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Dazai quien caminaba con rumbo al patio en compañía de Ango y Odasaku estos les estaban contando acerca de la aptitud qué tenía su hijo cada relato de ellos no hacía que el peso que sentia se aplacara, al contrario solo crecía cada vez más y más.

Se sorprendió cuando el pequeño pelirrojo choco con su persona, este se notaba demasiado agitado y por su mirada azulada reflejaba demasiado temor — Hey, ¿chuy estas bien? – indago usando un apodo más tierno con el pequeño, este ni siquiera le miró al contrario solo sigio su camino con rumbo a su habitación

— ¿habra pasado algo?– escucho decir a Oda quien veía el camino por donde se marchó el menor.

Normalmente el pequeño era demasiado dulce, muy sensible, carismático su sonrisa era demasiado brillante, era la clase de persona que siempre iradiaba luz a donde sea que llegaba aunque su personalidad tímida y reservada se debía a sus traumas de infancia, aún recordaba el primer día que lo encontraron un pequeño niño de once años quien había sido esclavisado tratado como un animal ni siquiera sabía hablar tenía un pésima alimentación encontrándose demasiado débil

Cuando Osamu logró intervenir el pequeño estubo a punto de morir siendo el esclavo de un hombre noble quien le maltrataba y abusaba de él, dudaba de todos ellos pese hacer igual o distintos, tenía miedo de sus presencias de volver hacer dañado, de ser lastimado , buscaba siempre a alejarse negando se completamente a intentar cualquier tipo acercamiento con ellos. Con excepción de Sora quien siempre se vio cercano tratandole tan protectoramente había ganado la confianza del más chico de manera tan rápida

No recordaba a su familia ni siquiera tenía nombre u apellido el nombre que tenia se lo había puesto Sora, el chico era demasiado vulnerable, sensible, asustadiso, un poco enfermizo ante las emociones fuertes. Su infancia le había dejado secuelas y aún así el chico luchaba consigo mismo para ser una mejor versión de el. Se había ganado el cariño de todos incluyendoles a ellos veían al pequeño gatito como alguien de la familia. No podían evitar sentir que había pasado algo para que este se encuentre así tenía que haber una razón — no lo se – suspiro Osamu suponiendo que sea lo que pase su hijo debía estar involucrado

— ¿Habrá sido Sora? – Exclamo ango obteniendo la mirada de ambos

odasaku negó al instante, no creía que su sobrino haya sido el causante todo el mundo sabía que Sora amaba al pequeño gatito ¿por que habría que hacerle daño? — no creo ¿tu que crees Dazai? – Exclamo, más Dazai no parecía estar del todo seguro se dirigia a la habitación de su hijo y su mirada era una llena de seriedad

— es mas que obvio que Sora le habrá hecho algo

— Dazai, Sora ama a chuy ¿por que le haría algo? – intento hacerle entrar en razón, pero Dazai no se dejaba llevar por sus palabras

La aptitud de anoche se lo dejaba saber, esto no era una rabieta ni mucho menos algo que debían pasar por alto, Sora no lograba entender que estaba actuando mal, encaprichado con aquel chico que ni siquiera conocia y tampoco deseaba conocerlo. Era culpa suya que su hijo haya cambiado tanto

Las relaciones tóxicas si cambiaban a las personas si influian en su carácter y manera de ser, Sora era prueba de eso — este mocoso.. – Exclamo más para el lleno de frustración mirando la habitación vacía ni rastro del menor

— ¿quieres que le busquemos Dazai? – Exclamo Ango sintiendo el aura amenazante del castaño se notaba la furia del rey quien ahora mismo deseaba darle una buena reprimenda a su hijo y realmente no quería que fueran ellos los que tuvieran que tratar de calmar aquel demonio rabioso con ganas de destruirlo todo

— no – Exclamo el castaño antes de salir de la habitación ambos hombres se miraron a las caras incredulos ante su respuesta– si así quiere jugar adelante, luego vendrá arrepentido y es allí cuando se dará cuenta de sus acciones

—¿entonces que quieres que hagamos? – pregunto Odasaku soltando un suspiro pesado tratando de comprender la idiologia en la que se basaba su amigo

— tenemos una reunión con Fyodor ¿no?, así que marchando o llegaremos tarde

Ambos hombres se miraron a las caras y suspiraron pesadamente no podían hacer nada más que obedecer era cierto que tenían una reunión importante con el gobernante de la tierra vecina cuya alianza seguía negociandose la única opción viable era comprometer a ambos príncipes pero Dazai por respeto a los sentimientos que su hijo tenía por el pequeño pelirrojo se negaba a tener esa negociación


Suspiro pesadamente mientras caminaba por las calles del pueblo la mayoría les saludaba con una sonrisa y el por su lado solo les evitaba y seguía su camino, esa vez no se dirigió a casa de su amante con los acontecimientos previos solo quería despejar su cabeza. Se cubría con su capa esta era de un color negro demasiada sencilla al igual que sus ropas no le gustaba llamar demasiado la atención.

Llego hasta el mercado donde pudo divisar muchas caras nuevas conocía a la todas las personas de su hogar más habían nuevas personas como aquel sujeto de cabellera rojiza en tonos naranjas sus ojos azules resplandecian con el sol de aquella tarde soleada. Por supuesto que llamó su atención después de todo se parecía a su gatito

Se acercó con tranquilidad solo para mirar el puesto del mayor este vendía manzanas, la verdad es que se veían deliciosas y el amaba las manzanas, estuvo mirando con demasiada atención la fruta tal vez para parecer interesado en que compraría, mientras seguía examinando la apariencia del sujeto vendedor, pelirrojo de ojos azules, estatura baja hibrido de raza Kitsune, su piel tan tersa como la porcelana y una linda sonrisa tan brillante, era como la imagen de su pequeño gatito pero un poco mayor

— ¿vas a querer una pequeño? – su tono de voz tan dulce y melodioso, delicado tercioplelado este le había ofrecido una manzana su acción fue llena de amabilidad

— ah, si me gustaría unas cuantas – expreso sacando unas monedas de oro para dárselas al pelirrojo mayor quien al principio dudo en recibirlas– ¿qué pasa?

— cada una valen dos moneda de plata, me estas dando de más y no puedo recibirlo

Oh, no solo era gentil y amable si no que también era alguien humilde, honesto, su aptitud logró captar su completa curiosidad — oh, no te preocupes voy a llevar muchas manzanas pienso hacer un pastel de manzana para mi papá – una pequeña mentira no venía mal pensaba llevarlas al castillo si pero no para hacer ningún pastel

— ¿estas seguro? – pregunto lleno de desconfianza, le recordaba a su gatito solo soltó una pequeña risa y asintio – de acuerdo – Murmuró mientras colocaba las manzanas en una bolsa marrón mientras el veía el resto de sus facciones. No había duda, era la copia exacta de su gatito – este... ¿Tengo algo malo?

— ah.. No no, lo lamento, es solo que te pareces mucho a un amigo

— oh, entiendo

— ¿como te llamas? – decidió preguntar con una sonrisa gentil

—ah, soy Chuya Nakahara, ¿y tu?

— Sora Dazai – el pelirrojo ladeo la cabeza aun lado tratando de tal vez buscar alguna conexión ya que había escuchado de un príncipe que se llamaba así

— ¿como el hijo del rey? – Inquirio mostrando su curiosidad palpable

El por otro lado soltó una risa sin poder evitarlo, asintiendo con la cabeza de manera tranquila, siempre solía escuchar eso de las nuevas personas que llegaban al reino — bueno jaja si como el hijo del rey

— oh, entiendo – el pelirrojo también sonrió y le entrego la bolsa con manzanas dando una pequeña reverencia al entender la clara indirecta – es un placer conocerlo joven príncipe.

— no es necesario que hagas reverencias – espetó haciendo un ademan con la mano y el pelirrojo mayor asintió con la cabeza – tampoco es necesario que me hables con tanto respeto, solo soy un chico normal como el resto

— eh los chicos normales no suelen vivir en castillos – se burlo el pelirrojo y el castaño menor hizo un puchero

—cierto ajaja, aun así fue un gusto conocerle Chuya-san, me gustaría frecuentarlo más realmente me da curiosidad que se parezca a mi amigo

— oh, por mi no hay problema puedes buscarme aquí

— de acuerdo.. Nos vemos mañana y espero y logres vender todas las manzanas

— gracias por sus buenos deseos joven Sora, que tenga un buen regreso a casa

Okye no fue a casa de su novio pero si logro comprar manzanas y descubrió a una persona muy interesante, se dirigia con demasiada prisa para llegar aunque ahora que lo pensaba como podía abordar la situación llegaria así como así y le diría a Chuy "sabes conocí a alguien igual a ti tal vez y sean hermanos lejanos", primero el menor se asustaría y segundo asumia qué este no querría verle después de como le trato

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