Capitulo XVI
---ꈊ---
Kyungsoo
Miré frente mío, las fotos de mi madre y de Yubin estaban esparcidas por toda la mesa, se notaban menos cansadas y delgadas que cuando me vine a Seúl, no entendía el propósito, tampoco el sentido de motivarme de esa manera.
-¿Ves eso Soo?, ese es el fruto de tu sacrificio, ahora están comiendo bien, ¿No es así?. Si sigues así nadie sospechará, de hecho yo no pensaría que estás mujeres que se ven todas harapientas y sucias son tu familia, si tú te ves tan elegante y mono, sigue asi Soo. Yo también e hecho algo bueno por ellas, mandé a unos hombres para que cuiden de ellas, lograron que tú hermano no las moleste.
Cada vez era menos coherente, o tal vez era yo, ya no estaba seguro, después de casi estar un mes en las garras del abogado Kim ya no sabía si mis pensamientos eran los correctos o si lo que hacía lo era.
Ahora lo único que estaba claro era una cosa, yo estaba para servirle a él, él me ayudaría y los dos ganamos.
-No me estás escuchando Kyungsoo, odio que no me prestes atención y lo sabes.
-Lo siento joven Kim-. Respondí automáticamente.
El moreno tomó mis hombros, esa era una mania que tenía, apretaba hasta que sintiera dolor y después besaba mi cabeza. Como un castigo leve para que después de eso el te premiara por aguantar.
Me dió vuelta en la silla, y sin esperar más, tomó mi rostro con su gran mano y me apretó hasta que se formó un puchero.
-Mira esos labios tan lascivos, todo tu ser es asquerosamente sexy, incitan hasta el más puro a querer probarte-. Me dijo ronco, mirando mis labios y mi cuerpo, me dí asco por provocar algo en él.
-Soo, vayamos a la cama, necesito que me ayudes a quitar mi estrés, hoy escuché los lamentos de Chanyeol sobre que tú amigo lo ignora y todo eso. Está funcionando el plan pero me tienen arto sus lamentos.
Soltó mi rostro y mientras iba caminando se iba quitando prenda por prenda, me levanté lentamente y comencé a hacer lo mismo, hasta llegar a la recámara del abogado, la únicas prendas que tapaban mi desnudez completa eran unos calcetines, al parecer el abogado tenia fetiches muy raros.
-Te pusiste los calcetines afelpados, el color es muy lindo, te queda el beige. Sube aquí.
El estaba recostado, su cama era tan amplia que podían caber más de 5 personas sin problemas, las sábanas negras no me gustaban, me hacían sentir que estaba a punto de caer en un hoyo. Miré con vergüenza la erección del moreno, tenía tanto miedo a que me pidiera lo mismo que venía pidiendo hace un mes, que sin darme cuenta dí un paso atrás.
-Kyunsoo
La voz cansina del abogado Kim me dió más repeluz, esa era la advertencia. Tomé aire y con el cuerpo temblando me acerqué a la cama, me subí y gatee hasta llegar a su lugar, me subí a su torso y dejé un beso en sus labios, tal y como el me había pedido, comencé a recorrer su rostro con la punta de mis dedos, bajé y recorrí sus brazos con lentitud, con delicadeza, regresé y llegué a su pecho, hice círculos y comencé a dejar besos por toda la zona. Tomé impulso y bajé hasta sentarme en sus rodillas, el miembro del moreno me hizo sentirme nervioso y avergonzado por mi actuar.
Sin esperar más, con algo de asco besé la parte de su vientre, los pocos bellos que tenía me dieron cosquillas, me estaba concentrando tanto en hacerlo bien, tal cuál el lo pidió que no me dejó siquiera reccionar cuando ya lo tenía encima mío, su erección tocando mi vientre y su aliento a menta golpeando mis labios.
-Espero que está vez si estés listo Soo-. Me sentenció
-Joven Kim, lo siento aún no-. Tragué un poquito de saliva, de repente tenía seca la boca. -No me siento listo aún, no es fácil para mí. Yo no.
No soy gay
La cara de fastidio del abogado me provocó más miedo, ahí iba otra vez, la misma oración, las mismas palabras duras, la misma crueldad.
-¿No es fácil para ti?, ¿Qué cosa?, ¿Aceptar de una maldita vez que eres gay?, cariño, es más que obvio que lo eres. ¿Es que tú moral o la sociedad te impiden aceptarlo?, a la mierda con eso. Acepta lo que eres y úsalo a tu favor.
-Es que yo no-
-Ya no lo niegues Kyungsoo, acaso no sentiste rabia al ver a Chanyeol tan cerca de tu amigo, imagínate, ellos dos solos, con copas de más, ¿Qué habrán echo?, ¿Platicar, bromear solamente o tal vez.. besarse?
La cólera me impidió ser amable y sumiso con el abogado Kim, no podía hablar así como así de mis sentimientos, incluso de Baekhyun. Podía aceptar que cuando recién empecé la adolescencia Baek me llamó la atención, pero ¿A quién no?, su apariencia era masculina pero también femenina, que simplemente era algo cautivador.
-Usted no sabe nada de mi, no puede hablar como si nada, no me conoce y no sabe sobre mis sentimientos, así que no le permito que hable de ellos como si fueran nada.
Su sonrisa apareció y con ella esa maldad que siempre lo acompañaba. Acarició mi rostro y luego me dió una bofetada, subió sus rodillas en cada brazo mío dejándome sin escapatoria. Una tras otra, cada golpe se sentía peor que el otro, me escoscía la mejilla y mis lágrimas de dolor e impotencia no se hicieron esperar.
El tiempo que estuvo haciendo eso me pareció eterno, hubo momentos en los que ya no me salieron lágrimas y ni siquiera podía ver nada más que esa luz amarillenta del foco arriba de nosotros.
Luego de lo que pareció mucho tiempo, paró y me miró fijo.
-Estan demasiado rojos-. Dijo más para él que para mí.
Se hizo a un lado y solo así sentí el dolor en mis brazos, mezclado con el alivio. Pero no fue mucho tiempo el que me dió de tregua, tomó mi hombro y con una descomunal fuerza me dió vuelta, tomó mis manos entumecidas y las puso detrás de mí espalda, no era tonto como para no darme cuenta lo que haría.
El miedo creció más, ese terror por no poder hacer nada, la impotencia, el desagrado, la ansiedad por no poder luchar más y estar tan vulnerable.
Sentí como pasó un dedo por mi hoyito con algo de lentitud y eso encendió un nuevo miedo, mucho peor que el anterior. Me moví con dificultad, no entendía como a pesar de su apariencia delgada el abogado Kim eran tan pesado, en toda la extensión de la palabra.
Volví a tratar de safarme del agarre del moreno pero era inútil, me cansaba con facilidad y él parecía tener más fuerza con cada segundo que pasaba.
Sentí algo más grande pasar por la misma zona y fue que me alarmé más, estaba a punto de ser ultrajado y aunque peleé y luché por librarme simplemente no pude, así que lo último que me quedaba era rogarle, suplicarle que se detuviera y me diera mi espacio, hacerle entender que estaba mal.
-Ahí vamos Soo, disfruta-. Sentí como aquella cosa me picó y entonces estallé con desesperación.
-¡JÓVEN KIM, NO LO HAGA!-. Mi respiración era agitada y el aire a mis pulmones no llegaba cómo debía ser, pero era mi última oportunidad. -Por favor pare, entienda por favor, no es correcto, haré otra cosa, comeré comida de perro o incluso basura si usted es condescendiente conmigo. Por favor, por favor, por favor, por favor. No siga.
Silencio, ese mortífero y angustiante silencio.
-No me apetece ver a alguien comer ese tipo de cosas, mis fetiches son extraños más no bizarros-. Dicho esto volvió a acomodar su miembro en mi entrada y volvió a picar; la incomodidad y el desespero me sacaron llanto, un llanto desconsolado, mi cuerpo temblaba y solo suplicaba un poco de clemencia para mi. Era extraño y doloroso el como poco a poco seguía tratando de que su miembro entrara en mi, el como maldecia por lo bajo y como apretaba cada vez más mis manos.
Una carcajada por parte del abogado me hizo callar, dejé de sentirlo cerca de mi entrada y se levantó, dejándome respirar mejor, estaba desconcertado que no pensé siquiera en huir.
-Tampoco soy tan cruel Soo, no haré nada por hoy, así que dejame terminar de esta forma-. Todo mi ser se sacudió con sus movimientos y luego algo caliente cayó en parte de mis nalgas y la parte interna de mi pierna.
Luego volvió a acostarse sobre mi y con un susurro tétrico me dió un ultimátum.
-Espero que en tu próxima visita, tu voluntad sea aceptar-. Sin más se levantó y salió de la habitación dejándome abatido, sin fuerzas, con miedo y con las ansias de acabar con todo de una vez y huir a toda prisa. Tomé esas sábanas negras y me cobijé con ellas, como si fuera un manto con el cual proteger un poco mi vulnerabilidad. Un manto negro como la noche, en dónde solo la oscuridad está conmigo, solo ella y yo.
---ꈊ---
Aquí otro capítulo y quién sabe hasta cuándo será el otro. Se les agradece seguir leyendo y solo me queda otra cosa que decir..
¡Te odio Abogado Kim¡ , yo te cree y sin pensarlo te tengo más odio del que creía.. no le causes traumas al lindo de Soo 😭..
Pero con los capítulos que vienes me hacen odiarte menos 🥲👍🏻
Nos leemos en la próxima actualización, se les quiere <3
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