Final

La habitación era completamente oscura y el frío se asomaba por la pequeña abertura de aquella puerta metálica que impedía su libertad. Las cadenas rodeaban sus manos y sus pies y la silla en la que estaba sentada parecía estar a punto de quebrarse por la oxidación.

Uraraka acababa de despertar hace algunas horas pero no pudo oir o ver a nadie, sólo era ella en ese pequeño cuarto oscuro.

El sonido de la puerta abriéndose llamó su atención, revelando así a un hombre de cabello celeste y ropas negras con una sonrisa psicópata en su rostro.

Shigaraki: Finalmente despertaste - dijo deteniéndose frente a ella - empezaba a desesperarme

Uraraka: ¿Dónde estoy?

Shigaraki: Directo al grano ¿eh? pues estás en mi guarida subterránea, ni siquiera el idiota de tu novio sabe donde estamos

Uraraka: Él me encontrará y te pateará el trasero - respondió seria.

Shigaraki: Uy mira como tiemblo, jajajajaja. No parece que me tengas miedo, realmente no esperaba eso  - la tomó de la barbilla pero ella se safó de su agarre.

Uraraka: No me toques imbécil

Shigaraki: ¿Te crees bastante ruda, no? - levantó su mano y le dio una bofetada - podría matarte justo ahora pero te necesito con vida

Uraraka: Je, sí esa es toda tu fuerza Deku acabará contigo de un sólo golpe - dijo burlona, un poco de sangre corría por su labio.

Shigaraki: ¿Ese inútil sin quirk? ya veremos cuánto dura - habló arrogante yendo a la puerta.

Uraraka: Mucho más que tu, idiota

Shigaraki: Maldita - cerró la puerta y se fue.

Mientras el líder de los villanos que causaban estragos en la ciudad planeaba su venganza, el peliverde y su grupo se preparaban para enfrentar a sus enemigos y acabar con su imperio del mal de una vez por todas.

Midoriya: No olviden nada, cada una de sus armas debe estar cargada y lista para usar - dijo mientras recargada sus armas y las guardada en su ropa.

Bakugo: ¿Cuántos iremos al frente?

Midoriya: Quince, cinco de ustedes se quedarán aquí para cuidar a los niños y prepararse por si algo sale mal, la prioridad de esta misión es sacar a Ochako con vida y luego de que eso pase, acabaremos con Shigaraki. Bakugo, Todoroki, Iida y Kirishima irán conmigo, me ayudarán a despejar el camino para llegar a ella

Bakugo: Hmph, no te íbamos a dejar con toda la diversión

Kirishima: Les daremos la paliza de sus vidas - chocó sus puños con una sonrisa.

Midoriya: Jiro y Shoji, ustedes estarán ocultos cerca de la base, necesito que sean mis oídos y averigüen todo lo que puedan sobre ellos, y en caso de que necesite ayuda los llamaré a la batalla

Jiro: Entendido

Shoji: Dejaremos ninguno de sus secretos al descubierto

Midoriya: Si las cosas se complican los demás entrarán a la base y acabarán con todos los que se interpongan, y tokoyami - miró al azabache y habló - no te contengas

Tokoyami: Como órdenes - respondió asintiendo.

Midoriya: Yaoyorozu, Hagakure, Aoyama, Ojiro y Koda se quedarán aquí para cuidar a los niños, sí surgen problemas vayan al bunker y contacten a los demás

Hagakure: Dejanoslo a nosotros

Yaoyorozu: No te preocupes, los protegeremos

Midoriya: Vamos a los autos y acabemos con esos infelices - apenas iba a salir de la casa fue interceptado por dos niños que abrazaron sus piernas.

Kota: Por favor, trae a mamá a casa

Eri: No dejes que le pase nada

Midoriya: Lo prometo, la traeré a casa sana y salva - les dio un abrazo y se fue con los demás.

La misión comenzaba ahora

...

Una hora más pasó y la castaña trataba de liberarse de las cadenas lo cuál fue inútil, estaban un poco oxidadas pero eran muy resistentes, intentó romper la silla pero justo cuando parecía funcionar dejó de hacerlo pues Shigaraki había llegado a la habitación.

Shigaraki: Será mejor que no intentes nada, a no ser que quieras una paliza

Uraraka: ¿No tienes alguien más a quién molestar? ¿amigos, familia... serpientes venenosas?

Shigaraki: Yo no tengo familia, el bastardo de All Might acabó con mi padre hace ya tiempo. Pero ahora, por fin obtendré mi venganza contra el inútil de tu novio

Uraraka: No es mi novio - contestó para confusión del peliceleste - es mi esposo

Shigaraki: Claro, como si eso cambiara algo, no importa, una vez que logre atraerlo hasta aquí haré que sufra - tomó un fierro y se acercó a ella - la mejor forma de atacar a alguien es por medio de su corazón

Uraraka: Él te detendrá

Shigaraki: ¿Y cómo estás tan segura de ello? - preguntó a punto de golpearla.

Uraraka: Porque ya debe de estar más cerca de lo que crees

*Bang

*Bang

*Crash

Shigaraki: ¡¿Qué demonios está pasando afuera?!

Hombre1: ¡Señor, Deku está aquí! - exclamó por la radio.

Shigaraki: ¡¿Que? él no debería estar aquí aún! - exclamó enfurecido.

Fuera de la base, los yakuzas combatían al grupo de Shigaraki sin dejarles oportunidad alguna de escapar o prepararse.

Midoriya: ¡Vayan adentró y acaben con los demás, iré por Ochako! - pisó el acelerador e irrumpió en el edificio.

Hombre2: ¡¿Qué fue...?!

Bakugo: ¡Sorpresa! - tomó una de sus granadas y la lanzó a un grupo de hombres haciéndolos explotar - ¡yo iré por los idiotas de Toga y Twice!

Todoroki: ¡Yo por Dabi! - dijo mientras se alejaba.

El peliverde salió del auto con su arma en mano y disparó con una gran puntería a cada uno de sus enemigos. Haciendo uso de su poder, corrió por entre los pasillos buscando a su esposa, revisó cada una de las habitaciones hasta que dio en la indicada, pero lo que encontró no fue nada agradable.

Su enemigo mortal sostenía a su esposa por el cuello usando 4 de sus 5 dedos. Ambos de pie frente a él y sin hacer ningún movimiento.

Shigaraki: Baja el arma, o la convertiré en polvo

Midoriya estaba indeciso, podía dispararle al hombre y acabar con su imperio de una vez por todas, sin embargo la vida de su amada estaba en juego y no se lo perdonaría si algo malo le pasaba. Llegó a una decisión y bajó el arma.

Midoriya: Sueltala, ella no tiene nada que ver con esto

Shigaraki: Oh al contrario, ella será la causa de tu muerte - apretó su agarre en la mujer haciéndola perder el aire y tensando al pecoso - tu me quitaste todo lo que me pertenecía, mi dinero, mi ciudad, mis aliados, esta vez yo haré lo mismo contigo

Uraraka: I-zuku - habló con dificultad por la falta de aire.

Midoriya: Maldito - apretó los puños.

Shigaraki: No puedo esperar para verte sufrir - empezó a bajar el quinto dedo al cuello de la castaña pero antes de tocarla ella pisó su pie y golpeó su estómago - ¡ahg!

Midoriya: ¡One For All Full cowling 50%! - se lanzó contra su oponente y lo mandó hasta otra habitación con uno de sus golpes - ¡Ochako vete de aquí!

Shigaraki: ¡¡¿Cómo es que tienes un quirk?!! - preguntó enojado, apenas se recompuso se acercó al hombre para cortarlo con su navaja e intentar tocarlo.

Midoriya: ¡Eso no es asunto tuyo! - exclamó mientras esquivaba sus ataques y lo golpeaba.

La castaña intentó salir de la habitación como se le había dicho pero la puerta ahora estaba bloqueada y no había forma de salir más que intentar salir por la otra habitación, pero para hacer eso tendría que pasar junto a los dos hombres que luchaban.

Shigaraki: ¡Lástima que acabaste con Overhaul, yo quería hacerlo primero! - se agachó para evitar un golpe y cortó el pecho del peliverde - ¡por suerte, él me dejó un pequeño regalo! - sacó un pequeño dardo con líquido rojo y lo insertó en su rival.

Midoriya: ¡¿Qué es...?! - sacó el dardo y vio que se trataba de una bala antiquirk pero fue sacado de su trance por un puño que dio de lleno en su mandíbula.

Shigaraki: ¡No es tan eficaz pero al menos durará lo suficiente para que pueda matarte! - desintegró los escombros a su alrededor y clavó su navaja en la pierna del pecoso.

Midoriya: ¡¡Aaahhh!! - sacó la navaja y devolvió el ataque al brazo del ojirojo - ¡estúpido!

Shigaraki: ¡No puedes ganarme sin un quirk! - pateó el costado del peliverde y lo derribó para empezar a golpear su cara.

Uraraka estaba conmocionada, quería ayudar a su amado pero él no le permitiría acercarsele a su enemigo, miró a todos lados tratando de encontrar algo que usar y entonces la vio.

La pistola de Deku estaba a unos centímetros de ella.

Con cuidado y sus manos temblorosa, ella tomó el arma y apuntó al par de hombres que seguían peleando, pero al moverse demasiado ella no podía apuntar al correcto, ni siquiera había tomado un arma en su vida.

El peliverde al verla sujetar su arma se asustó y pateo al hombre un poco lejos de él.

Midoriya: ¡Ochako deja eso, no dispares-agh! - fue interrumpido por un golpe en su espalda.

Shigaraki: ¡¿Qué esperas? Dispara si es que te atreves! - retó mientras intentaba tocar al pecoso.

Midoriya: ¡¡No lo escuches Ochako, por favor dejalo, no quiero que ensucies tus manos con sangre!! - exclamó empujando a Shigaraki lejos de él.

Shigaraki: ¡¡Vamos, diaspara!! - estaba por tocar la cara desprotegida de su enemigo pero...

*Bang

La castaña había disparado y con ello un cuerpo cayó al suelo, y ese cuerpo no era más que Shigaraki. La bala había atravesado su pierna.

Shigaraki: ¡¡Aaaahhhh!! - se arrastró por el suelo en agonía y dirigió su mirada a la castaña que aún seguia en shock - ¡¡Te mataré!!

Midoriya: ¡¡No si yo lo hago primero!! - corrió hasta su esposa y vez tuvo el arma en sus brazos disparó.

Shigaraki cayó muerto en aquel frío y sucio suelo, la sangre rodeaba su cuerpo y los escombros yacían a su lado dándole un aspecto desastrozo.

Uraraka sintió sus piernas flaquear y el alivio inundar su cuerpo, estaba por caer al suelo cuando el peliverde la abrazó y la sostuvo entre sus brazos. Ella lloró tanto como pudo, finalmente dejó de contenerse y dejó salir sus emociones más fuertes, miedo, angustia, desesperacion. Se aferró a los brazos del pecoso como si su vida dependiera de ello y dejó que sus sentimientos salieran a flote.

Midoriya pasaba por lo mismo, la adrenalina corría por su cuerpo lo que le hizo olvidar el dolor de sus heridas, pero también estaba feliz, feliz de haber recuperado a su esposa sin más que unas pocas heridas, extrañaba respirar su aroma y sentir la calidez de su cuerpo aunque fuera sólo un día en el que no la había visto.

Midoriya: Vamos a casa, no quiero que estés en este lugar ni un minuto más

Uraraka asintió en respuesta y esperó a que su pareja derribara la puerta para que así ambos pudieran salir de aquel horrible lugar. Sus piernas aún temblaban pero debía mantenerse fuerte, podía ver a Deku sufrir con cada paso que daba, dejó que el pecoso se apoyara en ella y ambos salieron afuera, donde el campo de batalla que alguna vez estuvo lleno de ruido ahora era completamente silencioso y estaba lleno de cadáveres.

La liga de villanos y sus secuaces yacían sin vida en el suelo, los yakuzas no tenían más que algunas heridas en varias partes de sus cuerpos pero todos estaban vivos. A penas los vieron salir a ellos supieron que todo había terminado y ayudaron a la pareja a subir al auto.

El viaje de regreso a casa fue silencioso, nadie dijo nada pero todos estaban felices, Midoriya abrazaba a su castaña la cual estaba sentada sobre sus piernas y se apoyaba en su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

Él no la dejó ir ni un segundo, no pudo saber cuán aterradora fue esa experiencia para ella pero no dejaría que volviera a pasar. Plantó suaves besos en su cabeza y acarició su espalda con suavidad.

Tan pronto como llegaron fueron recibidos por los demás, lágrimas de alegrías y sonrisas estaban plasmadas en sus rostros.

Los niños corrieron al ver a la castaña y la abrazaron con fuerza y lágrimas de felicidad, ella también correspondió a la muestra de afecto y después el peliverde también lo hizo.

Todos entraron a casa y fueron atendidos por algunos doctores que ya los conocían, las heridas no tendrían repercusión alguna en sus vidas pero al menos los haría alejarse del trabajo por un largo tiempo.

La pareja té verde tomó un baño antes de ser atendidos, no sólo necesitaba limpiarse la suciedad, sino que también necesitaban estar en los brazos del otro. Ambos se quedaron abrazados por un tiempo en aquella tina de agua roja por la sangre pero con un olor natural a flores que los hizo relajarse.

Después de eso, los doctores los curaron y todos pudieron sentarse a cenar y celebrar su victoria como otras noches anteriores a ese hecho. Las sonrisas y paz volvieron a los rostros de todos, Uraraka incluso dejó de lado sus preocupaciones y se dedicó a festejar con todos, lo que sacó una sonrisa en el rostro del peliverde.

Esa misma noche, todos se fueron a dormir temprano, pero no la pareja de esposos, ellos no dormirían hasta haberse demostrado su amor.

Esa noche no tuvieron sexo como otras ocasiones, ellos hicieron el amor, no con deseo o lujuria, sino con amor y pasión, a pesar de lo sucedido, a pesar de sus heridas y emociones ellos no pudieron esperar ni un poco más para hacerle entender al otro cuanto lo amaban.

Un mes después

Izuku y Ochako caminaban por su playa privada durante un hermoso atardecer con un clima agradable.

Después de hablar sus problemas y superar sus traumas, la castaña volvió a ser la misma de siempre, sonriendo al lado de su esposo y de su familia.

Uraraka: ¿Por qué vinimos aquí? - preguntó con curiosidad pues desde que llegaron él se había negado a decirle.

Midoriya: Sólo quería estar a solas contigo - se detuvo y vio el horizonte - es una vista hermosa ¿no te parece?

Uraraka: Si, lo es - respondió haciendo lo mismo.

Midoriya: Ochako, tengo que decirte algo importante

Uraraka: ¿Qué pasa? - preguntó confundida hasta que lo vio arrodillarse - Izuku

Midoriya: Sé que nunca estuvo en tus planes casarte así de repente, tampoco que tuvieras un hijo ni que te vieras involucrada con una banda de yakuzas peligrosos, pero si de algo estoy seguro es que no quiero dejar ir nunca, te amo demasiado como para hacer eso y por eso estamos aquí - sacó una cajita de su bolsillo y lo abrió revelando un anillo dorado con gemas verdes y rosas.

Uraraka: Izuku - se cubrió la boca y derramó un par de lágrimas.

Midoriya: Ochako, sólo estos pocos meses de conocerte y estar junto a ti me hicieron darme cuenta de que quiera pasar el resto de mi vida junto a la persona que más amo y por eso te pregunto, ¿quieres casarte conmigo? ¿quieres tener la boda de ensueño que tanto quisiste y estar siempre a mi lado?

Uraraka: Sí... ¡sí sí sí un millón de veces si, quiero casarme contigo! - dejó que él le colocara el anillo y lo abrazó con fuerza.

Midoriya: Aunque ya estamos prácticamente casados, me aseguraré de hacer tus sueños realidad - se separó un poco y le dio un beso cariñoso - te amo Ochako

Uraraka: Yo también te amo Izuku - respondió antes de volver a besarlo.

2 meses más tarde

La boda se llevó a cabo en un día soleado y hermoso, en la misma playa en la que el peliverde le había propuesto pasar sus días juntos por la eternidad.

Amigos y familia estaban reunidos para celebrar ese hermoso momento, la decoración era perfecta, las flores, los anillos, los zapatos, las mesas, los trajes y el hermoso vestido de novia que llevaba la castaña.

Durante toda la ceremonia ninguno de ellos pudo dejar de sonreír, nada los hizo más felices que disfrutar de ese hermoso día y jurarse amor eterno el uno por el otro.

Con la boda terminada todos disfrutaron de la fiesta antes de la luna de miel, hicieron el brindis, se tomaron fotos, cortaron el pastel y finalmente bailaron juntos.

Aún con esas sonrisas amorosas en sus rostros, ellos disfrutaban del vals mientras se movían con suavidad y elegancia.

Midoriya: ¿Esto es lo que querías? - preguntó mientras bailaban.

Uraraka: Es más que eso - respondió recargada en su pecho - gracias por todo, Izuku

Midoriya: Gracias a ti por no dejarme solo

Uraraka: Sabes, tengo una sorpresa para ti - se separó un poco de él pero no dejó de mirarlo.

Midoriya: ¿Y de que se trata? - preguntó interesado cuando la castaña tomó su mano y la guió hasta su estómago - Ochako, ¿e-estás...?

Uraraka: Sí, estoy embarazada - respondió con una gran sonrisa.

Izuku no perdió el tiempo y la levantó por los aires mientras giraba y repetía una y otra vez que iban a ser padres, las lágrimas desbordaban de sus ojos y las risas escapaban de sus bocas, se detuvieron un poco y se besaron con amor y cariño mientras los demás les aplaudían y felicitaban.

Este iba a ser un nuevo paso en sus vidas.

8 años después

El peliverde se encontraba en su oficina leyendo las noticias más recientes en su computadora cuando escuchó a alguien tocar su puerta.

Midoriya: Adelante

La puerta se abrió revelando al hijo del yakuza de ahora 15 años de edad.

Kota: Papá ¿podemos hablar?

Midoriya: Por supuesto - dejó que se sentará y continuó - ¿de qué querías hablar?

Kota: Creo que ya lo sabes pero van a abrir un nuevo edificio cerca de la ciudad y...

Midoriya: ¿Te refieres a la UA?

Kota: Así es, y sé que has dicho que puedo tomar mis decisiones y decidir lo que quiero hacer pero no se si tu... - habló nervioso pero fue interrumpido por su padre.

Midoriya: Kota, esta bien, puedes decírmelo

Kota: ... Quiero ser un héroe - dijo para sorpresa de su padre - sé que es peligroso y que nuestra familia pertenecía a las personas más buscadas pero yo... yo quiero ayudar a la gente, quiero usar mi quiero para salvar a los demás y estar ahí cuando lo necesiten

Midoriya: ¿Eso es lo que quieres? - preguntó recibiendo su asentimiento - entonces hazlo - respondió con una sonrisa.

Kota: ¿Eh?

Midoriya: Kota, no tienes que preocuparte por lo que te diga, las decisiones más importantes vienen de ti y no de nadie más. Y si realmente quieres ser un héroe y salvar a todos entonces ten por seguro que yo te apoyaré sin importar lo que pase - se acercó a él y lo abrazó.

Kota: Te amo papá - dijo mientras lo abrazaba.

Midoriya: Y yo a ti hijo - se separó un poco y golpeó su espalda - ¿y? ¿que dijo tu madre al respecto?

Kota: Jaja, estaba tan feliz por eso que nos abrazo a Eri y a mi por varios minutos

Midoriya: No puedes culpables, realmente te ama

Kota: Si, lo sé, pero ahora debemos irnos para poder presentar nuestros documentos en la institución

Midoriya: Tienes suerte de que hayamos hecho un trato con la policía, de no ser así te arrestarían en cuanto supieran quién es tu padre - bromeó mientras lo acompañaba a la salida.

Kota: Tienes razón, bueno, debemos irnos, dile a mamá que regresaremos pronto - dijo antes de salir de la casa junto a la peliblanca.

Eri: Nos vemos después - se despidió con la mano.

Midoriya: Ciudense - río un poco al ver a la chica quitarle la gorra al pelinegro y salir corriendo mientras él la perseguía.

Unos pasos apresurados se escucharon se cerca de él y en unos segundos, un pequeño de cabello castaño, ojos verdes y pecas llegó hasta él y saltó para abrazarlo. Ese era el pequeño de 10 años Toshinori Midoriya.

Toshinori: ¡Papi!

Midoriya: ¿Cómo está mi pequeño campeón? ¿no volviste a comerte las galletas de mamá o sí? - preguntó levantándolo.

Toshinori: Tal vez - desvió la mirada.

Uraraka: Si, si lo hizo - respondió por él llegando a la sala, su paso era lento pues actualmente estaba en su cuarto mes de embarazo.

Midoriya: Ya lo veía venir - se acercó a ella y la beso.

Toshinori: Eww

Uraraka: Ven aquí pequeño - se acercó lo suficiente y empezó a repartir besos en la mejilla de su hijo al igual que su padre haciéndolo reír.

Midoriya: Los amo tanto, a todos ustedes - dijo para luego abrazarlos.

Uraraka: Y nosotros a ti, ¿verdad Toshi?

Toshinori: Claro que sí, y también querré a mi nuevo hermanito o hermanita

Midoriya: Yo también y siempre estaré ahí para ustedes - besó sus frentes y siguió con el abrazo.

Y así, con el paso del tiempo la familia recibió a una nueva integrante en su familia y compartieron muchos momentos de felicidad juntos.

No todo fue felicidad para ellos, hubo momentos tristes, momentos de angustia y momentos angustiantes, pero así es la vida, y aun así ellos siguieron adelante y pudieron hacer sus vidas de la mejor manera posible.

Los yakuzas dejaron de ser buscados pero siguieron ayudando a la gente.

Kota y Eri se convirtieron en unos de los primeros héroes profesionales en Japón y salvaron miles de vidas.

Lo mismo sucedió con Toshinori y Saeko, quienes siguieron sus pasos y pudieron cumplir sus sueños con su don control de gravedad y One For All.

Midoriya y Uraraka no pudieron sentirse más orgullosos de ellos. La verdad es que nunca esperaron conocerse de la forma que lo hicieron pero estaban felices con el resultado.

Ellos nunca esperaron que terminarían así, pero sobre todo, Uraraka nunca pensó que se convertiría en...

La esposa de un Yakuza

Fin

_________________________________________

He aquí el final de esta historia.

Agradecimientos a todos ustedes que leyeron, votaron y comentaron y a mi hermano por la inspiración.

Muchas gracias por todo y esperen para la siguiente historia que subiré dentro de poco.

Los quiero familia, nos leemos luego.

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