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La charla con el pelirrojo mayor le sirvió de mucho, aunque aún no cortaba nada con el chico, mantenía su debida distancia, enfocandose en sus clases, actividades y responsabilidades, recibiendo también los regaños de su padre por haber desobedecido a sus ordenes, era una lista enorme de regaños qué nunca cesaba y parecía que con el pasar de los días iba creciendo más y más
No decía nada, solo callaba y aceptaba aquellas llamadas de atención, su padre tenía razón, siempre sintió admiración por el, era demasiado inteligente, calculador nunca entendía como iba a un paso delante de todos, sus palabras aunque venían con burla e infantilismo siempre estaban cargadas de razón y franqueza. A demás le asustaba cuando este se enojaba sus ojos obtaban un color carmin como la sangre desprendiendo un aura asesina qué la mayoría hacia temblar otros ni siquiera podían soportar aquel aura aterradora y menos aquella expresión fría qué parecía comerte el alma
De solo pensar en eso le helaba los huesos, negó con la cabeza tratando de aclarar sus pensamientos, debia prepararse ya que ese día llegaría un aristocrata importante de la tierra vecina, por lo que había escuchado por parte de su padre la negociaciones respecto a alguna alianza se veían frenadas ante las condiciones de este. De la vista externa un compromiso sería la opción viable pero el no quería casarse por obligación menos con alguien que no amaría.
Levanto la mirada encontrándose con su gatito quien cargaba unas cosas se notaba que estaban algo pesadas, sonrió para acercarse a él tal vez para ayudarle a alivianar la carga — ¿necesitas ayuda? – se había acercado bastante a él este se sorprendió y soltó aquellas cajas de madera que tenía en sus manos, el por su lado uso su magia para hacer levitar aquellas cajas que si se veían muy pesadas – ¿estas bien?
— si, no necesitaba tu ayuda, yo también podía haberlo hecho –se apartó del contrario tomando su debida distancia con su mirada puesta en otro punto de aquellos pasillos
— esta bien, ¿quieres salir conmigo esta tarde? Pensaba dar un paseo por el mercado
— no es necesario, no me gustaría que el señor Dazai te regañe por mi culpa
— sabes que no es cierto – tomo suavemente su mano pero el menor intento repeler su tacto esa acción dolió, aunque bueno no podía culparle – anda vamos, te compare lo que quieras
— tengo que terminar mis deberes y-.
— vale, entonces te ayudo asi acabamos más rápido
— no– su tono fue uno un poco distante estaba consciente de eso pero tampoco podía borrar todas las cosas que le dijo u hizo de la noche a la mañana, si, se había disculpado pero a su vez no sentía que debía mantenerse lejos – un príncipe como tu no debería hacer las tareas de los plebeyos, para eso soy un simple sirviente ¿no es así excelencia?
Aquellas palabras hicieron eco en su cabeza, en aquel momento no pensó en como lastimaría al menor con todas aquellas palabras crueles que le había dicho, era un idiota uno de los grandes, quiso tocarle pero este se aparto retrocediendo chocando con su padre quien aparentemente iba con rumbo a su oficina. Su mirada se centro en el hombre de cabellera azabache con un leve tono algo violeta, sus ojos de aquel color rojizo pero era un rojizo extraño casi como violeta, de piel blanca y tersa, sus ropas no eran para nada llamativas pero si lo suficiente formales que relazaran su puesto en la realeza.
Junto a este venía un chico más o menos de su misma edad o eso pensaba, sus cabellos albinos, ojos entre tan diferentes y a su vez tan llamativos, uno de sus ojos era igual al hombre a su lado, y el otro en un tono verde. Ambos desconocidos les miraban con demasiada curiosidad — sabes chuy hay dejar de toparnos así – Osamu decidió romper el silencio tomando al menor de los hombros quien soltó una pequeña risita ante su intento de broma
— lo siento mucho excelencia – le daba la razón por que si bien la presencia del adulto le agradaba no le gustaba estar tropezandose con el todo el tiempo aunque siempre era el rey quien se imponía en su camino – aunque creo que la culpa es suya señor
— esta vez tienes razón – expreso Osamu soltando una pequeña risa para acariciar sus cabellos, dirigió una mirada a sus acompañantes quienes se mostraban tranquilos ante las nuevas presencias – Fyodor, quiero presentarte a mi Hijo, Sora – se apartó levemente del pequeño pelirrojo para acercarse a su hijo quien hizo una reverencia en forma de respeto – Sora, te presento al Rey Fyodor Dostoyesvki y a su hijo, El príncipe Mikhail, nuestras visitas por esta tarde
El castaño se reverencio mostrando su respeto hacia ambas visitas — un placer majestades, es un justo tenerles en nuestro reino espero que hayan tenido un viaje entretenido y tranquilo
Clases de etiqueta y buenos modales era lo que de a montones a su vez lo veía como algo tan banal y aburrido más tampoco es que podía comportarse de manera desastrosa e avergonzar a su padre — veo que tienes buenos modales – escucho decir al hombre quien tenía su atención puesta en el pelirrojo menor quien por instinto se escondió tras el castaño – ¿y el peludo de atrás quien es?
— oh, es mi prometido – Osamu dirigió una mirada a su hijo quien había decidido tomar la palabra, él diría que era alguien cercano en la familia para no entrar en detalles, no espero que si hijo alegara aquellas palabras
— ¿tu prometido? – se burlo el joven albino pareciendo le tan ridículo la respuesta que había recibido del castaño – perdona pero, si que tienes mal gusto en parejas, solo miralo, es un simple plebeyo
— oh joven Mikhail, se equivoca – Exclamo el con un tono lleno de burla y desafío sin perder el respeto al dirigirse a él
— ¿lo hago? – el contrario bufo ante el comentario del castaño, le dirigio una mirada aburrida a su padre quien suspiro pesadamente
— si, se equivoca, Chuura es más que un simple plebeyo es mi mejor amigo, me conoce mejor que nadie, es tan leal, tan tierno porta una belleza natural y un encanto auténtico que te embelza, sus ojos azules siempre tan brillantes y su sonrisa tan encantadora junto al dulce matis de su voz, es simplemente perfecto y cualquiera que intente refutarlo es por que no lo conoce como yo
— vaya Dazai, no sabía que tu hijo estaba comprometido – Fyodor tomo la palabra esta vez dirigiéndose al castaño quien alborotaba sus propios cabellos con frustración
—Creeme Fyodor, yo también me estoy enterando de eso
El azabache soltó un suspiro pesado solo dirigió una última mirada al joven pelirrojo quien bajo sus orejitas algo cohibido— de acuerdo, ¿te parece adelantar la reunión?
— de acuerdo – Exclamo Osamu después de todo también quería tener una charla con su hijo, no le gustaba que usará al pequeño pelirrojo para escapar de sus responsabilidades
—joven príncipe, me disculpo en nombre de mi hijo, no quiso ofender a su prometido con sus palabras, deseo mucha suerte en su relación me encantaría recibir una invitación para la boda
—acepto sus sinceras disculpas Majestad– le dirigió una mirada a su padre como pidiendo permiso con la mirada, Osamu por otro lado quien ya conocía sus mañas soltó un largo suspiro no habiendo más remedio que aceptar –padre, lamento informarte que faltare a la reunión tengo unos deberes que atender
— de acuerdo – expreso Dazai emprendiendo camino hacia su oficina siendo seguido por Fyodor y su hijo, le dirigió una última mirada a Sora quien tomaba la mano del pelirrojo menor dirigiéndose al patio. Solo negó con la cabeza en los problemas que se metia más tarde le iba a escuchar
Soltó un largo suspiro cuando por fin habían salido del interior del castillo, la suave brisa de la tarde mecia sus cabellos, el clima era perfecto, cálido y perfumado por el dulce olor de las flores del jardín, volteo a ver a su compañero quien tenía su mirada en el suelo. Con delicadeza le tomo de sus mejillas alzando delicadamente su menton solo para encontrarse con aquellos hermosos ojos brillar por las lágrimas, sus cachetes levemente pintados de un color rosa muy intenso
— ¿por que? – le escucho decir, su voz tan quebrada, sintió una opresión en su pecho con solo escucharle – ¿por que usarme a mi para tus mentiras? Tienes a alguien más ¿por que yo?
— escuchame, se que tu estas enojado conmigo y tienes la razón de estarlo, pero realmente me importas y mucho – con delicadeza lo atrajo hasta su pecho el menor se aferro buscando su consuelo – terminaré con el gatito, te lo prometo
— mentiroso, ¿para que querrías tu estar con alguien como yo?, ese príncipe es mejor que yo, no tengo nada para ofrecerte, ni dinero, ni tierras y mucho menos un título, solo soy un simple sirviente
— pero que gatito más tonto
El menor solo hundió su cara en su pecho sintiendo como el castaño le tomo del mentón limpio delicadamente sus lágrimas con su pulgar solo para lamerlas sintiendo su característico sabor salado, paso suavemente su pulgar por sus labios mirando como aquel sonrojo se intensificaba más — no necesito que me des nada, no necesito que tengas un título, tampoco que tengas tierras o dinero, no necesito nada de eso, solo con que seas tu es suficiente
— por favor deja de tus juegos.. No es gracioso
— no estoy jugando
— mientes – su tono de voz se transformó en uno más débil y lleno de desesperación siendo el preludio de un posible llanto – tu mientes, solo quieres jugar.. Te crees con derecho sobre mi, ya entendí mi lugar asi qué por favor para de jugar...
Su súplica le partió el corazón, era tan doloroso verle en esa situación y más por que había sido su culpa desde una principio, simplemente cerró los ojos un momento no podía arrepentirse ahora, no iba a lograr nada de todas maneras solo podía mostrar su sinceridad y dejar que el pequeño sea quien decida — sabes, tu me gustas y mucho, si se lo que dirás, si me gustabas por que salía con ese chico, lo hice por que a su vez asumia qué tu solo me veías como un hermanito mayor, soy un tonto por jamás hablarlo lo se – estrechaba al menor fuertemente entre sus brazos hundiendo su cara en su cabellera – tu eres al único que amo Chuy, solo a ti lamento tanto haberte lastimado me duele saber que te hice tanto daño de verdad, perdoname y aun si no me quieres cerca entonces me alejare.
El menor frotó su cara contra su pecho disfrutando de su aroma tan caracteristico qué le hacia sentir tan protegido y en paz, su corazón latía con prisa golpeando su pecho con demasiada fuerza, alzo la mirada tomando un poco de distancia solo para conectar ambos iris tal vez buscando su sinceridad en aquellas palabras — ¿me amas? ¿De verdad?
— por supuesto que te amo, y me siento un idiota por haberte lastimado
— si me amas, alejate de el.. No quiero que estés cerca de él – aunque su petición parecía egoísta no podría abrirse completamente al castaño sintiendo aquella inseguridad de que este solo le esté utilizando– te quiero solo para mi
— oh, mi pequeño y hermoso gatito es tan posesivo – Exclamo entre risas besando su frente delicadamente
— callate.. – Murmuró levemente apoyando su cabeza en su hombro sintiendo como la mano del contrario se movía sobre sus cabellos dejando suaves y confortadoras carias se sentía demasiado relajado
— me encantan tus ronroneos ¿ya te lo había dicho? –Murmuró en su suave orejitas dejando un pequeño beso escuchando aquel gruñido
—dejame..
Le escucho murmura, suspiro pesadamente negando con la cabeza, decidió sentarse en el pasto apoyando su espalda en un árbol, su amado pelirrojo estaba acurrucado en su regazo mientras le cubría con su capa — ¿estas cansado?
—si...
Podía sentir su respiración tan suave y constante, pausada, su cara estaba hundida en su cuello donde le causaba un poco de cosquillas su suave aliento, el por supuesto seguía masajeando sus cabellos sin apartar la mirada se sus tiernas reacciones, soltaba pequeños balbuceos y leves suspiros eso combinado con sus pequeños ronroneos le traían demasiada paz — descansa mi lindo gatito – Murmuró suavemente escuchando aquel suave gruñido de parte del menor y solo soltó una risilla.
En ningún momento aparto la mirada de su pelirrojo amaba verle dormir dejándole acompañarlo en un estado tan vulnerable, aún podía recordar cuando este solía tener demasiadas pesadillas con respecto a su infancia cuando aún era un esclavo, solo a su lado podía sentir esa protección qué necesitaba.
— necesito terminar con el.. No puedo defraudar a mi gatito
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