Capitulo VI

---ꈊ---

Baekhyun

Miedo. Pánico y duda, sentimientos que se albergaron en mi, no estaba seguro de nada, tenía tanto pavor de entrar a aquel club que mi estómago se revolvió y las ganas de vomitar se hicieron presentes.

-Soo, no creo que sea buena idea-. Le dije con un hilito de voz, tan temeroso que hasta me temblaban las piernas.

-Vamos, no creo que nos coman.

La burla en su voz me pareció molesta, no sabia por qué, pero así fue. Tal vez porque no podía ponerse en mis zapatos y ser más empático conmigo, solo se burlaba y me mandaba como un papá a su hijo. Más sin embargo, lo seguí, caminamos entre tanta gente hasta llegar a la puerta de aquel club, el guardia nos miró con indiferencia y quitó la cadena para otras personas.

-Oye amigo, venimos a una fiesta de cumpleaños, déjanos pasar, se hace tarde.

La voz firme de Soo no provocó nada en el guardia, solo nos miró fijo tan indiferente como la primera vez y nos ignoró, otras personas mostraron una especie de tarjeta y el guardia nuevamente quitó la cadena dejando pasar a aquellos chicos.

-Soo, muestra la tarjeta que me dió la chica, creo que ese es un pase para dejarnos entrar-. Susurré

-Oye, déjanos pasar, nuestro amigo debe de estar esperándonos, mira aquí tengo la invitación-. Dijo mostrando la pequeña tarjeta.

El guardia solo nos vio con su característica indiferencia pero está vez, quitando la cadena para nosotros, dejando que pudiéramos pasar de aquella pequeña barrera. Con seguridad se encaminó Soo y yo detrás iba muerto de miedo, aquel pasillo iluminado con luces amarillas tenues no me dejaban ver bien, mi cabeza comenzó a doler por el sobre esfuerzo de mis ojos ante tan poca luz.

Por fin, luego de lo que pareció mucho tiempo, otra puerta fue abierta por un chico que estaba cerca de ahí con un traje de mozo, el sonido era casi nulo como si no hubiera nadie en ese club; como si el cuerpo de Soo estuviera en automático, caminó y caminó entre la aglomeración de tanta gente refinada, con vestidos y trajes elegantes. Se detuvo en algún punto y observó hacia arriba de nosotros, en el segundo piso, seguí su mirada, habían muchos chicos y chicas ahí, entre tantos logré observar una cara conocida, estaba llena de maquillaje pero estaba seguro de que era la chica que me dió la tarjeta.

-Oye. Arriba, esa es la chica de la tarjeta-. Señalé con mi dedo el segundo pison dónde estaba aquella mujer.

Tomó mi muñeca y caminó apresurado, al llegar a el inicio de las escaleras que conectaban el segundo piso, otro guardia nos dió la bienvenida. Soo sacó la tarjeta pero está vez no nos dejaron pasar tan fácil.

-Nombres-. Nos ordenó el guardia, Soo y yo nos miramos entre si, debíamos dar nuestros nombres pero, ¿Estarían ahí?, obviamente no.

El guardia nos miraba a los dos esperando una respuesta, una que no estábamos seguros de dar, miré a Soo y luego miré arriba donde se encontraba la chica de la tarjeta, había olvidado su nombre, pero rogaba porque volteara a verme.

-Si no hay nombres no hay acceso, háganse a un lado vienen más invitados-. Bramó y entonces unos chicos se acercaron a él y dieron nombres, el gorila buscó entre su lista y les dió el acceso.

-Ya está. Vámonos Soo, ya no tiene caso, ni siquiera sabemos si aparece mi nombre, nunca se lo dije a esa chica, ya no tiene caso, vayamos a buscar donde dormir-. Soo estaba a punto de decirme algo cuando un chillido agudo nos lastimó los oidos.

-Pensé que no vendrías, vaya, no pensé que ibas a venir con tu amigo-. Ahí estaba, casi al inicio de las escaleras, aquella chica que simplemente me invitó sin más a la fiesta de cumpleaños, miró de pies a cabeza a Soo y forzó una sonrisa, ¿Por qué lo haría?, Soo se veía espléndido con ese traje negro a su medida, con esa camisa blanca que parecía seda, zapatos negros y con el cabello callendo naturalmente del lado izquierdo. -En fin, pasen, recién llegará el anfitrión, llegó de una vacaciones así que estará aquí pronto, suban.

La mujercita le susurró algo al guardia y entonces se apartó dejándonos pasar a los dos. Mientras subíamos las escaleras, mi nerviosismo empezó a subir de pronto, mi corazón latía a un ritmo más rápido y sentí como de mis manos se mojaban con mi propio sudor. La segunda planta no era tan diferente a la primera, solo lo diferenciaba que era un espacio un poco más reducido, dando un aire más íntimo.  A Soo y a mi nos ofrecieron unas copas de vino, era la primera vez que podía ver el vino nuevo, recién servido de la botella después de estar añejado durante años, en la villa llegaban muchas botellas de vino, algunas estaban vacías, mientras que otras se calentaban por el sol a tal punto que sabía horrible, o bueno eso era lo que me contaba Soo, ¿Sabrá así o su sabor era mejor que los que probó mi amigo??. Dudé si debía tomar o no, jamás había probado nada igual y me daba miedo, recordar las palabras de mis padres prohibiendome rotundamente caer ante las garras del alcohol o las sustancias ilícitas  me hacían dudar más.

-Oye, esto está muy bueno, aquellas veces no se compraran con un vino nuevo, esto es-.

-¡Aquí tenemos al cumpleañero!-. Interrumpió a Soo una voz, miré entonces a un hombre bastante guapo vestido con un camisa blanca y pantalones de vestir, con piel trigueña única en el mundo, una sonrisa apareció por sus labios y entonces toda la gente comenzó a aplaudir. -Vamos, nos hiciste esperar mucho, ¿el trabajo no te deja ni en tu cumpleaños?-. Le dijo aquella voz con burla, muchos de ahí se acercaron al hombre felicitándolo y abrazándolo y entonces lo ví, justo detrás del cumpleañero, aquel hombre, ¿era mi imaginación?. No. No era posible. Por un momento sus ojos viajaron a mi y se quedaron ahí, firmes, con un aire de poder que me hizo dar un paso atrás por inercia. Fue entonces que sentí un tirón en mi brazo, Soo estaba mirándome, serio.

-¿Estás bien?.

No, no lo estaba, como explicar algo tan sumamente raro y complicado. Luego de comprar la ropa, justo después de que aquella mujer me diera la tarjeta y antes de que Soo me llevará a comer, justo en ese momento una sensación rara me hizo mirar al otro lado de la calle, en una esquina, allí ví a un hombre, pero no cualquier hombre, este tenía un aura extraña, como si su mirada te invitará a mirarlo más y más, me miraba de una forma inexplicable, sentí que la vida se me fue al verlo, como si fuesen horas las que lo observé pero no fue así, todo pasó en cuestión de segundos. Entonces, ese hombre estaba justo frente a mi, con su mirada hipnótica, con un traje negro y unos lentes que lo hacían resaltar. ¿Qué debía hacer?.

-Baek, ¿Qué pasa?.

-Nada-. Suspiré con dificultad. -Solo que, no me siento cómodo, parece que-

-Hola, me parece que estás dos caras son nuevas para mí-. La voz profunda de aquel trigueño, me hizo saltar en mi lugar. -¿Nos conocemos de algún lado?-. Nos miró y sin quitar su sonrisa esperó por nuestra respuesta.

-No, aún no tenemos el honor de conocernos, pero no tardará mucho en saber de nosotros.- dijo despreocupadamente Soo.

-¿En serio?, vaya, entonces será mejor conocernos aquí y ahora señor..-

-Hwang. Hwang MinJin-. Contestó en seguida Soo

-Un placer Hwang MinJin, espero poder verlo en otra ocasión-. Sin siquiera mirarme o hacer más preguntas se marchó y entonces le susurró algo a el hombre que me tenía de nervios. Nos miraron y entonces aquel hombre sin cortar mirada conmigo, comenzó a acercarse a dónde nos encontrábamos. Mi corazón entonces se aceleró y por más que quise no pude dejar de verlo.

-Muy buenas noches, mi nombre es Park Chanyeol, el cumpleañero me solicitó que los conociera, tal parece que le provocaron curiosidad. Si están de acuerdo, me gustaría ser su acompañante está noche-.








---ꈊ---

Aahhh, ya casi empieza lo bueno, disculpen que haya faltas de ortografía, después los corrijo xd..

Nos vemos en la próxima actualización:)))

Se les quiere <3

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