═════ ♢.8.♢ ═════
Dazai se encaminaba a su oficina, su mirada imperturbable aquel aire sereno que transmitía demasiada confianza, entonaba una pequeña y juguetona melodia mientras avanzaba dándole sonrisas a cada uno de sus sirvientes, les hacía reír con algún chiste malo solo para mantener el buen ánimo.
Ango y Odasaku venían a la par de el, solo mirando sus acciones con detenimiento, hace unas horas habían intentado para que este saliera de la oficina y descansará, más Osamu alegaba qué hasta no terminar su trabajo no se tomaría tiempos de descanso
Aunque el jamás se enfermaba no quitaba el hecho de que podría debilitar se y estando enfermo acumularia más trabajo del que ya tenía. Ambos soltaron un suspiro pesado cuando el castaño estuvo apuntó de volver a encerrarse en su oficina, más el joven príncipe se hizo presente frente a ellos captando la mirada del rey quien le analizaba tal vez buscando algún tipo de respuestas silenciosas
— hola cachorro, ¿ya as acabado tus deberes? ¿No as comido?
El menor tal vez no se esperaba sus preguntas, pero tampoco iba a despreciar la preocupación de su padre quien dejaba leves caricias en su cabellera — aun no papá, pero eso no es importante ahora.. Hay alguien que quiere verte
Las orejas del mayor se movieron mostrando su sincera curiosidad ante las palabras del mas joven quien solo rio sin poder evitarlo — ¿a mi? ¿Ahora?
Su mirada se centro en sus amigos quienes al igual que el estaban un poco confundidos, no habían escuchado nada de audiencias con el y tampoco es como si las hubieran organizado para ese día. Ahora que lo pensaba hace más de dos meses no tenía ninguna audiencia con las personas del reino. Mierda, más trabajo por hacer — si, a ti – respondió con calma, tal vez su padre se enoje con el, o incluso podría echar al pelirrojo aunque lo dudaba su padre era demasiado bueno con las personas no era blando ni despreocupado como muchos decían, al contrario mientras el no les crea una amenaza podrían mantener sus vidas tranquilas si se vuelven una amenaza para el les mandaría a ejecutar.
Esa era la idiologia de su padre, jamás lograría comprender le del todo, aunque no iba a mentir, ese tipo de pensar al principio le daba miedo ya que el era un demonio o bueno un mestizo, pero la magia que practicaba era demoníaca ¿sus dudas y miedos? Que se convierta en una amenaza para su mayor y decida matarle. Aunque no es como que hayan tenido ese tipo de charla más por miedo que otra cosa
Miraba como su padre caminaba de lo más tranquilo siguiendo su paso, ¿o era idea suya o estaba más feliz que lo normal?, Odasaku y Ango estaban un poco consternados aunque no entendia para que les acompañaban tal vez por curiosidad o solo por seguir a su padre. Una vez que estuvieron frente a la puerta del salón principal soltó un largo suspiro dudoso de la reacción que tendría su mayor, nego con la cabeza apartando todo tipo de pensamientos negativos e abrió la puerta para ingresar junto a sus mayores.
La verdad ni siquiera el se espero ver aquello, el pequeño pelirrojo se notaba demasiado cómodo con la presencia de Chuya ambos hablaban tan animadamente como si fueran amigos de toda la vida, parecía ser que el pelirrojo mayor estaba contando algunas cosas irrelevantes de su vida y eso asombraba al más chico, incluso se dejaba abrazar y mimar por el mayor. Miró de soslayo a su padre quien tenía su mirada y atención puesta en el pelirrojo mayor tal vez analizandole o estudiando el comportamiento del pequeño pelirrojo — esto es nuevo – le escucho murmurar a su padre, cuando el Nakahara noto su presencia se levantó de su lugar
El silencio era demasiado sofocante, Chuy se acerco a él donde dejaba pequeñas caricias en sus cabellos solo para aligerar su pequeña ansiedad, el estaba igual de ansioso, su padre no hacía nada más que estudiar los movimientos de Chuya y este tenía miedo de levantar la mirada. Soltó un suspiro pesado dando un paso al frente a sabiendas qué si el no iniciaba nadie lo haría — papá quiero presentarte a Chuya – Exclamo acercándose al pelirrojo quien hizo una reverencia en señal de respeto
esta vez si alzo la mirada sus ojos tenían un brillo demasiado hermoso sus mejillas un tono rosa sus orejitas estaban algo caídas mostrando una pequeña sonrisa tímida — un placer conocerle, excelencia, me presento Soy Nakahara Chuya– Exclamo en un tono dulce y lleno de demasiado afecto
Dazai miraba al joven frente a él, le recordaba a una persona en especial que había ayudado hace mucho, no dejaba de estudiar los gestos del Pelirrojo sus ojos azules tenían un brillo tan intenso e hermoso, sus mejillas rosadas le daba un toque encantador, aquella leve acción de sus orejitas le pareció tierno y su voz, esa suave y melodiosa voz parecída a la de una hermosa sirena, tan delicada, con un matis lleno de dulzor qué se volvía una sinfonía a sus oídos. Tenía buenos modales, tomando así una postura llena de respeto para el
Se acercó a su presencia inclinando se un poco con cortesía sorprendiendo incluso a ambos menores, Sora sonrió triunfante al saber que Chuya si podría conquistar el corazón de su padre — es un verdadero honor conocerte Chuya, dime, ¿que te a traído a mi castillo? Mi hijo me a dicho que querías verme
El pelirrojo mayor intercambio una mirada con Sora quien portaba aquella sonrisa llena de socarroneria, entendió perfectamente lo que este pretendía y no jugaría su juego — oh majestad, fue su hijo el que me a invitado a venir, alegando que usted quería verme.
Dazai ahora le dio una mirada al menor quien se tenso ligeramente tal vez no espero a que el pelirrojo delatara sus intenciones — Sora, ¿me puedes explicar de que va esto?
El castaño tomó una postura diferente su tono un poco firme al dirigirse al menor quien soltó un suspiro pesado, su ingenuidad le había llevado a pensar que solo necesitaba el hermoso aspecto del Nakahara para que su padre se convenciera, más se equivoco — veras papá – se acercó al pelirrojo mayor abrazandole un poco, su padre enarco una ceja ante su acción – Chuya es mi nueva mamá
—¿qué?.. – el castaño ahora dirgio su mirada al contrario quien bajó rápidamente la cabeza tal vez sintiendo temor ante su presencia – ¿qué quieres decir con eso?.
— bueno, Chuya es muy lindo, gentil, y me trata bien, así que pensé que podría ser mi madre
Ango y Odasaku se miraron un poco preocupados por aquel silencio de parte del rey quien tal vez aun no había comprendido las intenciones de su hijo, incluso a ellos se les veía demasiado precipitado poner a su padre en esta situación. Aquella carcajada que soltó el rey les hizo tensar ocasionando que el ambiente se vuelva pesado
Dazai tomo la mano del pelirrojo mayor dejando un pequeño beso en esta sorprendiendo al contrario quien no se espero esta reacción — fue un honor haberte conocido Chuya, eres alguien encantador te dejaré en manos de Odasaku para que te muestre tu habitación y pedire a algunos sirvientes que lleven la cena, debes estar hambriento y agotado
— n-no es necesario excelencia, puedo irme y-..
— no puedo permitirlo, eres libre tanto de quedarte como de irte si quieres, pero no dejaré que te marches menos con aquella tormenta por favor recibe nuestra hospitalidad y siéntete cómodo de explorar
El pelirrojo mayor le daba miradas suplucantes a Sora quien estaba igual de confundido y preocupado, no entendía que acaba de pasar ¿entonces si aceptaba a la presencia del pelirrojo o no?. Dazai tomo distancia de Nakahara para encaminarse a la salida del salón —Odasaku, Ango, lleven a Chuya a su habitación y atiendan lo como se debe
— como ordene Majestad – expresaron ambos al unisino
—Sora, te veo en mi oficina – Exclamo dándole una mirada filosa al menor quien tembló en su lugar ya presintiendo lo que pasaría
— Como ordene, padre..
Dazai salió del salón encaminandose a su oficina, su buen ánimo se había ido al carajo, se negaba completamente a esta maldita situación, tampoco es como que lo podría echar así como así, no era tan despiadado como para hacer algo así ¡maldita sea!, sora le iba a escuchar
Estaba sentado en su asiento tras su escritorio, tomaba una copa de vino, esperaba pacientemente a que su hijo decida ingresara a la oficina, sabía perfectamente que estaba de pie frente a la puerta desde hace unas cuantas horas más no se atrevía a ingresar.
Una vez que su paciensa se agotó dejo la copa sobre la superficie del escritorio — Sora, entra ya – ordeno en un tono lleno de irritación, ¿qué mierdas estaba pasando por su cabeza?, quería matar a alguien deseando drenar toda su frustración y molestia
Su hijo ni siquiera le daba la cara, al contrario este mantenía su mirada en el suelo temeroso a ver aquella expresión filosa en tono carmin — tienes cinco minutos para que expliques toda esta mierda – volvió a decir sin molestarse siquiera en moldear su tono a uno más docil
— yo solo-
— al punto directamente – expreso interrumpiendo sus palabras, el menor soltó un suspiro pesado y asintio con la cabeza..
— yo le pedí que viniera, le agarre cariño y el me trata como a su hijo, de una manera tan maternal que pensé-..
— pensaste que podrías traerlo aquí con mentiras para que le conociera y me lanzará a él ¿no es así?
— Chuya es una buena persona papá– expresó el menor en un tono lleno de culpa no por haber llevado al pelirrojo más bien por hacer enojar a su padre
— ¿y?, ¿crees que eso es suficiente para convencerme o algo?
— yo se que no, pero-
— tu problema Soma, es que te dejas llevar por los sentimientos, las personas solo fingen, cuando obtienen lo que quieren muestran su verdadera cara
— Chuya no es así, por favor escuchame
Dazai suspiro pesadamente, estaba demasiado agotado y abrumado cansado irritado, todo ese estrés acumulado por sus trabajo interminable estaba siendo desatado ahora — no, tu escuchame, e dejado que hagas lo que quieras Sora, pero has ido muy lejos
— pero papa
—¡Silencio! –ordenó, su tono uno frío y áspero lleno de autoridad, el menor guardo silencio no queriendo que su regaño se alargue – yo no te pedí que me buscaras ninguna pareja, no estoy interesado en esa porquería ni necesito a alguien falso que solo busca un camino fácil para arreglar su asquerosa vida
— entiendo Padre – Murmuró con temor, claro que le daba rabia lo que este decía más por que Chuya no era así, su padre estaba enojado y si intentaba refutar empeoraria su enojo – al menos conocelo, por favor
—¿estas sordo?, vaya, no sabía que mi hijo estaba defectuoso como para no entender simples palabras
Defectuoso, claro, estaba defectuoso, querer tener una madre en su vida ¿era igual a ser débil?. No respondió simplemente guardo silencio sintiendo el peso de aquellas palabras —mañana le diré a Chuya que se marche – Exclamo sintiendo un nudo en su garganta, no queria que se fuera, quería que fuera su madre – no volveré a molestar te papá..
Dazai suspiro pesadamente negando con la cabeza no hiba hacer que su hijo pasara por esto, se levantó acercándose al menor tomándole delicadamente de las mejillas para conectar sus miradas, noto aquellos ojos azules quebrados y suspiro — no me involucrare con el, si lo que quieres es que sea tu madre, puede serlo, pero no me pidas que me relacione romanticamente, no lo hare
— lo siento, no quise hacerte enojar yo
— esta bien, no importa, ahora ve, tengo trabajo por hacer
— ¿aun no acabas? – decidió preguntar tratando de cambiar el tema por unos minutos
— no, aun no acabo.. Ahora ve cachorro necesitas comer
— ¿quieres que te traiga algo?
Dazai suspiro y alboroto sus cabellos—no te preocupes hijo, estoy bien ve descansa
—buenas noches papá..
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top