Capitulo XII

---ꈊ---

Baekhyun

Había pasado una semana desde el incidente con el señor Park, el primer día me sentí tan avergonzado que se me hizo difícil poder pararme de la cama, algo también tuvo que ver la resaca que me dió, pero le daba más crédito a la vergüenza, ¿Que habrá pensado el señor Park de mi?, no recordaba mucho de aquel día, lo que sí estaba en mi mente era aquel "casi beso"  y no podia diferenciar si era producto de la imaginación de un vil borracho o si había pasado en realidad, eso era lo que más me daba vergüenza, si habia pasado ¿Cómo vería a la cara al señor Park?.

Miré por última vez aquellos documentos en la mesa y simplemente me dieron una punzada de desconfianza. Soo tenía días en los que actuaba de manera rara, siempre tan ido, cabizbajo y más irritable. Luego de una visita con el abogado Kim, llegó pálido y alterado, lo único que alcanzó a decirme fue que tenía papeles falsos y un mejor plan para salir bien parados en la estafa. El cuento de que un conocido suyo le hizo el favor no me lo creí, había algo más pero aunque yo preguntara, sabía que no recibiría respuesta por parte suya. Así era él.

El reloj ya marcaban las doce de la noche, Soo aún no llegaba y me estaba impacientando, él no era de esos que se van sin antes decir donde iba, o es quería creer, mi pie involuntariamente se movía de arriba a bajo, en evidente nerviosismo mezclado con preocupación.
No quería ni pensar que le hubiera pasado algo en el camino a Soo, pero ya era demasiado tarde, no tenía como comunicarme con él o tan siquiera sabia dónde podría empezar a buscarlo, sin duda era ir a buscarlo perdiéndome yo mismo. Desconocer completamente la cuidad era una desventaja enorme, pero bien me decía la abuela, "si no te arriesgas, no vives".

Me decidí, Tomé un suéter y salí sin un rumbo en concreto, la calle estaba muy solitaria, apenas y se veían bien los focos de los establecimientos que aún seguían dando su servicio, miré alrededor sin saber cuál dirección debía tomar primero, luego de un rato tomé la calle que me había enseñado Soo para llegar al río Han, podría ser que estuviera ahí sentado mirando el paisaje o algo así, no lo sabía.

Apresuré mi pasó y en cuestión de minutos estaba ahí, había mucha gente a pesar de la hora, miré por todos lados sin encontrar rastro de Soo. Mordí mis dedos en un acto desesperado y nervioso, entonces me encaminé por las calles cercanas al rio buscando y buscando, teopezando y sintiendo la angustia apoderándose por completo de mi cuerpo a tal punto que comencé a temblar con miedo.

Entré a varios callejones, me perdí varias veces y por milagros recuperaba el camino, hasta que simplemente me quedé parado en una calle, sin saber a dónde ir, sin pistas que seguir, sin conocer por dónde caminar, me sentía un completo inútil, un estorbo y un miedoso de mierda.

-Oye, ¿estás perdido pequeñín?

Una voz gruesa y rasposa hizo eco en esa calle. Miré de dónde provenía y a mi lado izquierdo a unos cuantos metros un señor de al menos cuarenta años, vestido con un traje desprolijo me señaló tambaleándose, era obvio que estaba tan borracho que estar parado se le hacía una tarea difícil. Miré alrededor buscando otra persona que me ayudara en esa situación pero no había nadie más, ese hombre comenzó a caminar hacia mi sin dejarme de señalar, por instinto yo retrocedía cada que el avanzaba.

-Parece que estás asustado, tú me recuerdas mucho a alguien, aunque no quiera recordarlo.

-No, yo. Yo no estoy perdido, solo estoy buscando a mi amigo-. Contesté con la voz temblorosa.

-Un amigo, aquí ya no hay nadie, vamos no tengas miedo y sígueme, te llevaré hasta la estación de policía, allá podran ir a recogerte.

Llegó hasta mi y con la misma mano que me señalaba me tomó de la muñeca y me jaló sin delicadeza. Yo no quería seguirlo, me daba tanto pavor que simplemente cerré los ojos y puse más resistencia, más sin embargo el señor siguió jalandome hacia un rumbo desconocido, a pesar de su embriaguez tenía demasiada fuerza.

-N-no, no quiero. Suéltame por favor-. Me atreví a decirle, pero hizo caso omiso a mi petición y siguió jalando, siguió hasta que paró frente a una tienda de conveniencia, soltó mi mano y se sentó en una banquita fuera de la tienda.

-No dejas de quejarte, te pareces tanto a él-. Dijo con los ojos cerrados y abriendo la boca en un bostezo.

-¿De quién habla?, ¿no dijo que iba a llevarme a la estación?-. Dije en un susurro

-La estación, lo olvidé. Te hablo de un viejo amigo mío, se llamaba Byun JunIl, ese bastardo murió antes que yo y me dejó solo.

Miré al señor, intentando procesar todo lo que había dicho, Byun JunIl era mi padre, aquel que todos los días me contaba sus aventuras alocadas y me decía que el valor del trabajo era una virtud que se heredaba. Mis ojos se llenaron de lágrimas y por suerte pude detener mi llanto.

-Usted, ¿conoció a mi padre?. ¿Usted sabía de nosotros?-. Me miró con intensidad y luego se echó a reír.

-Así que tú eres Baekhyun-. Dijo luego de acabar su risa burlona. -Vaya, el mundo es muy pequeño, con razón el parecido que tienes con él. Recuerdo que Byun era un cabeza dura, un ser libre, un maldito que se llevó a la chica de mis sueños-. Suspiró con una sonrisa nostalgica y siguió. -Es irónico porque yo queria ser como él, libre, lleno de sueños y esperanzas, pero el miedo que le tenía a mi padre superaba esa fascinación. Lo extraño cada que vengo por acá, solíamos beber aquí, charlar de nuestras vidas y platicar de nuestros hijos; JunIl, así se llama mi hijo en honor a tu padre, a lo que siempre quise ser, salió igual a tu padre, obstinado.
¿Tu madre sigue igual de hermosa que siempre?-. Sin mirarme sacó un tema muy delicado para mí, tal vez no lo sabía pero igual, aún no podía hablar de ella sin llorar.

Tragué saliva y las lágrimas llegaron a mi con más intensidad, pero hablé entrecortadamente. -Ella falleció hace un mes, los abuelos ni siquiera lo saben, si los llegó a ver de nuevo, no sé que decirles. Me siento responsable por eso.

La voz se me quebró y el llanto regresó a mi con más fuerza que antes, miré el suelo sintiéndome mal conmigo mismo, sintiendo de nuevo esa culpa, apenado por la situación y destrozado por el golpe de realidad. Miré de reojo como el señor se levantó del banquito y caminó hasta estar frente a frente conmigo. ¿Qué debería esperar?, ¿Un golpe?, ¿Un pésame?, ¿Un regaño?, ¿Un abrazo?.

Cómo si de un deseo de tratase, los cálidos brazos del señor me rodearon en un abrazo reconfortante, era mas bajito que yo pero aún así, me abrazó con fuerza y me apretó como si no quisiera que me desmoronara ahí mismo.

-Lo siento Baekhyun, debí insistir más. Lo siento tanto.

Su voz temblorosa me dió indicios que el también se encontraba llorando junto conmigo, a decir verdad es que eso se sentía como un curita en el alma, alguien que te sostenga, compartiendo dolor pero sin dejar caer al otro.

-Shinhye, ella merecía una larga vida. Debí seguir intentando.

No entendía de lo que hablaba, solo me concentré en mi dolor, en todo lo que estaba aguantando y que me estaba devorando poco a poco por dentro. Estaba tan concentrado en mi miedo, en el plan, en la incertidumbre que no me dí tiempo de sentir la perdida de mamá, no me dí tiempo de extrañarla como se debía, de aceptar la realidad, de sentirme triste y solo sin ella.

-Baekhyun, lo siento mucho, debí insistirles más a los señores Park. Tus abuelos eran tercos pero debí insistir para que ella no terminara de esa manera.

Sus espasmos debido al llanto y su voz rasposa llena de dolor, me hicieron sentir más culpable, seguía sin entender a lo que se refería, me dió curiosidad así que pregunté.

Luego de toda la historia, ví mi vida de una nueva manera, de diferente perspectiva y entendí el porque terminamos así. El porqué tanta indiferencia, entendí a mi madre, sus decisiones, sus palabras y sus acciones.

Querida y adorada mamá:
No sé cuál es la manera más coherente de decirte que seguiré pensando que un día vendrás a mi con una sonrisa en el rostro y me digas "ya llegué cariño", seguiré esperándote y te seguiré extrañando no importa los años que pasen; odio decirlo así, pero el hijo por el que viste tantos años, esos años teniendo hambre al irte a la cama, sufriendo en silencio y luchando ante todo obstáculo, sin perder esa hermosa sonrisa tuya, ese hijo tuyo, egoísta, impulsivo pero temeroso, con un corazón que poco a poco se fue manchando de mal, te puede decir que tomó equivocadas decisiones, unas que aunque quisiese no había vuelta atrás y lo llevó a un penoso final.
No te preocupes demasiado, al final era lo que merecía, debí quedarme en la villa y conformarme con lo que tenía, debí seguir tus consejos. Nos vemos pronto.

-Tu hijo que más te ama. Byun Baekhyun.












---ꈊ---


Capitulo bastante emotivo, al final es una carta un poquito parecida a la que le escribí a mi madre, en la que me inspiré y saqué un poquito de lo que estaba sintiendo en ese momento. Espero les guste este y el siguiente capítulo.

Recuerden no reprimir sus emociones que eso les hace mal. Lloren si lo necesitan, rían sin importar que sean escandalosos, estar vivo es sentir miles de cosas <3

Se les quiere :3




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