Luego del entierro de Helen, Antares se quedó un rato más despidiéndose de su madre. Se arrodilló frente a su lápida y con lagrimas secas en sus mejillas susurró:

"Mamita, te amo y lo haré toda mi vida. Me hubiera gustado mucho que conocieras a mis futuros hijos y los mimaras, como lo hiciste conmigo".

Al ponerse de pie sintió las manos fuertes de Theo sujetándola de los hombros.

El castaño apoyó su cabeza en los hombros de su amada, mientras la abrazaba por detrás tratando de transmitirle  tranquilidad y seguridad.

No debes preocuparte de nada Anti, de ahora en adelante vivirás en mi casa hasta que nos casemos.

- ¡Gracias mi amor! - dijo Antares. Sabes que eres el amor de mi vida. Te he amado desde que era una niña.

- Nos hemos amado - respondió Theo. O ya te olvidaste que a los 11 años te dije que tú serías mi esposa.

- Sí lo recuerdo - respondió Anti con una sonrisa tímida.

Te agradezco que te preocupes por mí seguridad, pero no puedo dejar solo a mi papi Abrax.

Recuerda que está muy enfermo.

- Sí claro - Theo se burló. Tan enfermo que viaja constantemente a Cambridge, USA. Si sufre de la presión alta, no debería hacer eso.

- Yo también se lo he dicho, pero recuerda que le gusta cuidar personalmente sus inversiones - aseveró la rubia.

Pero si tú te ganarás su confianza, él dejaría esos negocios en tus manos, ya que cuando nos casemos tú serías su único nieto político y el encargado de velar por la seguridad de las mujeres de la familia.

El castaño carraspeo. Sabía que Abraxas viajaba no precisamente por negocios sino por visitar a su nieto bastardo.

Ese era uno de los tantos secretos  que le habría contado su padre hace algunos años y otros más de los hombres de Flavio.

Así como también la paternidad no reconocida de Erick Parkinson por la famosa cantante y bailarina Pansy Smith, pero si contaba su nombre como heredera universal de su padre.

No la había reconocido, no por dudas, sino más bien por seguridad. Erick era lo peor ante los ojos de los demás, pero ella era su hija. Nunca lo negaría. Era un secreto a voces.

Pansy, Theo y Hermione habían estudiado en la misma Escuela Pública, para no despertar sospechas y así crearon un fuerte lazo de amistad, que duraría toda la vida.

- Lorraine hemos encontrado al medicucho  - dijo Anselmo Prince, su hombre de confianza, guardaespaldas, amante y alcahuete en todas sus travesuras.

- ¡Bien hecho Anselmo! - dijo la morena. No esperaba menos de tí. Dime ¿Dónde vive?

- No me lo vas a creer, se está hospedando en el Penthouse de Abraxas Malfoy - respondió su guardaespaldas.

- No me importa, así viva con el presidente de USA,  solo mátalo - gritó la morena.

Anselmo presionó una tecla de su celular, que activó un vip en el celular de un hombre delgado, cubierto por un traje de camuflaje militar y con un pasamontañas en la cabeza que apenas si se le veían los ojos.

Era la confirmación que necesitaba para hacer su trabajo, así que sin perder tiempo se dispuso a cargar su fusil de francotirador estándar M40, con silenciador,  para matar al rubio a quemarropa.

El trabajo debía ser limpio. Y llevarse a cabo antes del medio día.

Rosier estaba seguro que nadie lo había visto o peor aún reconocido ya que estaba en otro país, pero el diablo es puerco. Tapa y destapa. Y él no iba a ser la excepción.

En la azotea del Charles Hotel, se encontraban haciendo sus patrullas nocturnas 3 hombres vestidos con uniformes de mantenimiento, pero estaban armados hasta los dientes, cada uno llevaba un extraño chaleco antibalas, obra creada por Ron Weasley, uno de los hombres más queridos por Lucius y Abraxas.

A la mañana siguiente Sirius desayunaba muy temprano, con los ahora esposos Draco y Hermione, ya que debían alistarse para su incorporación como médicos en la Universidad de Cambridge.

La Ceremonia se llevaría a cabo a las 11 am en el Auditorio de la Universidad.

El joven rubio estaba feliz.

En menos de 24 horas se habrían cumplido sus anhelados sueños.

Conocer a su abuelo y casarse con su castaña.

Repasando las últimas novedades de su vida se asomó al balcón para recibir los rayos del sol que estaban empezando a calentar la ciudad.

Acto que aprovechó Rosier para cumplir con su encargó, pero no contó con la presencia de Adair Finigan, más conocido como el águila por su excelente visión.

Quien al verlo siguió la trayectoria de la luz que irradia la M40 para fijar la bala y se abalanzó sobre el cuerpo del rubio para quitarlo de la mira del proyectil asesino.

El proyectil entró como un cohete destruyendo todo a su paso rompiendo vidrios, jarrones y terminó con la vida de uno de los empleados del hotel que estaba limpiando el corredor del penthouse esa trágica mañana.

Las amas de llaves del hotel gritaban asustadas por el asesinato de ese hombre.

Hermione como siempre temeraria salió del penthouse, siendo escoltada por los hombres de Abraxas para tomarle el pulso al empleado, pero solo pudo confirmar su deceso.

Sirius una vez que comprobó que Draco estaba fuera de peligro entró a la habitación de Abraxas y le colocó un sedante para evitar que se le disparará la presión por el incidente.

Abraxas estaba tranquilo, mientras ordenaba solo con la mirada para que le trajeran al francotirador.

Weasley lo trajo a rastras sujeto por el cuello, como un animal y lo abalanzó a los pies del anciano Malfoy.

- ¿Quién te contrató basura? - gritó enfurecido Sirius.

- Sabes tan bien como yo, que nunca se debe dar el nombre de quién nos contrata  - Rosier acotó.

Sirius miró al hombre y le dijo - ¡Quien a hierro mata, a hierro muere! Y acto seguido le atinó un balazo en la sien izquierda matándolo en el acto. Esto es por Helen.

Finigan entró a la habitación del anciano.

Los señores Malfoy están listos para su graduación.

- ¡Llevalos por favor! - pidió el anciano. Tú serás su guardaespaldas personal y tu gente los custodiará hasta llegar a Londres.

Luego veremos quienes integrarán su grupo de seguridad.

Porque estoy seguro que está experiencia se volverá a repetir otra vez.

Ya que mientras Draco no esté preparado, Lorraine no se detendrá hasta conseguir hacerse del poder.