Bovarismo

A la mañana siguiente, Chuuya se encuentra bebiendo una taza de cafe como suele hacerlo (habito que Osamu reprocha porque parece un abuelo), toma un periodico local de hace dos semanas, y entonces se dispone a su papel de abuelo por los siguientes 40 minutos, hasta que Osamu baja, con uno de sus haoris mas largos y aparentemente consiguio volver por el kasa que llamo su atencion anoche, ya que lo lleva puesto.

De todas formas, Chuuya esta demasiado relajado para comentar al respecto, su animo es como el de todas las mañanas posteriores a una buena sesion de sexo, esta cansado, pero del tipo de entumecimiento agradable, como un periodo refractario de las siguientes doce horas. A veces agradece lo activo que es su pareja, lo relaja lo suficiente.

Osamu mete un pan en su boca que Tsujimura dejo para el antes de irse. Llevando un pequeño y discreto bolso, tambien se lleva una manzana del frutero del centro. Su estado de animo apurado y con animos llama la atencion de Chuuya, aparta la mirada de su periodico e inspecciona su kimono mas discreto e informal, acompañado de su haori marron. Bebe de un par de sorbos el te tibio que esta sobre la mesa, y al reconocer que se encuentran solos una vez mas en estos dias, lo saluda acercandose y con un beso en la mejilla. 

Lindo.

Chuuya sale de su encantamiento una vez lo ve acercarse a la puerta, recordando preguntarle a donde va con tanta prisa, en cualquier caso.

Osamu, quien esta a punto de salir por la puerta, le muestra una sonrisa pareja sobre su hombro.

"Como cualquier hombre por la mañana, voy de caceria" Dice ingeniosamente antes de salir por la puerta.

Dazai Osamu, ah, ¿quien puede entenderlo?

Cuando Akiko sale por la puerta de su hogar, sabe que su dia sera una total mierda, precisamente porque anoche no durmio bien, y cuando cayo rendida en la grama y desperto algunas horas mas tarde, llego a duras penas a casa otra vez, la fiesta habia terminado. Frunce el ceño a un saludo que bien podria catalogarse como encantador.

"Yosano-chan, buenos dias" Mori esta sentado en una silla de jardin, bajo su almendro favorito, se ve elegante de piernas cruzadas y ambas manos reposando juntas sobre su regazo. Se encuentra solo, aun asi, hay dos tazas de te. Parece que desayunaba con su madre, esta no se ve por ningun lado. De lo mas alarmante. "¿Despertaste bien?"

La azabache menor, quien salia para tender algunas sabanas humedas, sacude con fuerza una de ellas, y responde mala gana.

"De que forma podria tener un dia feliz, si el filo de la muerte acecha mi puerta desde el alba para desposarme" Mori sonrie ante eso, a Akiko no le hace ninguna gracia en particular. Pero las cosas nunca se tratan de lo que ella piensa.

"Oh, no seas tan dramatica" Mori sonrie, con dientes niveos y parejos. "Me preocupe por ti anoche, mi dulce compañia desaparecio alegando que necesitaba aire, me senti mal por dejarte ir sola" 

Yosano no cree que su sonrisa muestre ni la mitad de sus intenciones, asi que no puede bajar la guardia. Nunca caera ante la ingenuidad frente a un hombre como Mori Ougai, tan criptico y envuelto en veinte capas diferentes de misticismo. 

"Pues, como puede ver, estoy en una pieza." Mira de reojo el libro que dejo hace unas horas al pie del arbol. Es un libro de medicina. Apilado en otros cuantos. Si Mori sigue viniendo aqui, tendra que buscar otro lugar para leer.

"¿Sabes? Tambien he notado otras cosas, y es por eso que, si me lo permites, me gustaria obsequiarte esto" Empuja un libro a la esquina de la elegante mesa de madera barnizada.

Yosano se acerca cautelosamente a ver la tapa, Mori reprime una risita al asociarla con una gacela asustada. Yosano apreta la mandibula, reprime las ganas de gritar al leer el titulo. 

Maldito anciano.

De alguna forma, Margaret Mitchell se las ha arreglado para buscar el lado positivo en cada cosa que ocurre en su vida.

Tal vez, por eso la llaman ingenua, o ilusa.

Las cosas malas ocurren en la vida, una persona muy especial en su vida, le dijo una vez que los humanos recurren a Dios cuando tienen problemas, para despues olvidarlo. Y cuando Dios no resuelve sus problemas, alegan que han sido olvidados por Dios. Que las bendiciones son mas que una vida economica fructuosa como la suya. 

No entiende para nada al hombre que tiene enfrente

Tiene un tic en la ceja, cuando este en lugar de escucharla, o decirle algo acerca de lo que ha contado hace unos minutos, se encuentra leyendo la biblia.

"¿Entonces? ¿No vas decirme nada?" Ella suspira, carraspea y cita un versiculo que al que se ha aferrado los ultimos años. "El sexo esta diseñado para proveer placer y satisfaccion, cantares cuatro, versiculo diez." Hawthorne, no parecio impresionado, ni siquiera le dirigio la mirada, nego con la cabeza y paso a la otra pagina. "El sexo fue de la parte buena de la creacion de Dios" Alega finalmente. Ya un poco mas molesta.

"Genesis capitulo uno, versiculo treinta y uno" Relame sus labios y le dirige una mirada sobre sus lentes extraños y torcidos. "Eso no es lo que busco" 

Cuando lo encuentra, prepara un tono altivo y acomoda sus lentes.

'Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia'

Margaret hace una mueca y alza otra vez su ceja, sin convencerse. 

"¿Sabes lo que me causa pasion de concuspiscencia?" Inquiere con otro tic en la ceja. "Comprarme una casa para demolerla contigo dentro" 

El arruga la expresion, y su disgusto es notable. 

"Nada de lo que digas justifica que quieras acostarte con un hombre sin el previo matrimonio" Sentencia, la castaña chasquea los dientes. Suspira y apoya su codo en la mesita al otro lado de la capilla de confesiones en la que se encuentra recluido el padre Hawthorne, una persona muy especial en su vida. Su desanimo no incomoda al de cabellos cenizos, permanece rigido en su lugar, consolandola con su presencia.

"Nathaniel" Llama, suavemente, como pocas veces lo hace una mujer tan fantasiosa y aventurera como Margaret Mitchell. "¿Alguna vez has considerado abandonar todos tus principios por algo?"

El responde sencillo.

"Eso se llaman tentaciones del diablo"

Hombres, ¿no? Nunca entienden una indirecta.

Chuuya esta tomando la siesta cuando la puerta se escucha desde el sofa donde esta descansando, se sobresalta. Es sabado, por lo que Tsujimura estara ocupada con la granja hasta algunas horas antes del almuerzo. Ango esta trabajando hasta tarde, como todos los dias. Asi que la unica persona que puede estar desocupada en este momento entra a la sala de estar, y deja caer un par de fotografias. Los ojos de Chuuya se abren grande ante eso.

Osamu deja caer su haori en el otro sillon frente a el, con la misma sonrisa brillante que llevaba en la mañana.

"Chuuya, definitivamente te conseguiste la lotteria conmigo" Habla un erratico italiano y observa a Chuuya tomar las instantaneas entre sus manos y examinarlas. 

"Mas bien, creo que me consegui a un asesino serial" Un estremecimiento sube por su columna al notar fotos de la vida cotidiana de Margaret Mitchell, mas una pagina completa al derecho y al reves de informacion sobre ella. "¿Y que demonios es lotteria?" imita su acento extraño.

"Margaret Mitchell es una mujer fuera de lo comun, sin duda." Introduce Osamu, ignorando su anterior pregunta se sienta frente a Chuuya en el otro sillon, se inclina a la mesa donde reposan las fotografias que consiguio de su infancia y antes de que se fuera de viaje y actualmente regresara (las cuales obtuvo con un poco de carisma), acerca una de ellas en especifico y señala un hombre rubio, es el alcalde. Lo conocieron anoche. "Es hija de Francis, el alcalde, tiene diecinueve años, y sus conocidos pueden hablar maravillas de ella a pesar de lo excentrica que es."

"Excentrica, ¿como?" Indaga Chuuya, le da un vistazo a la cara sonriente del alcalde, presionando a una Margaret de unos diez años contra su pecho. No cree que sea excentrica del tipo, ellos. Asi que escucha a Osamu reir y hablar. Se encuentra emocionado.

"Estuvo comprometida por cuatro meses con un hombre hace cuatro años, el cual, murio dos semanas antes de la boda." Comienza a relatar Osamu, se acomoda en el sofa y finalmente se inclina hasta apoyar sus codos en sus muslos. 

"Como ya todos los preparativos estaban hechos, y ella no es una mujer derrochadora en especial, la boda se llevo a cabo" Chuuya alza una ceja. "Margaret Mitchell se caso con ella misma el catorce de agosto a la edad de dieciseis años." Osamu empuja el papel lleno de anotaciones a la vista de Chuuya. Bien, ¿que carajo? "Su luna de miel duro hasta ayer, y viajo alrededor del mundo viviendo una vida de fantasias con el dinero de la empresa que heredo de su prometido muerto."

Chuuya sacude su cabeza, intentando fallidamente entender, ¿que se caso con ella misma hace cuatro años, y volvio, ayer?

"Su vida hasta entonces, ha sido una busqueda desesperada de romance, y cualquiera puede pensar que es normal, ya que su prometido murio apenas unos dias antes de la boda, cualquiera perderia la cabeza, pero son solo sus acciones lo que lo han demostrado a lo largo del tiempo, una vez charlas con Margaret Mitchell, no te imaginas que esta loca de remate. Ademas, Margaret iba a casarse con ese hombre por mera conveniencia, no estaba realmente enamorada de el." dice Dazai con un tono convencido.

"Muy bien, dejame ver si entendi a Madame Bovary" Chuuya levanta un dedo frente a el, pidiendo un segundo para procesar. "Dices que, ella solo espero hasta que muriera su prometido para mostrar indicios de que algo esta mal en su cabeza, pero que no fue la muerte de su prometido lo que lo desencadeno, porque aun despues de eso se caso con ella misma y no tardo en buscar otro hombre."

"Eso es, Chuuya, parece que tu cabeza finalmente esta funcionando, despues de tanto tiempo" Dice con un humor alegre y sarcastico. Chuuya frunce el ceño y Osamu continua con su monologo-teoria. "Porque, quiero decir, aun si alguna vez estuvo enamorada de su difunto prometido, ¿dos semanas son suficientes para superarlo y divertirte viajando por todo el mundo?" El niega con la cabeza, respondiendose a si mismo. "Para que lo entiendas, tu, que claramente estas locamente enamorado de mi, ¿me superarias en dos semanas?" Agita sus pestañas, como una forma de convencer a Chuuya de contradecirlo, el pelirrojo no parece convencido.

"¿Y cual de todos los eventos tragicos o extraños en la vida de esta mujer te han llevado a decidir que ella sera nuestro nuevo objetivo?" Inquiere Chuuya, Osamu ya sabe que acepto este nuevo reto, solo necesita un ligero empujon. El va a darselo.

"Su solo nacimiento, de hecho" Sonrie astuto y desarrolla como Chuuya esperaba que lo hiciera. "Su padre, el alcalde, no llego a donde esta solo porque es un tipo agradable, el dirige una expedicion en busqueda de oro" Chuuya dispara sus cejas ante esa ultima palabra. "El le prometio oro al Oeste Blanco, y lleva cuatro meses haciendo los planos de las excavaciones"

"¿Y porque no vamos simplemente tras el en lugar de su hija?" Resuelve Chuuya, Osamu bufa rodando los ojos.

"Obvio. Porque su hija es un blanco mas facil" Responde sencillo. "A menos a que quieras ir a prostituirte con un hombre de cuarenta años y enamorarlo para que te todo su oro, Margaret sera nuestro objetivo." Despues de eso, Dazai se acuesta en el sofa, relajandose porque ya termino de contar todo, y deduce que las preguntas de Chuuya se acabaron.

Si, el tiene razon, Chuuya no lograria enamorar a Francis ni aunque vaya vestido de mujer. Tampoco haria algo como eso. Divaga en sus pensamientos unos segundos mas antes de ser interrumpido.

Osamu abre un solo ojo, y pregunta divertido. "¿Todavia te detienes a pensarlo siquiera?" Chuuya se sonroja, y se apresura a negar.

"Por supuesto que no estaba pensandolo, mas bien, esta decidido" Carraspea. Reune las fotografias sobre la mesa y se levanta. "Vamos a...."

"Vamos a estafar a Margaret Mitchell" Completa Osamu, oh, si, Dazai Osamu esta emocionado.

Pobre mujer, ¿que le hizo ella al mundo para merecer esto?

Tal vez, su pecado mas grande es su amor.

                                                                                     .↭․

"Quieres decir, entonces, ¿que tu plan es volverte un aburrido maestro de escuela para enamorarla?" Aparece un tic en la ceja de Chuuya, mientras vagan por el pueblo, o eso es lo que el piensa, pero realmente estan yendo exactamente como Osamu quiere que lo hagan.

"La regla no es ser un maestro, sino tener un trabajo, adorable Chuuya" Corrige Dazai, parece un poco obsesionado con las manzanas del huerto de Tsujimura, porque las come sin parar. Chuuya le envia una mirada molesta, el no es adorable. "Las mujeres se sienten atraidas por hombres que pueden darles estabilidad."Esta vez, Chuuya frunce el ceño, a punto de comenzar un debate acerca de eso. "O bueno, las padres de una mujer se sienten atraidos por esa clase de hombres, mas bien. Ya que Mitchell es mas bien una cazadora de aventuras."

"Se volveria loca si se enterase como nos conocimos tu y yo" Murmura Chuuya, mas tranquilo una vez Dazai se corrigio. El castaño suaviza su expresion ante eso.

"Oh, por supuesto, nuestro prohibido y acalorado romance de novela" Al estar en publico, Osamu no hace mas que pasar un brazo por su hombro y obligarlo a agacharse y aguantar su peso mientras caminan. Chuuya toma su antebrazo y deja un ligero apreton, es mas como un gesto intimo. "La unica diferencia es que mientras tu sigues siendo un tonto samurai enamorado, yo soy el cerebro calculador de la ecuacion" Chuuya hace una mueca, ignorando las tonterias del mas alto y parando frente al lugar donde Osamu los ha estado dirigiendo todo este tiempo.

"Oh, siento interrumpirte, conde Vronsky¹" Chuuya codea a Osamu, este mantiene una sonrisa astuta. Ojala eso signifique que tiene un plan.

"¿Si, querida Ana²?" 

"¿Que demonios hacemos en este lugar?" Chuuya no parece convencido cuando mira la escuelita frente a ellos, pintada de un color turquesa. Su estructura de madera desgastada aun asi, era ligeramente agradable a la vista. Como deberia serlo un centro educativo. "¿En serio planeas jugar a la casa de te con un monton de niños en lugar de hacer algo serio para llamar la atencion de Mitchell?" 

"Es mejor que atacar directamente" Da algunas palmaditas en su espalda. "Y, ¿por que no? Termine la escuela y estudie leyes, se todo lo que hay que enseñarle a un niño. Confia en el proceso, Chuuya" Chuuya no confia en esto, confia en el. Aunque no quiera y todo acabe mal, siempre lo hace. La mayoria de veces funciona.

No importa, estara ahi cuando estos idiotas salgan con sus lanzas y antorchas a evangelizarlos, y saldran es esto, juntos.

(Ahora, ¿cual de todas es la mentira?)

¹ y ²: Referencias a la novela Ana Karenina, del autor ruso Leon Tolstoi, su tema principal es el adulterio. Ya sabran porque lo mencione ajsjs.

Y con respecto a las refencias a esa obra maestra llamada Madame Bovary, existe algo llamado "Bovarismo" el cual es el sindrome de Madame Bovary, que se les diagnostica a mayormente mujeres que no saben distingir la realidad de las fantasias romanticas. Nunca tan identificada.

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