Capitulo III
---ꈊ---
Las gotas frías cayendo una trás otra en mi cuerpo, el frío y el hambre calando en lo más profundo de mi ser, mis labios agrietados por la sed y mi cabeza punzando sin parar.
No recordaba bien cuando había sido mi última comida, tampoco cuando fue mi última noche en dónde dormí plácidamente. Los días después de la muerte de mi madre se volvieron caóticos y brumosos, ¿cuánto tiempo había pasado?, No lo sabía con exactitud, pero se habían sentido como años.
«Despierta»
Esa voz haciendo eco en mi cabeza no dejaba de molestarme, cada tanto la escuchaba, mi voz recordándome que debía despertar del estado en el que me encontraba. Pese a ello, no lo hacía, preferí quedarme sumergido en los pensamientos del hubiera, en los pensamientos destructivos de mi mente que me recordaban una y otra vez que mamá ya no estaba y que pude haberla ayudado desde mucho antes.
Debí ser desobediente y tomar ese maldito dinero para llevarla a un hospital.
Hubiera entrado a casa mucho antes de que mamá se sintiera peor.
Hubiera sido más rápido.
Hubiera. Hubiera. Hubiera.
El hubiera no existe, pero todos los días quería que si existiese, pedía una oportunidad a los dioses de que devolvieran el tiempo y yo pudiese estar con mi madre, hacer bien todo lo que hice mal. Volver y salvar a mi madre.
-Baek, debes comer, hace días que no pruebas nada. Te enfermaras.
La voz dulce y pacífica de la madre de Soo solo me hacían recordar la voz de mi madre, eso solo me hacía daño y me llenaba de más tristeza y desdicha. Ella me tapó con el paraguas que tenía, se agachó hasta estar a mi altura y palmeó mi espalda, luego acomodó mi cabello mojado y simplemente se quedó haciéndome compañía.
-Vamos adentro, hace frío hoy, aunque es primavera se siente frío. No queremos que enfermes.
-¿Por qué yo?-. Me atreví a preguntarle a la señora Hwang, solo quería la respuesta fuera lo que fuera.
Solo quería saber si era yo el del problema, si era las circunstancias, el tiempo, o no sé, algo que me diera consuelo del porqué habían pasado las cosas. Me sentía perdido y confundido.
Vacío.
-Baek, quisiera responder a eso pero no hay una respuesta, las cosas pasan y ya. Es algo que no está en nuestras manos, algo que no podemos controlar, y se vale llorar, reprochar o enojarse, pero con el destino nunca sabes lo que te dará y tampoco lo que te quitará-. Tragó y se aclaró la garganta. -¿Sabés?, Lo que sí puedes hacer es: darte tiempo, aclarar tu mente y esfumar esos pensamientos intrusivos y engañosos, dejar ir y aceptar que tu madre falleció, resignarte y seguir adelante. Luchar fuertemente ante toda adversidad y salir como un ganador.
-Basta- le susurré, no estaba para escuchar toda su palabrería, no quería. Todo lo que había dicho se metía en mi pecho y dejaba más dolor, porque no quería hacer nada de lo que me dijo, eso pesaba más.
Suspiró y me dió unas últimas palmadas en la espalda, tomó mi mano y dejó el paraguas en ella y ya solo se escuchaban sus pasos alejándose de mí.
El sonido de las gotas caer en el paraguas me llenaron de una inexplicable tranquilidad, podía ver el aire caliente salir de mis labios gracias al frío clima, tomé suficiente aire y miré al cielo, gracias a eso las gotas impactaron parte de mi rostro descubierto del paraguas. Expulsé todo el aire y simplemente abrí mi mente, dejé salir mi rabia, mi tristeza, mi resentimiento. Todo.
-¡Mamá!, ¡¿Puedes perdonarme?!- tragué el nudo en mi garganta y las lágrimas comenzaron a inundar mis ojos. -¡Debí llevarte a un doctor, lo lamento!, Debí hacer más por ti, pero no te preocupes, el maldito destino no volverá a hacer de las suyas, ¡al diablo con eso!, Yo, yo seré mejor, me convertiré en un hombre poderoso y.. quisiera que volvieras conmigo. Nos iremos de este maldito lugar y viviremos como siempre debimos vivir. ¡A la mierda la Villa Guryong, a la mierda todo esto!.
-«Entonces vámonos de aquí».
La voz de Soo me asustó y lo miré con algo de pánico.
-Yo ya no quiero estar aquí. Quiero darles una mejor vida a mi mamá y a Yubin, yo también me quiero convertir en un hombre poderoso para sacar de la miseria a mi familia, si los dos queremos lo mismo, entonces. Vámonos.
La decisión en su voz me dejó boquiabierto, había gritado todo eso por mera frustración o quién sabe, tal vez era solo un pretexto para sacar ese pensamiento de mi cabeza sin sentir tanta culpa. Porque pese que odiaba vivir en la Villa, mis padres me criaron para que no me diera vergüenza, para que trabajara duro en un lugar inhóspito y sintiera orgullo al decir que sobreviví en un lugar así.
-¿Lo dices en serio?- le dije con duda.
-Lo digo muy en serio. Se que sonará egoísta y también insensible en un momento así pero, yo no quiero que nada le pase a mi madre, mucho menos a Yubin, no quiero que terminen como tu madre, en verdad lo siento por ella, por ti. Pero no quiero que nada les pase, quiero lo mejor para ellas y si eso implica tener que hacer las cosas mal y dejarlas solas por un tiempo, créeme que ya no me importa mucho-. Se miraba decidido, fuerte y sin una pizca de miedo.
Yo no podía decir lo mismo de mi. Aún era un crío lleno de miedo, lleno de esa pequeña pero no tan pequeña parte de temor a lo desconocido, podía decir que mis ideas por dejar la villa eran ciertas pero jamás estuve dispuesto a salir de Guryong, por solo, miedo.
Las mismas preguntas que tuve cuando Soo me lo propuso la primera vez, llegaron nuevamente pero con más agresividad. Con más miedo del que te da cuando eres pequeño y sientes que debajo de la cama está un monstruo. Dejando una gran pizca de incertidumbre y duda en mi pecho.
-Baek, yo estuve pensando en una manera de conseguir dinero fácil y rápido, solo que nos es de la más honesta manera, pero si no quieres ir, ni intentarlo conmigo, te entiendo, es difícil todavía para ti. Yo me iré mañana a medio día, tienes hasta entonces, si no vas, lo tomaré como un no.
Dio la vuelta y sin mirar atrás caminó dentro de mi casa, sin tardar mucho salió acompañado de su madre y de la pequeña Yubin que dormitaba en sus brazos, los miré un rato, entonces la pequeña nena, me miró adormilada, se despidió con un movimiento de mano y luego me mandó un beso con su pequeña manito. Entendí a Soo, no había más que pensar.
Decidí entonces quedarme y cuidarlas en lo que el ganaba un poco de dinero para sacarlas de la villa, de igual manera, no había nadie por quien yo debía luchar, luego de pensar bien, ya no había nadie esperándome, ya no había una motivación, un propósito.
Ya no estaba esa persona. Todo estaba decidido
Entonces cuando Soo caminaba por el camino lleno de baches, al otro día cuando el sol estaba en su punto más alto, no supe si fue producto de la insolación o fue un arranque de valor que me obligó a correr tras de él, hasta que me ardió el pecho, hasta que mi garganta escocía por el esfuerzo y mis pies temblaban por el ritmo al que los sometí. Corrí, corrí lejos de la villa, lejos de casa, lejos, muy lejos.
Y solo por ese pequeño momento, gracias a ese instante, conocí un nuevo mundo. Tuve un nuevo comienzo y por desgracia lo conocí a Él. Las calles de Seúl dieron inicio a nuestra historia, en ese pequeño bar elegante y lujoso, situado en lo profundo de un sótano, sin pensarlo quedé atrapado en las garras de un hombre que simplemente quería divertirse.
Alguien que quería solo eso y nada más.
---ꈊ---
Hola, hola.. aquí la autora dando más señales de vida, después de semanas sin nada de nada. Bueno pues la razón principal de no actualizar fue porque aún no tengo celular :(((, la otra razón es porque debido a mi trabajo nuevo es un poco más difícil actualizar.
Bueno, es porque me tengo que aprender un sinfín de leyes y artículos, y no, no soy abogada, soy policía xd. Así que trataré de actualizar más seguido y espero que las poquísimas personas que aún me leen, sigan haciéndolo y apoyándome uwu.
Hasta la próxima actualización, se les quiere bye <3
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