático y el sótano. En el primero colocaría un extraño objeto creado por Weasley para captar movimiento humano a lo lejos de la mansión y en el segundo se guardarian las armas.

Se adecuo una habitación del segundo piso para entrenamientos de Karate y meditación que recibiría el rubio con Jet Li.

Mañana se encargarían de adoptar el jardín posterior para clases de tiro y demás armas corto punzantes,  ideales para un enfrentamiento entre dos personas, temían que Anselmo mano derecha de Lorraine ataque a Draco.

Tari y Theo esperaban impacientes la llegada de papi Abrax y sus acompañantes.

Pero la sonrisa se le borró del rostro de la dulce rubia,  al ver a Narcisa, ya que sabía perfectamente quien era ella y lo que significó en la vida de su padre.

Antares culpaba a Cissa por la infelicidad de su madre, cuán errada estaba sobre eso.

— ¡Tari! ¡Tari! — gritó Hermione emocionada y corrió a abrazar a ambos amigos.

Theo abrió sus brazos para recibir a su hermanita, o Enana como él solía llamarla.

James en su lecho de muerte le habría pedido que la cuide y la quiera como a una hermana. Haciéndole prometer a un Theo de apenas 16 años, que nunca se metería en ese maldito mundo.

Theo había cumplido su promesa, pero quien sabe si seguirá haciéndolo a futuro ya que la nueva generación debía levantarse con más fuerza ante las ideas retrógradas de los mayores.

Por el momento se contaban tres de los cuatro hijos mayores de la mafia dispuestos a luchar...

Pero ¿podrá Pansy reclutar a su amado en este grupo?

¿Será cierto que Blaise no es drogadicto?