Wakanda.

En la pequeña pero poderosa nación africana, el rey T'Challa ya había sido advertido de lo ocurrido en Nueva York y decidió que lo mejor sería estar preparado para lo peor, punto de vista que compartió con su general y líder de las Dora Milaje (fuerzas especiales de Wakanda), mientras caminaban hacia una choza ubicada a las afueras del reino.

-La Guardia Real y las Dora Milaje ya están en alerta-explicó Okoye.

-¿Y la Tribu Fronteriza?-preguntó T'Challa.

-Sólo quedaron algunos.

-Avisa también a la Tribu Jabari-dijo T'Challa-. M'Baku disfruta estas peleas.

-¿Y con él qué harás?-preguntó Okoye señalando a un hombre que acababa de salir de la choza a la que se dirigían.

-Él tal vez esté harto de guerras-dijo T'Challa-. Pero el Lobo Blanco ha descansado suficiente.

Dos soldados del rey llegaron ante aquel hombre blanco con una caja en las manos. Al abrirla, un brazo metálico hecho de uno de los metales más fuertes que existían, el vibranium. El hombre sólo hizo una mueca, ya suponía para que le estaban ofreciendo ese brazo.

-¿Dónde es la pelea?-preguntó Bucky.

-Viene en camino-respondió T'Challa.

Mientras tanto.

A bordo de un Quinjet, los héroes iban en camino hacia Wakanda para poder extraer la gema de Visión sin matarlo. Casi nadie hablaba, todos parecían un tanto nerviosos. A decir verdad, todos, o al menos la mayoría, habían enfrentado antes una amenaza similar. Ultrón, Loki, H.Y.D.R.A. Muchas misiones diferentes, cada una más peligrosa que la anterior. Pero aún así, Thanos se sentía diferente. La idea de que él y sus acólitos estuvieran buscando las Gemas del Infinito y lo que parecían dispuestos a hacer para lograrlo les dejaba en claro que de todas las amenazas hasta el momento, esa podía ser la más peligrosa de todas. Y si fallaban, esta vez no sólo se perderían millones, sino billones de vidas, y no sólo en su mundo, sino en todos los demás. 

Aunque para dos individuos en particular, había una razón más por la que no hablaban, mucho menos entre sí. Tanto Tony como Steve sólo intercambiaban miradas entre sí, miradas en las que se podía percibir tanto la intención de entablar una conversación como un poco de resentimiento por el pasado, en especial de parte de Tony. América estaba prácticamente en medio de los dos, un poco incómoda.

-Yo hubiera podido llevarnos adonde sea que vamos, ¿saben?-dijo América.

-Adonde vamos, América, no les gusta que entren sin permiso-dijo Steve-. Y una niña que puede entrar y salir de donde le dé la gana podría... incomodarlos.

-Ah-dijo América-. Ya entiendo.  

Y silencio otra vez. América se sentía cada vez más incómoda. No sabía exactamente las razones por las que los Vengadores se habían separado, además de los Acuerdos de Sokovia, eso era claro. Aunque sabía que la decisión del Capitán América de no obedecer al gobierno era lo que había llevado a la separación del equipo en primer lugar, suponía que había algo más, principalmente entre Tony y Steve.

-¿En serio van a estar así todo el viaje?-le preguntó a Tony-. Ya estoy demasiado nerviosa como todos los demás con este asunto de Thanos, no necesito ver cómo usted y el Cap se pelean, señor Stark.

-Mira, niña, no te recomiendo que te metas en esto-dijo Tony y miró con recelo a Steve-. Quizás si algún día tu mejor amigo te mintiera a la cara durante años lo entenderías, pero sinceramente espero que no suceda.

Conque de eso se trataba, pensó América. La razón por la que Tony no quería hablar con Steve aún con la amenaza de Thanos. Supuso que debió de haber sido algo muy grave como para que antepusiera su rencor a las vidas de todo el mundo, aunque a decir verdad a ella le parecía más una lucha de egos. Una lucha inútil e innecesaria teniendo en cuenta lo que estaba en juego. Sólo esperaba que cuando la situación lo requiriera, ambos héroes pudieran hacer a un lado su ego y se unieran. El mundo los necesitaría a los dos. A todos.

Unas horas después, se internaron en una selva africana y Steve se acercó a Sam, que piloteaba la nave.

-Baja a 2600 dirección 030.

-Espero que no te equivoques-dijo Sam-. O esto aterrizará mucho antes de lo que quieres.

Al descender el Quinjet, los tripulantes vieron cómo la nave atravesaba la barrera invisible que cubría a la nación y no tardaron mucho en tener una vista de la ciudadela futurista que se ubicaba a pocos kilómetros de donde estaban. La verdadera Wakanda.

-Es hermosa-murmuró América.

-Entonces los rumores eran ciertos-dijo Stephen-. No está mal.

En tierra, Okoye y T'Challa salieron a recibir a los héroes junto a un séquito de sus soldados.

-Cuando dijiste que abriríamos Wakanda al resto del mundo-dijo Okoye-, esto no fue lo que imaginé.

-¿Y qué fue lo que imaginaste?-preguntó T'Challa.

-Las Olimpiadas-dijo Okoye-. Tal vez un Starbucks.

El Quinjet bajó y de él sus tripulantes. Bruce veía nervioso a T'Challa.

-¿Nos inclinamos?-le preguntó a Rhodes.

-Sí, es un rey.

-Parece que siempre debo agradecerte por algo-dijo Steve estrechando la mano con T'Challa. Bruce hizo una leve inclinación de cabeza.

-¿Qué estás haciendo?-le dijo Rhodes y Bruce lo miró confundido.

-Aquí no hacemos esas cosas-dijo T'Challa. Bruce miró enojado a Rhodes.

-Lo entrené bien-murmuró Tony mirando a su amigo con orgullo mientras Stephen rodaba los ojos.

-Y díganme ¿qué tan grande puede ser el ataque?-preguntó T'Challa.

-Señor, creo que debe de esperar un ataque muy grande-dijo Bruce.

-¿Cómo está todo?-preguntó Natasha.

-Tendrán a mi Guardia Real-dijo T'Challa-. A la Tribu Fronteriza, a las Dora Milaje y...

-Un hombre semi-estable de cien años-dijo Bucky saludando a Steve- Que gusto verte.

-¿Cómo te va, Buck?-dijo Steve.

-Nah, todo bien-dijo Bucky-. Para ser el fin del mundo.

Tony se le quedó viendo a Bucky. En sus ojos parecía haber cierto odio. América iba atando cabos poco a poco, aunque seguía sin terminar de entender lo que a sus ojos, era un resentimiento inútil y totalmente absurdo.

Minutos más tarde, llegaron al laboratorio de Shuri, la hermana de T'Challa, quien recostó a Visión en una camilla y lo analizó.

-La estructura es polimórfica-dijo sorprendida.

-Cierto-dijo Bruce-. Tuvimos que unir cada neurona no secuencialmente.

-¿Por qué no sólo reprogramaron la sinapsis para trabajar en conjunto?-preguntó Shuri.

Visión miró a Bruce, dándole la razón a Shuri al parecer.

-Porque... no se nos ocurrió-confesó Bruce.

-Hicieron lo que pudieron-dijo Shuri.

-¿Tengo que entender algo de lo que dicen?-preguntó América confundida al ver a ambos genios hablar. T'Challa, que hasta ese momento parecía no haberse percatado de su presencia, la miró.

-¿Quién es esta niña y qué hace aquí?

-¿Por qué todo el mundo me dice niña?-dijo América-. ¡Acabo de cumplir dieciséis años!

-Acostúmbrate, mocosa-dijo Tony-. Cuando te vi la primera vez pensé que tenías doce.

-Se llama América y nos ha sido de gran ayuda desde que esto empezó-explicó Steve-. Evitó que robaran las Gemas del Tiempo y de la Mente, no tiene mucha experiencia pero diría que sabe manejarse en el campo.

-Sus poderes, además, serán útiles cuando llegue la verdadera pelea-dijo Natasha-. Es un buen elemento para el equipo.

América sonrió. Estando con los Vengadores, se sentía realmente en su elemento.

-Oye, Harry Potter...

-No me digas así, Stark-dijo Stephen.

-Lo que sea, Harry Potter-dijo Tony señalando algo-. ¿Es normal que tu amiga haga eso?

Todos voltearon y vieron que Ancestral estaba meditando en el aire, mientras la gema en su pecho brillaba. 

-¿Todo en orden?-preguntó Christine pero Ancestral no respondió. Parecía ver algo, algo que la inquietaba. Finalmente despertó, un poco sobresaltada.

-¿Estás bien?-preguntó Stephen.

-Sí, lo estoy...

-¿Qué estaba haciendo?-preguntó América.

-Avance en el tiempo para ver futuros alternos-explicó Ancestral-, estudiar todos los posibles resultados del conflicto que viene.

Todos se miraron preocupados.

-¿Cuántos vio?-preguntó T'Challa.

-Catorce millones seiscientos cinco finales-dijo Ancestral.

-¿En cuántos ganamos?-preguntó América. Ancestral se le quedó viendo de forma extraña.

-En uno.

En ese momento, sonó una alarma en el laboratorio. Okoye consultó sus perlas de Kimoyo.

-Algo está cruzando la atmósfera.

Una de las naves de Thanos había llegado a la Tierra, ubicándose en la atmósfera. De pronto, comenzó a lanzar naves más pequeñas, como si fueran proyectiles, hacia la Tierra. Fuera del laboratorio, Sam, Bucky y Rhodes miraban como uno de dichos proyectiles se acercaba a toda velocidad hacia ellos... sólo para estrellarse contra el domo invisible que protegía la ciudad.

-En serio-dijo Bucky-, amo este país.

-Todavía no canten victoria-dijo Rhodes-. Se aproximan más fuera del domo.

Todas los demás proyectiles aterrizaron en el bosque ubicado fuera del reino. No parecían misiles ni naves Kamikaze, parecían transportes de tropas.

-Ya no hay tiempo-dijo Visión débilmente-. Tienen que destruir la gema.

-Visión, quiero que vuelvas a la mesa de inmediato-le ordenó Natasha mientras los demás observaban.

-En fin, ¿podemos extraer la gema sí o no?-preguntó Christine.

-Se puede-dijo Shuri-. Pero aquí hay más de dos billones de neuronas aquí, una mal colocada podría provocar una falla catastrófica en los circuitos. Necesitaré tiempo.

-¿Cuánto?-preguntó Steve.

-Todo el que puedan darme.

-Supongo que aquí es donde peleamos-dijo América.

-Volveré a Kamar-Taj por refuerzos-dijo Wong-. Nuestros estudiantes podrían ser de ayuda.

-Hágalo-dijo T'Challa-. Nosotros los detendremos.

-Ustedes, conmigo-dijo Steve a Natasha, América, Stephen y Christine-. Los demás, quédense aquí y protejan a Visión.

-Eh, disculpa-dijo Tony-. Pero me parece que aquí tú ya no das las órdenes, Cap.

-Tony, mira...

-¡Ay, al diablo!-exclamó América sorprendiendo a todos y señaló a Tony-. ¡Usted podría luchar contra las tropas de Loki o los robots de Ultrón durante todo el día sin protestar, porque es mucho más fácil romperse la espalda luchando contra los malos que arreglar las cosas con un amigo!

Tony escuchaba a América, aunque no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.

-No lo entenderías, niña, en serio.

-¿El qué?-dijo América exasperada-. ¿Qué pudo haber sido tan malo como para que anteponga su ego al resto del mundo?

-Quizás cuando descubras que tu mejor amigo, la persona en la que más confiabas, te mintió durante años sobre la muerte de tus padres y encubrió a su asesino-dijo Tony con amargura-, lo entiendas.

América se quedó sorprendida, mientras Steve sólo miraba hacia otro lado. Aún así, América tampoco iba a dar su brazo a torcer.

-Bueno, pues como dicen por ahí el pasado pisado, porque ahora tenemos cosas más importantes que atender-dijo-. Así que si fuera usted yo escucharía al Cap y me quedaría. Y mientras, aproveche para decidir si va a ser un héroe o sólo otro millonario imbécil como muchos de su clase.

Sin nada más que decir por parte de los dos, América siguió a Stephen y Christine afuera.

-Te veo bastante orgulloso de ella-le susurró Christine a Stephen-. ¿Es por lo que le dijo a Stark, verdad?

-Le voy a triplicar la mesada-susurró Stephen sonriendo.  

-Wanda, tan pronto como le quiten la gema-dijo Steve-. Vuélenla, ¿okey?

-Eso haré.

-Evacuen la ciudad-ordenó T'Challa-. Activen todas las defensas...

Señaló a Steve.

-Y denle al hombre un escudo.

Nueva York.

Luego de ver los ataques a Nueva York y Escocia y el reporte de naves desconocidas sobre Wakanda, Maria Hill y Nick Fury discutían la situación.

-Supongo que no podemos confiar en que nuestros viejos amigos nos ayuden esta vez, ¿o sí?-dijo Fury.

-Incluso si pudieran, no creo que nos sea de mucha utilidad-dijo Hill-. Una cosa es robar un Helicarrier, Nick. Luchar contra una segunda invasión alienígena, ya hemos visto que ni siquiera el viejo S.H.I.E.L.D. es capaz.

-Bien-dijo Fury sacando algo de sus bolsillos-. Conozco a alguien que sí.

-¿Qué es eso? ¿Un mensáfono?

-En realidad-dijo Fury oprimiendo un botón-, yo diría que es un seguro de vida. Para todo el mundo.