Capitulo X [Part.2]
---ꈊ---
-Bien, ¿a quién tengo que llevarme?.
La diversión en su voz no pasó desapercibida para mí, fue inusual y extraño, además que la pregunta en si era bastante rara, pero no le di más importancia. El señor Park nos miró con intensidad, después de mirar seriamente a su abogado.
-Señor Hwang, señor Baek. ¿Quién hará la firma de contrato?-. Soo y yo nos miramos, pero dejé de mirarlo para ver fijamente el piso, era un cobarde y estaba dejando lo más pesado a Soo, pero si una carga tan grande cayera en mis hombros saldría huyendo despavorido.
-Seré yo señor Park. Pero, ¿a dónde me llevarán?.
-No se preocupe señor Byun, lo llevaré a mi despacho, ahí tengo el contrato, Park me hizo hacerlo anoche, por eso me quedé dormido hoy, trabajé casi toda la noche, lo olvidé, pero como son formalidades, tendrá que firmar hoy mismo.
-Gracias Abogado Kim, pero yo soy Hwang MinJin, con gusto lo acompañaré-. Soo hizo una pausa y entonces me dejó mi tarea sin preguntarme si estaba listo. -¿Puedo dejar aquí por un momento a Baek señor Park?, aún no conoce del todo la cuidad y no quiero que regrese solo, en cuanto terminé la firma del contrato, regresaré por él. Lamento pedirle mucho señor Park.
-No es necesario que se quede, puede ir con nosotros-. Quién menos lo esperé me salvó, la sonrisa inocente del abogado me dió tranquilidad pese que no lo conocía de nada.
-Prefiero que se quede, así también nos pondremos de acuerdo como será la distribución de su producto en las tiendas JongIn, gracias. No sé preocupe señor Hwang, yo estaré acompañando a el señor Byun.
Mi respiración errática daba señales de mi indisumulado nerviosismo, pero la idea de estar a solas con el señor Park me daba mucho miedo, no podía decirle mentiras a la cara sin sentirme culpable por lo que estábamos haciendo.
Escuché un gracias por parte de Soo y enseguida la puerta siendo abierta y cerrada en minutos.
-Señor Byun, usted no es de muchas palabras, ¿no es cierto?.
-Lo lamento, no suelo hablar mucho con personas desconocidas, soy un tanto tímido-. Reí nervioso y con eso esperé que comprendiera mi situación y no hablara más pero el señor Park tenía otra intención.
-Bien dicen que la timidez se elimina con alcohol. Mi abuelo solía decir eso. Siempre creí que era un viejo hablador pero entendí sus palabras cuando me anunciaron como sucesor de su empresa, no sabía que decir y sentía que mi corazón se saldría de mi pecho. Entonces tomé dos shots de whisky antes de dar mi discurso y fue entonces que las palabras fluyeron de mi, me sentí tan vivo. El abuelo era un hombre que sabía lo que hacía y lo que decía.
El anhelo con el que hablaba de su abuelo, hacía ver qué era muy importante para él. Yo apenas me acuerdo de los abuelos, solo recuerdo que la abuela me daba cada día una galleta, pero no recuerdo con exactitud su rostro.
Sin darme cuenta un pequeña copa con un líquido rosa salmón estaba frente a mi, extendido de la mano del señor Park. Lo miré y me volvió a dar esa sonrisa cálida que me hizo flaquear.
-Señor Park, yo no bebo, la verdad es que nunca he bebido alcohol-. Le dije como un poco de pena, sinceramente nunca consumí alcohol o alguna droga debido a mis padres, ellos nunca lo iban a permitir, además que ya bastaba con vivir en la villa y ser un drogadicto o alcohólico no era mi plan, ya sufría bastante como para aumentarle más peso a mi vida.
-No hay problema, yo le ayudaré, le enseñaré para que poco a poco aprenda a controlar el alcohol.
El tono suave de su voz y esa comprensión emanando de él me calmó y me animó a hacerle caso, a obedecer sin miedo, pero si con emoción. Tomé la copa, dándole ese permiso y esa confianza, el tomó asiento a mi lado justo donde antes estaba Soo y me enseñó con paciencia.
-Primero tome la copa con una mano, hay diferentes formas de tomar una copa pero a mí me gusta de la forma clásica, luego lleve la copa a su nariz, conforme vaya tomando práctica, comenzará a oler las frutas o las flores que pusieron en el vino, al probarlo deberá dar un sorbo que parezca más un beso delicado al vino. ¿Fresco, suave, ácido o dulce?, es algo que lo hace emocionante, pronto sabrá y entenderá lo hermoso y dedicado que es descubrir como es que está hecho un vino.
Miró su copa y sonrió con nostalgia, sin duda el señor Park tenía una forma de hablar que te hacía quedar embelesado con su persona, que te impedían apartar la vista y seguir con tu vida.
-Sigo sin entender por qué lo veo como un vino señor Baek-.
Miré sus ojos, fieroz y sin dudas, mis mejillas calientes y mi respiración corta me dejaron inestable, vulnerable y con sentimientos extraños. Un ligero escalofrío que me recorrió la espalda y la nuca, me hizo tragar y espabilar. Ante todo lo que me había dicho el señor Park tomé la copa y como si fuera una necesidad para mí, dí un trago grande y brusco, lo dulce y ácido al final del vino me hizo hacer una mueca, comencé a salivar por la acidez.
No supe en qué momento comencé a tomar de una manera descontrolada mientras que el señor Park me miraba con diversión, ni siquiera era conciente de que había tomado la botella de ese vino color rosa salmón y me había servido solo, trago tras trago mi visión se volvía en ocasiones borrosa, en otras tantas todo se movía de un lado a otro.
Mis ojos los sentía cansados, en cualquier momento podían cerrarse, me atreví a mirar al señor Park, su mirada tierna, su sonrisa divertida me quitaron un poco del miedo que tuve al pensar que se enojaría por mi comportamiento.
-Señor Park, lo siento mucho, no debí hacer esto-.
El dedo del señor Park me tocó la mejilla, y su sonrisa creció más, ese mismo dedo comenzó un recorrido que paró hasta la comisura de mis labios, se detuvo ahí y el señor Park dejó de sonreír, ahora su atención estaba en mis labios, no supe si estaba enojado, si estaba concentrado o si solo estaba divagando en sus pensamientos.
Pero no me incomodaba ese atrevimiento por parte de él, su toque me gustaba y me tenían deseando por un poco más, era muy apresurado de mi parte y sinceramente desconocía esa parte de mi pero tenía la necesidad de que el señor Park me tuviera entre sus brazos y me diera miles de besos con esos labios tan bellos.
Su distancia se fue acortando cada vez más y me tenía expectante y deseoso porque todo vacío entre nosostros desapareciera. Estar tan cerca de él hizo que pudiera oler mejor su colonia, mis latidos cada vez más rápidos y una sensación extraña y desconocida se instaló en la parte de mi abdomen bajo extendiéndose hasta mi zona íntima.
Su rostro a centímetros del mío, su aliento chocando contra mis labios, sus ojos mirando mis labios, sus demás dedos se sumaron a estar en mi quijada y parte de mi mejilla.
«Por favor, bésame»
«Hazlo rápido»
«Solo házlo»
Dos toques en la puerta me alteraron, así que por instinto me alejé del señor Park, con miedo, ¿Estábamos haciendo algo malo?, no lo sabía, pero el miedo a ser descubierto me invadió.
-Adelante-.
-Una disculpa señor Park, regresé por Baek. Espero no haya sido una carga para usted-. Poco a poco sus palabras se fueron apagando junto a su sonrisa, me miró y luego miró al señor Park.
-Para nada fue eso, el señor Byun es una persona bastante tímida, me disculpo porque lo hice beber de más, me había comentado que no bebia, aún así lo hice tomar unas copas de vino para que pudiéramos charlar un poco mejor-. Sentí como el señor Park se levantó del sofá y al mismo tiempo que Soo se acercaba a mi.
-No se preocupe señor Park, Baek a veces suele ser un poco torpe e imprudente, lamento hacerlo lidiar con él en este estado, creo que me lo llevaré a casa-.
-Le diré a mi chófer que los lleve, no me gustaría que algo les pase en el camino-.
-No es necesario, lo llevaré en taxi, no sé preocupe, muchas gracias por la atención-. Soo me levantó de un brazo, su agarre fue un tanto brusco pero no tanto para lastimarme.
Luego pasó mi brazo por detrás de su cuello y me tomó de la cintura, mis pies flaquearon, probablemente por el alcohol o porque había estado sentado mucho tiempo, miré que todo a mi alrededor comenzaba a dar vueltas y finalmente pude dar unos pasos para salir con Soo de esa oficina dejando atrás y solo al señor Park.
El pasillo me pareció eterno, el silencio que traíamos Soo y yo no me gustaba y sentía que debía pedir disculpas.
-Perdón, yo no debí-
-Está bien Baek, lo hiciste bien, esa inocencia y ternura harán que el señor Park, ceda ante ti más rápido-. Me dijo hostil dejándome con las palabras en la boca y un sentimiento de tristeza en mi ser.
Desde que eramos unos niños, cuando recién nos conocimos, aún recuerdo que Soo me empujó al lodo porque decía que era un mimado, que parecía niña y que si lloraba me daría un golpe, aún después de su amenaza lloré como un bebé, doce años tenía pero a pesar de mi edad era mas bajito y más escuálido que otros niños. Mi madre siempre estaba tras de mi protegiéndome y cuidándome de todo y todos, esa fue mi primera vez que me enfrentaba a la sociedad y a la vida yo solo. Mis berridos subieron de tono y entonces sentí sus manos en mis mejillas apretando como si fueran plastilina, su ceño fruncido y su ligero puchero dejaron ver qué detras de esa fachada de niño rudo había una personita sola y con ganas de tener en su vida a alguien que lo quisiera.
-Deja de llorar, lo lamento, lo lamento, ya para de llorar. Para que te alegres seré tu amigo, no llores te ves feo.
Eso había dicho en ese entonces, luego fuimos inseparables, jamás me había hablado de esa manera y eso a mi corazón le hizo doler. Y el llanto fue incontrolable, no quería perder a la única persona que tenía en mi vida, no quería hacerlo enojar, simplemente quería que él siempre estuviera a mi lado, siempre.
-Deja de llorar Baek, detente, no hiciste nada malo ya te lo dije, no llores te ves feo.
Con eso me dí cuenta que tal vez estaba siendo paranoico y dramático, Soo era el mismo de siempre, yo sería el mismo y nos tendríamos el uno al otro.
---ꈊ---
Aahh!!!, ya casi se venía el beso!!..
El próximo capítulo será sobre Soo y Kai, aahh que emoción :3
Nos vemos en la próxima actualización <3
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