50. Combate

Siento mi espalda y mis piernas mucho más descargadas gracias a haber soltado las mochilas. Evelin ha tenido una buena idea. Con la situación, yo ni habría pensado en esa posibilidad. Además, sabiendo que no hay nada importante que permita a los cazadores identificarnos, es buena idea abandonar las cosas. Llevar las mochilas podría suponer la diferencia entre salir de aquí o no.

Sin embargo, el cansancio ya se hace patente en mi cuerpo. Con una reserva extraordinaria de fuerzas que no sé de dónde viene, puedo mantener este ritmo frenético. Pero no estoy segura de si podré continuar así mucho más tiempo. Me duelen todos los músculos y cada vez le cuesta más responder a mi cuerpo, pero no podemos parar. Hay que salir de aquí y distanciarse lo más posible.

El bosque es un auténtico hervidero de actividad, se oyen voces y movimiento por todas partes. Saben que estamos por aquí y nos están buscando, la situación es muy tensa. Todo el tiempo me viene a la cabeza la idea de que están viniendo a por nosotras, lo que me hace permanecer atenta y no bajar la guardia.

Recorremos varios metros en una zona medio despejada. Justo delante de nosotras, aparece un grupo de tres personas que nos localizan tan pronto las vemos.

—¡Por aquí! —le grito a Evelin haciéndola girar hacia nuestra derecha.

Noto cómo un dardo pasa a toda velocidad por detrás de nosotras. De repente, oigo un ruido seco y de vegetación moviéndose. Sin dejar de correr, miro hacia mi izquierda y veo cómo un árbol se cae a nuestro lado, pasando muy cerca de nuestros persecutores. El árbol golpea con violencia, arrastrando toda la vegetación que se encuentra a su paso, hasta que alcanza el suelo con un fuerte estruendo, formando un obstáculo natural entre los cazadores y nosotras.

Los hombres, asustados, se han retirado hacia atrás gritando al verlo caer. Por lo que hemos ganado tiempo. ¡Bien hecho Ina! Podemos correr tranquilas sabiendo que no estaremos a su vista hasta que no superen el enorme obstáculo.

Al mismo tiempo, oímos un chillido y vemos salir a alguien volando por los aires cruzando nuestra línea de visión. Evelin localiza a un hombre, levanta su arma y dispara. Se oye un leve gemido de dolor y la persona se desploma rápido.

Seguimos corriendo, mientras Evelin carga su arma, continúa todo el rato a mi lado. La situación es desordenada, corro sin tener la sensación de saber hacia dónde ir. Ninguna ruta me parece buena, más solo alejarme de esta gente. La actividad es cada vez más intensa y ahora mismo no hay ni depredadores ni presas, sino que esto se ha vuelto una auténtica batalla campal. Ya no somos nosotras las que escapamos, también nos hemos convertido en cazadoras. El bosque se ha sumergido en el caos y todas las referencias se han extinguido, nuestra misión es clara: sobrevivir. Se han desdibujado los perfiles para dar pie a una situación donde la sorpresa es el continuo y cada segundo transcurre con una nueva decisión tomada a toda velocidad. El instinto y la sangre fría son nuestras mejores bazas y tenemos que mantenerlas alineadas en la medida de lo posible.

Acaba de cruzar corriendo una persona a escasos metros de nosotras. Nos ha ignorado, parece que está huyendo despavorido. En el momento de pasar por delante, alzo mi arma para dispararle, pero decido no hacerlo porque no sé si puedo necesitar este disparo pronto. Además, apenas he tenido tiempo de apuntar. Nunca ha tomado más sentido el refrán "A enemigo que huye, puente de plata". Continuemos.

En nuestro avance encontramos de frente a otras tres personas que nos ven. Instintivamente, desviamos nuestra ruta hacia un lado, pero Evelin ha salido al lado contrario al que yo escogí. No puedo dar la vuelta, he de continuar sin ella. Espero que esté bien y consiga zafarse. Corro a toda velocidad intentando desprenderme de ese nuevo grupo y zigzagueo entre la vegetación para desaparecer pronto de su vista.

Me encuentro corriendo entre plantas frondosas sin saber ya hacia dónde tengo que ir. He perdido la referencia de la ruta y a mi amiga. Además, está todo muy oscuro y todavía es más difícil saber dónde estoy. No estoy segura de si corro en círculos o qué estoy haciendo... ya no tengo ni plan ni objetivo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top