Capitulo 4

                     El principito (N)

Durante semanas hemos estado atados a al planeta A 617 o mejor conocido "El planeta de los sueños". No ha habido ninguna pista de la Cobra o algo sospechoso.

Zorro y yo hemos visto como "Estrella" trabaja en unas extremidades de metal durante la noche, ya que se escucha el ruido de el sonido metálico. A veces lo hacía durante el día vistiendo una vestimenta un poco atrevida ya que las camisas que usan se le ve el obligo o sólo le cubre el pecho, seguramente es por el trabajo duro que hace. Sus oídos están perforado cada oreja tiene 3 ollitos arriba además de los normales ollitos para poner unos aretes aún que pienso que exagero en ponerse de más. Lo curioso es que sólo usa cuatro aretes en cada oreja cuando hace trabajo de taller. Mientras va al bosque a recoger plantas medicinales usa un vestuario totalmente diferente, un kimono de sacerdotisa. Siempre en su trabajo se peina de una cola de caballo distintas.

Estrellas había pintado el techo de su cuarto de estrellas poniendo el sistema solar en ella pero sólo dos estrellas eran pintadas en color azul bajo que seguramente son A 617 y B 612. También lo hizo en el cuarto que nos estamos quedando Zorro y yo. Es unas cosas que le gusta mucho ella igual que el color azul ya que la mayoría de su ropa es color azul. Casi las paredes de su habitación son color azul pero son amarillas con flores algunas veces cuando tiene tiempo dibuja cualquier cosa. Lo más curioso que dibuja Ames mi planeta, a mi rosa, a Zorro y a mi.

Eran las 12 de A.M y Estrella seguía despierta. No estaba haciendo ningún trabajo. No es habitual en ella. Agarre un farol negro, fui de puntitas para no despertar a Zorro que seguía dormido soñando en gallinas como siempre.

Me acerqué a la puerta de la biblioteca de el primer piso. La señora Ofelia me había dicho que fue el despacho de su difunto esposo que fue un agricultor y doctor de el pueblo.

Iba a tocar la puerta pero algo me lo impedía.

- ¿Qué me sucede? - murmure para mi mismo. En eso encontré la fuerza para tocar - Estrella.... Estas despierta - dije tartamudeando. No hubo respuesta alguna de su parte - Voy a entrar - en eso se abre la puerta y me arrastró hasta un sillón color café bajo. Haciéndome sentar en el. En eso Estrella se me pone encima de mi. Traia un vestido azul fuerte que le llegaba a las rodillas con delantal blanco, con sus botas y mayas de siempre. No pude evitar ver todo su cuerpo para comprobar lo que traía puesto. Creo que estaba un poco ruborizado por tal acción. Volte a ver a otro lado para que no haga un escándalo.

- ¿Que me vez?  - pregunto ella con enojó.

- No... Nada - respondí - Sólo quería saber que estabas haciendo.

- Vaya... Yo... Lo siento si interprete mal - ahora ella estaba tartamudeando y sonrojada. Ella se quitó de encima de mi. - Lo siento si te incomode por lo que hice - dijo aún con el mismo tono.

- Tranquila no te preocupes - dije para tranquilizarla. Le puse mi mano en uno de sus hombros - ¿Qué estabas haciendo?

- Estaba estudiando sobre la magia y la alquimia - suspiro - mi padre era un alquimista muy reconocido lamentablemente murió hace años - al decir eso sus ojos reflejaron triste. Sus ojos se escondieron en sus cabellos - Vete a dormir... quiero estar sola - ordenó.

- Esta bien buenas noches, Descansa - agarré el farol que estaba alado de el sillón. La biblioteca no era muy grande tenía unos libreros, una mesa y un escritorio con una silla como un despacho. Las paredes eran de color amarillas, un poco ya despitadas con cuadros y unos floreros con unas flores rosas. Cerré la puerta dejándola sola.

En unos minutos escuché una melodía que propenia de un piano. El piano está en la sala.

- En un día de estos en que suelo pensar
Hoy va a ser el día menos pensado
Nos hemos cruzado, has decidido mirar
A los ojitos azules que ahora van a tu lado

Desde el momento en el que te conocí
Resumiendo con prisas tiempo de silencio
Te juro que a nadie le he vuelto a decir
Que tenemos el récord del mundo en querernos

Por eso esperaba con la carita empapada
A que llegaras con rosas, con mil rosas para mí
Porque ya sabes que me encantan esas cosas
Que no importa si es muy tonto, soy así
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
Imaginando que vuelves a pasarte por aquí
Donde los viernes cada tarde, como siempre
La esperanza dice quieta, hoy quizás sí

Escapando una noche de un bostezo de sol
Me pediste que te diera un beso
Con lo baratos que salen mi amor
Qué te cuesta callarme con uno de esos

Pasaron seis meses y me dijiste adiós
Un placer coincidir en esta vida
Allí me quedé, en una mano el corazón
Y en la otra excusas que ni tú entendías

Por eso esperaba con la carita empapada
A que llegaras con rosas, con mil rosas para mí
Porque ya sabes que me encantan esas cosas
Que no importa si es muy tonto, soy así
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
Imaginando que vuelves a pasarte por aquí
Donde los viernes cada tarde, como siempre
La esperanza dice quieta, hoy quizás sí

Y es que empiezo a pensar
Que el amor verdadero es tan sólo el primero
Y es que empiezo a sospechar
Que los demás son sólo para olvidar

Por eso esperaba con la carita empapada
A que llegaras con rosas, con mil rosas para mí
Porque ya sabes que me encantan esas cosas
Que no importa si es muy tonto, soy así
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
Imaginando que vuelves a pasarte por aquí
Donde los viernes cada tarde, como siempre
La esperanza dice quieta, hoy quizás sí

Al dia siguiente en la mañana. Ya estaba despierto hace unas horas estuve un rato en la biblioteca y agarré algunos libros. Los mimos libros que uso Estrella en un libro decía el poder de las estrellas que otorga a personas con un noble corazón. Hay decía sobre mi, yo era una de las pocas personas que las estrellas les dio un poder especial. Me llevé los libros al cuarto ya que Zorro seguía dormido.

En eso se escucha una discusión entre Estrella y su abuela. Siempre ha está hora se escucha los reclamos de siempre pero jamás he puesto la más mínima atención sobre lo que discuten.

- ¿Por qué tanto escándalo? - pregunto un somnoliento Zorro - es el mismo tema siempre ¿verdad? - comentó Zorro.

- Creo que si - respondí.

- Bueno, bajemos a desayunar - Zorro estiró sus patas y bostezo. Brinco hasta la puerta. Lo seguí.

Desayunamos unos chilaquiles hechos por Estrella. Su abuela y ella no se hablaron por toda la mañana.

Estrella se cambió ya cuando fue al mercado traía la misma ropa de añoche, ahora vestía un Hitoe con mangas largas y pantalones acampanados, el Hitoe es una toga desaliniada, tradicionalmente esta tampoco es un kurenai (naranja-rojo). Los tejidos de los lados no son cerrados, y las mangas particularmente están tejidas al cuerpo. El cuello es largo y abierto. En dos entrepaños anchos, y por eso son muy largos; un cruze doble, como pinzas. Estrella iba al bosque Zorro y yo la seguimos.

Estrella fue a un lago donde puede encontrar las plantas que necesita. Las recogía con una canasta.

- Ya pueden salir - comentó Estrella siguiendo haciendo su actividad.

- ¿como supiste que estábamos aquí? - inquirió Zorro.

- Pude sentir que alguien me seguía, que por sierto no son nada discretos - hablo Estrella.

- Sentimos mucho espiarte pero nos inquietan el saber porque todo el pueblo te dice... - en eso Zorro me interrumpe.

- loca y bruja - dijo Zorro sin ninguna compasión en su rostro.

- ¡Zorro! - grite mirándolo enojado, no tenia que decirlo de ese modo después de que nos dio comida y un lugar donde dormir.

- Tranquilo Kenay... - Ella me miro con ternura - ya estoy acostumbrada a que me digan así. Siempre ha sido así. No hay respeto o algo de bondad en las personas - volvió hacer la misma expresión de anoche, escondía su mirada en su cabello ocultando su tristeza a lo posible. - ¿Pueden llevar estas plantas a la cabaña donde tengo el consultorio, no queda lejos sólo sigan derecho - cambio el tema. Como miraba su rostro triste sería mejor hacerle el favor que nos pide.

- Claro, por supuesto - dije. Ella nos entregó la canasta.

Al llegar la pequeña cabaña la pusimos en la mesa. El lugar era construido con la madera de los árboles. Los estantes estaba llenos de frasco hechos medicina con la hierba que consigue. Al lado derecho tenía una camilla para recostar a los enfermos a los heridos. Al fondo a la derecha tenía una puerta. Un cuarto.

Abrí la puerta ahí sólo había instrumento de mecanismo y unos cuantos automails como le decía ella a las prótesis. Cerré el cuarto antes que viniese y viera que estaba escultando sus pertenencias.

Nos fuimos Zorro y yo al restaurante. Ahí la esperamos horas. A que llegará.
Ya habíamos cenado y ella no llegaba. Decía su abuela que seguramente seguía enojada, que lo más probable es que se quedara allá en la cabaña para no verla.

A alta horas de la seguía sin llegar y había niños que la esperaban a las afuera de el restaurante.

- Niños es posible que no llegue - dijo Zorro.

- Ella va a venir, yo lo sé - dijo una niña pelirroja. Vestía un vestido amarillo. Se veía muy ilusionada a escuchar una nueva historia o una cancion - Espero que venga La bikina - susurro la niña - ¡Ella jamás nos defrauda!

- ¡Lamento por la tardanza! - se disculpó estrella. Traia aún la misma ropa de la tarde pero con ella traía una guitarra blanca con flores y algunas estrellas, en el mango de la guitarra estaba tallado a mano una calavera.

- ¿Que nos vas a cantar o contar de todas las historias que te sabe? - pregunto un niño moreno, de ojo café igual su pelo y traía un pantalón café, y poncho de diferentes tonos café.

- Hoy les voy a cantar una canción - informó Estrella acomodando la guitarra y lista para tocar - Esta no se la canta espero que les guste igual que a mi - sonrio.

- ¡Si! - gritaron los 6 niños. Todos rodearon a Estrella para escucharla.

- Tonto el que no entienda
Cuenta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuró a la luna hasta el amanecer
Llorando pedía
Al llegar el día
Desposar un calé

Tendrás a tu hombre piel morena
Desde el cielo habló la luna llena
Pero a cambio quiero
El hijo primero
Que le engendres a él
Que quien su hijo inmola
Para no estar sola
Poco le iba a querer

Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel, Ah, ah
Hijo de la luna

De padre canela nació un niño
Blanco como el lomo de un armiño
Con los ojos grises
En vez de aceituna
Niño albino de luna

Maldita su estampa
Este hijo es de un payo
Y yo no me lo callo

Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel, Ah, ah
Hijo de la luna

Gitano al creerse deshonrado
Se fue a su mujer cuchillo en mano
De quién es el hijo?
Me has engañado fijo
Y de muerte la hirió
Luego se hizo al monte
Con el niño en brazos
Y allí le abandonó

Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
Que pretendes hacer
Con un niño de piel, Ah, ah
Hijo de la luna

Y las noches que haya luna llena
Será porque el niño esté de buenas
Y si el niño llora
Menguará la luna
Para hacerle una cuna
Y si el niño llora
Menguará la luna
Para hacerle una cuna

En eso todos se quedaron callados después todos los niños le aplaudieron. Las sonrisa de los niños era lo que la ponía de buena a Estrella. No entiendo como no a conseguido un prentediente si ella es hermosa, tiene un buen corazón, carisma, una melodioza voz y una sonrisa calida. ¿pero qué estoy diciendo?.

Los tres entramos al restaurante ya iba cerra la señora Ofelia. En eso Estrella va y abraza a su abuela.

- Lo siento tanto abuela no quize ofenderte, ni insultarte perdoname abuela - sollozo Estrella - Te lo prometo buscaré ayuda para mi problema.

- No tengo nada que perdonarte querida, eres lo único que me queda - respondió la señora Ofelia.

- Que lindo momento - dijo Zorro apunto de llorar - Es sólo que se me medio algo en el ojo - mintió Zorro. Solté una pequeña risa pero no entiendo cuando estrella dijo que buscará ayuda para "su problema".

Ayudamos a recoger todo el restaurante. Fuimos hasta La casa donde nos estamos quedando.

Espere a que Zorro y La señora Ofelia estuvieran dormidos. Fui a la biblioteca, sabía que seguía despierta Estrella.

Ella estaba en una mesa leyendo y escribiendo algo en un cuaderno.

- ¿Qué haces? - pregunté a sus espaldas. Estrella da un brinco de susto - Lo siento no quería asustarte - solté una pequeña risa. Ella me miro sería - Lo siento mi intención no era asustarte.

- Sólo hago investigaciones de una alquimia que se puede usar en método medicinal se llama alkahestria. Quiero aprenderlo. Mi papá me iba enseñar ese método a mis 12 años - volvió hacer lo mismo de aquella vez escondía su llanto en su cabellos negros

- ¿Qué pasó con tus padres? - pregunté.  Creo que no debi preguntar eso. Sentía que en cualquier momento iba a llorar.

- ¿Quieres ir al techo? Te contaré todo sobre mi. - Yo sólo asenti.

Nos subimos al techo. Ninguno de los necesito ayuda para subirse.

- Las estrellas se ven bien aquí arriba - comente - Pero tampoco está se quedan atras - pensé. ¿Por qué diablos sigo diciendo esto? Es como si me dubiera hipnotizado incluso embrujado por un hechizo que me a dejado.

- Si, Lo se las estrellas son hermosas como las apuestas del sol - siguió viendo el cielo nocturno. Ella sonrio dejando ver sus ojos que cambiaron de color al verde y rojo cada uno.

- Disculpa mi atrevimiento pero me vas a decir ¿Por qué en este pueblo te dicen loca o bruja? - hice la conversación.

- Dije que iba a responder todas tus dudas así que... - suspiro - aquí voy - voltio a verme a los ojos - me dicen loca ya que estuve en un asilo de enfermedades mentales durante nueve largos años ya que sufría de alucinaciones seguro esquizofrenia pero jamás creí estar loca si no podía salir de ese lugar siniestro. Esa es la razón que me llaman loca pero lo de bruja hay ya sabrás dolo por curar personas con plantas ya te consideran bruja.

- ¿Qué les paso a tus padres? ¿Por qué no duermes mucho? - Creo que hice mal preguntar tantas preguntas a la vez - Lo siento si pregunto muchas preguntas.

- Esta bien, dije que iba a responder todas tus preguntas sin dejar ninguna duda suelta - Ella abrazaba sus piernas - mis padres y mi hermana mayor Liz murieron en un incendio provocado por mi culpa ya que deje la chimenea encendida. Fui la única que huyó de el lugar. En mi cuarto había una ventana abierta, un gato negro está en un árbol. Veía como el humo aumentaba, salte de la ventana antes que la casa cayera y se volviera cenizas. Es una de las razones que no duermo mucho.  Sólo duermo 2 horas ya que escucho los gritos de mis padres e hermana. Aún que hay una cosa que me grita mi hermana.

- ¿cuál es? - pregunté con curiosidad.

- " Mis sueños me hicieron sorda y muda. Seguí sin decir ninguna palabra. Ahnelo volver aquel tiempo. Mi hermana, la culpa es mía" eso decía ella en grito. Cada noche me atormentada esas palabras. Liz echándose la culpa cuando es mía.

- Una última pregunta - Ella hay me interrupio.

- Dime, ¿Por qué me mentiste? - ella pregunto.

- No se de que me estás hablando - respondí confudido.

- Tu eres el Principito - dijo ella mirándome fijamente.

- Si lo soy. Menti porque no me diste tiempo para hablar además podría a ser la Cobra disfrazada - informe.

- Ahora si dime tu última pregunta - dijo pata que prosiguiera.

- ¿cuál es tu verdadero nombre? - volví a preguntar.

- Mi verdadero nombre - en eso ella se para - Es Alicia Mariand Lidell Navarro - en eso el viento sopla haciendo que su cabello negro vuele al compás de el viento con la luz de luna atrás de ella.

- así que tu nombre no es Estrella ¿Por qué me dijiste que tu nombre era Estrella? - volví a preguntar.

- Por la medicinas que me daban hacían que olvidará todo. Una de las frases de el doctor principal de el asilo era "es mejor olvidar todo, que recordar el pasado doloroso" - comentó ella - Es mejor que vayas a dormir, seguramente mañana va ser un día agitado - suguirio. Ambos bajamos de el techo ella se quedó en el piso de abajo.

Unas horas después se escuchó un grito. Provenía de abajo. Rápidamente Zorro, la señora Ofelia y yo bajamos a ver.

Fui a la biblioteca estaba toda desordenada. Incluso la puerta estaba abierta.

- ¡No mi niña! - lloraba con histeria la señora Ofelia - ¿Quién puede ser tan malvado para llevársela?

- Esto es obra de la Cobra - volte a ver a la señora Ofelia con una mirada no tan conocida en mi. La de el enojo.





Hola mis corazones de Acero. Por fin publique está historia que tanto les gusta. Ya se que es muy tarde para publicar y que tarde un chingon casi un año sin publicarla.
Espero que les haya gustado el capitulo voten y comente que yo siempre los leo.

Y la frase que dijo Liz es de una imagen de Mickey Mouse y Oswald el conejo afortunado.

Nos leemos luego ~♡

☆☆☆

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