Capítulo IV: Aún no lo acepto.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
Japón actual.
La luz de la luna que entraba por las grandes ventanas del estudio de artes de tercero hacía lucir más linda la obra que observaba, los juegos de sombras funcionaban para resaltar más sus atributos. No dudaba de las habilidades de su primo, sin embargo, justo ahora había superado sus expectativas, la imagen que veía era como estar frente a la verdadera Hinata, y debió cerrar los ojos para evitar seguir explorando su desnudez, se sentía inapropiado desear a su compañera gracias a una escultura que debía ser vista con admiración.
Apretó ligeramente el mango del mazo que llevaba en su mano derecha, sería demasiado cruel arruinar el gran trabajo de su primo, más cuando ni siquiera pudo ser calificado. La mañana siguiente sería la ceremonia de presentación, y si él no tenía que mostrar, seguramente tendría que repetir el curso. Suspiró, Obito es quien tenía la culpa de todo.
—Vaya, alguien queriendo destruir la obra de Obito-senpai por la noche. Me pregunto quién será— el sonido de la puerta al abrirse acompañado de la voz sarcástica de Naruto evitó que diera el primer golpe a la escultura. Naruto cerró la puerta detrás de sí y se recargó en la pared mientras cruzaba sus brazos.
—¿Qué haces aquí?— preguntó Sasuke rodando los ojos, como resultaba obvio que lo habían descubierto, se quitó el pasamontañas que lo ocultaba.
—Lo mismo debería preguntarte, ¿Qué crees que estás haciendo?— con pasos molestos, Naruto se acercó a su mejor amigo y le arrebató el mazo de las manos.
—Ese imbécil hizo una escultura de Hinata, la retrató como la miró ese día— cuando los recuerdos venían a su mente, su juicio se nublaba, sus celos podían más que el cariño que sentía por su propia sangre.
Naruto echó un vistazo a la obra que Obito había titulado como "Ángel", como el rostro no estaba tan definido, la identidad de la mujer todavía podía seguir siendo un secreto, aunque las proporciones correspondían con las de su amiga. Después de unos minutos de observar, desvió la mirada avergonzado, de verdad se sentía como si estuviera viendo a Hinata desnuda.
—¿Y eso qué?, No creo que alguien descubra que se trata de ella. Además, escuché por Ino que Hinata aceptó ser su modelo— lamentaba tener que ser quien le diera tan mala noticia, pero su mejor amigo debía comprender que Hinata estaba de acuerdo con la elaboración de esa escultura. Para Hinata, ayudar al chico que le gustaba era lo mejor del mundo.
—Los miré...— el Uchiha apretó con fuerza sus manos, la única razón por la que no arremetió por enojo contra la obra es porque Naruto seguía teniendo el mazo —Mientras yo esperaba a que llegue a nuestro encuentro, ella prefería tener sexo con Obito— no podía culpar a su primo, pues estaba seguro de que si sabía de sus sentimientos no habría correspondido a Hinata, tampoco la culpaba a ella, su compañera no logró enterarse de que estaba enamorado. Lo único que podía optar es por esperar a que se separen y probar tener más suerte.
Naruto se sorprendió por su confesión, sabía que Hinata estaba saliendo con Obito, pero según Ino, todavía no lo hacían oficial. No esperaba que su amiga tuviera encuentros tan íntimos con el primo de Sasuke, aunque eso explicaría porque la escultura de Hinata tenía tan perfectos detalles.
—¿Entonces es por venganza?— enfadado, Naruto agitaba sus brazos y golpeaba a su mejor amigo mientras este trataba de evitarle —¿Planeas destruir la oportunidad que tiene Obito-senpai de impresionar a otros por despecho?, Ino dijo que mañana vendría un evaluador muy importante, no puedes hacerle esto a tu primo— insistió el Uzumaki sin parar de moverse, razón por la que Sasuke lo empujó de mala manera.
—¿Y él si puede quitarme lo que es mío?— exclamó Sasuke, tomando a Naruto por el cuello de su camiseta, su amigo tampoco dudó en apartarlo.
—¡Él no lo sabe!— gritó Naruto, Sasuke lo sabía pero no parecía poder comprenderlo —Si Obito-senpai estuviera enterado de tus sentimientos por Hinata, la habría alejado de él— el primo de Sasuke solía poner a su familia primero que a sí mismo, su propio amigo se lo había confesado. Obito había cedido su lugar como el próximo sucesor de Madara porque su hermano menor quería ese puesto, y aunque Obito se ganó el rechazo de su padre, estuvo dispuesto a sacrificarse por Shisui.
—Entonces haré que lo haga— Sasuke se acercó para tratar de quitarle el mazo a Naruto, sin embargo, el rubio lo arrojó hacia la esquina opuesta del salón. Sasuke lo pasó de largo para tomar el arma y continuar con lo que no pudo empezar.
—¿Le romperías el corazón a Hinata?— las palabras de Naruto lo dejaron inmóvil, incapaz de seguir caminando en esa dirección.
—¿Qué?— murmuró desconcertado.
—Hinata lo ama, si repentinamente Obito-senpai la abandona... Hinata es muy insegura y triste, no le hará bien perder a quien la hace feliz— explicó Naruto sin ser consciente de que lastimaba a su amigo en el proceso, nuevamente Sasuke recordaba que Hinata sólo amaba a su primo.
—Ya fue suficiente— lo cortó Sasuke, no quería seguir escuchando a Naruto, menos si sabía que tenía la razón.
—Esta no es la forma correcta de que Hinata se enamore de ti— le dijo sinceramente, conocía bien a su amiga, ella no podría amar a una persona que hería a otros para beneficio propio. Hinata era una persona amable y bondadosa, si Sasuke mostraba que tenía una convicción diferente a ella, no lograría llamar su atención.
—Lo sé— contestó, frotando su cabello con desesperación.
—Hinata sigue siendo muy ingenua, tu primo está más enfocado a sus obras, quizá en algún momento no puedan continuar juntos— Naruto trató de animarlo con aquella idea, gracias a Sai sabía que Obito era uno de los candidatos para conseguir un trabajo en Europa, y si eso se volvía realidad, su noviazgo con Hinata debería terminar —El padre de Hinata esperaría que ella esté con alguien que se parezca más a él, y bueno, Obito-senpai es todo lo contrario a Hiashi-san— y eso era un punto a favor de Sasuke, quien en opinión de Naruto, era muy idéntico al padre de Hinata.
—¿Y que pretendes?— incapaz de creer en su mejor amigo, Sasuke continuó con el mazo en mano, intentando analizar con detenimiento al Uzumaki.
—Que realmente te acerques a Hinata— le propuso, era lo que siempre le repetía a Sasuke, desde antes que Hinata mostrara interés por Obito,
—No creo que Hyūga esté interesada ahora, sólo tiene ojos para el idiota de Obito— rodó los ojos al admitirlo, la única chica que llamaba su atención se había fijado en su primo, su propia familia. Hinata estaba muy ilusionada con Obito, era algo que no se preocupaba en ocultar.
—Ese es el problema, ni siquiera la llamas por su nombre— le gritó Naruto señalando con su dedo índice, su fuerte voz hizo eco en la escuela vacía, también en la mente de Sasuke —Debes intentar acercarte a Hinata, mostrarle que quieres ser su amigo, que de verdad te importa todo lo que le suceda, que puedes apoyarla si lo necesita. Demuestra que existes— le aconsejó el Uzumaki con gran decisión, Sasuke sólo era como un fantasma en la vida de Hinata, si él no se daba la oportunidad y dejaba de apartarse, ella no sabría cómo es Sasuke en realidad, no podría enamorarse de su amigo.
—¿Y si aún así lo prefiere?— inquirió frustrado, no soportaba esa idea, no podía ver a Hinata con alguien a quién él también apreciaba.
—Algunos romances no son para siempre, y mientras eso ocurre, trata de ganar el corazón de Hinata limpiamente— habló Naruto apartando por unos segundos la mirada, no podía asegurarle a su amigo que el noviazgo de Hinata terminaría, pero al menos le convencería de intentar hacer lo correcto.
—Vámonos de aquí antes de que me arrepienta de escucharte— Sasuke cerró los ojos y dió un fuerte suspiro, el plan de Naruto era mejor que el suyo, así no lastimaba a Hinata, tampoco arruinaba la oportunidad de Obito. Todo sería un juego honesto en el que ambos intentarían ganar el amor de Hinata, y aunque Obito estuviera adelantado, no planeaba rendirse.
—¡Sí!— Naruto corrió detrás de su amigo después de haberle quitado el mazo para llevárselo, no le parecía buena idea dejar evidencia de que estuvieron ahí.
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Sasuke tomó otro de sus lápices para comenzar a darle forma al boceto en que estaba trabajando, aunque era arriesgado hacerlo en clase, no pudo evitar dibujar a su compañera. En su hoja de papel, se esforzaba por adaptar de manera perfecta el perfil de Hinata, aunque siempre terminaba pensando que sus dibujos no estaban a la altura de su belleza, razón por la que no se atrevía a dárselos.
Sin que el Uchiha lo notara, Naruto hizo acto de presencia dentro del aula, estaba tan molesto que incluso cerró con gran fuerza la puerta. Sasuke, al ver que ya no estaba solo, guardó su cuaderno.
Se sintió avergonzado, no quería parecer más patético ante su amigo, y justo ahora, esperaba que él no se percate de que dibujaba a Hinata.
—Me mentiste, dijiste que no destruirías su escultura y no era verdad. ¡Lo hiciste!— gritó Naruto, desesperado por la aparente tranquilidad de Sasuke.
—¿De qué demonios estás hablando?— indagó completamente desorientado.
—La obra de Obito-senpai fue destruida, te dije que no lo hicieras— prosiguió Naruto mientras agitaba sus brazos para seguir expresando su molestia —Hinata nunca te perdonará algo así— le hizo saber.
—Pero no hice nada, después de que nos fuimos, no regresé— se sincero, no le gustaba admitirlo, pero Naruto había tenido razón la noche anterior.
—No es cierto, seguramente esperaste a que me fuera para volver y destruirlo todo— se quejó Naruto cruzándose de brazos, se sintió un tonto por no haber pensado que Sasuke intentaría engañarlo.
—No seas idiota, te estoy diciendo que no lo hice— el Uchiha levantó la voz, sin importar que otras personas pudieran escuchar su discusión.
—Iremos con Obito-senpai para que te disculpes, así tal vez Hinata te perdone— ignorando a su amigo, Naruto lo tomó del brazo para llevarlo a la fuerza hacia el taller de tercero.
—Suéltame, imbécil— el azabache trató de apartarse, sin tener éxito.
—El imbécil serás tú— lo regañó Naruto, tomando la oportunidad de darle un golpe a su amigo.
—Naruto...
—No tienes derecho a quejarte, además, ya estamos aquí— después de un empujón, Naruto soltó a su amigo y señaló la escultura detrás de ellos.
Sasuke parpadeó varias veces, el trabajo de su primo estaba completamente destruido, y no tenía idea de quién lo había hecho. Su corazón se sintió oprimido al recordar que él había querido hacer lo mismo.
Definitivamente, Naruto había tenido razón al detenerlo.
—Yo no quiero estar aquí— evadió ver la escultura, se sentiría más culpable si lo hacía.
—Por supuesto, pero tienes que estar. Discúlpate con Obito-senpai, él entenderá— lo animó Naruto, sabía bien que Obito no era una mala persona, incluso siempre ponía a otros antes que a sí mismo.
—No tengo nada que decirle— murmuró Sasuke, que comenzaba a sentirse un poco irritado.
—Ah, por favor. Tienes que decirle a Obito-senpai— le recriminó el Uzumaki.
—¿Decirme qué?— Obito entró al taller, sorprendiendo a Naruto y Sasuke.
El pelinegro no les prestó mucha atención, y ante la atenta y temerosa mirada de Naruto, continuó arrastrando un contenedor de plástico. Sasuke pudo imaginar que es lo siguiente que haría.
—Bueno, Sasuke sabe algo sobre lo que le ocurrió a su escultura— susurró Naruto al mismo tiempo que empujaba a Sasuke, que lo miró de mal humor.
—Obito...
—Está bien, Sasuke. Tú no tienes la culpa de nada, fue mi padre— Obito caminó hacia su escultura para empezar a recoger algunos de los escombros de su obra y tirarlos al contenedor que llevaba consigo al entrar.
Sasuke se sorprendió al escucharlo, pues no esperaba que el odio de Madara hacia la profesión de su primo fuera tanto. Naruto también quedó impresionado, más aún al entender que inculpo a Sasuke cuando él decía la verdad.
Su amigo no fue quien rompió la escultura de Obito.
—Lo siento— se disculpó Sasuke, aunque no pudiera decirle abiertamente que él intentó hacer lo mismo —Escuché hablar al tío Madara con mi padre en la mañana, pero no logré avisarte, ya había sucedido— mintió para que la extraña actitud de Naruto y él no llame la atención de su primo.
—Descuida, supongo que deberé hacer una obra mejor que esta— girandose ligeramente, Obito les sonrió para tratar de no preocuparlos.
Sasuke y Naruto pudieron notar la verdad detrás de su expresión, Obito sonreía solamente con sus labios, pero no con sus ojos.
Sus ojos reflejaban tristeza, incluso estaban más oscuros que de costumbre.
—Obito, yo...
—¡Obito-senpai!—
Hinata apareció en la puerta del taller, daba la impresión de que llevaba varios minutos corriendo, y aún así, ella avanzó rápidamente hacia Obito cuando sus ojos por fin lo encontraron.
—Hinata, ¿Qué ocurre?— el Uchiha acarició un poco el cabello de la joven, preocupándose cuando sintió las lágrimas de ella sobre su camiseta.
—Lo lamento mucho, hablé con mi padre, dijo que puede encontrar a alguien que mire tus próximas obras— le dijo Hinata como un intento para hacerlo sentir mejor. Sabía cuánto se había esforzado Obito con su proyecto y le dolía que no pudiera mostrarlo al mundo.
Obito se asombró al escucharla, era de su conocimiento que Hinata no llevaba una buena relación con su padre, así que le conmovía que, incluso con eso en contra, ella hubiera tenido el valor de pedirle un favor.
Por otro lado, Hinata se apartó de él después de decirle aquello. Ya no se atrevió a verlo a los ojos, pues recordó con exactitud las palabras de su padre. Él sólo buscaba usar su posible relación con Obito como una forma de crear una alianza comercial con la familia Uchiha.
—¿Hablaste con tu padre sobre mi?— preguntó Obito, todavía sin salir de su asombro. Le emocionaba tanto lo que ella hacía por él.
Hinata asintió varias veces —Obito-senpai es un gran artista, mi padre está de acuerdo conmigo— ella le sonrió, tomando sus manos para darle más apoyo.
Por un momento, ignoraría el propósito de su padre. Solamente quería disfrutar de poder hacer sonreír a Obito.
—Gracias, Hinata— el Uchiha se sintió conmovido con sus palabras, pues sentía que Hinata era sincera y no lo decía sólo por sus sentimientos hacia él.
Se frotó los ojos para tratar de impedir que se siguieran formando lágrimas en ellos, no qeria quedar mal frente a la Hyūga.
—Yo también— habló Sasuke repentinamente, logrando que todos volteen a verlo —Le pediré a Itachi que consiga que los evaluadores regresen a verte— se ofreció, porque sólo de esa forma su conciencia estadía más tranquila. Además, Obito no merecía que su trabajado se arruine.
—Anímate, Senpai— mencionó Naruto con alegría.
Obito limpió sus lágrimas con la manga de su camiseta —Muchas gracias, chicos— murmuró sin poder hablar muy bien.
—Sasuke-kun, eres tan amable— Hinata le sonrió agradecida, abrazando después a Obito para seguir animándole.
Sasuke se ruborizó cuando los ojos de Hinata siguieron puestos en él.
Sonrió.
Por fin no pasaba desapercibido ante ella.
Naruto se contagió de la sonrisa de sus amigos y golpeó discretamente con su codo a Sasuke, quien de inmediato apartó la mirada.
—¡Hoy invito el almuerzo!— ofreció Naruto levantando sus manos.
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Naruto no prestó mucha atención cuando divisó a su profesor Iruka al frente de la cancha de basquetbol en que los habían reunido, aunque cuando miró a varios alumnos de último año detrás de él, pensó que sería algo importante.
—Chicos, guarden silencio— pidió Iruka subiendo la voz pero sin perder su toque de amabilidad, los alumnos de primero pronto dejaron de hablar entre sí para ver a Iruka con curiosidad —Como algunos ya deben saber, hemos llegado a una de mis actividades favoritas— siguió el castaño sonriendo.
—¿Cuál es?— preguntó Naruto con verdadero interés.
—Ustedes, alumnos de primero, escogerán a un alumno de último grado con el que quieran trabajar. Lo apoyarán en uno de sus proyectos finales y tratarán de aprender lo más que puedan de ellos— explicó rápidamente, lo que más le gustaba de esa actividad es que los alumnos interactúen entre sí y aprendan sobre el trabajo en equipo.
Los murmullos no trataron en aparecer, todos dando en voz baja sus opiniones e inseguridades.
—¿De cuántas personas es el máximo del grupo?— habló Ino después de levantar la mano.
—Deben de anotarse rápido, porque sólo cuatro personas pueden estar con alguno de los alumnos de tercero— respondió Iruka, iniciando así que nuevamente todos comiencen a hablar en voz baja —Bien, los dejaré con los alumnos de tercero. Pueden acercarse a ellos para ver con quién trabajar— finalizó el maestro.
Apenas Iruka se marchó, los alumnos de primero se abalanzaron hacia los de último año, todos preguntando por los proyectos que harían para tratar de encontrar el que mejor les agrade.
Obito fue caminando lentamente hacia atrás después de pretender ser uno de los alumnos de primero, estaba cerca de huir cuando Ino lo sorprendió tomando su brazo.
—¿Eh?, ¿Qué ocurre?— el pelinegro volteó a ver si costado, encontrándose con una Ino muy sonriente.
—¿Obito-senpai no necesita ayuda?— indagó Ino mientras rodeaba más su brazo, ganando una mala mirada de Hinata en el proceso.
—Bueno, normalmente me gusta trabajar solo— Obito se rió nervioso, tanto por su intento de negarse cómo por lo cerca que estaba Ino de él.
—¿Y si Hinata-chan está con nosotros?— Ino lo soltó para después tomar a Hinata y presentarla ante él, el Uchiha lo sintió como un intento de soborno.
—I-ino-chan...— Hinata se avergonzó con la actitud de su mejor amiga, aunque eso no la hacía olvidar de como Ino juntó demasiado sus senos al brazo de Obito.
El Uchiha movió sus ojos hacia donde Ino señalaba, y cuando se encontró con una par de ojos perla regrrsandole la mirada, ambos se sonrojaron.
—Bueno, siendo así...—
—Nosotros también estaremos contigo— Sasuke apareció antes de que terminara, arrastrando a Naruto junto a él.
Obito observó a los cuatro y terminó sonriendo —Supongo que ahora tengo a mi equipo— aceptó, no podía negarse a la bonita sonrisa de Hinata.
—¿Haremos de nuevo la escultura de Hinata-chan desnuda?— preguntó Naruto sin pena, logrando que Obito y Hinata se sonrojen fuertemente.
—¿Q-qué?— soltó Obito nervioso, no esperaba que alguien se percate de que su escultura anterior era de Hinata.
Quería mantener su identidad en secreto por el bien de ella.
—Sé más discreto, idiota— le reclamó Ino a Naruto, que se quejó al recibir un golpe de la joven.
—Ah— Hinata bajó la mirada, estaba avergonzada con esa situación. No le molestaba ser la modelo de Obito, pero que otros se dieran cuenta de ello la ponía nerviosa.
—Fue un trabajo muy limpio, no debes avergonzarte, Hinata— Sasuke le dió unas pequeñas palmadas en la espalda a Hinata cómo muestra de solidaridad.
—Gra-gracias— la Hyūga frotó su propio brazo, hundiéndose más en su propio lugar.
Obito se aclaró la garganta para desviar la atención del tema —Para este proyecto, si tendré su ayuda, quería realizar una pequeña exposición— terminó admitiendo, quería realizar un trabajo que logré llenar las expectativas de los inspectores que Hiashi e Itachi consiguieron para él.
—¿Será más de una escultura?— indagó Ino, que también estaba dispuesta a dejar de lado el desnudo de Hinata.
—En realidad será una escultura completa y tres cuadros— el Uchiha se mordió el dedo pulgar, un poco inquieto por el tiempo que tenía —Si trabajamos duro, podremos terminar antes de que se termine el curso— les dijo, aunque él mismo no estuviera muy convencido.
—Te ayudaremos con todos los detalles— lo apoyó Sasuke, Hinata miró a su compañero y se sintió entusiasmada.
—¡Sí!, ¡Ayudaremos a Obito-senpai!— comentó la Hyūga para continuar con el ánimo que Sasuke estaba dando.
—¿Cuál será el nuevo concepto?— quiso saber Naruto.
—Sabemos que será Hinata-chan porque es tu musa— Ino golpeó el costado de Obito, sintiendo como una sonrisa divertida se iba formando en sus labios.
Obito se sonrojó nuevamente —Tengo varios bocetos, el concepto... Quiero que vean la belleza de su alma— murmuró un tanto cohibido.
—Es lindo— aprobó Ino con un asentimiento de cabeza.
—Oh, me gusta como suena— secundó el Uzumaki.
—Quiero que al verlo, se sienta como estar debajo de una lluvia— la sonrisa de Obito, pareció de nuevo triste ante la perspectiva de Sasuke —Caminar bajo la lluvia, es la única forma de sentirme libre—
—¿Por qué siento que eso es melancólico?— Sasuke le miró con más detenimiento, últimamente, Obito se veía más decaído, lo cual le preocupaba.
—Quizá lo es— el Uchiha apartó la mirada, tratando de disfrazarse con una sonrisa.
—Obito-senpai...— Hinata no dejó de verlo, se sentía intranquila después de la observación de Sasuke.
—Vamos, no estén tristes. Les invitaré a comer— Obito tomó la mano de Hinata y le dió una palmada en la espalda a Sasuke para animarlos un poco.
Naruto e Ino no tardaron en seguir a Obito y Hinata, sin embargo, Sasuke se quedó unos minutos en su propio sitio.
No le gustaba esa sonrisa falsa.
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Notas de la autora:
• Puede contener errores ortográficos.
• Tarde pero seguro 🙈
• En el próximo capítulo les traeré una sorpresa 😉
Dejen sus votos y comentarios 💜✨
Nos leemos en la próxima actualización 👀❣️
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