Prólogo: La pandicornio


Soy como una pandicornio. ¿Por qué? Porque todo el mundo habla de ellos pero nadie cree que existan en realidad. Lo mismo ocurre con los de mi especie, para vosotros: los extraterrestres. La única manera de que nos crean los humanos es utilizando nuestros poderes. Pero eso es algo peligroso para mí. Podrían encerrarme y tratarme como un bicho de laboratorio.

¡Ay mis poderes! Cómo los voy a echar de menos. Tengo prohibido usarlos aquí en la Tierra. Por cierto, curioso nombre le habéis puesto a un planeta que es en su mayoría agua.

Puedo convivir con los humanos sin que se note porque, en apariencia, soy igual que vosotros. Nuestros cuerpos son idénticos, al menos por fuera, aunque no funcionan de la misma manera. Así que puedo pasar desapercibida sin que lo notéis.

Mientras esté aquí, tengo que comportarme como uno de vosotros. Seré una humana más y como tal, haré las mismas cosas que cualquier terrícola. La primera de ellas será ir al instituto. Mi edad real no importa en realidad, pero mi aspecto es el adecuado para que mi actividad humana en este planeta se desarrolle en el instituto. Así de paso iré aprendiendo vuestras costumbres sociales y la cultura de este planeta.

Hoy es mi primer día en la Tierra y apenas he tenido tiempo de adaptarme. Me han dicho que ir al instituto puede ser muy difícil. Va a ser una tarea dura. Todavía no me he adaptado bien a vuestra atmósfera y mañana mismo tengo que empezar las clases. No puedo caminar más de trescientos metros seguidos sin sofocarme. Nuestra atmósfera era muy diferente a la de aquí. Me han dicho que en unas semanas se me pasará, pero mientras tanto estaré muy limitada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top